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Realidad por natalia clow

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Notas del capitulo:

Buenas y santas y muchas tantas .

Les traigo nuevo capítulo. Sí estas vacaciones tenemos maratón, así que espero contar con ustedes :D

Les recuerdo que Supongamos está a la Venta 

COMPRAR

Además de traerles un dibujo random 8) Que espero les guste.

Dibujo

Capítulo 17

«Tu verdad no es la mía»

— No es necesario hacer hincapié en que Matthew no piensa ahora de la misma forma las relaciones, podría decirse que él asume que es un juego.

— Bueno sí, eso ya lo sé.

— Por eso lo primero que quiso ocultarnos es todo el asunto de su sexualidad.

— ¿Para qué tanto preludio?

— Al punto que quiero llegar, es que Matthew en este momento no va a ser un tipo con el que sea conveniente meterse en ese aspecto. Matthew ahora es una persona que está confundida… que no sabe lo que hace porque tiene miedo.

— ¿Pero de qué cojones hablas? Habla claro.

—  En otras palabras, te lo voy a poner así. Si llegas a tener una relación con Matthew no serías más que un juego, que un reemplazo de otro ¿Lo captas? En este momento el corazón de Matthew es más frágil que el que tenía antes de irse.

Maurice bajó la mirada  y aún seguía confundido, pero creyó entender el punto.

— ¿Quieres ponerte en el papel de amigo sobreprotector otra vez? ¿Quieres separarme de él con esas patrañas?

— ¡Maurice reacciona! Deja tu idiotez y escúchame, aquí estoy hablando con la verdad y por tu bien. Por favor, no mires a Matthew de esa forma, no quieras tener una relación con él, porque el único que va a sufrir eres tú ¿Lo entiendes?

— No lo capto ¿Por qué habría el corazón de Matthew estar frágil? ¿Por qué habría yo de sufrir si tengo una relación con él? ¿De quién sería yo el reemplazo según tú? Dame respuestas y no estas palabras  de mierda. 

Joshua lo supo desde el comienzo.  Sabía que Maurice no iba a entender nada si no le hablaba con hechos y pruebas. No iba a dejar de buscar su sufrimiento en vano. Tendría que hacer un mal, para un bien.

— Todo lo que digo… es porque ahora sé quién es Collin y no solo lo digo por saber su identidad, sino todo lo que pasó con Matthew.

Maurice abrió los ojos que se inyectaron de sangre y comenzó a caminar por la habitación como un león enjaulado.

— Dímelo, habla ahora. —Su voz se puso grave, a tal punto que era perturbadora.

— Por favor, te lo suplico, no vayas a decirle nada a Matthew.

— No lo haré, habla rápido.

— Está bien. Bueno, como era de suponerse, Collin fue la pareja de Matthew. Pero, si recuerdas aquella vez en que los cité a los tres para que habláramos de ese asunto y que Matthew negó que eran novios  además que de hecho Collin fue el que no quiso tener una relación con él; todo eso era mentira. La verdad es que fue Matthew el que no quiso formalizar esa relación. De hecho, Maurice, tal era el miedo de Matthew, que la razón por la que está aquí en Londres fue para huir de él.

Maurice entrecerró los ojos con furia y se detuvo de frente a la puerta. No estaba seguro si quería escuchar más.

— Maurice, Matthew estaba asustado de Collin; según mi punto de vista, no porque lo odiara o por cualquier otra cosa, era porque estaba tan extremadamente enamorado que no se dio cuenta. Y al no saber cómo identificar todo lo que sintió, decidió huir antes de ponerle nombre a eso.

Esas palabras lo hirieron como no pensó que lo harían. Decidió que todo eso era mentira, que no había forma que él aceptara tan cosa. Pero dentro de sí, sabía que era verdad, Joshua no le estaba engañando.

— ¿Entiendes a lo que me refiero? Por eso te digo que no intentes meterte con él. Podrías llegar a ser solo un reemplazo de Collin en el mejor de los casos o solo un juego y después de eso, sabes perfectamente que todo se acabaría.

— ¿Cómo llegó Matthew  eso? —Con dolor pronunció Maurice.

— No lo sé, quisiera saberlo, pero para nosotros es imposible. Quiero hacerte un bien, no me odies por esto.

No respondió, creyó que había sido suficiente. Salió del cuarto sin despedirse y así mismo salió de aposento. Necesitaba aire fresco para pensar. Se sentía engañado, todas las palabras de  Matthew había sido mentira. Eso se decía, pero sabía que aquel día cuando fue a la universidad, eso había sido verdad. Matthew no quería desilusionarlo, por eso lo evitaba y él acalló su sinceridad con un beso. Se burló de sí mismo, quizás eso había sido lo más idiota que jamás había  hecho.

Tenía la esperanza en sí, que algo de todo lo dicho por Joshua fuese mentira. Quería tener esa esperanza, porque después de eso, a él ya no le quedaba nada tangible. En sus pasos que se veía cercenados, pensó que ya era tiempo de buscar a Matthew. Y se arriesgaba y le dejaba a la suerte  que fuera para bien o para mal ese encuentro.

***

Ese día en la universidad lo tenían «encarcelado» hasta las nueve de la noche. Para que iba a ponerse con eufemismos, eso era una cagada para cualquiera. Generalmente salía directamente para su casa, sin embargo hoy quería darse otro aire. En los últimos días había estado recluido en su cuarto, si bien estudiando, también pensando en lo que le había dicho Allan.

Caminó solo calle abajo y al llegar a la parada del bus, decidió irse a la zona de bares. Luego de una larga esperaba se encontraba en la calle principal. Todos los establecimientos estaban tranquilos, no podía esperarse menos de un miércoles en la noche.

Sus pies lo arrastraron hasta un pequeño callejón que al final tenía un letrero. Le pareció acogedor el sitio e ingresó en el lugar. Lo recibió un abrazo caluroso por parte del aire. Era pequeño el local, pero era lo que necesitaba en cierta parte. No estaba buscando una discoteca propiamente.

Se pidió una cerveza y se quedó mirando hacia la nada. Bajaba el agrío sabor hasta que adormecía su garganta y le hacía sentir mejor. No estaba buscando emborracharse, pero no renegaría ese estado si llegase a alcanzarlo.

Después de su séptima ronda de cervezas, se fijó que alguien lo estaba mirando. Era un chico bien parecido. No quería coquetear, por eso no le respondía la mirada también. Al poco rato este se acercó y al hacerlo, lo reconoció. Era Cedric quien le observaba. Se mostró sorprendido pero no con una reacción exagerada.

— Hola. Qué coincidencia. —Cedric se auto invitó a la mesa.

—  Qué tal.

— Te ves algo tomado.

— Sí, es mi séptima cerveza.

— ¿Algún mal de amores? —Sonrió.

Matthew se quedó callado y volteó su mirada a otro lado.

— Quizás, yo a estas alturas no lo sé. —Matthew se sinceró.

— Vale, pero estar aquí te va a deprimir más ¿Quieres ir conmigo a otro lado más animado? 

Pensó que tenía razón. A fin de cuentas estaba tan solo dejando que las heridas supuraran ya que no sabía cómo sanarlas.

— Vale, me parece bien. ¿A dónde iremos?

— ¿Conoces a The Underworld Alliance?

— No para nada ¿Quiénes son?

— Hoy van a hacer un toque ¿Vamos?

— Bueno, vale.

Ese nombre le sonaba tétrico a Matthew. Era fácil inferir que sería un grupo de Metal o algo por el estilo. Él era más de música suave, le gustaba el rock, pero no el Metal y demás.  Pero cómo decirle «No» a quien esperaba sacarlo de su estado supresor.

Mientras Cedric  lo guiaba hacia  el local, le comenzaba  a contar con entusiasmo la forma en la que los conoció y cómo inevitablemente estaba interesado en Perséfone. Al llegar a la parte en donde le contaba lo del demo, prácticamente estaba gritándole a todo lo el mundo para que se enterara.

Matthew quedó sin palabras. Se notaba el sentimiento a flor de piel y de alguna forma se le antojó hasta tierno. Era como ver a una quinceañera enamorada que le ha dado su primer beso su príncipe azul.

Era bastante fácil decir que Cedric probablemente estuviese enamorado platónicamente de Perséfone. Suele suceder a menudo.  Matthew medita sobre ello. Recientemente había comenzado a juzgarse a sí mismo por su falta de decisión e iniciativa. Le tenía miedo a estar enamorado de Collin, pero nunca se había planteado qué significaba eso. Solo un día se dijo que ante la única persona que no debía caer era ante él.

Eso era algo distinto al hecho de cómo había comenzado su relación. No era por orgullo, no sabía por qué quería negar a Collin en su vida, cuando era evidente que había tenido un papel preponderante en ella.

Estaba en una campaña de sinceridad. Sonaba estúpido,  pero era eso. Se estaba dando la oportunidad de decirse muchas cosas con la fuerza suficiente para revolcar sus emociones y sacar a flote sus verdaderos sentimientos.

El ver a Cedric así le había hecho entender algo que ya había dicho Allan; Cuando estás enamorado nada puede ser racional con esta persona. A Cedric alguien podría decirle que Perséfone solo había hecho eso para tener más fans, pero respondería que si fuese así, lo hubiese dado a alguien más o cualquier cosa que reafirmara que lo que sucedió en aquel lugar era especial.

Qué idiota se es cuando se está enamorado, dijo en voz baja. Cedric estaba tan ensimismado contando su experiencia que había permanecido guardada en la incógnita que ignoró aquellas palabras. 

Después de un rato ya se encontraban en el local en donde estaban haciendo el toque. Era el mismo de la vez anterior. Cedric tomó de brazo a Maurice y se arrastró con él dentro del mar de gente. Esa vez no alcanzaron a llegar al frente, pero quedaron con buena vista.  

Matthew estaba incómodo y no muy agradado, pero un tanto absorto por las nuevas cosas que sin querer, Cedric le estaba enseñando. Entendió algo nuevo del estado de enamoramiento de Collin. El encontrar esa obviedad que había estado oculta, le dio un nuevo aire. Siempre pensó que Collin era un egoísta y ahora entendía que el egoísta había sido él.

Ellos habían engendrado una relación a través de la imposición. Collin lo había obligado a dejarlo entrar en su mundo y él había obligado a Collin a permanecer sumiso a su lado. Matthew consideró a Collin un cómodo lugar para estar y quiso permanecer así tal cual, mientras no le representara ningún esfuerzo. Quizás eso también era lo que hacía sentir inseguro a Collin, el nunca recibir una muestra de que Matthew estaba en esa relación por los sentimientos y no por las comodidades que esta generaba.

Los dos habían sido estúpidos, pero aquí el único cobarde no era otro más que él. Eso ya lo sabía, ahora se sentía en verdad culpable con Collin. No estaba seguro que debía decir para calmar el dolor mutuo, pero debía intentarlo. No odiaba a Collin, incluso si era sincero, lo quería, por eso mismo debía darle a todo ese remolino de emociones un lugar en el cual estar.

Cedric se apretó a su brazo cuando las luces se apagaron. Matthew se aterró como comenzó a gritar como si su vida dependiera de ello. A los pocos segundos comenzaron a hacer su aparición todos los miembros de la banda. Como era de esperarse Matthew no estaba muy agradado, pero cuando escuchó la primera canción, se dijo que podía hacer una excepción. Era lenta y melódica y la letra le gustó. Sin darse cuenta, se vio tarareándola.

«No son lágrimas que caen por tus ojos

Son solo palabras de tu corazón

Y estas le terminan gritando al viento

Que le ayude a calmar tu dolor.

Quieres desintegrarte al negar tu alma

Pero lejos de lograrlo estás

Porque aquella anima que te mantiene atado

Ha encontrado su lugar ya.»

Después de dos horas de música estrambótica, Matthew terminó agotado, pero ya no estaba penumbroso como antes. Le agradeció a Cedric. Después de ello se separaron. Al llegar a su dormitorio,  se desvistió y se metió a su cama. Siguió tarareando la primera canción que le llamó la atención y antes de quedarse dormido susurró, porque aquella anima que te mantiene atado, ha encontrado su lugar ya.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y nos vemos mañana, :)


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