CAPITULO 4
“Ya imagino qué será”
Con cierto fastidio ya no aguantaba el hecho que le teléfono no dejase de sonar. Levantándose de la cama se dirigió hacia el productor de ese desagradable sonido.
— ¿Aló? –La voz se escuchaba perezosa.
— Buenas tardes ¿Hablo con el joven Matthew?
Se respingó al escuchar su nombre de parte de una voz tan educada y espabilándose se concentró.
— Efectivamente habla con él ¿Con quién tengo el gusto?
— Le hablamos de la universidad de Kingston, quería confirmar su llegada a la ciudad para comenzar con los trámites pertinentes a su traslado a los dormitorios de la institución.
Su corazón comenzó a latir fuertemente y rápidamente pidió instrucciones. Al fin se acercaba la realización de sus sueños. En ese momento no cabía de la dicha.
***
— ¿Cómo te fue en tu primer día de universidad?
Margareth de lo más interesada abarcaba a su hijo mientras lo incitaba a que se sentase. Joshua sonriendo condescendientemente se sentó a su lado y pensaba en cosas banales que le hubieses sucedido en su primer día de universidad.
— Realmente no es la gran cosa mamá. –Resumió.
— ¿Eh? No puedo creer tal cosa. Tuvo que suceder algo.
Josua sonreía con incomodidad y se preguntaba en qué momento su mamá se había vuelto tan aprehensiva.
Respirando profundamente para tratar de no sonar agresivo con ella, comenzó a contarle sin mucha emoción lo que había sucedido en el día: la verdad nada interesante. En ese momento más que cualquier cosa, estaba seriamente preocupado por Matthew y Maurice, las cosas no se habían desarrollado bien desde la última vez que se vieron.
Ya había pasado una semana desde la llegada de Matthew y no se había siquiera molestado en llamarle para verse. Maurice no quería ni siquiera contestarle a él y con cualquier excusa se evitaba el problema que sabía que significaba tener una reunión con Matthew.
La idea extraña acerca de Collin y lo qué era de MAtthew le había dejado en paz durante ese tiempo, para simplemente concentrarse en la semana de inducción en la universidad y tratar de conciliar con Maurice.
Poca era la información que recibía de parte Maurice por las noches cuando hablaban y eso le preocupaba, ya que necesitaba apoyo para ver cómo iban a enfrentar a Matthew. Había intentado más de una vez contactar con Matthew pero este tampoco se dejaba ver y en parte eso le aliviaba.
Quizás ahora no se verían porque cada uno estaría ocupado con los tramites de la universidad, ya luego de eso explotaría lo que sería un verdadero reencuentro con muchas preguntas de por medio.
***
¿Con que cara iba a mirar a Joshua en esos instantes? Se quería morir en esos instantes. Después de haber tenido ese encuentro con Matthew, algo dentro de él había hecho una aparición macabra y no se quiso controlar después de ello.
Dos días después ni corto ni perezoso se fue al encuentro de Matthew. Esperaba que estuviera quedándose donde sus abuelos como efectivamente terminó siendo. Ese día no fue capaz de tocar el timbre, pero se quedó un rato mirando la casa. Un acosado, no era menos que eso y se estuvo recriminando eso todo el rato.
Cuando la figura de MAtthew hizo su aparición, no pudo ocultar la emoción que eso le causaba. Tenía el cabello arreglado en una moña atrás, se veía lindo. La sonrisa que tenía le conmocionó un poco y después de verlo salir, le siguió. Ese era el momento para hablar con él. Al tratar de alcanzarlo se dio cuenta que se estaba dirigiendo a la universidad donde él había querido entrar. Después de darse cuenta de eso, se quedó en una disyuntiva entre perseguirlo o desertar de su empresa, pero entonces se negó a irse sin hablar con él.
Se quedó un buen rato esperando y le vio salir con alguien. Podría calcular que tendría unos veintidós años y no podía negar que tenía sus atributos. La visión que ese chico tenía, era la del típico estudiante dedicado que era incapaz de dejar una imagen desalineada. Tenía una camiseta polo con una chaqueta gruesa, unos pantalones de pana y unos zapatos de gamuza, en síntesis un ricachón inteligente. Se notaba que le coqueteaba y Matthew solo respondía con unas sonrisitas de niña quinceañera estúpidamente enamorada.
Algo dentro de su cabeza hizo “Click” y entonces saliendo de su escondite para ir al encuentro de la “pareja” iba a llamar a Matthew, entonces fue cuando vio algo que le heló la sangre con ira. La pareja que venía con MAtthew le entregó una llave y sonriendo pícaramente señaló a los dormitorios de la universidad. En ese momento cualquier duda que tuviese acerca de lo que era Matthew se desvaneció. Se cubrió los ojos con las manos y rió como si hubiese estado conteniéndose y al fin pudiese hacerlo. “Ya veo es gay” se decía mientras se quedaba viendo como Matthew guardaba la llave y seguía sonriendo devolviéndole la picardía. Cuando se hubo separado y MAtthew parecía tomar otro rumbo, lo cercó.
Le llamó y este se volteó entonces en tan solo en un instante no supo por qué le pegó una cachetada. Los ojos de MAtthew se agrandaron por la impresión y se quedó viendo a su agresor. Vio una figura con una rostro lleno de ira y lo identificó como Maurice, entonces reaccionando le devolvió la cachetada y luego le agarró del cuello y lo acercó ímpetu.
— ¿Qué demonios crees que haces?
— Eso pregunto yo. –Dijo con ira. — ¿Cómo pudiste traicionarnos?
— ¡¿Qué?! ¿Traicionar? No me jodas con que ahora te drogas.
— ¿Eso es lo único que tienes para decir? ¿Cómo pudiste volverte así?
— ¿¡Así!? ¿De qué carajos hablas?
— ¡PUES HABLO DE QUE ERES GAY!
Hubo un silencio después de eso y Matthew frunciendo el ceño y le volvió a pegar una cacheada.
— ¿Qué crees que estás diciendo? –Con un susurró penetrante y unos ojos llenos de ira. — ¿Que soy gay? Si lo soy o no es mi problema y no veo por qué vendría eso a traicionarlos a ustedes.
—Quizás sí, cuando vas y te besas a Joshua pronunciando el nombre de Collin.
Matthew se puso blanco mientras soltando con fuerza a Maurice, bajó la mirada.
— Eso no puede ser.
— ¿Por qué no le preguntas a Joshua directamente? —Dijo con tono irónico mientras se masajeaba la mejilla.
Matthew bufó y comenzó a caminar rápido, Maurice mirándolo desde lejos le gritó.
— ¡Cuidado con conquistar a todos en el dormitorio!
No supo cómo fue que MAtthew no se devolvió a darle otra cachetada, pero en ese instante le valía todo. No sabía por qué se sentía tan estúpido, tan ingenuo y a la vez tan herido. Matthew no era nada de él y aún así de alguna manera ya se encontraba exigiéndole, se sentía patético y a la vez con una sobrecarga de emociones.
Se devolvió a su casa y de ahí supo que tenía que evitar las buenas intenciones de Joshua a toda costa, realmente ahora no quería ver a Matthew por nada del mundo, pero lejos estaba de hacerse realidad cuando el mismo MAtthew fue quien le buscó.
A los tres días de ocurrido ese incidente, él estaba regresando de la universidad y se encontró a Matthew esperándolo en un parque que quedaba cerca a la universidad. Lo único que pensó en ese instante no fue más que la idea de huir, aunque no lo hizo. Se acercó lentamente y quedaron mirándose fijamente durante un rato sin ser capaces de decir nada, pero MAtthew rompió el silencio.
— Solo hay una cosa que quiero decirte y dejar en claro.
Maurice le miró en silencio y con una expresión de expectación.
— No vayas a hablar con Joshua de nada de esto, por favor.
Maurice bajó la mirada y asintiendo le extendió la mano. Después de darse la mano, se separaron y un aguijonazo en su pecho se sintió después de ver la última expresión de MAtthew. ¿Qué demonios estaba haciendo? Maurice ya ni sabía que era lo que le esperaba con eso.
Lo peor de aquello era la insistencia que tenía Joshua. Le llamaba una y otra y otra vez tratando de concretar planes y citas con MAtthew, pero él ya estaba hasta el cogote de escuchar tanto de él. La principal razón de todo era por la ignorancia de parte de Joshua. Se preguntaba si después de enterarse de lo que él averiguó querría seguir siendo amigo de MAtthew.
Él se dio cuenta de algo después de todo ello. Estuvo bastante tiempo diciendo que si fuera MAtthew, él estaría bien con ser gay, pero entonces al ver su reacción con respecto a la sexualida de MAtthew descubrió que lo que decía no era más que una gran mentira. Él solo no sabía que era realmente ese mundo y por ello creyó que era sencillo, pero había descubierto esa parte macabra dentro de todo ello y solo le quedaba la opción de negar eso. Era la única manera en la que se podía sentir bien; si no negase la naturaleza de su “homosexualidad” todas las acciones que cometió, no tendrían otra explicación más que él también se había vuelto gay.
Quería pensar que si tenía esos pensamientos era por el hecho de que era MAtthew, pero hombre es hombre y si te gusta uno te convierte en gay. No hay manera de que frases como “A mí no me gustan los hombres solo tú” sirviesen de bálsamo para la autoestima.
Estaba demasiado confundido ahora y quizás en un futuro le pidiese a Matthew hablar, pero sería en futuro muy, muy lejano.
***
Estaba confundido. Sentía ira pero también frustración y desilusión. Ya sabía que las cosas terminarían así o de alguna forma parecida, pero al ver que sus predicciones se hacía realidad le molestaba. Sentía que había manchado los recuerdos que Maurice pudiese tener de él y eso no le gustaba. A él le hubiese gustado que todo estuviera como antes de irse y que él conservara de esa forma a su persona. Ahora estaba manchado con el estigma de “gay” y se notaba que era difícil pretender que nada hubiese pasado. Ahora el problema que le ocasionaba el hecho que Maurice y Joshua fueran tan amigos. Sentía ganas de desertar de esas amistades y buscar algo nuevo, pero sabía que no sería capaz.
No podía creer que el monitor del dormitorio fuera a tratar de ligar con él, pero el chico le gustó y sencillamente respondió, pero si tan solo no lo hubiese hecho Maurice no habría descubierto aquello. ¿Qué carajos había estado pensado hasta el momento? Ya ni sabía qué hacer.
Joshua estaba inocente de todo lo que había sucedido y seguía insistiendo que se vieran. Quería decirle claramente “Saldría contigo pero deja a Maurice por fuera de esto” pero eso era sospechoso, sería como echarse la soga al cuello.
También estaba preocupado por lo que dijo Maurice. Si había besado a Joshua, sería un millón de veces más incomodo. El mayor temor que tenía era el hecho de que repentinamente le preguntara sobre Collin y entonces ahí si no tendría ninguna duda en huir lo más lejos que pudiese. Era incapaz de contar su relación con Collin, sería desastroso. Después de escuchar todo lo que sucedió, muy seguramente obtendría el desprecio y asco por parte de Joshua y si este le llegase a contar a Maurice, entonces seguramente aumentaría todo el desprecio que ya sentía por él.
Pensaba esconder ese hecho por tiempo indeterminado, pero al parecer Dios se burló de sus planes completamente.
Matthew aquella noche no pudo dormir. Su celular mostraba unos destellos y entonces cogiéndolo observó que se trataban de mensajes de parte de Joshua. La culpa aumentaba dentro de él y sabía que eso no terminaría bien.
Maldijo a Collin y con nervios quiso recordar, pero sentía que si recordaba era como invocar su presencia de la que muchas veces había querido escapar.
Solo había una persona que conocía toda su historia, se llamaba Jostein. Él fue su compañero de futbol americano y su gran amigo allí. En ese momento lo necesitaba como a nadie, quizás lo llamara mañana. Le haría bien hablar con alguien que lo entendiera.