-¡Aaah!- despierto agitada en mi cama, el sudor recorre cada centímetro de mi cuerpo mientras el miedo viaja por mis venas- Una pesadilla- con mi mano derecha seco el sudor de mi cara, presionando levemente mis ojos para recobrar la postura-¡Demonios! Creí que ya lo tenía controlado- regulo mi respiración y dirijo mi mirada a la izquierda descubriendo que mi hermosa prometida sigue aún dormida-Vaya sí que tienes el sueño pesado- Acaricio su suave rostro y no puedo evitar esbozar una sonrisa, me acerco y beso sus labios al no recibir respuesta coloco mi mano en su nuca, sentí algo húmedo pero no le hice mucho caso, al intentar atraerla hacia mi noté que no pesaba, me pareció extraño así que abrí mis ojos.
-¡Oh santo cielo!- grité mientras de un salto me salía de la cama cayendo sentada al suelo el impulso también provocó que su cabeza (que era lo único que había en la cama) cayera conmigo, ahogué un grito al verla rodar en el suelo, aun en shock miré mis manos que se encontraban llenas de sangre, un relámpago me sacó del horror que sentía, a como pude me paré intentaba dirigirme al teléfono que se encontraba fuera de la habitación pero choco con algo en la puerta haciéndome caer hacia atrás nuevamente
-¿Acoso creíste que tu escaparías?- Otro rayo cae muy cerca iluminando por completo la habitación por unos segundos pude ver tan claro como si fuera de día, frente a mi había un hombre con un hacha en sus manos y una máscara en su. Me petrifique sentada en el suelo, no era capaz de mover un solo musculo.
-Esperé tanto tiempo para hacer esto- su voz era grave y escalofriante, con pasos lentos se acercaba cada vez más a mí, recuperé levemente mis habilidades motoras logrando gatear de espaldas hacia atrás, no veía nada y mi mano golpeó algo que rodó hasta los pies de aquel hombre.
-¿Quieres que lo haga?- Algo me decía que él podía ver perfectamente bien mis movimientos en la oscuridad y aunque yo no, sentía su penetrante mirada sobre mí y la forma en la que hablaba me daba una idea de la expresión que tendría él en ese momento –Yo sé que si- No tenía idea a que se refería yo seguía gateando hacia atrás hasta que me topé con la cama y no pude avanzar más –Bueno ya que no me respondes- Otro rayo ilumino mi cuarto y pude claramente ver como su pie aplastaba la cabeza de mi amada salpicando sangre por todo el lugar incluyéndome a mí
-¡Noooooo!-
-¿Qué? ¿Qué pasa?- Mi joven novia se alarma al escucharme gritar de tal forma, se sienta en la cama junto a mí y me abraza protectoramente- Ya, ya está bien solo fue un sueño no te preocupes, yo estoy aquí- intenta calmarme, acariciándome la espalda y poco a poco mi respiración se va normalizando
-¿Estas mejor?
-Si, estoy bien- Me separo lentamente de su abrazo y me siento en la cama secándome las gotas de sudor que viajan por mi rostro
-El hombre del hacha ¿verdad?- ella se paró de la cama y encendió la luz de la habitación
-Sí, sabía que no era buena idea volver a esta casa-
-Pero tus padres nos pidieron que la cuidáramos solo un fin de semana ¿quieres algo de agua?-Me lo dijo mientras se recargaba en el marco de la puerta, me quedé perdida observando unas marcar que había en su cuello, intentando descifrar que eran -¿Luuu-uuz?-
-¿ah? ¿Qué?- salí de mi trance
-¿Qué si quieres algo de tomar?
-Por favor, acompáñame a la cocina- me paré y rápidamente ella se puso junto a mi pues me tambalee un poco
-¿Estas bien? Yo puedo traértelo no te preocupes
-¡No!- le grito y tomo su brazo desesperada, veo sorpresa en su mirada y me doy cuenta que he sobre reaccionado- es solo que- suavizo mi voz- tengo miedo, no quiero estar sola- el rostro de mi princesa vuelve a su calidez acostumbrada y me dedica una hermosa sonrisa
-Está bien vamos- extiende su mano y yo la tomo sin dudarlo.
Mientras bajamos las escaleras en silencio comienzo a recordar lo que inicialmente provoco esos sueños, esa horrible experiencia que quisiera haber olvidado por completo, sucedió cuando yo tenía alrededor de unos 15 años, recuerdo que estábamos pacíficamente solo mi mejor amigo y yo en esta casa, jugábamos video juegos en mi habitación, de repente se escuchó un ruido muy fuerte y luego todo está en blanco, yo supongo que fue una escena demasiado traumatizante así que mi cerebro la suprimió, lo siguiente que recuerdo es a mi amigo muerto en la alfombra de mi cuarto y frente a mí un hombre con una ensangrentada hacha en las manos.
-Toma- Aquella de verdes ojos me saca una vez más de mis pensamientos, observo en sus ojos un dejo de preocupación así que me apresuro a tomar el vaso entre mis manos
-Gracias ¿me pasas por favor mis pastillas?- tomo un sorbo de mi leche mientras señalo un botiquín al lado del refrigerador. Ella se acerca y lo abre, toma un bote anaranjado entre sus manos, cuya etiqueta dice mi nombre.
-¿Cómo sabías que aun las guardaban?-preguntó examinando el frasco
-Los padres nunca dejan de ser padres, además-suspiro con pesadez- fue un trauma muy fuerte
-Pero cuando te fuiste a vivir conmigo dejaste de tomarlas- da unos pasos hacia atrás
-Cuando me fui de esta casa dejé de tener esas pesadillas así que ya no las necesité
-ah ya veo- Ella voltea el frasco en el lavabo dejando ir todas las pastillas. Casi tiro el vaso que sujetaba por intentar impedir que se fueran por el desagüe pero fue en vano
-¿Qué demonios has hecho?- mi tono de voz fue más alto de lo normal y estoy segura de que las timé su muñeca al sujetarla pero la expresión de su rostro no cambió, a pesar de la seriedad que lo poblaba su mirada me seguía invadiendo de una enorme calidez. Calme mi desesperación, solté su muñeca y entrelace nuestros dedos
-Yo estoy contigo- colocó su otra mano en mi rostro acariciando mi mejilla- No necesitas medicarte, nunca lo has necesitado, solo necesitas a alguien que esté a tu lado- me sonrió y luego besó dulcemente mis labios para luego lamer el bigote de leche que se había formado.
-jaja, me haces cosquillas amor-
-Vamos a la cama ¿sí?-
-de acuerdo- Subimos en silencio las escaleras y nos acostamos nuevamente en el mismo cuarto que yo ocupe cuando fui adolescente.
-deja la luz encendida por favor- ella solo sonrió e hizo caso a mi petición dejando de lado el interruptor y viniendo a acostarse a mi lado en la cama.
-¿Lista para dormir?-asentí con la cabeza- Sabes una vez leí en un libro que si tomas la mano de alguien mientras duermen tendrán los mismos sueños
-jajaja! No mientas, lo viste en Strawberry Panic!
-Bueno como sea, tomaré tu mano y si algo pasa en tus sueños, estaré ahí para protegerte
-¿Me lo prometes?
-Por supuesto- besa mi frente y luego mis labios para adoptar por fin la posición en la que dormiremos. Pasan cerca de diez minutos en los que ninguna habla, supongo que ella ya está dormida y yo me encuentro en el limbo, ese en donde no sabes si estas más o dormido o despierto.
¡PUM!
-¿Qué fue eso?-Un fuerte golpe nos despertó a ambas
-Shh- pongo mi dedo en los labios de mi amor para que no hiciera ruido y poder escuchar mejor, no escuchamos nada más, debió haber sido algo allá afuera
-Está bien volva…
¡PUM!¡PUM!
Esta vez son dos veces y más fuerte, iba a decir algo pero una voz se me adelanto
-Sé que estás ahí, no puedes esconderte
-Esa voz- volteo a ver a mi castaña compañera y la tomo de los hombros- ¡estamos soñando! el que está al otro lado de esa puerta es…
¡PUM! La puerta cae de una patada
-Oh traes compañía esta vez, creo que me divertiré más ahora-se acerca corriendo a nosotras con el hacha en el aire, empujo a mi novia lejos haciéndome yo para atrás y logrando que el hacha cayera en medio de nosotras incrustándose únicamente en la cama
-Lograste esquivar este pero no tendrás mucha suerte a la próxima- debido a que su arma había quedado atascada en la madera me lanzó un golpe con la mano izquierda que pude esquivar, al no impactar contra mi perdió el equilibrio permitiéndome escapar, tomo de la muñeca a mi prometida y la levanto del suelo, pero cuando me disponía a correr hacia la puerta el revés del hacha me golpeo haciéndonos caer nuevamente
-¿No creerás que te dejaré ir tan fácilmente o sí?- me agarra del cuello de la camisa suspendiéndome en el aire
-Adelante, mátame solo lograras que despierte- el movimiento de su máscara me hizo creer que una mueca se formó en su rostro aunque no supe de qué sentimiento. Me lanzó logrando que me impactara con la puerta y luego cayera al suelo –Oh pero que mal informada estas pequeña- intenté levantarme pero un fuerte dolor de apoderó de mi brazo al intentar recargarme en el-Si yo te mato aquí y ahora ¡Tú nunca despertaras!- Estoy casi segura que me iba a partir a la mitad con su hacha pero la mujer dueña de mis suspiros se le echó encima intentando ahorcarlo desde atrás.
-No dejaré que la lastimes- se aferra lo más que puede a su cuello pero el forcejeo terminó tirándola al suelo.
-No tengo tiempo para ti perra, mucho me has costado ya, he estado dormida por muchos años gracias a ti- No puse mucha atención a los insultos que le gritaba, solo podía observar con impotencia como golpeaba a mi amada, intentaba despertar con tanta fuerza que me era imposible. Finalmente la pateo hacia mí quedando entre mis brazos.
-Oh amor lo siento tanto- con mi mano izquierda acariciaba su mejilla- ¡amor tienes que despertar vamos, antes de que cualquier cosa pase despierta!- ya estaba alterada puesto que ella solo balbuceaba y cerraba los ojos, su vida amenazaba con escaparse de mis manos-Corazón vamos despierta, despierta-
-No creo que vaya a lograrlo- una temible carcajada salió de la boca de aquel hombre, con pasos lentos se acercaba a nosotras mientras yo intentaba mantenerla “despierta” a ella –Olvídala, no la necesitamos- se agachó frente a mi sosteniendo el hacha en ambas manos
-¿A qué te refieres?-No desvió mi vista de la de mi amada, no me importa lo que este imbécil tenga que decir con respecto a ella, solo quiero que siga con vida
-Vamos ¿Realmente no sabes quién soy?- con su mano toma mi mentón y me obliga a voltear hacia el -¡Mírame! Recuerda todo- Los ojos de aquella persona, que es lo único que lograba distinguir, son extrañamente familiares, espera si lo vemos bien, realmente no es tan fornida, tiene las caderas algo anchas y sus pies son pequeños, y creo que alcanzo a ver una pequeña división en esa camisa de leñador… espera… ese cabello…
-Quítate la máscara- Le digo a manera de orden olvidando el anterior miedo
-Con mucho gusto- sus manos lentamente se dirigen a su nuca, toma el extremo de la máscara, siento como si de horas se tratara aunque sé que no han pasado ni diez segundos, mi corazón no esta listo aun para procesar esta información. Finalmente se la quita, la tira en alguna esquina, su cabello hace un intento de riso en su cuello pero es demasiado corto y entonces recuerdo, aquello frente a mi hace 10 años no era un hombre en mi habitación, era un espejo por aquel entonces traía el cabello corto y solía usar ropas masculinas, sus ojos de un intenso café obscuro me miran esperando una respuesta, una reacción a lo que mis ojos ven ahora.
-¿Lo ves? No la necesitamos, solas tu y yo podemos ser felices, tal como nos deshicimos de aquel…-Su mano que aún se encontraba en me mentón fue atrayéndome hacia sus labios, y justo cuando estaba por posicionarlos encima de los suyos susurro-…nos desharemos de ella- y ahora si reacciono, con mi brazo izquierdo la empujo haciéndola perder el equilibrio cayendo sobre su trasero-Si así lo quieres- Su expresión cambio a una de un completo enojo, tomo el hacha lo mas rápido que pudo la alzó y…
-Ahhhh!-
-Despertamos ¡Luz despertamos!- ella se abalanza sobre mi cayendo ambas al suelo –por un segundo creí que moriríamos ahí-no respondo- nada de eso fue real, fue solo una pesadilla ¿si? No pienses, ni por un segundo, que la forma que adoptó y aquella historia es real- sigo sin responder- ¿Luz?
-¿Sabes por qué nunca arrestaron a nadie por ese asesinato?- lentamente nos voy levantando-¿ o por qué nunca hallaron el arma homicida?- logro sentarnos a ambas en el suelo
-Luz me estas asustando- ella toma mi mano fuertemente
-Cuando yo era más joven, nunca me gustó que vieran mi cosas, al grado de hacerme un pequeño compartimiento del cual nadie mas conoce- paso mi mano debajo de la cama y doy tres golpecitos, enseguida sale una especie de cajón perfectamente camuflajeado entre la madera de la cama-ah vaya aun funciona- meto ahora mi mano en el pequeño cajón
-¿Luz?- se aleja un poco de mí y se para, tomo un objeto del compartimiento y luego me paro yo también
-¿Luz que es eso?- Tomo el objeto en mis manos y le doy algo de vueltas en el aire
-Un hacha, esta algo oxidada… pero creo que… ¡aun puede cortar!
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!