capitulo 8: el viaje comienza…
¡¡¡¡¡¡YAMI MALDITO PERVERTIDO, ALEJATE DE EL EN ESTE INSTANTE!!!!!!...-grita al chica mientras de una patada aleja al moreno del pequeño tricolor.
“siempre interrumpe en el momento exacto….”-el moreno le sale una vena en la sien.
¿Himeko-san?...-murmura el menor- ¿Qué ha sucedido, por que llama a yami pervertido?....
Eeeh?..-.voltea su mirada y ve al menor, después de sonrojarse un poco por el atuendo que el chico llevaba, con una sonrisa nerviosa y un sonroje notorio mira a yugi
Por nada yugi-kun, no me haga caso…-ríe nerviosa- yami, ven conmigo por favor…
De acuerdo…-se levanta y va hacia su hermana, ella lo mira seriamente, salen del cuarto, la joven cierra la puerta y se recuesta en ella.
Ibas a besarlo…-murmura sin rodeos- no me mientas, dime la verdad por favor…
¿Lo amas cierto?...-lo mira a lo ojos.
El moreno abre sus ojos enormemente, pero, luego da un suspiro largo, baja su mirada y después de un rato de silencio contesta en un murmullo.
No lo se…-responde sin más.
Himeko, suspira largamente y se da la vuelta.
Tu mente es un laberinto…-murmura mientras abre la puerta
El chico estaba sentado en la cama con la mirada perdida.
¿Ha pasado algo por mi culpa, cierto?...-dice sin quitar su mirada del vacío- si es así… perdónenme…
No, no lo es yugi-kun…-murmura tiernamente la joven, mientras se acerca y se sienta a su lado- he venido…para proponerte algo…
¿Qué cosa?.....-murmura sorprendido.
Jeje…te lo diré más tarde….-dice divertida- has de tener hambre… después de comer, voy a decírtelo… ¿de acuerdo?...
De acuerdo… -sonríe sonrojado- gracias…-el menor estira su mano, con cuidado comenzó a buscar con ella el rostro del chica, empezó por al mano, luego el brazo, después el hombre, seguido el cuello y finalmente su cara, con sus yemas tocaba delicadamente aquel rostro sonrojado y apenado de la chica.
Eres muy bonita…-dijo sin pensar, en un instante besa la mejilla del la chica y luego le regala una sonrisa apenada.
Yugi-kun…-murmura apenada
“¡¡YUGI, ERES UN MUJERIEGO!!!!!!!”-piensa muy molesto (y celoso) el moreno.
Vamos a comer…-se levanta y toma la mano del chico y lo lleva hacia el comedor, seguida por la mirada celosa del moreno.
La joven llego la enorme del salón de su castillo, fue hacia el largo comedor, se sentó justo al lado del chico, igual hizo el moreno, se sentó también al lado del chico.
Los hermanos se miraron con rabia y celos, las sirvientas sirvieron el desayuno, el menor no pudo ver de que era, pero, aun así el pudo olerla, aquel olor era muy rico, ¿miel?... tal vez…. Se le hizo agua la boca.
Era de esperar, buscó los cubiertos y al encontrarlos, comenzó a comer desesperadamente.
Los jóvenes lo miraron sorprendido, pero ninguno pregunto nada, bueno, el moreno no pregunta, sino su hermana.
Amón Ra…¿acaso has estado en ayuno o que?...-pregunta sorprendida.
El menor para de comer y baja la cabeza.
Algo así… desde hace tres años como pan y agua como un preso, hace una semana que no he podido encontrar más pan, así que, solo he bebido agua…-murmura en tono triste.
La joven, se arrepintió de preguntar, mientras que el moreno, puso una mirada de total compasión y… ¿amor?....he hizo algo, que toda madre ha hecho alguna vez…
Tomo una servilleta, toma la barbilla del chico, sorprendiéndolo, con una delicadeza digna de una madre abnegada, limpió los labios del pequeño.
Tienes la boca sucia…-murmura con ¿ternura?- jeje… me recuerdas a un niño pequeño…. –toma un tenedor, agarra un trozo de comida y como si fuera un bebe, le da en la boquita la comida.
El menor, abre la boca, apenado en su totalidad, traga la comida y baja la mirada sonrojado.
¿Está rico?...-su tono era muy tierno.
S-si…-murmura apenado.
La joven no se creía lo que veía, su hermano mayor actuaba como una madre, no sabia si reía o si soltaba un “kyaaaaaaaa”.
Harás un desastre si sigues comiendo así, déjame ayudarte…- dicho esto siguió dándole comida en la boca de una manera tierna y dulce, hasta que la comida se acabo.
Por última vez limpia sus labios con una servilleta y le sonríe tiernamente.
Listo...-murmura
Gr-gracias….-baja al cabeza rojo de la pena.
Himeko-san…-llama el chico- ¿Qué es lo que quería decirme?...
Aaah cierto…-murmura sorprendida.- yugi-kun... pronto vamos a partir, he irnos lejos de aquí…¿quisieras venir con nosotros?