Allí estaba el, sentado…ahogado por un mar de pensamientos y emociones. Ya había quedado atrás el debate de si estaba bien o mal, si era <<normal>> o no…o si en algún punto sería capaz de revelarle a el sus sentimientos. Quería evitarlo…debía evitarlo a toda costa, pero cada vez, cada segundo…el se le acercaba más, y para Light Yagami, era muy difícil resistirse.
Por eso se iría, lejos, aun no sabía donde, solo tomaría el tren y huiría, de forma totalmente cobarde…Sí, cobarde, pero intentaba convencerse de que no le importaba, que en cualquier otro sitio del planeta estaría <<mejor>> y las cosas serían mas sencillas.
El castaño suspiró….no, aun no sabía de donde sacar el valor, pero debía evitar a toda costa que sucediera lo que pasaba siempre de forma inevitable. Se irguió en su asiento, cuando pronto sintió su aroma en el aire, podía percibirlo de inmediato.
Era él. Lo sabía sin tener que voltearse, su sola cercanía le ponía la piel de gallina.
Casi involuntariamente miró hacia el jardín a través de la ventana…pero solo consiguió llenarse más de recuerdos, de las conversaciones que mantenían cuando el chico de cabello negro lo abordaba con alguna excusa inventada en el instante…
Quizá Elle Lawliet no percibía el peligro.
Light se volteó, aun sentado. Allí estaba el, apoyado en el umbral de la puerta, con la espalda encorvada contra este, su cabello negro, siempre desparramado, provocando miradas de soslayo entre la gente…por no hablar de su atuendo tan peculiar…aún así, el era de esa manera…tan…único…
-¿Que haces tú aquí? – Su voz sonó mas dura de lo quería, pero el era un buen actor…sobre todo disimulando sus sentimientos.
- Sabes que odio las masas, a la gente, su superficialidad… Sabes que no puedo hablar con nadie más que no seas tú. – Respondió tranquilamente, si estaba ofendido, no lo demostró. El pelinegro se fijó en las maletas del suelo. - ¿Viajarás?
- Esto…no sabía si decírtelo… - Elle se le acercó mas, mirándolo extrañado, con esas pupilas negras como la noche.
Mierda, Light jamás había pensado en decírselo, y el pelinegro lo sabía.
Aún así, el castaño sonrío para sus adentros…Todo este tiempo que llevaban en el mismo lugar, por los azares del destino…el moreno jamás había entendido la naturaleza de su instantánea atracción. No podía saberlo.
Pero Elle no era tonto y había notado perfectamente que Light marcaba demasiada distancia, y eso dejaba en evidencia que su atracción era mutua.
El pelinegro rozó el brazo del castaño para llamar su atención, y este abrió los ojos de una manera descomunal. Sintió que se quemaba por debajo de su grueso traje de franela. No se habían tocado antes…no hace mucho tiempo. Y el solo roce de su piel lo dejaba sin aliento.
- No me has respondido, Light. ¿Te vas?
- Si Elle, me voy.
- Quiero ir. – En un acto absolutamente impulsivo, y por ende, no propio de el, el pelinegro reveló lo que sentía en aquel momento y por primera vez, sin ocultarlo.
- Me voy mañana por la madrugada, debo hacerlo, la desición está tomada, no digas nada más.
- Yo bueno…siento que,,, - El castaño lo cortó.
- No digas mas, es por tu bien.
- Puedo tratar de entenderte, pero no te comprendo…Yo te quiero, Light… - El pelinegro bajó la mirada, azorado, quizá no debería haberse atrevido.
- Hay cosas mas importantes…quizá algún día te des cuenta…. – El castaño intentó disimularlo, las palabras de Elle lo habían dejado sin aliento, así que el moreno observó su conmoción cuando subió la vista y lo miró fijamente a los ojos
- Puede que si, puede que me odien, me humillen, que me condenen por quererte…que todo el mundo se burle… Pero quiero que tú sepas…que jamás me había sentido mas vivo. ¿Hay algo que importe más? ¿La gente acaso…?
- No… no es solo eso… - Esta situación debía parar ya…como le gustaría ser mas fuerte. Elle lo sujetó fuertemente por los hombros y Light cerró los ojos, luego movió su cabeza y gimió, intentando no pensar en cuan cerca estaban y lo tortuoso que era estar sin besar esos labios. Definitivamente, no había nada que importara más y jamás lo iba a haber.
De súbito, Elle abrió los ojos, extrañado.
- Que…curioso. – musitó, ladeando la cabeza. – Juraría que ya habíamos vivido esto…antes. – Light no quiso seguir escuchando y lo abrazó con fuerza, con deseo, como le gustaría hacerlo a cada instante, el moreno se quedó apoyado en su hombro,.. ¿De verdad su atracción era mutua, como había supuesto otras veces? Light selo confirmó cuando sujetó su rostro con ambas manos y lo besó como si ya no existiese nada mas, el sabor dulce de la boca del pelinegro lo atrapaba, lo hechizaba, y cuanto mas atraía el delgado cuerpo del otro hacía el, mas ansias y miedo sentía. Sus lenguas empezaron a rozarse desatando algo mas inmenso y ardiente que el mismísimo desierto, desierto que se expandía con cada caricia….Era curioso pensar que nada de esto era realmente nuevo. El castaño empezó a besar los bordes del pálido rostro del pelinegro hasta llegar a su cuello, la espalda de Elle se arqueó de manera involuntaria.
La habitación se oscureció.
Pero no se dieron cuenta de nada…no había nada mas que los labios del otro.
La oscuridad seguía absorbiéndolos…tan cerca…tan…
Elle se apartó de Light y lo miró, con sus ojos expresando temor y…reconocimiento…. Siguieron mirándose incluso cuando las oscuras alas del Shinigami los atrapó.
Después…ya no había nada….nada.