-No entiendo que tienes- oyó a su amigo algo molesto, pero se negó a levantar la vista para verlo. Fingía buscar algo en su mochila para evitar verlo- ¿No te irás a casa, Sasuke?
-Adelántate, Sai, yo tengo cosas que hacer.
-Siempre nos hemos ido juntos… ahora ya ni siquiera me esperas para venirnos…- su amigo sonaba desanimado
-Lo siento- el peliazul seguía fingiendo buscar algo- prometo de compensaré, te veo luego…
-Sí, claro- Sasuke sólo levantó la vista cuando vio los tenis negros de su amigo alejarse. La espalda del delgado joven fue lo último que vio antes de desaparecer por la puerta.
-Sai-chan se veía triste- el rubio de ojos azules que traía una escoba en sus manos se acercó a él, su amigo se había arremangado las mangas de la camisa de su uniforme mientras que su saco estaba sobre una silla- ¿Por qué no te fuiste con él, teme? Aprovecha cuando no te toca hacer el aseo.
-Debo hacer algo- el rubio enarcó una ceja ante el comentario de su amigo.
-¿Estás enojado con él?
El joven del cabello desordenado negó con su cabeza, se vio molesto al no saber cómo responder.
-No es eso-terminó por decir.
-Pero le has estado evitando desde hace unos días, Sai-chan te dejará de querer- ante sus palabras Sasuke se vio un poco sorprendido y sus mejillas se colorearon sutilmente.
-¿Querer?
Naruto sonrió, más allá de lo que pudieran creer él no era tan distraído como la mayoría pensaba. Sasuke se había visto feliz cuando le dijo que Sai lo quería, su amigo evitaba a Sai porque sabía era consciente de lo que sentía por él.
-¿Cuándo te diste cuenta? –le comentó sonriendo.
-¿Da-darme cuenta? ¿De…de qué?-sonó nervioso, y trató inútilmente fingir no entender, pero lo único que hizo fue que su amigo sonriera más.
-¡Naruto! ¡Deja ya a Sasuke-kun y ponte a barrer!- la chica pelirrosa le gritó al verlo no hacer nada, el rubio se estremeció ante el grito, pero fingió no oír.
-¿Conoces a Sabaku no Gaara?- Naruto apoyó su peso en el palo de la escoba.
-¿El pelirrojo que va con Sai?
-Sip- el rubio sonrió- Gaa-chan me gusta mucho, pero parece que no le gustan los extraños y casi no quiere hablar conmigo.
-¿Te… te gusta?
-Sí, Minato oto-san me dijo que no era raro que a un niño le guste otro niño, así que decidí esforzarme en hacer que Gaa-chan me hable.
-¡NARUTO!-Volvió a gritar la pelirrosa, lanzándole un borrador que lo golpeó con fuerza.
-¡AWW!- Se quejó infantilmente para correr hacía sus compañeros- Ya voy, ya voy…
Sasuke lo vio alejarse, se encontraba confundido, ¿A qué se debían esas palabras?
-Nunca he oído a Minato-san decir una mentira-comentó mientras se ponía su mochila y se marchaba a su casa pensativo.
···
-Nii-san…
-Mmm- su hermano volteó a verlo mientras llevaba los fideos a su boca.
-¿Es verdad que a un niño le puede gustar otro niño?
-¡¡Cough!! Cof cof cof- el hermano mayor de Sasuke por poco se atraganta con los fideos, sorprendido Sasuke se apuro a darle agua.
“Apenas tiene 11, ya tengo que tener esta pláticas con él” se quejó mentalmente mientras se apuraba a beber el agua que su hermanito le había dado.
-¿Quién te lo dijo?- le preguntó una vez recuperado.
-Minato-san le contó a Naruto- contesto volviéndose a sentar en su lugar.
-Pues ya no es algo tan raro en estos días-respondió su hermano pensativo- ¿Por qué preguntas?
-Por nada- Sasuke se levantó, se veía un poco más alegre- Voy a salir a comprar algo a la tienda, no tardaré mucho.
-Te acompaño-respondió su hermano levantándose de la mesa- ya es muy tarde para que andes solo en la calle.
-No tardaré nada-respondió tratando de evitar la compañía.
-Tengo cosas que comprar.
Sasuke dio un suspiro al saberse derrotado.
···
-Sólo llevaras eso- preguntó Itachi al ver al peliazul con una barra de chocolate en sus manos.
-Te dije que no tardaría- comentó un poco molesto.
-Es que es raro verte comprar dulces- comentó tratando de tomarlo para pagar.
-No es para mí, y… yo lo pagaré- su hermano mayor se empeñó un poco pero al final fue el peliazul quien terminó ganando.
-¿Para qué lo quieres?- preguntó el pelilargo al salir de la tienda.
-No es de tu incumbencia.
Al llegar ambos a la casa Sasuke se apuró a irse a su habitación, dejó el chocolate en el buró junto a su cama para bañarse. Cuando entró a su cama con la pijama ya puesta miró el chocolate en el buro. Tanto Minato-san como su hermano creían que no era raro que un niño le guste otro niño, por lo que debían tener razón, sonrió, cerró sus ojos para dormir.
···
-¡Sasuke, me esperaste!-Sai corrió al ver a su compañero parado en la esquina, Sasuke se sonrojó al ver a Sai tan feliz.
-Ya no tengo cosas que hacer… ¡Toma!- el sonrojo de su rostro se acentuó al ofrecerle la barra de chocolate a Sai.
Sai le regaló una amplia sonrisa al tomar la barra.
-¡Muchas gracias, Sasuke!- gritó feliz.
-Es mi compensación- le dijo en voz baja.
-Con que me esperaras me basta- de pronto se puso serio- ¿Nos vendremos juntos?
-Hoy le toca limpiar a mi equipo- al ver la decepción de Sai se apuró a agregar- si me quieres esperar…
-¡Lo haré!- Sai se veía muy feliz ante la promesa de volver juntos.
-Sai…- dudo un poco en continuar, y empezó a caminar, el chico de piel blanca se apuró a seguirle el paso.
-¿Qué?-su amigo clavó sus grandes ojos negros en su persona, tanta atención de su parte lo hizo desviar su mirada.
-¿Me… me quieres?- el peliazul sintió como los colores subieron a su rostro al preguntarle.
-Claro- Sai respondió con naturalidad-sabes bien que eres mi mejor amigo.
La tranquilidad de Sai y sus palabras no pudieron hacerlo feliz.
-Corre- Sai lo tomó de la mano comenzando a trotar- ya vamos tarde.
Sasuke no supo cómo hacer que su corazón latiera lento de nuevo, sintiendo su rostro caliente apretó con suavidad la mano de su compañero.
···
-¿Terminaron?- Sai entró al salón de Sasuke cuando el peliazul tomaba su mochila.
-Sí, gracias por esperarme- Sai rió alegre ante las palabras de su amigo- ¿vienes con alguien?- le preguntó al ver a alguien tras el pelinegro.
-Sí- se hizo a un lado para que viera al pelirrojo que estaba tras él- vino a buscar a alguien.
-Bu…buenas- el pelirrrojo que el rubio le había mencionado, Sabaku no Gaara acompañaba a Sai.
-Buenas…
-Yo… -Gaara volteó a ver a Sai en busca de apoyo, el pelinegro dejó escapar un suspiro.
-Vino a buscar a tu amigo Naruto-kun, siempre va a nuestro salón durante el descanso a platicar con Gaara, hoy no fue y Gaara vino a verlo.
-Naruto está enfermo, llamó su papá para avisar.
-Ya veo- el pelirrojo se vio algo preocupado.
-Puedes hacerme un favor- Sasuke sonrió, pero sólo Sai fue capaz de notarlo, ya que se puso serio muy pronto- me pidieron que le llevara la tarea, pero no puedo, puedes llevarla por mí.
-Pe…pero- Gaara tartamudeo poniéndose rojo- no sé donde vive… además no somos muy amigos.
-Te dibujaré un mapa… además a Naruto le dará gusto verte- Sasuke se apuró a hacer el mapa- toma, te lo agradeceré mucho…
···
-¿Por qué reíste?- Sai caminaba por el parque en compañía de su amigo, aún traían su mochila.
-Bueno, a Naruto le agradará verlo, además ayer hablábamos de él, fue lo que me pareció divertido.
-¿Sasuke, estás enojado?
-¿Por qué?- Caminaban por los árboles, alejados de la gente.
-Casi no me miras, siento que te estoy obligando a estar conmigo… yo realmente disfruto estar contigo, pero me parece injusto a obligarte a estar conmigo cuando no quieres.
-No me obligas- Sasuke se volteó a mirarlo, hablando con firmeza- yo también disfruto estar contigo.
-¿En serio?- la sonrisa que dibujo en sus labios hizo que el interior de Sasuke se estremeciera.
-Si, en serio- Sasuke se le quedó viendo a su amigo al rostro, le encantaba el rostro de Sai, evitaba verlo de frente ya que no era capaz de dejar de ver su rostro, le gustaba la forma de sus labios y su blanca piel, no podía alejar sus ojos de los grandes ojos negros de su amigo, le encantaba ver sus largas pestañas cuando parpadeaba.
-¿Tengo algo en el rostro?-le preguntó al notar que no dejaba de verlo.
-No… no es nada.
-Es que no dejabas de verme- Sai sonrió, buscando en su mochila sacó la mitad de su barra de chocolate-¿quieres? Sé que casi no te gustan los dulces pero te quise guardar.
Sai lo conocía bien, es por eso que no se encontraban jugando, su amigo sabía que no le gustaba estar en los juegos.
Sai se recargó en un árbol, mordió el chocolate, cortando un pedazo lo sostuvo entre sus labios. Sasuke se sintió aturdido, apoyó su mano en el tronco en que Sai estaba recargado, se acercó con lentitud a Sai, los ojos negros de su amigo se clavaron en él, pero eso no lo hizo vacilar ni un poco, abrió su boca, tomando el chocolate que Sai tenía en su boca, rosando sus labios en un dulce beso, con el chocolate en su boca lamió los restos de los labios del joven del niño de piel blanca. Sai lo arrempujó con la fuerza suficiente sólo para alejarlo, llevó su mano cubriendo sus labios, sus ojos demostraban que estaba asustado.
-Lo siento- Sasuke se dio cuenta de la tontería que había hecho- por eso estaba lejos de ti…yo no quería asustarte, pero la verdad es que me gustas mucho.
Al querer dar un paso hacía él Sai se alejó corriendo, dejándolo sólo. Sabía que no tenía caso gritar, Sai no atendería su llamado. Sintió las lágrimas correr por sus mejillas, y de inmediato un sollozo escapó de sus labios. Cubrió su rostro, no quería llorar, pero lo que había pasado le había dolido mucho.
···
-¿Gaara-san, Sai no vino a la escuela?- el pelirrojo estaba con su amigo rubio, parecía que los dos se llevaban muy bien, gracias a su amistad el niño de ojos verdes se portaba menos tímido.
-No, tiene tres días sin venir.
-Pensé que ya lo habrías visitado.
-Es mi culpa que no quiera venir- El ojiazul notó como los ojos de su amigo se humedecían al tiempo que se apuraba a marcharse.
-¿Qué le pasa, Naruto-kun?-le preguntó el pelirrojo un poco preocupado.
···
-¿Sai, estas bien?- el niño pelinegro se encontraba acostado en la cama, a su lado estaba el resto de la barra de chocolate que Sasuke le había dado, de un momento a otro se llevaba una mano a sus labios y otra a su corazón. Lo sentía acelerado, sus mejillas se sonrojaron al recordar de nuevo el beso. Cerró sus ojos, apretando los parpados con fuerza.
-Sai, cariño- abrió sus ojos al sentir una mano acariciar su cabello- cielo, es hora de que vuelvas a la escuela, si no me quieres decir que te pasa no podemos arreglarlo, ¿Te hicieron algo en la escuela?
-No tío, estoy bien.
-Sasuke-kun vino a buscarte, se ve muy preocupado, pero le dije que no querías ver nadie, por un instante me pareció ver que lloraba.
-No creo, debiste haber visto mal, tío- el menor clavo la vista en el chocolate que no se atrevía a comer.
-¿Te hicieron algo malo en la escuela?- la mano acarició con suavidad la mejilla- ¿Quieres que te cambie?
-¡NO!- Sai se enderezó con rapidez, asustando al hombre peligris que acariciaba su mejilla- No, tío Kakashi, en serio no me han hecho nada, volveré a la escuela mañana.
-Pero no quiero que estés triste- su tío peligris se hincó junto a la cama, tomando a Sai de una mano- si te molestan dímelo, sabes que puedes confiar en mí.
-No es eso, tío Kakashi- Sai sonrió- puedes confiar en mí.
-Bien, bien- el peligris mostro una sonrisa sabiéndose derrotado, soltando la mano de Sai se puso en pie- pero no quiero más depresiones- dio un beso al pelinegro en el cabello- come ese chocolate, o se echará a perder.
···
-Por fin te encontré- Sai se sobresaltó al reconocer la voz de Sasuke, dio una rápida vuelta, dispuesto a huir de ahí-¡Espera! Por favor…
Sai se detuvo, su amigo estaba frente de él, y le pareció que en cualquier momento lloraría.
-Sai, por favor, no me odies… yo lo olvidaré, ¿Está bien? Haré que me dejes de gustar… ¿podemos seguir siendo amigos?- el niño de piel blanca notó como los ojos del peliazul se volvieron cristalinos.
-Sasuke…
-Por favor- unas lágrimas corrieron por las mejillas de Sasuke- no te volveré a tratar de besar, ¿podemos ser amigos?
Sai se apuró a acercarse a él, llevando su mano a la mejilla de Sasuke limpió las lágrimas de Sasuke. El peliazul se sorprendió del gesto, Sai se veía preocupado, se miraba asustado por sus lágrimas, Sasuke sonrió ligeramente, Sai nunca lo habías visto llorar antes.
-Te prometo que lo olvidaré… ¿sí?
-¿Por qué lloras?- las manos de Sai seguían en las mejillas, aunque ya no corrían más lágrimas, el chico Uchiha tomó una de sus manos, llevándola a su corazón-me duele mucho…creí que no volverías… y…
-Kakashi me dijo que podía cambiar de escuela…
-¡NO!- algunas lágrimas se desbordaron- ¡Te prometo que no volverá a pasar! ¡Sai yo…!
-No me iré –Sai sonrió con tristeza- quiero quedarme, yo, pensé mucho lo que pasó… yo no quiero dejar de ser tu amigo.
-¿Entonces podemos seguir siendo amigos?
El pelinegro de piel blanca asintió, dando un paso hacia atrás al notar que aún tenía una mano sobre el pecho y otra en la mejilla de Sasuke.
···
-¿Terminaste?
-Sí- Sai salió de su salón, había terminado de limpiar su salón junto con algunos de sus compañeros-Nos vemos mañana, Gaara-kun.
-Sí, adiós- el pelirrojo se apuró a correr, riendo alegre.
-Se ve muy distinto-comentó Sai- nunca había visto a Gaara tan alegre.
-Naruto lo está esperando en la entrada.
-Pasan mucho tiempo juntos- Sai comenzó a caminar, mientras Sasuke caminaba a su lado.
-Pues a Naruto le gusta- Sasuke se sorprendió a notar que Sai agachaba la cabeza y sus mejillas se sonrojaban- Perdón, te molesta el tema.
-No… no es eso- Sai volteó a verlo rápido, cuando Sasuke sonrió apartó su vista de él, consciente de lo rápido que latía su corazón.
-¿Sai?
-¿Nos podemos apurar? Le prometí a Kakashi que le prepararía algo rico para cenar- Sai forzó su sonrisa al voltear con Sasuke, para después comenzar a correr.
-¡Es-espera!
···
Los delicados dedos de ambos niños se rozaron con timidez, volteó a verlos al rostro, descubriendo que las mejillas de ambos estaban sonrojadas y se sonreían apenados, vio como la blanca mano de Gaara se entrelazó con la morena de Naruto. No pudo evitar un suspiro, se sentía celoso de su felicidad.
Sintió los delgados dedos acariciar su frente, agradables, reconociéndolos de inmediato salto de la banca.
-Perdón, no quise asustarte, tenías cabello en tu rostro, lo hice a un lado- se disculpó Sasuke mientras le ofrecía el barquillo de helado.
-No… me sorprendiste… veía… me asustaste realmente- Sai se levantó, tomando el barquillo ofrecido se volvió a sentar en la banca.
-Perdón- Sasuke sonrió, la radiante sonrisa del chico Uchiha lo deslumbro, le dolía verlo tan normal, como si lo que había pasado un mes atrás no importara, a pesar de que fue una decisión de ambos no lo hacía feliz…
-Tiraste el manga- Sasuke se agachó a recogerlo, Sai de nuevo miraba a Naruto y a Gaara que ahora se divertían persiguiéndose, soltó un suspiro, sentía envidia de ver como ellos eran felices.
Se enderezó, acercándose a Sai le susurro en su oído “El libro”. El pelinegro volteó sorprendido, el terminó tan sorprendido como él. El rostro de había coloreado rojo intenso, incluso sus oídos tenían el peculiar color.
-Gracias- tomó el libro a prisa, volviendo a mirar al frente mientras comía su helado.
Sasuke no pudo evitarlo, apoyó su mano en la banca, justo al lado de la de Sai, mirando hacia el lado contrario la acercó sutilmente, rozando su meñique con el de Sai. Notó como se sobresaltó, pero no apartó su mano, siguió comiendo su helado, dibujando una sonrisita en sus labios Sasuke comenzó a comer también el suyo, sintiendo sus mejillas un poco calientes al seguir notando la calidez de la mano de Sai al contacto con la suya.
···
-Hay mucha gente- se quejó el pelinegro al sentir como los apretujaban.
-Lo siento, debimos haber venido más temprano- se disculpó Sasuke.
Ambos chicos se dirigían a un parque de diversiones, por lo que viajaban apretujados en el tren.
-No hay nada que se pueda hacer- Sai se vio molesto al sentir otro golpe, eran muy bajos para que la gente los tomara en cuenta.
Sasuke lo tomó del brazo, jalándolo con suavidad lo hizo apoyarse en la pared, colocando una mano por encima de su hombro lo cubrió con su cuerpo.
-Así es más cómodo, ¿no crees?- le sonrió.
Sai sintió sus mejillas encenderse cuando el cálido aliento de su amigo golpeó su rostro. Sasuke estaba muy cerca de él, sentía la calidez de su cuerpo, se estremeció al notar que la otra mano de su amigo era colocada a la altura de su cintura, Sasuke se acercó un poco más a él cuando alguien lo empujó.
-Tú no estás nada cómodo- Sintió su rostro caliente, Sasuke estaba bastante cerca de él.
-La verdad estoy bien- Sai notó lo tranquilo que se veía a pesar de la cercanía.
“Ya no le gusto” su pensamiento le dio una punzada en su corazón.
Arrempujaron a Sasuke con fuerza, por lo que no pudo sostenerse más, pegando con Sai, quedando frente a él como si estuvieran abrazados. Sai se estremeció.
-Perdona- se disculpó el peliazul, alejándose de él cuando las personas comenzaron a salir.
No se veía reacción alguna ante lo que acababa de pasar, mientras su corazón latía como loco, golpeando con fuerza su pecho.
“Ya se ha olvidado de lo que sentía por mí” sintió gotas calientes rodar por sus mejillas, sólo supo de que se trataban cuando vio la mirada asustada de Sasuke ante su llanto.
Antes de que las puertas se cerraran se apuró a salir.
-¡Sai!- Sasuke trató de seguirlo, pero el que las puertas se cerraran le impidió salir. Sai corrió, lo que le impido ver el miedo en la cara de su amigo.
···
Sólo notó que se encontraba perdido cuando dejó de llorar. Había seguido caminando mientras lloraba, por lo que las lágrimas le impidieron reconocer el camino que tomaba. Había salido de la estación, y se encontraba en una calle que no reconocía, no sabía cómo había llegado por lo que no tenía posibilidad de volver a la estación.
-¿Qué voy a hacer?- varias personas caminaban por la calle, pero su tío le había dicho que nunca hablara con extraños.
“Buscaré un policía”…
Llevaba rato caminando y empezaba a hacerse tarde, su estomago sonó, Sasuke se había quedado con su cartera porque traía su mochila, al pensar en el peliazul sus ojos volvieron a humedecerse.
“Yo quería que no me quisiera”…
Sai limpió sus lágrimas, había logrado volver a la estación, pero no podía comprar un boleto para volver a casa. Iba a anochecer, y nadie iría a buscarlo porque no sabían a donde se había ido, debía haberse quedado en la estación, quizá Sasuke había vuelto y no lo encontró. Kakashi se asustaría mucho, volvió a tallar sus ojos, no debía asustarse, debía buscar un policía para que llamara a su casa.
-¡Sai!- no tardó en ver a Sasuke correr hacía él, sus ojos volvieron a llenarse de lágrima cuando notó que no lo abandonó, no se atrevió a correr hacía él, así que se quedó parado, esperando que llegará a su lado.
Cuando llegó lo abrazó con fuerza, con tanta fuerza que lo lastimaba. Su asustó al oírle llorar.
-Eres un tonto, eres un tonto… ¿Por qué te saliste así? ¿Tienes idea de lo mucho que me asústate?
-Perdón, perdón, perdón- Sai correspondió el abrazo- perdóname, Sasuke, yo no quiero…
Sasuke no entendió, Sai continuo murmurando que no quería, sintió como se estremeció y empezaba a llorar.
-Perdona…
-¿A qué te refieres?
-Me gustas… me gustas mucho… yo no quería dejarte de gustar, pero ahora ya no se puede hacer nada, mi corazón me duele tanto- ambos niños seguían abrazados, hablando sólo en murmullos a sus oídos.
-Eres un tonto… no me puedes dejar de gustar… aunque trate, trate mucho realmente.
-¿Aún te gusto?
-Si… creo que no me vas a dejar de gustar nunca…
-¿En serio?- Sai se había alejado de él un poco para verlo, Sasuke se sonrojó un poco al ver el rostro esperanzado de Sai.
-Creo que me moriré queriéndote- asintió sonrojado.
-Ta-también yo- las blancas mejillas del pelinegro se sonrojaron.
-¿En verdad?- esta vez fue el turno de Sasuke de verse esperanzado.
-Si… me-me gustas, pero no me había dado cuenta.
-En-entonces… ¿serás mi novio?- Sasuke habló en un murmullo, Sai notó lo mucho que le costaban esas palabras.
-S-si- de nuevo su rostro se coloreó de rojo hasta sus oídos, pero en sus labios estaba dibujada una sonrisa.
-Vamos a casa- las mejillas de Sasuke también se colorearon, Sai lo tomó de la mano, jalándolo lo alejó de la gente, Sasuke se dejó guiar, hasta quedar donde nadie los veía, Sai buscó en la mochila sacando una barra de chocolate. Sasuke la reconoció como la que le había dado.
-¿Cómo la tienes aún?- no pudo evitar sonreír.
-Estaba en el refrigerador- Sai partió un pedazo de una mordida, sosteniéndolo entre sus labios, acercó su rostro al de Sasuke, al saber lo que hacía el Uchiha lo tomó con su boca, asegurándose de rozar los labios de Sai con los suyos.
-Era mi primer beso.
-El mío también-le respondió.
Lo tomó de la muñeca, dirigiendo la barra de chocolate a sus propios labios, mordiendo acercó el pedazo a los labios de Sai, con una sonrisa Sai tomó el chocolate, cuando se alejaba cambio de opinión y lamió el chocolate de los labios de Sasuke, quien lo tomó por la cintura con timidez. Sai se alejó, rozando su nariz con la de Sasuke, ambos niños tenían las mejillas sonrojadas y sonreían alegres.
-Vamos a casa- se tomaron de la mano, comenzando a caminar.
-¿Me vas a querer siempre?
-Sí, te prometo que te querré hasta que muera…