Las cinco, la misma hora a la que lo esperaba todos días. Los bullicios de aquel café no lo dejaban concentrarse en nada. Un nuevo cliente entro de repente. Podía apostar a que era él. Era increíble como a medida que entraba su esencia invadía todo el lugar. Las miradas de casi todos se posaban en la persona que acaba de entrar ¿Tanto llamaba la atención?...
- Llegas tarde - Dijo Minho cuando aquella persona tomo asiento en su mesa.
- Tuve que hacer un examen...
- Pedí esto para ti - le acerco un café americano.
Kibum lo miro un poco sorprendido.
- En verdad debo gustarte - Rió ante su broma.
- Así es, de verdad me gustas mucho.- Le susurro Minho al oído con toda la sinceridad que pudo.
Kibum sonrió. Minho moría por darle un beso, lástima que estuvieran en un lugar demasiado público. Se mordió un poco los labios para contener las ganas. Ese chico no tenía la mínima idea de qué tipo de emociones removía en el joven Choi.
***
Desde fuera de aquel local, un chico de preparatoria observaba como su hyung reía con otra persona. Su mirada y su sonrisa eran peculiarmente brillantes, más felices que en las ocasiones en que él mismo lo había acompañado. El estomago se le revolvió un poco. Una sensación de profunda inquietud se apodero de él y estuvo tentado a entrar a aquel lugar.
- ¿Qué haces Taeminnie? - dijo una chica jalando la manga de su saco - Vamos a llegar tarde a ver la película. Anda...
Taemin accedió, se dejo convencer de que lo que sentía no tenía importancia. Al final, tal vez lo que había visto no significaba nada.
***
Tan pronto salieron del café, fueron a dar una vuelta por el campus. Empezaba a atardecer y un ligero viento mecía apaciblemente las ramas de los árboles.
Minho confirmo que no había nadie a su alrededor. Lo empujo contra un árbol. Sus labios rozaron el cuello de Kibum, trataba de adivinar cuál era la fuente de la increíble atracción que sentía hacia él: ¿su olor?, ¿su manera de ser?, ¿su mirada orgullosa?, ¿su sonrisa única?... ¿Cómo podía ser cada aspecto de él tan potentemente adictivo?... Le dio otro beso en los labios, lento y prolongado, poniendo en él todos los sentimientos que le surgían las largas horas que no lo veía. Kibum era mayor que él y sólo se habían conocido en la universidad por mera casualidad. Sin embargo, esa era la mejor casualidad que le había pasado en la vida.
- Ven - Kibum lo jalo hasta llegar a los edificios de la universidad.
Minho ni siquiera pregunto a donde iban, en el tiempo que lo conocía sabía que era mejor hacer lo que él le dijera...
Alguien los detuvo cuando estaban a punto de salir del campus.
- ¡Hey, Minho!
El sujeto corrió hasta llegar a donde ellos.
- Sólo te venía a devolver esto, lo dejaste olvidado en el salón - Minho revisaba que apuntes eran los que había abandonado en el salón de clases.
Mientras, Kibum se recargo contra la pared. Su sueter se había desacomodado de un lado y dejaba ver un poco de su brazo, metió una mano en la bolsa de su pantalón y el viento jugaba con sus cabellos. Esas simples acciones bastaron para que los ojos del compañero de clases de Minho se posaran inmediatamente sobre él, una sonrisa de lado se dibujo en su rostro, no podía negar que ese chico le gustaba y había quedado tan hipnotizado viéndolo que ni siquiera escucho que Minho le daba las gracias.
- Nos vemos - dijo Minho un poco enojado no solo porque no le había hecho caso sino porque no le quitaba la mirada de encima a Kibum.
- Minho-ssi ¿no nos presentas? - dijo bloqueándoles el paso.
- Olvídalo - avanzo un poco.
- Soy Nam Woohyun - el chico se presento por su propia cuenta - Los invito a cenar.
Kibum sólo le sonrió mientras lo pasaba de largo, Woohyun había quedado perplejo, ese sujeto sí que era osado.
Los chicos por fin lograron irse mientras Woohyun los miraba de lejos con una sonrisa.
- Me llamo Kibum - alzó la voz mientras seguía avanzando.
Minho cerró los ojos, "¿A cenar?" pensó. Claro, como si no adivinara lo que se escondía en su sonrisa y en su pervertida mirada. Afortunadamente Kibum era solo para él.
Abrazo por detrás al chico. Cada día sentía que lo quería más y más. Pronto llegaron a un barrio no muy lejos de la universidad, entraron a una serie de departamentos. Ese era el lugar donde Kibum vivía, así que esa noche lo invitó a cenar.
Después de su cena, Kibum se metió a bañar. Lo que le dio a Minho una oportunidad para conocer su espacio. En una mesa junto a su cama vio una botella de fragancia, la tomo y puso un poco en su muñeca. Sí, eso era exactamente a lo que él olía.
- Toma - Kibum le dio una de sus chaquetas a Minho. Cuando se estaban besando en el sillón sintió que estaba temblando, esa noche hacía mucho frío y Minho sólo llevaba puesta una camisa.
- Gracias pero...
- Te la regalo, más vale que la cuides...
- Tal vez, lo que realmente debería cuidar es a ti... - Se despidió con un beso, paso sus dedos por su cabello y lo despeinó un poco, sabía que odiaba que le hiciera eso y el amaba hacerlo porque la expresión que ponía era simplemente irresistible...
***
Minho entró con cuidado a su casa, de seguro Onew estaba furioso. Alguien prendió las luces.
- No pienso seguir cubriéndote.- Minho bajo un poco la mirada, Onew siguió hablando.
- Taemin está en tu cuarto, vino desde las siete. Creo que se quedó dormido - el chico suavizó un poco su expresión - Sabes que él no se merece esto.
- Hyung, no puedo, no puedo estar lejos de Kibum. Pero tampoco quiero dejar a Taemin, yo... lo amo...
- Si lo amas de verdad, entonces ya sabes que debes hacer. - Le aconsejo amablemente - Hasta mañana - un bostezo se le escapo.
Cuando entró a su habitación. Taemin dormía sobre su cama. Pasó la mano por debajo de su cuello y durmió así junto a él. Inconscientemente Taemin se acercó más y agarró con fuerza la playera del chico.
- Te amo - dijo medio dormido y Minho beso tiernamente sus labios.
Se esforzaría en dejarlo, por Taemin...
***
- Hyung, ¿cambiaste de colonia? - Minho abrazaba a Taeminnie mientras veían una película.
- No... - se separó un poco.
Taemin estaba preocupado, últimamente su novio estaba realmente raro. Esa chaqueta que guardaba celosamente en su armario tenía el mismo olor que la colonia que hace poco le había regalado. Puso una cara muy seria, tenía miedo de que sus sospechas fueran verdad. Minho recibió un mensaje.
- Me tengo que ir.
- Si me quieres, si realmente me quieres... No vayas con él... - Taemin se lanzo a besarlo.
¿A quién engañaba? Cada beso, cada caricia que le daba a Taemin no apagaba el fuego que lo quemaba por dentro. El cuerpo de Taemin no desprendía ese aroma del que necesitaba cada vez más, ni aun cuando le había regalado la misma fragancia...
- Promete que siempre estarás conmigo
- Lo prometo - Taemin se colgó del cuello de Minho y lo beso apasionadamente, esta vez sería diferente. Tal vez todo cambiaría, si se dejaba llevar...
~ FIN ~
- Pensé que no vendrías…-
Minho sonrió.
No more perfume on you...
