Enjeru.
Volvia a su hogar después de un agotador dia de escuela, estaba cansado, sobre todo por la clase de educación fisica, ya que, considerando su anatomia pequeña, los ejercicios resultaban en ocaciones muy pesados y cansadores.
Llego a su hogar cerca de media hora después. Abrió la puerta con su llave, se saco sus zapatos, y hizó un largo recorrido, desde la cocina hasta su habitación.
Se sentó cerca de su escritorió, tenía que hacer los deberes, y los quería comenzar temprano, ya que queria tener buenas calificaciones, además de toda la tarde libre. Mientras hacía su tarea y escuchaba musica.
Pensaba en lo solo que estaba ese día (y siempre), sus padres jamás estaban con el, considerando el hecho de que también estaban divorciados, tenían muy poco tiempo para estar con el.
No tenia a nadie, pero tampoco le importaba no tenerlo, porque más que más, ya se habia acostumbrado a no tener amigos y ha estar solo. Recordo, que cuando era pequeño, siempre fue más maduro que el resto de sus compañeros, y cuando hablaba no decía ninguna tonteria, sino que siempre fue muy serio.
Tampoco era un muchacho al que le gustaran las fiestas, veía que esas cosas eran sin sentido y demasiado aburridas para el, tampoco salía de su casa. Siempre estaba encerrado en su habitación. Y sus padres en eso tampoco eran un gran aporte, la verdad. A veces creía que se tenía solo a el en el mundo, y que con eso bastaba, que no importaba nada más, que con eso sobreviviría, sus padres y las personas que lo rodeaban en general, siempre le decían que una persona sin cariño en este mundo no podría sobrevivir. Pero él siempre miraba el mundo con mucha indiferencia la verdad, y tampoco creía que el cariño existia, o que si existia, pero que era efímero. Tampoco creía en el amor, la relacíón de sus padres se encargo de demostrarselo perfectamente, aunque, también sabía que no era así en todas las relaciones que existian en el mundo.
El ya tenía dieciseis años, y a veces, por más contento que estuviece con su vida así, igualmente se sentía algo solo.
La palabra solo quedo rondando en su mente.
Solo.
Sin nadie.
Y así se quedo un buen rato, hasta que decidio continuar con sus deberes......
De repente sintio un ruido.
Venía de el comedor.
Ve el suelo.
Se había caido un plato.
Fue a buscar una escoba para barrer los restos que quedaban del plato. Después de eso, coge una bolsa biodegradable que había en su hogar y ahí va a dejar los restos del plato.
Cuando termina su tarea, cierra con llaves la puerta de su casa, y va a botar la bolsa dentro de un basurero.
Al abrir la puerta de su casa, después de entrar, la vuelve a cerrar con llave y cuando se da vuelta:
Ve a un hombre de unos veinte años, alto, y rubio de ojos azules, y con gafas. Se pierde en esos bellos ojos azules y lindo cabello. Pero pronto vuelve a la realidad y:
- !Q-quien es usted!.- grito a más no poder, si antes no tenía nada de miedo, ahora quería salir corriendo de su casa.
Continuara...