“Volvemos a estar como de costumbre, caminando el uno junto al otro, sonríes, que sonrisa más preciosa... Cuando sonríes es como si el sol saliera y me acariciara junto a esta espesa capa de nieve sobre la que caminamos.
Me acaricias dulcemente la mejilla, me sonríes suavemente, mi corazón late tanto que casi duele. Tus palabras son tan dulces que siento que me derrito y vuelves a caminar esta vez delante de mi, me acomodo las orejeras y corro un poco para alcanzarte, río suavemente. Me sitúo a tu lado caminando contigo.
Entonces comienzas a hablar pero no te oigo, tus labios se mueven y me sonríes suavemente pero no logro oír nada de lo que dices, mi expresión te preocupa. Empiezo a apretar los labios, no puedo oírte. Me quito las orejeras, abro la boca e intento hablar pero mi voz tampoco suena, solo logro oír como mi corazón se acelera, como empiezo a desesperarme.
Grito, grito con todas mis fuerzas, te grito “no te oigo!”, tu expresión me indica que tu tampoco puedes oírme y yo no puedo oír ni mi propia voz. No puedo hablar, no puedo oírte. Te abrazo, me aferro a tu ropa, tengo miedo, no entiendo nada.
Me pican los ojos, los cierro y los froto un poco. Cuando abro los ojos, una especie de cristal está entre los dos. Lo golpeo, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos. Te llamo sin resultado alguno, tu también me estás hablando, conociéndote se que me estás regañando, pidiendo que me calme. Sonríes suavemente, sonrío sintiéndome más seguro.
Empiezas a examinar el cristal, golpeándolo un poco. Me siento sobre la nieve y me abrazo a mi mismo, hace frío. Vuelves a ponerte delante de mi y me pides mediante señas que espere. Veo que buscas algo con lo que romper el cristal y cada vez que parpadeo te vuelves más oscuro, todo se está volviendo oscuro, hasta que ya no veo nada.
Otra vez siento que me desespero, cierro y abro los ojos, los muevo buscándote, ¿donde estás? Te llamo con todas mis fuerzas, intento ponerme en pie, los músculos no me contestan, vuelvo a caer sobre la fría nieve. Mis lágrimas empapan mi cara que cada vez noto mas fría, mis manos están cada vez más frías.
Lloro tu nombre, sollozo buscándote con mis manos, no estás, no estás por ninguna parte. Cada vez me cuesta más respirar. Busco aire desesperado, no me llega el aire. Siento que me ahogo, no puedo respirar. La nieve parece fundirse y siento que me sumerjo bajo el agua de un lago congelado. Me duele cada parte de mi cuerpo, no puedo moverme, no puedo siquiera articular ni un sonido. No oigo nada.
Muero, estoy muriendo y tu no estás...Sasuke”
-o-o-o-
Al despertar miré a mi alrededor. Ero-sennin fumaba de una pipa sentado en la ventana, mirando a fuera. Al tocar mi cara noté como esta estaba empapada de lágrimas y como algunas más seguían brotando de mis ojos. Me sequé con la manga de la chaqueta y respiré hondo para calmarme.
-¿Otra pesadilla? -preguntó sin siquiera necesitar mirarme-.
-Si, algo así -reconocí-.
Él suspiró y me miró.
-Me pediste que te entrenara, que querías ser más fuerte -me recordó para luego señalarme con la pipa- Naruto, si realmente pretendes ser más fuerte y convertirte en Hokage, deberías olvidarte de Sasuke de una vez por todas, no hay forma de salvarle si él mismo a elegido ese camino.
Fui a protestar pero él me interrumpió.
-Olvida esa promesa, Sasuke está perdido, se ha ido con Orochimaru por propia voluntad -noto que está irritado mientras habla- Si sigues con tu empeño de traerle de vuelta, el camino ninja que decidiste seguir hace dos años se convertirá en un camino donde solo encontrarás dolor y sufrimiento -dijo apagando la pipa y sentándose a mi lado- ¿Por que no lo olvidas de una vez? Tienes un futuro brillante ante ti Naruto. ¿Por que arriesgarlo todo por él?
Guardé silencio unos momentos y tomé aire.
-Lo dije hace tiempo y volveré a decirlo, no abandonaré a Sasuke. Se fue con Orochimaru, ¿y qué? Me necesita, se que me necesita -dije seguro de mi mismo- Sasuke está perdido en la oscuridad de su propia venganza, pero eso mismo podría haberme pasado a mi si no le hubiera conocido a él ni a Iruka-sensei.
-Si realmente te necesitara no habría intentado matarte Naruto.
-Si él hubiera querido matarme ya lo habría hecho -contraataqué- Pero Sasuke me dejó vivir -le recordé poniéndome en pie- Sasuke cree en mi, es verdad que es un teme que nunca se ha atrevido a decir lo que siente, pero en esa batalla lo vi, los sentimientos de Sasuke, los vi claramente -apoyándome en la ventana mirando a fuera-.
-A pesar de todo eso me gustaría que me dijeras la verdad, dime Naruto, ¿por qué quieres que Sasuke vuelva realmente? ¿Qué lo hace más importante que tu sueño de ser Hokage?
Sonreí ante aquellas preguntas, me di la vuelta y me senté en el borde de la ventana mirando a mi sensei.
-Te lo contaré, pero quiero que me prometas que no se lo dirás a nadie.
Él esbozó una sonrisa.
-Si tan importante es para ti, me llevaré el secreto a la tumba -prometió esbozando una sonrisa-.
Tomé aire y miré a fuera como comenzaba a nevar. Desvié la vista de la ventana y le miré.
-Porque yo siempre, desde siempre, he amado a Sasuke Uchiha -dije con una sonrisa mientras una pequeña lágrima se deslizaba por mi mejilla- Siempre, cada día de mi vida, desde que tenía 6 años y le vi por primera vez, le he amado, Ero-sennin, aún le amo y siempre amaré a Sasuke
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Todo eso pasó hace ya 3 años y hace un par de días me enteré de la muerte de mi maestro. Sentado en mi cama, esbozo una sonrisa y miró por la ventana de mi casa.
-Realmente te llevaste el secreto a la tumba... -dije esbozando una triste sonrisa- Gracias
Gracias
Gracias por creer en mi
Gracias por haberme apoyado en mi camino
Gracias por haberme enseñado tantas cosas
Por haberme entrenado a pesar de no estar de acuerdo con mis objetivos
Por no juzgar mis verdaderos sentimientos
Por no dejar que me rindiese
Por guardar mi secreto
Por haberme cuidado siempre
Por haberme demostrado que si quiero, puedo
Por haber vivido junto a mi lo que nadie vivió nunca
Por haberme reconocido como tu mejor alumno
Por haber sido como un padre para mi
Gracias por todo Ero-sennin
Me habría gustado decirte tantas cosas que no sabría por donde empezar
Por eso espero que por lo menos sepas que te lo agradezco
Que agradezco todo lo que has hecho por mi
Y que sepas que no me voy a rendir
Que seré ese ninja con agallas que tu sabías que soy
Te demostraré que todo mi dolor y sufrimiento tendrá recompensa
Y algún día verás desde allí arriba como traigo de vuelta a Sasuke
Como seré feliz junto a mis amigos y junto a Sasuke
Por que le amo con toda mi alma
Y porque solo tu lo sabes
Gracias Ero-sennin
Uzumaki Naruto