I
Ojos carmesí
Esa mañana me desperté, como siempre, a las 6 en punto antes que mi padre despertara, desde que el y mi madre se separaron, divorciaron en realidad, se volvió algo frío, monótono y tieso, así que empecé a encargarme de las cosas que el debía hacer, era algo así como su representante personal en el trabajo.
- buenos días – lo escuche decir detrás de mi, me di vuelta en el asiento levantando la mirada del portátil frente a mi y dije
- el desayuno esta listo – mi padre tomo asiento y empezó a comer, regrese la mirada al portátil, empecé a teclear denuevo, escuche el teléfono, me levante rápidamente, entre a la oficina de mi padre, tome el teléfono – mansión Phoenix Knight, habla Alexander – dije al colocar el auricular en mi oído
- hijo o padre – dijeron al otro lado, pensé unos minutos
- hijo ¿Por qué? –
- necesito hablar con un adulto - ¿Qué demonios? No tenía 18 para que me dijeran eso – comuníqueme con su padre, por favor –
- mi padre esta… indispuesto – dije serio, escuche un suspiro al otro lado de la línea
- comuníqueme con Alexander Phoenix… padre – pero que anciano mas persistente, mi padre entro, mire mi reloj de muñeca, 7: 30, era tarde para las clases, le di el teléfono a mi padre y me fui, e hombre que había llamado me tenia de los pelos para arriba ¿De que querría hablar con mi padre?
A media mañana recibí la llamada mas extraña que nunca recibí., mi padre se iba de viaje, fuera de la ciudad, regresaría en unas semanas; luego del divorcio de mis padres cuando tenia ocho años no creí que el regresaría al trabajo, nunca lo supero, porque amaba a mi madre como un perro y ella lo engaño, y, según supe por hay, tuvo un hijo con alguien mas, un niño que debía ser mi medio hermano.
XXX
Habían pasado dos semanas desde que papa se fue de viaje, no me llamo, no supe a donde o con quien fue, pero supuse que todo estaría bien.
Atravesé el portón de la mansión en mi moto, a través del vidrio negro del casco logre ver el mercedes negro de mi padre cerca de la entrada, baje de mi moto, me saque el casco de la cabeza, camine hacia la entrada principal, atravesé el umbral, una maid me miro sorprendida, sonrió
- su padre esta arriba – asentí y subí las escaleras, necesitaba respuestas, debía saber al menos la razón por la cual viajo de forma tan repentina sin decirle a nadie, sin decirme a mi cual era la razón; no estaba en la biblioteca o en el estudio o en su cuarto.
- te agradara tu nuevo hermano – me detuve en seco, mire la ultima puerta del pasillo derecho, el cuarto contiguo al mío, era un estudio de pintura, con un cuarto alterno en el que dormía mi madre mientras pasaba el tiempo pintando, me acerque a la puerta y toque – pase, esta abierta - abrí la puerta y me encontré a Alexander de rodillas frente a un niño de 13 años, me quede atónito, trague pesadamente, ¿Qué estaba pasando? Papa estaba con un niño de pelo platinado y ojos rojo brillante, el estaba de luto, llevaba unos jeans oscuros, botas marrones, un suéter manga larga negro y una chaqueta sobre el mismo, el me miro con sus grandes ojos rojo brillante.
XXX
- el pequeño Yuki necesita una familia Ren, no podía dejarlo solo sabiendo eso… lo adopte – dijo mi padre al fin luego de, muchas explicaciones que resumiré en lo sigte:
El pequeño de ojos rojos se llamaba Yuki Rouge Closver, hijo de mi madre, Marlen Closver, con otro hombre del cual nadie sabe su nombre, lo tuvo cuando yo tenia cinco, lo dejo en un orfanato, luego del divorcio tres años después volvió a buscarlo y empezó a cuidar de el… claro que lo culpaba de su divorcio y lo trataba mal, y descargaba su ira en el; murió, en realidad se suicido frente al pequeño de ojos rojos y el viejo amoroso de mi padre se encariño con el durante el funeral de Marlen, la adopto, y el termino en la ciudad de Crecent Central, en la mansión Phoenix, como mi medio hermano menor, mire al niño, estaba medio dormido en un sillón de tres piezas, abrazaba a un muñeco, un león blanco de felpa, suspire cansado – Ren… - murmuro Phoenix dudoso – es solo un pequeño – mire a mi padre, el nunca hace nada sin avisarme, esa era la primera vez que ocurría, volví a ver al niño de cabello platinado,
- bien, entiendo, puede quedarse… pero, no soy niñero de nadie – me levante y continué – con permiso, tengo tarea -.
Me deje caer en mi cama, que día tan ajetreado, no me agradaba la idea de cuidar de un niño que paso por la muerte de su madre y que… en parte, fue el culpable de la separación de mis padres, pero el viejo Alexander ya había tomado una decisión y como un hijo respetable debía aceptar tal decisión con coherencia y racionalidad ¿De que demonios hablaba? Ese mocoso acababa de llegar y me tenia de los pelos, no sabia la razón pero, tal vez, si el no hubiera nacido mis padres nunca… escuche la puerta, no podía ser papa, luego de la cena se había encerrado en su oficina a responder llamadas sobre la compañía, me levante de la cama, camine hacia la puerta, abrí la misma, me sorprendí al ver esos grandes ojos carmesí sobre mis ojos grises, trague pesadamente, estaba… nervioso, el estaba listo para dormir, llevaba un pijama azul oscuro, al parecer tenia problemas al encontrar ropa con su pequeña contextura de niño de kinder, el león blanco de felpa estaba apretado contra el pecho del pequeño, estaba asustado
- hola – dije dudoso, el bajo la mirada algo triste - ¿Qué deseas? – pregunte mientras me colocaba a su nivel, el cual era muy pequeño creo que era solo de 1. 20 o 25 mas o menos yo media unos 1. 80 o algo más
- puedo… - empezó a decir con una voz baja pero suave y tierna, negó con la cabeza - … tengo miedo… - siguió diciendo con la cabeza baja - … me permites… dormir contigo – dijo levantando esos hermosos ojos carmesí, sonreí, todo lo que había pensado se borro de mi mente, ¿Cómo podría culparlo por algo? Me levante, lo deje pasar, el entro, miro la cama, me miro a mi – no te… molesta – murmuro temeroso, suspire y dije
- no te preocupes, estas en tu casa, descansa – el se subió a la cama, se acomodo en el lado derecho de la cama, tome la sabana y lo arrope – buenas noches – cerro los ojos, no tardo casi nada en dormirse.
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