Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Luna Roja por Korou Tanako

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este texto fue escrito en conjunto con una compañera de la escuela a la que asisto.

 

(c) Mayra Esparza / Mayra Quintana

Notas del capitulo:

Para datos extras, es necesario poseer un lector de QR ya sea en celular o en computadora.

Aun siendo Demian un hombre lobo el aroma del humano no se difuminaba en la multitud donde pretendía perderle. Ahí estaba de nuevo el joven, no había dejado de seguirle en aquellas tres semanas que llevaba viviendo en aquella ciudad desde que fue  desterrado del La manada Darken, lo que antiguamente fue su hogar  hasta que se metió con la pareja de su mejor amigo el alfa. Lo único que lo delataba era el tatuaje que exhibía en el hombro izquierdo como un traidor.

                       

 

 

 

Ahora Demian era acosado por un chico de complexión delgada y rostro de muñeca de porcelana. No podía creer que ese joven fuese tan hábil como para no perderle el rastro. Por naturaleza, Demian era el mejor en perseguir y espiar pero ¿Qué excusa tenia ese muchacho a su comportamiento? Aquél humano disfrutaba del juego: el joven el perseguidor y Demian el perseguido, un hombre lobo. A pesar de que a Demian no le atraían lo hombres, el chico le complicaba las cosas obligándolo a escalar edificios o bardas con tal de perderle. A Demian le exasperaba saber que donde él estuviera, aquel humano estaría también. No era mal parecido ni nada, pero a él, un hombre lobo, no le atraían lo hombres.

Demian entendía la fascinación que podía tener aquel chico por alguien como él, puesto que su figura no pasaba desapercibida para el ojo humano y mucho menos para los quisquillosos lobos; con su 1.85 de estatura, piel tostada, cabello largo azabache, además de su sensual acento italiano. En su apariencia humana, Demian era irresistible para cualquiera, si no, estaba la pareja del alfa para confirmarlo.

 

 

 

Demian se sentía orgulloso de aquella aventurilla con la hembra del alfa.

 

 

Demian varias veces le hizo frente al muchacho, preguntándole la razón de aquel acoso; pero al tenerlo de frente encontró enigmático todo referente a él: su rostro andrógino junto con su complexión demasiado esterilizada para ser hombre, finos hombros y cabello que lucía sedoso al igual que esos enormes ojos verdes tan expresivos que brillaban con su sola presencia mostrando un alma inocente en su interior.

 

 

 

Aquel humano evocaba en el italiano un sutil cosquilleo en todo su estómago provocándole desconcierto.

Demian no comprendía porque aquel humano le hacía reaccionar, pero, tampoco deseaba saberlo, aprovechando sus habilidades, le era más sencillo subir a las casas y observarle desde los techos; El lobo disfrutaba ver al humano caminar de un lado al otro entre la multitud desesperado por encontrarle

Después de perder por enésima ocasión al humano, Demian pudo tomarse un tiempo a solas para revisar el motivo de su estadía en la ciudad: conseguir una manada; se preguntaba en donde hallaría más de su raza, y en dado caso de no encontrar, recurriría a las dos únicas opciones: esperar a la próxima luna llena para transformase y convertir a algún humano en lobo, claro, si éste sobrevivía a la mortal mordida; o encontrar a alguien  de su raza, tratar de convencerle y en dado caso que la palabra no funcionara, someterle para que perteneciera a su grupo.

A pesar de recorrer diversos callejones, calles y bifurcaciones, no lograba deshacerse del molesto humano; Demian harto de la constante observación, solamente le quedó gruñir por lo bajo y caminar hacia el chico.

Aquél rubio, abría y cerraba la boca sin decir una sola palabra, gesto que exasperaba a Demian en sobremanera. El humano irradiando emoción, tragaba con fuerza las palabras que enmudecían en su boca.

— ¿Qué diablos quieres de mi? Me tienes harto con tus juegos

Demian se presentaba molesto ante la actitud tonta del humano; con ese movimiento de manos juntas en su pecho como si rezara, su leve agitación corporal y mejillas teñidas de rojo adornando su rostro; un comportamiento extraño sin lugar a dudas.

 

 

— ¿y bien?

— e-eres… un… hombre lobo…

Demian lo miro con incredulidad para luego asentir, el humano nuevamente se quedó en silencio, la emoción de éste aumentó haciendo que sus enormes ojos brillaran.  Por la cabeza del lobo pasaba innumerables cosas para dañar al chico ya que si éste pretendía meterle en problemas o continuarle fastidiando como en ese momento, lo lamentaría.

— ¡ME GUSTAS!

 

Demian se sintió apenado ante tal escandalosa declaración, y no porque aquello le hubiese puesto nervioso, si no, porque los transeúntes detuvieron su paso para contemplar la escena. O el chico estaba loco por gustarle los hombres lobos o por el hecho de declararse hacia otro hombre. El italiano no podía saber con exactitud el razonamiento de aquella escandalosa confesión, las palabras se le habían antojado muy ambiguas.

— Ajá… será mejor que vayas a tu casa si no te quieres meter en problemas ya que sabes lo que soy

Demian se alejó unos pasos del chico para así regresar a sus asuntos. Aquellas palabras “me gustas” pasaron por su cabeza haciéndolo sonreír, para el orgullo del hombre lobo era fascinante la idea de ser tan irresistible como para cautivar a un hombre y que los chicos de ahora ya no les tuvieron miedo a los monstruos, como él, que acechaban a los humanos.

Demian se sentía observado, aunque la palabra que más se ajustaba en ese momento era acosado, y ahora que sabía de quién se trataba debía alejarse de él antes de que las cosas se complicaran más. Ese día después de haber huido del humano, Demian se dirigió directo a su departamento, pero al llegar a éste,  encontró al chico de pie delante su puerta.

Dio media vuelta sin pensarlo dos veces,  En su interior algo se removió y agitó con cada paso que daba; el rumbo de esa emoción no era hacia la ira, era hacia algo inexplicable lo cual preocupaba a Demian, dicha inquietud había acallado a su consciencia.

El aroma de éste  invadía las fosas nasales de Demian haciéndolo perderse en sus pensamientos; al percatarse de esto, volvía de inmediato a la realidad. Decidido regresó al departamento y se adentró dejando que el humano entrase. El rubio tomó asiento y se acomodó en el único sillón.

 

Aquel humano no parecía un hombre, sino, una frágil chica y con ese leve sonrojo adornando sus mejillas, era demasiado provocativo para Demian por lo que su mente divagó en infinitas imágenes eróticas, ¿qué más se podía imaginar un lobo que llevaba un mes solitario en un mundo sin nadie de su especie?

— Hola mi nombre es Andrei Dupree, soy un aprendiz de chaman(1) y me gustas… ten una cita conmigo.

Aquella segunda declaración hizo  a Demian estremecerse, las palabras le sonaron como perlas preciosas. Demian había bebido como nunca de la juventud de la humanidad y degustado por completo del néctar de la vida hasta el momento en que se topó con el verde bosque de la mirada de Andrei, toda aquella experiencia amenazó con explotar pero la mantuvo al margen.

Andrei se levantó del sofá caminó hacia Demian y le sonrío ampliamente; fue entonces que Demian lanzó por la borda toda consciencia, la fragancia del chico inundó sus fosas nasales, evitando que ésta se alejara y lo dejase expectante, tomó al humano de la cintura y juntó sus labios.

El humano trató de alejarse por lo que Demian lo aferró más hacia sí, deslizó su lengua por los labios de Andrei, éste separo los labios dándole cabida a la ávida lengua del lobo. Demian tomó aquello como una aceptación, llevó ambas manos a los glúteos de Andrei y los apretó levemente sintiendo la firmeza de éstos; Andrei brincó ante el contacto más no se alejó, al contario, pegó más su cuerpo al del lobo sintiendo sus pectorales y la incipiente erección rozando su abdomen.

Demian levantó a Andrei, el cual al sentirse en el aire rodeo la cadera de éste para sostenerse; el italiano entre besos se dirigió a su habitación con Andrei sobre la pelvis. A penas se adentró al cuarto y la calidez del mismo cayó sobre su cuerpo, depositó a Andrei sobre la cama, el cual dejó de rodearle de la cadera para acomodarse boca arriba en el colchón.

Demian le miró por unos momentos, apreciando  las delgadas líneas del pecho de Andrei marcarse en su camiseta, miró más abajo notando la abultacion del mismo; Demian relamió sus labios ante tal imagen, muchas mujeres habían pasado por sus brazos, pero ninguna de ellas se comparaba con aquel cuerpo andrógino despidiendo feromonas.

Andrei lo miró fijamente, sus mejillas teñidas y su respiración entrecortada, Demian pudo oler la excitación del muchacho aunado a sus latidos en aumento, dejándose llevar por aquel aroma embriagador que embotó sus sentidos, se colocó encima de Andrei y besó la línea que une al cuello con el hombro, inhalo profundo antes de lamer, el chico sabía a un tanto salado pero eso no disminuyó su excitación; Andrei gimió ante el contacto de la cálida lengua del lobo sobre su cuello, dio un respingo al sentir la mano de éste recorrer su pecho y tomar su pezón por encima de la camiseta; Demian detuvo sus caricias y miró fijamente los ojos de Andrei.

— ¿Quieres que pare?

Andrei negó con la cabeza y apretó los labios, gesto que hizo sonreír al lobo y acercar su rostro a él.

— Seré cariñoso

Dicho esto volvió a besarle, empujando fuertemente su lengua contra los labios de Andrei, éste recibió gustoso el beso; Demian sintió deliciosa la sensación del cuerpo delgado pero firme debajo de él, frotó su excitación con la del chico encima de los pantalones para luego deshacerse de ellos. Tenía un ferviente deseo por sentir la piel desnuda de Andrei uniéndose a la suya, una fuente nueva de sensaciones recorrió su cuerpo.

Tomando aquella novedosa emoción, arrancó la camiseta de Andrei y tomo con su boca primero el pezón derecho y luego el izquierdo, Andrei gimió y se removió en la cama, su respiración se hizo aún más entrecortada, su pene se levantó a totalidad en su bóxer asomándose un poco por la abertura de dicha tela. Demian tomó en su mano la virilidad del menor y deslizó la yema del dedo desde el tronco hasta la punta, dibujó círculos en la cabeza; Andrei gimió aún más alto, para suerte de ambos, las paredes del departamento no eran delgadas por lo que nadie los interrumpiría en el acto.

Demian entonces recorrió el pecho de Andrei, bajó a su abdomen, jugueteo con el ombligo del chico para luego depositar un beso en la pelvis del mismo. Andrei le miraba sonrojado con los ojos entrecerrados y las manos aferradas a las sábanas, sería la primera vez para Demian en tocar un chico, pero a pesar de ello, su cuerpo sabía a la perfección que zonas recorrer, puntos a tocar; Andrei gemía, gritaba y se aferraba a la espalda del gran hombre, sus caderas moviéndose al compás de las de Demian, ambos en una sincronía única de amantes; tan fuerte fue el frenesí que Demian terminó clavando sus colmillos en el hombro de Andrei, éste lo aferró mas hacia si; el corazón del rubio comenzó a debilitarse hasta transformarse en un leve murmullo, Demian se alejó del cuerpo moribundo y miró hacia la ventana soltando un desgarrador aullido. Una enorme luna llena teñida en rojo iluminó el cuerpo ensangrentado en la cama del chamán, con la esperanza en un frágil hilo de la resurrección del mismo o la muerte.

 

FIN

 

 


(1) Chaman: es un individuo al que se le atribuye la capacidad de modificar la realidad o la percepción. Esto se puede expresar finalmente, por ejemplo, en la facultad de curar, de comunicarse con los espíritus y de presentar habilidades visionarias y adivinatorias. El chamán convierte a los espíritus de la naturaleza y de los hombres en sus "familiares".

Notas finales:

las imagenes de los personajes fueron tomadas de mangas ya existentes por practiticidad y falta de tiempo.

 

*Skip beat- Yoshihiki Nakamura

*Wild rock- Takashima Kazusa

* Yamato (?) <--Andrei

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).