Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Marimo de Navidad por Ori_aiko

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Quería publicar este fic el día 25 pero he llegado con unos minutos de retraso; ya sabéis, los excesos de la navidad!

Que lo disfrutéis!

Disclaimer: One Piece y sus personajes no me pertenecen bla bla bla

Aquella mañana me levanté con el pie derecho, consciente del día que era. Antes de que saliera el sol, como cada mañana, me aseé y me vestí pero con un ánimo inusualmente bueno.

Fui hasta la cocina silbando alegremente una melodía que creía haber olvidado tiempo atrás y con una sonrisa de oreja a oreja. Lo primero que hice al entrar fue arrancar una hoja más del calendario que Nami-san había colocado en la pared para que esos idiotas neandertales supieran en qué día vivían. Mi sonrisa creció más aún. Tenía el presentimiento de que iba a ser un buen día. Al menos yo iba a poner mi granito de arena para que así fuese. Estaba decidido a ello.

Pasé un par de horas cocinando, esmerándome más de lo normal en hacer el desayuno de la tripulación. Me sentía radiante de emoción, alegre y despreocupado. Como si nada pudiera molestarme aquel día.

Estaba terminando de preparar el chocolate caliente cuando oí la voz del capitán clamando a gritos por su desayuno. En el momento justo en que el chico de goma atravesaba la puerta como una bala de cañón, comencé a servir el chocolate en las tazas.

Me pareció que a todos se les abría la boca varios centímetros, no sé si de la impresión o del hambre. Pasearon la mirada fascinados por el festival de comida. Un bizcocho enorme, que ya me había encargado de partir en trocitos, ocupaba el centro de la mesa. Estaba rodeado de pequeños pasteles de mil colores, tamaños y sabores; algunos hechos especialmente según los gustos de mis nakama. También había diferentes tipos de turrones, mazapanes y buñuelos, todos, obviamente, cocinados por mí. Bombones, pasteles de hojaldre, fruta confitada… en aquella mesa estaban todos los dulces que cualquiera podría desear. Cerré el conjunto colocando las nueve tazas de chocolate humeante frente a nuestros respectivos sitios.

El ver cómo a Luffy se le ponían los ojos como platos ante la montaña de comida que había en la mesa me hizo sonreír con alegría. Y no sólo Luffy estaba impresionado; todos los demás observaban el desayuno admirados por el despliegue de dulces que había preparado.

- ¡Sanji-kun!- dijo mi querida pelirroja pasmada del asombro-¡Todo tiene una pinta estupenda!- ese comentario contribuyó bastante a mi felicidad personal.

- ¡SANJI!- el más emocionado era, sin duda, Chopper. Se parecía mucho a Luffy con aquellos ojos brillantes de emoción y la cascada de saliva que le caía de la boca. No por nada le llamaban el amante del algodón de azúcar- ¡GRACIAS!

- ¡Sugeeeeeeeeeeeeeeeeeee!- Luffy no pudo soportar más y se lanzó de cabeza hacia la mesa, dispuesto a arrasar con todo lo que hubiera, aunque lo único que probó fue la patada que le di para interceptarle.

- ¡Ten más paciencia, zampabollos!- le grité cabreado para volver luego a lucir mi mejor sonrisa- ¡Al menos siéntate a la mesa antes de comer!

Observé, satisfecho, como se sentaban sin dejar de mirar el desayuno embelesados. Especialmente nuestro pequeño doctor que, si ya había empezado a salivar nada más entrar en la cocina, ahora parecía estar a punto de llorar de la emoción.

Pero no todos estaban tan contentos como Chopper. Antes de sentarme yo mismo a la mesa no pude evitar fijarme en el ceño fruncido del marimo, que se había cruzado de brazos y, por supuesto, no había alabado ni siquiera mínimamente todo mi esfuerzo. Para no variar.

- ¿Qué pasa cabeza de alga?- le pregunté sin demasiado desdén. Al fin y al cabo era un día especial y no quería cabrearme por las estupideces de siempre.

- …- se quedó callado un momento, como meditando si debía decir lo que pensaba- No me gustan los dulces.- sentenció al fin dejando a todos sumidos en un incómodo silencio.

Las miradas de todos viajaban de Zoro a mí y de mí a Zoro. Todos esperaban una respuesta agresiva, un comentario despectivo, alguna clase de reproche que nunca llegó.

- Ya lo sé imbécil.- le dije canturreando, en tono de burla- Esos bizcochos que tienes en frente son de té verde y negro. No saben apenas a dulce así que deberían gustarte.

La cara de pasmado que se le quedó al marimo consiguió arrancarme una carcajada. Al parecer no se esperaba semejantes atenciones de mí. Aunque tengo que reconocer que yo también estaba un poco sorprendido por mi repentina amabilidad pero no lo pensé demasiado y lo atribuí a la fecha en que nos encontrábamos.

- ¿A qué debemos este banquete, cocinero-san?- me preguntó Robin-chan suavemente- ¿Celebramos algo en especial?

- ¡Claro, mi preciosa Robin-chwan!- respondí emocionado ante la sonrisa que mi morena me brindaba- Hoy es un día especial.- comenté sin aclarar abiertamente de qué se trataba, para comprobar si alguno caía en la cuenta.

Algunos levantaron las cabezas de sus platos mirándonos extrañados pero en seguida volvieron a centrarse en el desayuno. A decir verdad, no les importaba demasiado si era o no un día especial mientras pudieran probar aquellos manjares. Los más intrigados por mis palabras eran Usopp y el marimo que me observaban con curiosidad y suspicacia respectivamente.

- ¡Vamos cejas! ¡No te hagas el interesante!- soltó Franky.

- Ah…- suspiré yo como respuesta- Si estuviéramos en alguna isla de invierno sería mucho mejor.

Aquello pareció descolocar bastante a todos, aunque Robin-chan se llevó una mano a la boca para ocultar su risita. Estoy seguro de que ella ya sabía de qué se trataba pero, como siempre, prefirió callarse y observar divertida. Iba a rendirme y anunciar por fin el día en que nos encontrábamos cuando Usopp abrió los ojos como platos y se me adelantó con una sonrisa enorme.

- ¡Claro!- exclamó el tirador levantándose de golpe y haciendo que todos le miraran sorprendidos- ¡Hoy es 25 de diciembre! - señaló con el dedo índice el número que el calendario mostraba- ¡Es Navidad!

Las reacciones ante su descubrimiento fueron bastante variadas. Robin-chan asintió con la cabeza, confirmando lo que ya sabía; Luffy y Brook se echaron a reír emocionados bajo la mirada reprobatoria de Nami-san; Franky sonrió levemente y el idiota del marimo no cambió su expresión ni un ápice; sólo el pequeño doctor de abordo parecía confuso con lo que acababa de decir.

- ¿Robin, qué es navidad?- se giró hacia Robin esperando que ella pudiera responder a su pregunta.

- Una estupidez- no fue mi querida arqueóloga quien contestó, claro. El imbécil descerebrado del marimo se adelantó y dijo aquella frase con tanta seriedad que me dolió.

- ¿Qué has dicho?- ni siquiera añadí uno de mis insultos a la pregunta. Sólo le observaba desde el otro lado de la mesa sintiendo como una sensación conocida crecía en mi interior. Y yo que pensaba que nada ni nadie podría arruinarme ese día… que ingenuo fui.

- Lo que has oído.- dijo él sin mirarme y devolvió su atención al bizcocho de té negro que estaba comiendo.

- ¿No te gusta la navidad, Zoro?- Usopp parecía no entender cómo alguien podía sentir desagrado por algo tan magnífico como la navidad.

- No se trata de eso.- respondió con la boca llena, cosa que ayudó a aumentar el cabreo que empezaba a sentir- Simplemente no tengo esas creencias. Y no creía que tú las tuvieras.- dijo cortante como el filo de sus espadas, dirigiendo su vista hacia mí.

- ¡No seas aguafiestas!- le increpó Nami-san, consiguiendo que mis ojos tomaran forma de corazones, emocionado por tener a mi querida pelirroja defendiéndome- Es sólo una fiesta, deja de quejarte y disfruta.

Pero mi alegría por las palabras de Nami-san duró poco. No podía dejar pasar lo que había dicho el maldito marimo. No quería dejarlo pasar.

-No es que crea en ello,- le expliqué con seriedad- sólo pienso que es un buen momento para celebrar y disfrutar de algo todos juntos, imbécil.

- Pues si no crees en ello no deberías celebrarlo.- respondió con enfado- Si es así sólo eres un hipócrita.

Aquella respuesta me dejó sin palabras por unos instantes. ¿Cómo demonios se las apañaba para ser tan… imbécil? Yo molestándome en preparar todo aquello, incluso preparando algo exclusivamente para él y al muy descerebrado sólo se le ocurre soltar algo así. Sentí cómo me hervía la sangre y estuve tentado de ceder a mis impulsos asesinos pero se me ocurrió una forma más adecuada de responder a su provocación.

Con un rápido movimiento, alargué el brazo hasta él. Pude ver cómo se ponía en guardia; seguro que pensó que iba a atacarle. Pero en vez de eso le arrebaté el bizcocho que se estaba comiendo tan a gusto. Así mismo, recogí de la mesa todo lo suficientemente poco dulce como para que pudiera gustarle al marimo. Cargado de platos le dirigí una sonrisa socarrona desde el otro lado de la mesa y rematé con una de mis frases.

- Quien no celebre la navidad, no come.

- ¿¡Qué!- se levantó de la mesa él también, visiblemente cabreado y me amenazó con la mirada- No te atreverás cocinerucho…

- Claro que sí.- mi voz volvió a sonar alegre- sólo tienes que relajarte y asumir que sólo es una fiesta. No es tan difícil, marimo.- le di los platos a Luffy, que me lo agradeció con un gruñido semejante a un "gracias" y me giré de nuevo hacia el cabeza de alga- Aunque tratándose de ti… antes te cortarías las manos que renunciar a tu orgullo… ¿no?

Vi que su expresión se relajaba; incluso llegué a pensar que me había equivocado y que el marimo rectificaría pero no. Claro que no. Se limitó a apartarse de la mesa y dirigirse hacia la puerta callado como un muerto. Pero antes de salir volvió a mirarme.

- Que lo paséis bien celebrando vuestra navidad.

Y se marchó de la cocina dejando en el aire una sensación bastante extraña que no duró demasiado. Los demás estaban demasiado emocionados como para darle importancia a las palabras de Zoro. Ya se le pasaría.

- ¡Me gusta la navidad!- exclamó Chopper con los ojos brillantes tras escuchar las explicaciones que Robin le dio al respecto. Aunque claro, todo lo que involucrara dulces le gustaba, independientemente de lo que se tratara.

- ¡Podíamos decorar el barco!- sugirió el tirador de la tripulación mirando a Franky.

Todos respondimos afirmativamente a su idea. Yo mismo estaba emocionado de nuevo. No iba a dejar que el gilipollas arrogante de Zoro me amargara la fiesta. Pero al escuchar los proyectos de Usopp sobre la decoración del Sunny una idea comenzó a tomar forma en mi mente al mismo tiempo que una sonrisa maligna se dibujaba en mi rostro.

- Tengo un plan para hacer la navidad más divertida aún.- les dije a todos volviendo a sentarme- pero voy a necesitar vuestra ayuda.- bajé el tono de mi voz, dando a la situación el ambiente de secretismo que la ocasión merecía.

Si mis maquinaciones salían bien, iba a ser la navidad más divertida que pasaríamos en mucho tiempo…

Notas finales:

¿Qué planea nuestro cocinero...? ¡Nada bueno seguro!

Feliz navidad de nuevo y se agradecen los reviews :D

Abrazos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).