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Una noche en Berlín... por Oshare_yagami

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Era una noche como todas las otras, oscura y con la luna en lo mas alto, papeles, montañas de papeles y ordenes judiciales, en la embajada de Corea en la ciudad de Berlín, Alemania. Las noches se habían convertido en rutina, para todos los oficiales de la gran ciudad de la nieve, donde era raro que pasara algo fuera de lo normal, pero esa noche, como todo en el mundo, cambió.


 


Una de las más grandes figuras del entretenimiento coreano, se encontraba en la embajada, detenido. Una muerte.  Un asalto y una violación, todo en la misma noche.  Kim Jaejoong, se encontraba entrando en la oficina de la embajada, el culpable había entrado… Los guardias se movilizaron con una gran velocidad, por fin algo había pasado, un toque de emoción, para la aburrida ciudad de Berlín.


 


Dentro de la embajada, se encontraba una pequeña prisión  preventiva para los maleantes que causaran estragos en las ciudades donde Corea se encontrara una relación de amistad. O algo tontamente burocrático.


 


Decepción… Eso pasó la noche del 23 de diciembre, la luna miro todo. Jae….


 


 


-Traigan al acusado. —decía el siniestro hombre que se encontraba atrás de una gran ventana en la prisión de Woongsae.


 


 


-Es alguien muy famoso, lo reclamaran las personas  con las que no lo encontramos. – decía el más joven de los oficiales de la prisión. Donde  nuestro amigo Jaejoong era llevado, para recibir su condena.


 


 


-¿Nombre?—comentaba el encargado. —Rápido hombre, que no tenemos tanto tiempo.- lo decía con un seño fruncido, con una mirada de cansancio, parecería que no tenia ganas de ver a nadie en esa pequeña habitación.


 


 


-Kim Jaejoong. —decía nuestro héroe.


 


 


-¿Así, que eres el tal famoso, de la televisión? ¡Que pena!  Pero eso de muestra lo que digo, por muy bien  que se vea una persona, no sabemos lo que en realidad se trama, ¿Verdad? La entrañable  paradoja de la portada de un libro… Vuestra historia, Kim Jae Joong es muy interesante, te vengo investigando desde hace tiempo. —sacaba, de un gran armario, donde se guardaban los documentos de investigación. Se encontraba con una sonrisa maligna, con unas ganas que levantaron sus expectativas, ya no tenia sueño, Kim Jae Joong había  despertado el interés del sombrío cuidador de la prisión.


 


 


-¿Acaso importa, la fama en este lugar, señor Jaejoong? ¿Acaso importa lo bien que se vea una persona, u sus habilidades de canto y baile?  Tal vez en el mundo de los inocentes, porque aquí no. —lo miraba con una mueca de cinismo y con una gran cantidad de sarcasmo impresionante  trataba de provocar lo poco que quedaba del espíritu de Jaejoong. Tal vez pensaba, el guardián que Jaejoong estaba destrozado, por entrar por primera vez a la prisión, pero no era así. Solo miraba y callaba, recibía el golpe, y ponía la otra mejilla. 


 


 


-¿¡Acaso, te crees mejor que yo!? ¡Mírame cuando te hable! Solamente eres un niño, eres un peón estúpido en mi juego, en mi reino, eres menos que el polvo que no pisa mis botas, eres lo peor de lo peor, por eso vuestra madre os dejo en el orfanato, maldito bastardo inmundo, no serás capaz de sobrevivir la primera noche, te lo juro. –decía el encargado, iracundo mirando el terso porte de Jaejoong. Te lo juro, serás destrozado.


 


Una vez mas, Jae no miraba a nadie, solamente se encontraba consigo mismo, mirando y callando. Sordo sorprendente. Mirando su destino. Tenia en mente la verdadera imagen en aquella prisión, era la mas peligrosa de todo el país, solamente se escuchaba su nombre y entrañables imágenes venia a la mente de los niños mas pequeños, a los que se les contaba las historias para que no hicieran nada malo. Típico cuento coreano. 


 


 


-Llévenselo, si lo veo mas tiempo destrozare lo que queda de su pobre alma, me das pena chico, perdón, me das pena 0078, tu alma es mía, ahora nadie será Jaejoong. –sollozaba, el encargado, escribiendo ilógicamente en su maquina de escribir, el único método de poder ingresar los datos al perfil de Jae. Ahora 0078.


 


Su nuevo nombre.


 


Para su nueva Vida en la prisión de Woongsae, en la embajada coreana en Alemania. Era un pequeño cuarto, de esos que todos conocemos, solamente 4 muros y una cama improvisada colgada con en la pared, por medio de unas cadenas, oxidadas. Con un solo foco, no muy bien cuidado y sin baño a la vista. Seria el hogar de Jae, hasta que la embajada lo  extraditara  a corea donde seria llevado, al verdadero plantel Woongsae. Una noche fría.


 


Entró, junto a los guardias en la improvisada cárcel de la embajada…


 


No tan grande ni lúgubre como el encargado de hace unos momentos, alardeaba—pensaba Jaejoong  mirando el suelo, mirando sus zapatos, los que estaban llenos de sangre, cabria señalarlo… Pero… Acaso, eso es… Si…. Kim Junsu…


 


La figura de Junsu se encontraba, en un rincón del cuarto, también ésta preso. Mirando a las arañas tejiendo su rede, mirando al infinito. Llorando.


 


-Hola, Hyun, ¿También a ti te alcanzo, el destino de la luna?—Junsu, lo miraba con una pequeña araña en sus manos, jugando con una pequeña vida… Aplastándola.


 


 


Junsu comenzó a mirar, a Jae, con las lágrimas en sus ojos. —A donde vamos, no escaparemos de nuestro castigo, Hyun, Si Yunho hubiera escuchado mis palabras, no hubiera pasado nada de esto. Y Changmin estaría todavía con nosotros.


 


 


-Olvida eso, se lo merecía, Yunho, tiene un destino, el siguiente será Yoochun, luego Jonghyun y Minho, lo demás será cuestión de tiempo. –decía  Jaejoong, sosteniendo su collar, la cruz.


 


 


-¿Así, que solo es cuestión de tiempo, eh Hyun?—pregunto Junsu, tirando al cadáver de la araña que hace unos momentos, les comentaba, yo su promiscuo autor.


 


Junsu se levanto, se dirigió a Jaejoong y lo beso…  la escena parecía que había sido parada por un viejo pervertido, ya que Junsu no se despegó de Jae por 2 minutos completos, Jaejoong solamente se movió un poco, y abrazo a Junsu. Era su única noche. Antes de ir a prisión, seguramente, los separarían, o no, pero era la noche de Jae y Junsu.


 


No se amaban, pero era el momento de romper el hielo, tenían mucho tiempo sin tener una noche para ellos. Yoochun era la pareja de Jaejoong, Junsu estaba con el hermano de este, Ricky.  Seguramente estará cerca la patrulla. Una noche de los 2, Yunho se encaminaba al suicidio y Changmin había dejado este mundo hace ya más de 1 hora, de manos claramente de Yunho.


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