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Gato Negro por Deepmadness

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Notas del fanfic:

Para la Hikari a la que he hecho esperar por tanto tiempo, lo siento mucho ;;

Espero que te guste, y que no me mates xd

PD: Te quiero aunque tú no a mí :c (?)

Igualmente a cualquiera que lea, que disfrute su lectura <3

PD2: Espero subirte el ánimo, fighting! :c ♥ 

El contraste de sentidos y emociones que sentía en ese momento hacían mella dentro de sí, el frío le calaba los huesos pero una sutil calidez lo invadía poco a poco, tal vez se debía al suave calor que le brindaba la piel ajena, a la rapidez con que su corazón latía, o a ese sentimiento irritante pero casi tierno que había comenzado a formarse hace un par de meses pero que había explotado repentinamente ese día con una fuerza que le había sorprendido.

Sus brazos le rodeaban protectoramente mientras le susurraba al oído frases positivas, un “Todo va a estar bien, no te preocupes” no faltaba a cada momento y conmovido por la preocupación del otro no dejaba de sonreír y repetirle que debía calmarse un poco. Sabía que el mayor se sentía culpable, y había razones para que fuera así… Había sido el culpable y él no había perdido el tiempo en reprochárselo.  Y es que Kazuki siempre era el culpable de todo, siempre lo fue, lo era y lo sería.

Y entre el frío, el agradable ambiente y los brazos del mayor, oscilando entre el sueño y la vigilia, cavilaba sobre lo vivido.

-..-..-..-..-..-

Nunca se había considerado el ser más desafortunado del mundo, tampoco el más afortunado, su vida se había caracterizado por la normalidad.

Nunca nada especialmente bueno le había pasado, tampoco nada especialmente malo, y él estaba conforme con ello.

Nunca había creído en la mala suerte, tampoco en la buena suerte y todo hubiese seguido así de él no aparecer en su vida, cual gato negro salido de las entrañas del mismísimo infierno había aparecido en su vida y desde entonces todo fue de mal en peor. Habían sido presentados y desde el primer momento supo que esa persona era de tener cuidado, tomándose confianzas como si se conocieran de hace mucho y una sonrisa enorme e inalterable en su cara, simplemente le daba escalofríos, aunque intentara controlar su timidez y parecer alguien un poco más agradable no lograba mantenerse tranquilo en su presencia.

No dejaba de pensar que desde que lo conoció la desdicha había comenzado a  ser parte de su rutina. Una espiral de funestos eventos parecía no tener fin y TODO siempre sucedía cuando tenía al mayor cerca.

Un día se había quedado en la puerta de su casa toda una noche sin llaves, celular o dinero, ya que después de un ensayo 'accidentalmente'el otro guitarrista había confundido su bolso con el propio y no había caído en cuenta hasta la mañana siguiente, cuando le pasó buscando al sentirse culpable, o al menos eso fue lo que dijo.

Una semana después se enfermó hasta casi morir al ingerir algo que estaba ya vencido, casualmente la comida había sido hecha por el mayor.

Al mes siguiente encontró el parachoques de su carro recién adquirido en el suelo del estacionamiento y a Kazuki pidiéndole disculpas porque no lo había visto al intentar salir, cabe destacar que se hizo indiferente a cualquier responsabilidad alegando que el seguro cubría todo, que lo debía disculpar porque era su amigo y que había sido sin intención.

Incluso cierta vez le hizo pasar vergüenza frente a sus jefes haciéndole ver como un pequeño olvidadizo e irresponsable por no haber compuesto sus canciones a tiempo, claro que jamás las iba a completar a tiempo si Kazuki le había dado un plazo de una semana más, aparentemente el mayor había olvidado comentar eso a sus superiores y jamás admitiría que había sido su culpa.

Y eso era sólo por nombrar algunas, todos los días en cualquier lugar no fallaba en tirarle un café, agua -o cualquier otro líquido- encima o hacerlo caer ¡incluso en los lives! ¡Eso era sencillamente cruel!

Se preguntaba una y otra vez el porqué de tan canalla actitud por parte de su compañero de cuerdas ¿Odio? ¿Diversión? Sea cual fuese su totalmente inaceptable razón todo se le hacía jodidamente insoportable, sólo llevaba algunos meses como miembro oficial de SCREW y la situación parecía empeorar cada vez más, pero no lograba hacer nada, su innata timidez le impedía plantarle cara al mayor y pedir explicaciones, no podía ignorarlo, su trabajo se trataba de comunicarse mutuamente, especialmente porque ambos eran guitarristas, y una extraña mezcla de admiración y otro sentimiento irreconocible para él creaba una pared que le impedía decirle o reclamarle algo, definitivamente no podía hacer nada al respecto.

-..-..-..-..-..-

La llegada del invierno trajo buenas noticias, un concierto en el extranjero. Sí, con apenas algunos meses dentro de la compañía se les había presentado un evento en Alemania, todos estaban notoriamente emocionados, la buena noticia le había hecho olvidar sus pequeños roces con Kazuki, incluso todos habían salido a beber juntos, emocionados y vueltos un desastre habían terminado, pero con grandes sonrisas y un orgullo que se transmitía a través de sus miradas.

El concierto fue un éxito, una maravillosa forma de concluir el año, hasta un día libre les había sido dado. Ese día al bajar a la recepción del hotel logró ver como Jin reñía al líder y éste en actitud sumisa y con semblante inseguro asentía constantemente, mientras Byo y Yuuto reían divertidos y aparentemente le echaban porras. Aunque le hubiese parecido extraña la escena la necesidad de alimentarse era más importante por lo que no les prestó mucha atención, horas más tardes Kazuki se había presentado en su habitación con una gran sonrisa en su rostro invitándolo a dar un paseo, aunque dudoso, había aceptado la invitación viéndola como una oportunidad de aclarar sus problemas con él.

El mayor parecía estar bastante emocionado,  tal vez por el hecho de estar en el extranjero pensó, intentando convencerse a sí mismo de que no era por estar trazando algún malévolo plan en el que él obviamente sería la única víctima. Kazuki insistía en visitar un parque cercano, inmenso según él, con paisaje precioso y con bastantes miradores a su alrededor, había accedido ir, y en el transcurso del viaje acompañados de muchos silencios incomodos le preguntó al otro guitarrista el por qué de no haber invitado a los demás chicos en un vano intento de aligerar la situación, y en el fondo de descubrir las verdaderas intenciones del otro, aunque un “Lo hice pero no quisieron venir” fue la escueta respuesta del mayor.

Cuando por fin llegaron al lugar se sorprendió al ver la inmensidad y belleza que poseía, había imaginado algo lindo pero mucho más reducido, eso en cambio era un inmenso bosque con algunos senderos e incluso algunas esculturas, “Tiergarten” tenía por nombre. Repentinamente sintió como el mayor lo jalaba del brazo y comenzaba a adentrarse en el bosque desviándose del sendero sin escuchar sus reclamos y sus recomendaciones de que mejor sería buscar un guía, “No te preocupes, sólo debemos ser cuidadosos en volver por el mismo camino” había dicho el otro  y “No hay manera de que podamos” había pensado él. Luego de un par de horas llena de conversaciones superfluas decidieron volver, algo que poco tiempo después lograron notar -al intentar encontrar el camino de regreso- era imposible de hacer tomándose en cuenta que ya había entrado la tarde y de que habían caminado por mucho tiempo sin prestar la suficiente atención. 

Casi sufrió un colapso nervioso al imaginar que tendría que pasar la noche allí y Kazuki desesperado trataba de recordar cómo regresar, sus telefonos no tenían cobertura por lo que utilizarlos estaba completamente descartado. Sí, de nuevo el efecto ‘Gato Negro’ de Kazuki –como hace poco había decidido llamar a la mala suerte que le rodeaba- estaba atacando, y en el peor lugar y de la peor forma.

Después de intentar meditar las cosas claramente Kazuki le comentó que saldría a buscar una forma de regresar y allí captó claramente el plan del mayor, por supuesto, iría a ‘buscar ayuda’ él se quedaría esperando y el mayor se iría tranquilamente -porque seguro sí conocía la forma de regresar- y lo dejaría abandonando, le pareció que definitivamente eso había llegado muy lejos.

Y se enfrentó a él, le anunció que de ninguna manera se quedaría allí y el otro divertido se había atrevido a preguntarle si tenía miedo de quedarse solo, enojado como estaba no pudo evitar que todas y cada una de sus molestias brotaran de su boca como un río sin fin, exigiéndole una explicación y reclamándole el hecho de que por su culpa le sucedían miles de cosas malas todo el tiempo, que después de que salieran de allí,  no quería volverlo a ver y que podía ir buscando un nuevo guitarrista para SCREW.

Podía notar como su compañero de cuerdas se encontraba simplemente en shock, no sabía si se debía a la sorpresa de ‘verse descubierto’, por su insólita reacción o por alguna otra razón desconocida; al salir de su letargo intentó vanamente decir algo pero él simplemente no podía dejar de gritarle impidiéndole hablar, hasta que en un movimiento que no vio venir terminó atrapado entre sus brazos, recibiendo suaves besos en la frente y en su cabeza, “Lo siento, déjame explicarte” susurró el otro mientras seguía mimándolo, su mente se encontraba tan conmocionada como su corazón, ambos parecían querer explotar al no comprender lo que ocurría, “¿Me dejas explicarte?” le dijo obligándole a mirarlo a los ojos, “Hazlo ya” fue lo único que pudo decir.

Y de repente se vio envuelto en una sorpresiva confesión de amor que jamás hubiese imaginado, “Te amo”, “No me abandones”, “Desde que entraste a SCREW has puesto mi mundo de cabeza” decía, cuando, aunque sorprendido, apenas logró preguntarle cómo es que siempre le ocurrían infortunios a su lado nervioso le había respondido que simplemente con él no podía evitar ser tan torpe, “como si mi cuerpo no quisiera responder a mí mente y se empeñara en hacerme malas pasadas” había dicho apenado, y con un “Soy un tonto impulsivo, no puedo hacer nada el respecto, lo siento” había concluido.

Si hubiese escuchado todo eso desde un teléfono o tal vez lo hubiese leído en una carta no habría creído nada pero había podido verlo a los ojos mientras pronunciaba cada palabra y notó la sinceridad y el anhelo de sus ojos y la dulzura de su confesión.

Sus nervios se adueñaban de su ser y una felicidad extraña cubría su corazón, no sabía si reír o llorar cuando el mayor con timidez le preguntó si podría besarlo, con una sonrisa boba y con su mente empañada había murmurado que sí.

-..-..-..-..-..-

El sol le molestaba en los ojos y el frío latente del invierno le hacía tiritar, Kazuki aún continuaba abrazándolo aunque estuviera completamente despierto, “Buenos días” le dijo sonriendo gentilmente mientras le instaba a pararse “Tenemos que regresar rápido, aquellos tontos deben estar preocupados”, asintiendo y de forma perezosa se incorporó mientras Kazuki enredaba sus dedos con los propios y caminaba en busca de una salida.

En plena luz del día no les había sido tan difícil encontrar el camino de regreso… Ok, eso era mentira, la verdad es que no tenían ni una mínima idea de dónde se encontraban hasta que se toparon con un par de buenos samaritanos que a pesar de no entenderles casi nada les habían conducido a la salida.

Por fin de regreso a casa y con la curiosidad rondando su mente obligó a Kazuki a explicarle un par de acontecimientos que recordaba claramente, como la vez que le había dado comida vencida, “Quería prepararte algo delicioso, no me di cuenta que estaba vencida” le dijo entre divertido y apenado; “No me pagaste el arreglo del auto” “No puedo creer que sigas con eso, ya está arreglado”; “Me dejaste en vergüenza frente a los jefes” “Realmente olvidé que te había dado ese plazo”, “Me hiciste caer en varios lives” “¡Fue sin querer!”, entre reclamos y risas tontas llegaron al hotel, después de una larga explicación a todos y una lluvia de regaños, pudieron escapar a sus respectivas habitaciones y ‘descansar’, en su caso dar vueltas en la cama completamente despierto. 

De regreso a Japón Kazuki había insistido en tener una cita ya que estaban en una relación, “Todos los novios lo hacen” había argumentado, no sabía en qué momento exactamente se habían convertido en pareja, Kazuki simplemente lo había decidido por su cuenta –y se había encargado de hacérselo saber a todos también- aunque él se empeñara en decir que no lo eran. Se negó de forma rotunda cuando el mayor le dijo que quería ir a subir una montaña o tal vez visitar un parque, “Salir a cualquier lugar está fuera de consideración, no me pienso exponer a tu efecto” dijo decidido destruyendo las ilusiones de su compañero de cuerdas, “Sólo en nuestras casas” dijo de forma dulce mientras el otro le abrazaba lleno de felicidad, “Vayamos a casa entonces”.

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Tal vez no existía la mala suerte, tal vez la mala suerte había sido conocerle, de cualquier manera una vida llena de desdichas junto a ese hombre de sincera sonrisa y personalidad apabullante no se veía nada mal. 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Algún review?

Saludos <3


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