Después de nuestro primer beso…Usagi-san se comporta…diferente, primero pensé que el saber que niichan se casaría le había llevado a la locura, luego creí que sólo se trataba de un estado de negación, ese proceso por el que debes pasar antes de aceptar aquella verdad dolorosa y traumatizante…ahora, la verdad es que ahora no se lo que pensar, es decir, luego de la boda de niichan con Manami, él fue trasladado de forma más bien sorpresiva a Osaka, y yo…el pronto a ser universitario hermano menor de Takahashi Takahiro me he visto en la obligación de vivir con Usami Akihiko…el gran novelista nipón.
Para que se entienda un poco mejor a lo que me refiero…lo relataré de una manera más…clara. Usagi-san, el mejor amigo de niichan desde que mis padres murieron (10 años atrás) ha estado enamorado de él desde aquel entonces, siempre ha cuidado de él casi como si se tratase de una valiosa joya…y, el ciegamente ingenuo de niichan no se dio cuenta jamás, comprometiéndose en matrimonio con Kajiwara Manami. Cuando Usagi-san se enteró de este acontecimiento, sólo yo pude ver el sufrimiento es sus ojos, y sólo yo fui quien vio sus lágrimas, quien lo acompaño en su dolor, en su llanto, yo, un muchacho de dieciocho años que apenas lo conocía por ser su Sensei para entrar a la universidad, tuve la facultad de notar cuan dolorosa era aquella noticia y pude sentir sus tibias lágrimas empapar mi hombro mientras lo abrazaba en su dolor…pero, aquella misma noche…en el transcurso de aquel suceso, Usagi-san, buscando una forma de calmar mi persistente llanto, me besó de una manera en la que nunca me habían besado.
Desde entonces Usagi-san no ha dejado de sonreír, nada más lloró aquella noche en mi hombro y al momento de verlo en la boda, su rostro era todo sonrisas, en sus ojos no había ni un atisbo de tristeza, y lo más extraño…era más amable conmigo de lo que debería, parecía tener la necesidad de pasear sus manos por mi cabello y de sonreírme cada vez que mi mirada se cruzaba con la suya; no sé por que aquellos pequeños detalles hacen a mi corazón latir tan fuerte, ¿será posible que me esté enamorando de un hombre?.
-Misaki….Misaki ¿te sucede algo?- la voz de Usagi-san llegó a mis oídos con un dejo de preocupación, alcé el rostro y me encontré con aquellas pupilas lila que he visto durante más de cuatro meses –oh…n-no, sólo estaba pensando en la Universidad- susurré meditabundo, en este tiempo viviendo con Usagi-san hemos hecho cosas bastante fuera de lo común…aún no me acostumbro a la idea de que me robe un beso cada vez que puede, o de que me haga caer en sus redes de vez en cuando y terminemos haciendo el amor cada vez que se le apetece…pero, aun cuando una relación entre dos hombres no es algo normal, y tampoco es algo que haya hecho con anterioridad, el hecho de sentir sus manos contra mi piel y sus labios contra los míos…me hace sentir…bien, Usagi-san paseó sus manos por mi cabeza y sus ojos se cruzaron con los míos nuevamente –no sucede nada de verdad….estoy bien- dije intentando sonar convincente pero no podía… el no saber con seguridad qué es lo que siento por este hombre me pone mal.
Usagi-san se levantó de la mesa en la que estábamos cenando y me tomó la mano, de un tiró me hizo levantar y quedar frente a él – no me mientas Misaki…hace días que te comportas de forma extraña y quiero que me digas porque- susurró en mi oído abrazándome fuertemente, yo no tenía ni las más mínima idea de qué decir, no tenía nada en claro, no…no sabía nada –U-Usagi-san, de verdad que no me suce…- susurraba pero era inútil, el me apretaba aún más contra su cuerpo, realmente parecía preocupado –no me mientas...por favor dímelo, si no lo haces pensaré que no me necesitas y… no podría soportar eso- no es la primera vez que Usagi-san me dice algo como eso, realmente me rompe el corazón –pues…pues…- mi voz se quebró y sin poder hacer nada para evitarlo, mis lágrimas comenzaron a salir tan rápidamente que no me di cuenta de cómo había empapado el sweater del hombre que me abrazaba –la verdad…b-bueno… no estoy totalmente seguro, estoy haciendo cosas que…bueno estoy…estoy haciendo cosas que niichan desaprobaría, estoy volviéndome algo que…que no quería y…y…estoy…- me era difícil poder decirlo, no era para nada normal desde mi punto de vista, la verdad es que…no me siento con la confianza suficiente para decir esto pero…pero debo hacerlo, debo decírselo, no hay forma de que me calle esto que siento…no ahora –U-Usagi-san…yo, yo creo que…creo que estoy…creo que te amo- Usagi-san no se inmutó –¿crees?...vamos, siempre me lo dices cuando estamos haciendo el amor, porque…porque no me lo dejas en claro ahora ¿sí?- siempre era tan seguro de sí mismo, yo no podía, no es fácil para mí –Misaki…te amo- susurró en mi oído, me estremecí –y…y yo…y-yo a ti….yo t-te amo- susurré con mi rostro encendido en llamas.
Su sonrisa se dejó ver fugaz, mi llanto persistía, tal y como la primera vez –Misaki…ya no llores, yo estoy…estoy feliz- susurró pero mis lágrimas no dejaban de caer, odiaba eso de mí, el llanto se apoderaba de mi pecho y no me soltaba hasta quedar totalmente deshidratado –n-no puedo…d-detenerme…l-lo sabes- musité aún más avergonzado –así veo- susurró y su mano se apoderó de mi muñeca con una fuerza impropia para su contextura, pero yo ya lo conocía, yo ya sabía la fuerza que podía llegar a tener cuando…cuando estaba feliz, molesto o…o extasiado. En un segundo y sin poder decir o hacer nada, sus labios estaban sobre los mío, regalándome un beso que dejó mi mente en blanco, sólo podía sentir su mano soltando mi muñeca y posándose en mi rostro, su cuerpo empujando al mío contra uno de los muros de aquel enorme apartamento, su brazo libre enroscado en mi cintura y su lengua aventurándose en mi boca, me sorprendió notar que por primera vez no quise apartarlo de mí y lo dejaron continuar con su propósito sin objeciones…también me sorprendí al sentir mi corazón latiendo con fuerza y a mi propia lengua jugueteando con la suya…yo respondí el beso…de eso era de lo único que estaba seguro –te detuviste- susurró cuando su boca dejó libre la mía…yo no sabía que decir, esto me recordaba a nuestro primer beso pero…pero la verdad era que aquel sin duda había sido el beso más cargado de sentimientos que sin duda había recibido, y por ende, el mejor de todos, lo miré a los ojos y me sorprendí al notar que la vergüenza había desaparecido por completo –te amo- dije sin titubear, el haber admitido mis sentimientos era lo mejor que he podido hacer –estoy feliz- susurró viéndome con ternura, mi corazón latía con fuerza y parecía que mi cuerpo se iba a encenderse en llamas.
Una caricia llevó a la otra y en un segundo la lluvia caía afuera y él y yo nos fundíamos en un acto completamente irreal, era la primera vez que me sentía tan amado y amaba tanto haciendo esto que…que tantas veces me llenó de pavor… sentía unas irresistibles ganas de llorar pues por fin lograba comprender el irreal acto en el que una persona es tuya –M-Misaki…te amo- susurró Usagi-san y noté algunas lágrimas cayendo desde sus tan expresivos ojos -¿q-qué sucede?- pregunté preocupado, el sólo sonrió –estoy feliz…-mi corazón se detuvo…él lloraba de felicidad…y yo me sentía total y completamente feliz también –te amo…te amo mucho- susurró enseguida y no me sentí avergonzado cuando estuvo dentro de mí, tampoco me apenó sentir sus manos acariciándome ni detuve las mías experimentando caricias inexpertas, por primera vez sentí que hacer el amor con él no era incorrecto, el roce de sus manos frías en mi piel desnuda, sus voraces y apasionados besos en mis labios…todo me parecía normal, el responder a sus caricias…el aventurarme yo también dentro de su boca y por primera vez intentar demostrarle todo lo que me hacía sentir…fue la primera vez que sentí que esto era completamente natural entre dos personas que se aman –y yo a ti…..- no había nada más que decir.