“Decisiones, decisiones, decisiones”. Uno nunca sabe que camino tomara tu vida si tomas una decisión errónea o al contrario la mejor decisión, y justamente eso fue lo que me paso. La decisión principal, la que marco el curso que tomaría mi vida la tomaron mis padres, bueno para ser más exacto mi madre, tenía cinco años y era tiempo de entrar a la primaria, mi padre quería mandarme a una escuela pública pero mi madre no quería.
-Mi amor yo desde pequeña estuve en escuelas privadas y también quiero que nuestro hijo lo esté- dijo mi madre.
-Si lo sé, siempre hablas de tu escuela, pero entiende eso sería un gasto innecesario, si el gobierno hace que la educación sea gratuita es por algo, para re contribuir a la comunidad todo lo que nosotros hacemos por él, hay que aprovechar.
-Pero en las escuelas públicas no tienen la formación que quiero que le impartan a Kibum ¿me entiendes? Me refiriera a que no son escuelas religiosas, desde que era pequeña siempre le dije a mi madre que cuando tuviera hijos los metería a la misma escuela en la que estaba por eso, el ambiente es diferente.
Creo que basta decir que mi madre gano, como dice mi padre “Con las mujeres nunca se gana” y estoy de acuerdo, tal vez será por eso que soy gay, bueno puede ser que haya influido o ¿no?
Ya casi salíamos de preparatoria, estábamos en sexto semestre, Jinki y yo queríamos estudiar lo mismo así que estábamos muy asustados mientras esperábamos a que lanzaran la convocatoria de aspirantes en la universidad a la que nos meteríamos. Creo que siempre hemos querido lo mismo y por eso más que mi amigo lo considero mi hermano, lo conocí en el colegio al que me metió mi madre en primaria, desde el primer día nos hicimos los mejores amigos. Ese colegio tenia primaria, secundaria y preparatoria así que toda la vida estuve en él y junto a Jinki, lo gracioso aquí es que él también es gay, de hecho salimos del closet al mismo tiempo, entrando a preparatoria, como dice la gente “Dios nos hace y nosotros nos juntamos”.
Esa tarde estaba buscando un empleo, mi madre ya no me daba tanto dinero como antes porque mi promedio habia bajado de 9.5 a 8.4pero podían culparme, habia estado saliendo con un chavo súper guapo y los estudios quedaban sobrando cuando se trataba de salir con él, lo único malo es que era un extranjero y solo estuvo aquí durante dos meses de vacaciones, la semana pasada habia regresado a su país y ahora ya no tenía nada con que entretenerme.
-¿Entonces a donde iras a pedir trabajo?- pregunto Jinki.
-Pues por mi casa hay un internet que está contratando gente y también está la florería que está en la avenida que llega a mi casa.
-Mmm, pues suerte.
-¿Suerte? ¿No me vas a acompañar?- le pregunte.
-Lo siento, no puedo. Hoy es la visita al centro.
Desde pequeños Jinki y yo siempre íbamos a las visitas a centros, casas hogar y demás, mi madre era tan feliz cuando me veía hacer servicio comunitario y eso me gustaba, incluso él y yo fuimos monaguillos durante 5 años en la escuela, pero desde que entre a preparatoria todo cambio. Mi padre murió justo en las vacaciones antes de entrar a segundo semestre, mi madre sufrió al igual que yo y su actitud cambio mucho, nuestra relación ya no era la misma. Deje a un lado todo lo relacionado con Dios y me concentre en vivir mi vida solo para mí.
Todos en la escuela decían que habia cambiado por la muerte de mi padre y era cierto hasta un punto, me cambie el color de cabello, me lo pinte güero y mi look también, cambie mi forma de vestirme, me arregle mis cejas y me volví un poco arrogante, cosa que le molestaba a la gente pero eso era algo que me tenía sin cuidado. Me volví popular, me junte solo con la gente que era considerada cool- eso sí, me lleve a Jinki conmigo siempre, hasta le hice unos pequeños cambios a su look también – y me la pasaba de fiesta en fiesta, a pesar de ser gay habia muchas chavas de la escuela que querían conmigo.
-Bueno, te dejo que si no le apuro no llegare a mi entrevista.
Ya era viernes, la semana se habia demasiado rápido, estos días estaba muy nervioso, después de las entrevistas que tuve el martes me la pasaba pegado a mi celular esperando a que me llamaran.
-¿Y bien? ¿Qué haremos hoy?- le pregunte a Kyuhyun.
-Pues hoy mis padres salen de viaje a Paris y me dejan la casa sola.
-OMG, that’s so cool- dijo Yoona.
-¿A qué horas llegamos a tu casa?- pregunto Minho.
-Si dinos, necesito tiempo para arreglarme- decía Sooyoung.
-Aish tu que te arreglas si como sea te ves horrible-dijo Amber, ella y Sooyoung eran hermanas, la mama de Sooyoung habia adoptado a Amber cuando fue a un viaje de negocios a EU y la vio en la calle pidiendo comida, se la trajo a Corea y la trato como su hija.
-¡Cállate Josephine!
-¡Ya te dije que no me llames así! Así solo me puede decir mi mama.
Y ahí iban de nuevo, siempre peleando por tonterías pero aun así se querían mucho, si en cualquier fiesta o lugar al que saliéramos molestaban a alguna de las dos la otra en seguida a defenderla, era una relación extraña pero muy bonita.
-A las 8 para ya estar despierto, voy a llegar a dormirme- todos rieron con el comentario de Kyuhyun.
- Está perfecto-dijo Wooyoung.
-Sí, ahí nos vemos- contesto Chansung.
-Pues si acabo mi tarea rápido puede ser que vaya-dijo Seohyun.
-Ok- dijo Kyuhyun y volteo hacia mí- le dices a Jinki.
-Claro, yo le aviso.
La secretaria del director habia venido por Jinki a la penúltima hora de clase, si hubiera sido cualquier otra persona hubiera pensado que se lo llevaban porque habia hecho algo malo pero al tratarse de él lo más seguro es que le fueran a dar un premio o no sé, beatificarlo, Jinki siempre habia sido un chavo ejemplo, con el que te debes de juntar y que siempre saca buenas calificaciones. Agarre mi mochila y me dirigí a la oficina del director, ahí estaba con el director en la puerta de su oficina abrazándose.
-Muy bien alumno, ojala hubieran más chicos como tú que se preocupan por los demás.
-Gracias señor director.
Se soltaron y el empezó a caminar hacia donde estaba yo, levanto la cabeza y me vio.
-Aquí está tu mochila- se la avente.
-Gracias.
-¿Para qué te quería el director?
-Por un proyecto o bueno un grupo que quiero formar.
-¿De qué?
-Es para ir al centro al que fuimos el viernes con el grupo juvenil, ya sabes q con el grupo solo salimos a casas y centros como cada dos meses pero después de salir de ese centro me di cuenta de que ahí necesitaban más ayuda que a los demás que hemos ido y no de vez en cuando si no permanente.
-Ah, que padre.
-Sí, la verdad es que en ese lugar hay personas muy lindas, que a pesar de estar enfermos siempre sonríen, que es buena persona y que con solo mirarte te hace sentir bien- lo interrumpí antes de que siguiera hablando.
-Mmm… ¿si te diste cuenta de que pasaste de hablar en plural a singular?
-¿Qué? ¿De qué hablas?- su cara de miedo y todo asustadillo me hizo darme cuenta de todo.
-¡OMG! ¡Te gusto alguien de ahí! ¿Verdad?
-¡Para nada! No digas tonterías.
-Te conozco Jinki, tu cara me lo dice todo, cuéntame o me enojare.
-Aish, te odio, está bien.
-¡Jum! Lo sabía- dije y levante mi puno al cielo.
-Es un chavo mucho menor que yo, tiene 15 años, no sé cómo se llama pero le dicen Minnie, estuve con él todo ese día.
-Aigo ¡kya! Y no te preocupes la edad es lo de menos.
-Lo sé, pero pues quiero ir ahí para ayudar no solo a él si no a las demás personas que están ahí.
-¿Ese centro de qué es? ¿Para qué tipo de gente?
-Es para gente con enfermedades en la sangre, algunas personas de ahí padecen enfermedades crónicas, unos mortales, etcétera, pero la mayoría ya la están superando y cada vez están mejor.
-¿Y tú Minnie? ¿No sabes como esta?
-Por lo que escuche ese día de las enfermeras ya casi sale de ahí, su enfermedad está completamente controlada, solo se quedó unos días más para observación.
-Qué bueno, pues yo te acompañare la próxima vez que vayas ¿ok?
-Ok.
Paso una semana después de esa platica, quien iba a saber que todo lo que hacía Jinki me estaba llevando a un camino diferente del que yo quería para mi vida. No lo vi el fin de semana porque se la paso en el centro, el miércoles me dijo que ya habia pasado algo con Minnie, que él le habia dicho a Jinki que le gustaba, casi le dio el ataque, estaba muy feliz. A mí me hablaron del trabajo y empezaba el domingo a trabajar, todo iba muy bien.
-No puedo creer que mañana sea mi primer día trabajando- dije.
-¿Y ya le dijiste a tu mama? – pregunto Jinki.
-No, estás loco ¿para qué? luego se pone mamilas y no me deja.
-Deberías decirle, que trabajes solo demuestra que eres más responsable ya que estudiar y trabajar al mismo tiempo no es nada fácil.
-Lo sé pero no quiero, si bajan más mis calificaciones no quiero que le eche la culpa al trabajo.
-¿Y porque deberían de bajar tus calificaciones?
-No lo sé, solo digo.
-Mmm… ok.
-Pero X, mañana me acompañaras a mi primer día ¿verdad?
-Está bien, iré y te rentare una hora una computadora y no pidas más.
-Perfecto.
Me levante temprano, me arregle lo mejor que pude y salí de mi casa, me quede de ver en el parque que estaba a la vuelta, me senté en una de las bancas y espere, como a los cinco minutos vi a los lejos a Jinki, levante mi mano y lo salude para que me viera.
-Llegaste temprano-dijo Jinki.
-Nos quedamos de ver a las 9:30 y son las 9:35 ¿temprano?
-Lo siento, es la costumbre, tú nunca llegas a la hora que quedamos, siempre llegas como media hora después.
-¿En serio?
-Si ¿nunca te habías dado cuenta?
-No.
-Por eso yo también llego como quince minutos después de la hora que tú y yo siempre acordamos, hoy llegue antes porque el autobús venia súper rápido.
-¡Oh! No lo puedo creer, entonces solo me queda pedir perdón por siempre llegar tarde.
-No te preocupes ya me acostumbre.
-Bueno pero aun así te invitare un día a comer para pagarte lo bueno que siempre has sido conmigo.
-Bueno si lo dices así está bien.
Empezamos a caminar hacia el internet, estaba a seis cuadras del parque, le estaba platicando que el chavo extranjero con el que sali me habia mandado un correo donde decía que vendría en las vacaciones de verano y que estaba ansioso por verme otra vez.
-Ay Kibum tu sí que disfrutas tu vida.
-Lo sé, pero aparte si estuvieras con un chavo así de guapo ¿no la aprovecharías también?
-Bueno punto- se empezó a reír- ¿y la dueña del local te estará esperando o te dieron las llaves antes?
-Sí, de hecho ahí está- faltaba una cuadra para llegar y ya habia visto a la dueña de lejos.
-Oh si, ya la vi, después de que salgas de trabajar- no pude terminar la frase porque su celular empezó a sonar- espérame tantito.
-Está bien, contesta.
-¿Hola?- decía Jinki al teléfono- sí, soy yo ¿para qué me necesita?-hizo una pausa, su cara empezó a cambiar, estaba en shock, sus lágrimas empezaron a salir- está bien, gracias por avisarme, voy para allá.
-¿Qué paso?- le pregunte mientras lo abrazaba ya que después de colgar al teléfono se me dejo venir y me abrazo mientras lloraba.
-Es Minnie, dicen que tuvo una recaída ayer en la noche y lo llevaron al hospital, ahorita lo están llevando de regreso al centro pero dicen que su condición es muy grave ¿Qué hago Kibum? ¡¿Qué hago?!- se notaba la desesperación que le producía el no poder hacer nada.
-Vamos a verlo, ocupa tu apoyo.
-¿Vamos? ¿Y tú trabajo?
-No importa- pare el primer taxi que paso por la calle y lo jale conmigo adentro de él.
Jinki era primero que cualquier cosa, era mi hermano y verlo así también me lastimaba, tenía que acompañarlo en caso de que algo con Minnie saliera mal.
“Y así fue como todo empezó, quien iba a decir que esa decisión de último momento fue la que me llevo a donde estoy ahora, ese día seria el día que lo conocería, ese día descubriria el amor a primera vista”
Continuara…