Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LIGHT por chizuru okai

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

arggghh!!! el titulo no me gusto, el resumen es un asco, pero mil gracias por pasarse y leer, lo subi casi a las doce de la noche 11:45 para ser exactos, ?todavia cuenta verdad? sali con mi madre y apenas llegamos, !me secuestro todo el dia! u.u

se ke tendra fallas este primer capitulo pero de verdad que he llegado y a subirlo de inmediato, espero disculpen las falllas. el segundo capitulo espero y nada me interrumpa para subirlo como kami manda.

saludos.

Notas del capitulo: hola subo este capitulo casi a la media noche, para cumplir con el desafio, por poco y no lo logro...
Aquella noche no había estrellas, y La luna se escondía de vez en cuando detrás de las gruesas nubes nocturnas… cada vez que los débiles rayos plateados de la luna se dejaban asomar, iluminaban el pálido rostro de Nao, el cual miraba con rabia hacia la ciudad.



- ¡¿Cómo pudiste?! ¿Por qué Tora? ¿!porque?!



Por su lado el guitarrista de Alice nine escuchaba atento, sin decir una sola palabra, a aquellas alturas ya había aprendido, que cuando Nao hablaba en aquel tono de voz no quería que se ofreciera una respuesta a sus preguntas… pero si debía ser sincero le encantaba verlo molesto, así que ahora gozaba de todos esos reclamos que el baterista le había propinado desde que llegaran de ese programa de tv, al cual Tora había asistido con un alto índice de alcohol en las venas, se había dejado lo suficientemente sobrio como para lograr tocar la guitarra exitosamente, claro que él podía tocar la guitarra con los ojos cerrados, y dormido…


- Te confías de que todo el mundo es tu amigo.


Nao seguía reclamando, mientras se paseaba de un lado a otro de la sala, sintiéndose demasiado molesto con el guitarrista, daba gracias infinitas a su autocontrol, pues de ser de otra forma ya habría ignorando la marcada diferencia entre sus estaturas y ya le habría dado una buena tunda.



- todos te quieren, te protegen, y por si fuera poco ¡hasta mienten por ti! – continuó el baterista aumentando el volumen de su voz a cada segundo - Todos sabían que estabas ebrio y nadie me avisó.



El baterista se jaló el cabello crecido y aunque el gesto no duró más de medio segundo Tora quedo embobado ante él, le encantaba… Nao por fin respiró profundo en un gesto desesperado por autocontrolarse, solo cuando se sintió más calmado prosiguió:



- incluso las cámaras no te filmaban… durante las dos canciones me estuve preguntando ¿Por qué?



- Perdón.


- ¿¡solo un perdón!? Tora, el último mes ha sido una tortura para mi, ¿Qué demonios te pasa? ¿enserio voy a tener que encerrarte en una clínica de rehabilitación?


- Puedo controlarlo.



- ¡aja! ¡Ese es el primer síntoma!


Nao con el corazón agitado, corrió la gruesa cortina que cubría la sala de ensayos, hace ya aproximadamente una hora que habían regresado de aquel programa, que de no haber tenido a los camarógrafos de su lado habría sido un desastre, también hace poco más de treinta minutos que el baterista intentaba hacer entrar en razón a su guitarrista desconsiderado, aunque parecía no estar teniendo mucho éxito.


En un momento creyó que esto ya no tenia sentido, y que en vez de estar tratando de hacer entrar en razón a este guitarrista adicto, debería ir a casa, donde su novia en turno lo esperaba, y que de seguro le había preparado la cena… no había remedio, si Tora quería arruinar su vida por entero, que lo hiciera.


- Bien… ya no habrá otra oportunidad ¿entiendes?


Pero Tora no contestó, pues estaba demasiado concentrado en enviar un mensaje de texto, esto volvio a encender los ánimos de Nao.


- ¿no me has puesto atención? – dijo midiendo sus palabras, dejándolas salir con voz temblorosa por el enojo –


Por toda respuesta se escuchó el sonido del mensaje enviado. Tora sonrio mirando su celular con felicidad.


- No… no tienes remedio. ¡me largo!


- ¿A dónde vas? - Tora ahora comenzaba a tener un severo dolor de cabeza, pero nada a lo que no estuviera a acostumbrado –


- A mi casa – contestó el baterista con actitud fría - ¿A dónde más?, tu puedes hacer lo que quieras, ¿sabes una cosa? Ya no me voy a preocupar más por ti.


- ¿con tu chica?, ¿vas con ella?


Tora apretó los dientes para no gritar, con tan solo recordar que Nao otra vez tenia novia le hacia revolver el estomago… esta vez la chica en cuestión había venido desde un rincón de Tokio y además tenia nombre: Yukari. Tora había visto durante los últimos dos meses todo el desfile de chicas que su líder se había organizado con éxito, pues en este tiempo por lo menos a seis chicas diferentes Nao les había otorgado el titulo de “novia”.



El baterista revoloteo los ojos, ya desde antes sabia lo que Tora sentía por él, pero se había hecho una política hace tiempo, “no mezclaría placer con sus propios compañeros de banda”, Alice nine era un proyecto demasiado bueno como para echarlo a perder por algo así.


- Tora… no empieces.


- ¿te parece poco que me ponga en este estado por tu culpa? ¿de que otra manera puedo demostrarte que me haces falta? … solo de esta manera llamo tu atención, solo de esta forma, puedo quedarme contigo por más tiempo.


Nao se giro a ver a su guitarrista, esto no podía ser verdad ¿o si?

- Desde hace más de dos meses que sales con distintas mujeres – explicó el alto guitarrista con el semblante pálido – al principio quise superarlo, pero como podrás darte cuenta no lo logre.


El guitarrista miró el rostro desubicado de su líder ¿se había pasado en su declaración?, no. ¿Cómo podría pasarse diciendo la verdad?, desde antes que quería a Nao solo para el, pero fue entonces que su líder de banda había querido romper alguna clase de record, llevando a cada rato chicas diferentes, saliendo con ellas. Pesadamente dejó caer su gran cuerpo en el sillón, nunca había llegado a más con Nao, pero ¿Por qué demonios no podía sacárselo de la cabeza?


- Tora… - la voz del baterista ya había bajado su nivel de enojo hasta un dos en la escala. No podía creer que el estado casi adicto de su amigo fuera por su culpa, ya llevaba casi un mes en esta situación y el no se había dado cuenta. Se sentía miserable – si pudiera hacer algo para…


Antes de que Nao terminara su frase, la luz del edificio entero se esfumó, dejando todo en penumbras.


- ¡que demonios! - Nao rápidamente giró hacia la ventana y volvió a correr la cortina dejando la ciudad iluminada al descubierto, esto era malo, solo la disquera estaba en penumbras, - ¿Qué pasó?


La pantalla encendida del celular de Tora se materializo frente a Nao lastimándole la vista por un par de segundos.


- Son las once – dijo Tora reforzando a los números que abarcaban la pantalla por completo-


- ¡tu tienes la culpa!, ¡si fueras más razonable en tu manera de actuar ya estaríamos en casa desde hace mucho!


- Tu también tienes bastante culpa, si no tuviera que obligarte a que pasaras tiempo conmigo, las cosas serian diferentes.


Fue entonces que Nao recordó el verdadero problema. Tora había estado enamorado de él por años… sintiendo su corazón encogerse, abrió la tapa de su celular intentando hacer un poco de luz en la sala.


- Iré abajo tal vez todavía haya alguien por ahí.


- Todas las puertas son eléctricas, no hay manera siquiera de salir de esta sala.


Nao se quedo de piedra, ¡era cierto! Estúpido edificio cien por ciento moderno, que en su totalidad operaba con luz eléctrica. El pánico comenzó a envolverlo.


- ¿Qué vamos a hacer? – una luz en su cerebro se ilumino rápidamente – llamaré al manager, el vendrá a sacarnos.

- suerte – Tora seguía desparramado en el sillón y la poca luz que entraba de la ventana apenas lograba dibujar su rostro – yo no tengo señal, ¿tu si?


Nao miro lentamente su celular. Cero cobertura.



- ¡mierda!


- Lo que deberíamos hacer es buscar unas mantas, no creo que alguien venga a buscarnos y pasar la noche aquí va a congelarnos - Tora se irguió y a pesar de la total falta de luz pudo moverse por la sala, sin tropezar con nada –


- Esto no es un hotel – Nao sentía la cabeza a punto de explotar – aquí no habrá nada para cubrirnos. – aunque aquella verdad le afectaba a él también, no había evitado decirlo con marcada ironía – necesitamos hacer algo, forzar una puerta, tal vez así se active la alarma y vengan a sacarnos.



Los ojos de Tora parecieron resplandecer en la oscuridad.



- Estas desesperado – susurro – me pregunto si será porque estas desesperado por ir con tu noviecita, o porque no quieres estar ni un segundo más conmigo.


Nao sintió un nudo en la garganta, Tora era su amigo, pero no podía darle nada de lo que por años le había estado pidiendo. Sin pensarlo le bloqueo el paso.



- Escucha, de verdad que lo siento, eres mi amigo… pero entre nosotros no puede pasar nada.


- ¿Por qué? - Tora se irguió, obviamente intimidando a Nao - ¿Qué hay de bueno en ella? Te conozco desde antes que ella siquiera supiera que existías, te quiero desde que ambos empezaron a tontear solo por diversión… te lo he dicho tantas veces que de verdad ya no se si disfrutas haciéndome esto.


- Tora… eres como mi hermano.



- ¡pues no quiero serlo! – Nao se encogió de hombros cuando escucho al guitarrista gritar, había olvidado que su potente voz podía hacer correr a cualquiera – no quiero que me mires como a un hermano, ni como a un amigo, Si solo quieres eso de mi, ahórratelo. Ya no soporto.


Las semanas que había perdido Tora refugiándose en el alcohol habían servido solo para llamar la atención de Nao, pero a pesar de que disfrutaba de los sermones de su líder, ya no quería seguir viviendo así. El quería algo más, algo que Nao se negaba a darle.


- Puedo pasarme horas observando como te mueves, que es lo que haces, como hablas y hasta como te enojas, todo lo almaceno en mi memoria, pero hasta yo tengo un limite… - Tora busco la mirada de Nao… en la oscuridad no lograba observarlo bien, además sus labios parecían mas oscuros- ¿Por qué no dices nada?


Inconscientemente el baterista dio un paso atrás, Tora se escuchaba tan decidido y atemorizante que por momentos agradeció no poder ver su rostro severo. Retrocedió lo más que pudo hasta que su cuerpo se trabó con un estante que de momento no recordaba como era, rápido sacó su celular y aunque quiso ser discreto la potente luz entre la oscuridad lo delató… sin señal todavía.


El guitarrista escrutó la oscuridad con sus ojos llenos de furia y melancolía, de a poco comenzó a entrar en si.


- Buscaremos una manera de salir. Te lo prometo. – los hombros de Tora subían y bajaban de modo descompasado, mientras intentaba dominarse -


Nao se sintió ligeramente aliviado, este se parecía más al Tora que conocía desde siempre, hurgando más en su memoria, era la primera vez que lo veía tan molesto… esto realmente debía ser importante para él. La culpabilidad una vez mas se arremolino en su pecho, entonces no pudo más que avanzar unos pasos hasta él y cuando lo sintió cerca, le dio dos palmaditas amistosas en el hombro.



- Encontraras a alguien pronto…



Tora se mordió el labio, la poca luz que se filtraba por la ventana ya casi era nula, la luna llena se había perdido definitivamente entre las nubes, y ahora solo se valían de sus voces para tener la exactitud de que el otro se hallaba realmente ahí.

Tora extendió su mano y a tientas llegó hasta el sillón, el cortísimo trayecto se llevo a Nao con él. Estando ahí se tumbó en el sillón, y aunque su líder se resistió, terminó dejando que el mayor acurrucara su cuerpo.



- ¿Qué haces?



- Cállate, - la voz suave de Tora se perdía en el costado de la cabeza del otro - no va a pasar nada… esta haciendo frio, por lo menos dame un poco de calor, además odio la oscuridad.


Nao se sintió incomodo al principio, pues lograba sentir una de las manos del guitarrista acariciar su espalda y sus largos dedos peinar su cabello. Rápidamente se hacían inmunes al frio de la habitación.



De a poco el baterista destenso su cuerpo, dejándose caer por completo sobre el cuerpo de su guitarrista, hacia frio y estaba cansado, además la carencia total de luz le hacia relajarse a fuerza, pronto su mejilla ya estaba acomodada sobre el hombro de Tora. Las caricias sutiles del guitarrista no habían parado en ningún momento, acariciaba su cabello, bajaba por su columna, subía por su costado…



Tora percibió que el otro estaba cayendo en un profundo sueño, pero para él era imposible dormir… tenia el cuerpo de Nao sobre el suyo, totalmente a merced, sentía su respiración acompasada en su hombro, su palma abierta había caído de lleno en su pecho y por si fuera poco su muy dormido miembro le rozaba la pierna.


- Nao… ¿estas dormido? – Tora lo sabia, el otro estaba ya en el mundo de los sueños, pero había querido comprobarlo… no recibió respuesta –

Seguramente pasaría de la medianoche en este momento, era natural con todo lo que trabajaba Nao que estuviera exhausto, Tora se quedo pensando por largos minutos, su cansada vista con la falta de luz no lograba distinguir absolutamente nada, era como tener los parpados cerrados.



Los suspiros de Nao comenzaron a hacerse más audibles… Tora estaba tan absorto y se estaba encendiendo tanto, que rogó a todos los infiernos que el baterista comenzara a roncar como oso para romper la atmosfera… pero eso no pasó.



Nao ya debía estar muy dormido pues en un momento se acurrucó más contra Tora, sus manos se afianzaron a su pecho, mientras que haciendo movimientos circulares con su rostro buscaba la calidez del cuello del que estaba abajo. Aquel movimiento hizo que el guitarrista rebasara la delgadísima línea que existía entre la emoción y la excitación.


No le había dado permiso a sus manos de hacer aquello, más sin embargo, estas bajaron rozando con firmeza la espalda delgada de su líder, este momento era el indicado para hacer uso de aquella coordinación de músico. Su mano derecha subió despeinando de a poco el cabello sedoso del baterista, mientras que la otra se introducía dentro de la delgada playera ajena tocando cada centímetro de piel, subiendo por los hombros, y bajando nuevamente.


Sentía su miembro palpitar con fuerza dentro de sus pantalones, pronto la tela rígida de los jeans ya le era molesta y hasta dolorosa. Sus manos impetuosas no habían dejado de acariciar, pero definitivamente lo que lograba tocar no era suficiente. Haciendo un movimiento suave y delicado salió de abajo del cuerpo de Nao, sintiéndose mareado por la excitación, cambió posiciones y cuando intento besar al baterista habría rogado por un poco de luz que lo dejara admirarlo.


Con sus dedos bajó suavemente y tentó el rostro de Nao, sintiendo sus ojos cerrados, sus mejillas frías, y sus labios suaves… ahí poso directamente sus labios. La boca de nao estaba inmóvil, de repente se sintió un poco culpable por hacer esto sin consentimiento, pero lo había deseado por tanto tiempo que su corazón brincaba de alegría y definitivamente no se detendría.
Notas finales: gracias por leer. casi no lo logro!
de acuerdo al desafio eran 2500 palabras minimo por capitulo, y este cap, tiene 2505 palabras u.u *respira*

espero y les haya gustado un saludito y nos vemos en el segundo capitulo,

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).