Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre cadenas por BelovedOrLoveless

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ya nos venían castigando mucho por las noches. No era nuestra culpa divertirnos un rato, pero a Snape le parecía que éramos irresponsables, y qué se yo cuantas cosas más nos decía…

No sé porque, ya se nos había hecho una costumbre el buscar en libros la información que nos pedía como castigo. Siempre lo mismo. Nunca nos hizo hacer otra cosa. Ya sabíamos exactamente donde buscar cada uno de los temas.

En las últimas noches pude notar a Fred se perdía entre sus pensamientos y se tildaba mirándome. Me parecía extraño, pero no podía meterme en su cabeza, después de todo soy su gemelo, no su conciencia.

Esa noche me había quedado dormido en una mesa leyendo un libro, porque nos habían castigado cada noche de esa semana, y no había dormido casi nada. En uno de mis sueños me encontraba en la sala común, pero no podía ver nada, ya que tenía cubiertos los ojos. Pude notar, también, que tenía una mordaza rodeando mi boca y los pies y manos amarrados. Sentía frío, mucho frío.

Luego se escuchó una voz:

- Vamos a jugar un poco, ¿qué te parece?

¿Jugar? ¿A qué? No entendía mucho, pero bueno, al fin y al cabo, era un sueño. Me quitaron la mordaza, y sentí que unos cálidos labios me rozaban…

Entonces me desperté. Bueno, en realidad eso creí. ¿Ya estaba despierto?, ¿y ese sueño…?

Vaya cosa… Abrí mis ojos, pero todo seguía oscuro. Sentí algo así como una tela en los párpados, y, al tratar de moverme, no podía. Tenía bien amarrados los pies y las manos. ¿¡Qué diablos estaba pasando!?

- ¿¡F-FRED, D-DONDE ESTAS?!

- Tranquilo hermanito… Déjame ver esas hermosas pecas.

- ¿Q-qué está pasando?

- No tengas miedo de tu otra mitad –Dijo mientras acariciaba mi barbilla-

En ese momento me besó. ¿Mi hermano gemelo me estaba seduciendo? Sí que estaba mal… Lo amo, nunca se lo quise decir, pero esto es demasiado…

Se alejó, y buscó algo, no sé que, ya que estaban vendados mis ojos.

- Hermanito… -Dijo con voz pervertida-

- ¿V-vas a desatarme?

Entonces siento un estruendo y un terrible dolor que azota a mi espalda… Mi hermano estaba dándome latigazos. ¿Es a caso un sádico? Mi hermano estaba abusando de mí… Pero yo lo amo, ¿está bien que me deje entonces…?

- Te sacaré ahora la venda de los ojos hermanito hermoso…

Yo no podía hablar del dolor, pero al sacarme la venda lo pude ver: Fred estaba mirándome con ojos de pervertido, como violándome con la mirada… Tenía una sensación de calor, pero me dolía demasiado. Se acercó a mí y lameteó mi oreja.

- Hoy eres todo mío, George Weasley. – Dijo mientras acariciaba mi rojo pelo-

- Fr-Fred… - Dije tímidamente mientras deseaba que sus cálidos labios me tocaran-

- Eres mi víctima hoy.

Me besó apasionadamente, metiendo su lengua en mi tímida boca. Ni siquiera me había molestado que me dijera “su víctima”. Al sacar su boca de la mía, me dio media vuelta y pude observar mi cuerpo: tenía algunas prendas de cuero negro y las manos y pies atados con cintas, también de cuero. ¿Cuándo me había puesto todo eso? De ahora en adelante creeré que tengo un sueño pesado…

Me dijo que me acomodara para que él pudiera jugar conmigo. Asumí que lo que quería era tener relaciones. Y no, no estaba equivocado. Ni siquiera me preparó, introdujo su miembro en mí salvajemente sin piedad, lo que hizo que gimiera lo suficientemente fuerte como para que todo Hogwart se enterase.

Estábamos sudando mucho, podía sentir como las pequeñas gotas de su cara caían en mí. Dejaba salir pequeños gemidos a cada ‘caricia’, y tenía miedo de que alguien nos escuchara, después de todo, estábamos en pleno Hogwarts. Rebalsaba de placer, y creo que mi gemelo también disfrutaba del hecho…

Terminamos lo que anteriormente hacíamos y comenzamos a hablar.

- Tengo un hermanito muy sexy y violable –Dijo mientras acariciaba mi rojizo pelo-

- Idiota, no me hagas ruborizarme –Le dije-

- Y cuándo me ibas a decir que me amabas, ¿eh? –Dijo mirando mis ojos-

- Si ya lo sabías, ¿por qué debería decírtelo…?

Me miró como ofendido, y yo sabía que no debería haber dicho eso. Tomó mis muñecas de una manera muy violenta, y me estampó a la mesa. Agarró unas cintas de cuero y me ató a ella. Agarró su látigo y comenzó a ‘castigarme’ con él.
- ¡¿Me amas o no, joder?! –Dijo de una manera un poco aterradora-

- T- Te… ¡¡TE AMO FRED!!

Él se calmó, y yo no podía creer lo que le estaba diciendo. ¿Le acababa de confesar mi amor a mi propio hermano? ¡¿A MI HERMANO?! ¿Por qué es que estoy enamorado de mi sangre? Creo que soy un idiota…

Desató mi cuerpo y se encimó para besarme. Pronto su lengua se fue moviendo, dejando un camino desde mi boca hasta mi estómago. Me estaba inundando de placer otra vez al juguetear con mi miembro ya bastante duro. Maldito hermano, ¡¿No ves que esto está mal?! Somos la misma sangre, prácticamente la misma persona, y esto es algo… Algo prohibido...

Ya estaba a punto de amanecer. Fred me desató del todo, pero tenía serias marcas en todo mi cuerpo, por culpa del látigo y claro, las típicas marcas del sexo, así que me preocupé en cubrir todas y cada una de ellas.

Durante todo el día me miraba como recordando lo que había pasado. Realmente me sorprende que nadie nos escuchara, pero era lo que menos me importaba ahora. Cada vez que estábamos solos, sin nadie cerca, Fred me besaba, lo que hacía que yo me ruborizara como todo un idiota. Oh, realmente lo amo… Pero ésta es una relación muy extraña. Cada vez que nos castigaban, teníamos, o mejor dicho yo tenía, una intensa sención de sadismo. Probábamos distintas poses, ataduras, y ropa, claro en mí. Siempre que recuerdo esos ojos de pervertido y ese pelo rojo pegado a la piel por el sudor, me hacen endurecer y querer estar al lado de mi tan amado hermano para sentir su calor. Nunca pude entender porqué tenemos esos sentimientos el uno por el otro, después de todo, somos hermanos, y más aún, hombres… Esperen, ¿eso realmente importa? Somos hombres, ¿y qué…? Me preocupaba más el hecho de ser familia directa…

Pero lo amo, lo amo desde que somos pequeños, porque él es mi otra mitad. Nunca podría vivir sin mi Fred. Y ahora lo amo más que nunca, aunque sea su ‘víctima’. Tal vez el hecho de que sea su víctima era lo que me gustaba. No me importaba realmente lo que me hacía. Creo que mi hermano me había convertido en un verdadero Masoquista.

Beloved... Or Loveless© - Derechos Reservados


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).