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: : : Kinō : : : por Bluemelina

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Notas del fanfic:

PERSONAJES DEL AUTOR MASASHI KISHIMOTO....

YO SOLO LOS TOME PARA REALIZAR MI HISTORIA...

Notas del capitulo:

TEXTO EN CURSIVA SE REFIERE AL PASADO

TEXTO NORMAL ES RELEVANTE AL PRESENTE

Capitulo I

 

 

Aquel edificio era imponente, pensó el hombre al entrar en él, era, como pensaba que sería cualquier Tribunal, la gente pasaba a su lado sin tomar en cuanta más que sus propios problemas, se sentía mucho frío, no solo por el clima imperante en el ambiente, sino también por la falta de calidez de las mismas personas que ahí se encontraban.

 

Subió los escalones que se le hicieron interminables, aquel doncel se veía cansado, pero no físicamente, en sus azules ojos se pintaba una gran tristeza, una nostalgia, un abandono.

 

Llegó hasta el lugar que le correspondía, donde le habían citado, era la segunda vez que se presentaba en aquella sala, siempre con la esperanza de que toda tortura terminara, con la esperanza de poder darle un fin ya a su  problema, con el anhelo de que esta pesadilla no se estuviera repitiendo.

 

Había llegado con demasiada anticipación, se dijo al mirar el reloj que estaba arriba de la entrada que significaba desdicha.

 

Un Juez, dos abogados, dos personas involucradas en un problema, que parecía irónico que una de ellas fuera capaz de solucionarlo, un inconveniente al cual por más vueltas que él daba no encontraba ninguna solución, no parecía haber marcha atrás.

 

Sentía ahogarse en aquel lugar, se dirigió el rubio hacía una ventana que estaba un poco abierta, trató de aspirar un poco de aire, pero ese aire era también tan denso, aunque se sintió un poco mejor.

 

Su mente lo traicionó llevándolo seis años atrás…

 

Justamente cuando lo conoció, ambos cursaban la secundaria en el mejor colegio de la ciudad de Tokio, lugar de nacimiento de los dos; Uzumaki Naruto hermoso doncel de complexión mediana pequeña, con un cabello rubio como los rayos del sol, unos bellos y expresivos ojos azules como el cielo cursaba el tercero y ultimo año de La Academia Real de Tokio. Naruto era huérfano desde los siete años, solo contaba con su madre Uzumaki Kushina, pero esta murió de una extraña enfermedad y Naruto se fue a vivir con sus abuelos, quienes pertenecían a una de las más acaudaladas y adineradas familias del país. Solo que Naruto fue el resultado de la relación que tuvo su madre con un humilde empleado y por consecuencia estos no aprobaban que su única hija se hubiera “enredado” con un simple sirviente por lo que Kushina huyó de su casa cuando se enteró que había quedado embarazada de Namikaze Minato, pero antes de que él se enterara de que iba a ser padre, murió extrañamente en un accidente automovilístico.

 

Así que a partir de la muerte de Kushina, Naruto fue reincorporado a su familia pero como tenía que seguir los protocolos tradicionales de Los Uzumaki, el chico fue inscrito desde los ocho años al mejor colegio de la ciudad.

 Y es ahí donde conoció a Uchiha Sasuke; un guapo varón de estatura alta, de cuerpo atlético ya que él era amante de la equitación, de tez muy blanca tal marfil, cabello negro azabache al igual que sus ojos, un poco rasgados, pero lo que más caracterizaba al moreno era su actitud tan gallarda y algo altanera por así decirlo; y como no si Sasuke era el heredero del duque Uchiha Fugaku, un aristócrata muy apegado a los asuntos de la realeza de Japón, hombre respetado por muchos, de actitud fría y claro era el principal benefactor del colegio donde cursaba su hijo menor ya que su primogénito, Itachi había muerto de una enfermedad a la edad que actualmente tiene Sasuke 17 años.

 

Cuando se conocieron, ambos tomaban clases juntos, en ese mismo colegio aparte de admitir varones y donceles, también eran aceptadas las mujeres y obviamente Sasuke contaba con un sequito de seguidoras, entre ellas una guapa pelirroja pero frívola y envidiosa jovencita de nombre Karin; quien se  pasaba el día insultando a los donceles y entre ellos era Naruto. Karin disfrutaba humillarlo ya que su familia conocía de sobra a la familia Uzumaki y por ende sabía la verdadera historia del rubio doncel.

 

Al principio la relación de los dos chicos no era muy buena que digamos, pero poco a poco cedieron a sus insultos y de ello nació una buena amistad que sin darse cuenta ambos estaban tan involucrados uno del otro que ese compañerismo había pasado a la atracción física que sentían.

 

Desde entonces Naruto atesoró todos y cada uno de los momentos en que podían estar juntos, recordó con un placer interno y se dio la oportunidad de poder sonreír cuando recordó el primer beso que se dieron.

 

Ahora se reprochó haberle correspondido con un par de golpes en el rostro del azabache, nuevamente su moreno rostro se volvió a poner serio, continuaron sus recuerdos hasta aquella fatídica noche en que Karin junto con sus cómplices les fabricaron una traición que obligaría a Sasuke a tomar decisiones que les cambiarían sus vidas ya que por la reputación del prestigiado colegio, la situación en que los habían encontrado, se entendía como un acto de deshonra extrema.

 

Nunca imaginó que él decidiera abandonarlo aquel día, dejándolo en el colegio mientras él tomaba un camino distinto, no, no era justo, así que en cuanto lo sacaron del lugar donde lo habían mantenido castigado y sin darle más explicaciones, lo condujeron a su habitación confinándolo a permanecer encerrado por una semana.

 

Se había sentido más tranquilo en su habitación en el ala oeste que comprendía el dormitorio de los donceles, pero al mirar hacía la ventana de la zona que le interesaba, la de los varones, le extrañó que estuviese a oscuras, mientras los demás cuartos estaban iluminados, así que no lo pensó y se dirigió como siempre, siguiendo el camino por los árboles hasta la habitación de él… necesitaba verlo, ahora todo se había convertido para el rubio en una necesidad…

 

Al llegar ahí, entrar, llamarlo y no haber recibido respuesta de nadie, no le extrañó por el momento, pero unos papeles que accidentalmente se cayeron, dejaron al descubierto una carta dirigida a él, que al leer su contenido, sintió una desesperación… ¡No, no puede ser! Y no lo pensó dos veces, saliendo en su busca…

 

Urgió al cochero de que apurara el paso, el hombre fustigaba a su caballo para que pudiera llegar a su destino, ahí el doncel solamente aventó el pago y salió corriendo hacía el muelle, con un gran dolor en el corazón vio que el barco comenzaba a subir la barandilla por donde los pasajeros habían abordado.

 

Comenzó a gritar con desesperación el nombre de él, gritaba a todo pulmón…

 

Sasuke, arriba del barco escuchó aquel llamado y se asomó ¡Era él, era Naruto! Se dijo y sin pensarlo impidió que la barandilla fuera retirada, dando oportunidad a que el rubio subiera.

 

Su pensamiento se cortó ahí, mientras varias personas pasaban a su lado hablando por todo lo alto, como si su problema fuera el fin del mundo, haciendo que todas las personas que estaban alrededor los voltearan a ver, el ojiazul no fue la excepción y los siguió con la mirada distrayéndose por el momento.

 

Pero nuevamente al voltear a ver el reloj se dio cuenta que faltaba aún mucho tiempo para su cita, por fortuna miró a su alrededor, se había desocupado una silla que para más suerte, estaba cerca de una ventana, se sentó y nuevamente volvió a perderse en su recuerdo…

 

Él lo recibió con un gozo enorme en su pecho, lo habían logrado subir al barco el cual continuó su marcha.

 

-      No es posible que el joven doncel viaje con nosotros… - decía la voz del capitán a los dos jóvenes.

 

-      ¡Por favor señor!… - suplicó Naruto.

 

-      Puedo darle esto a cambio – dijo Sasuke ofreciendo su reloj.

 

-      Es que no es eso… no hay camarotes disponibles – les contestó al ver tan desesperados a aquellos jóvenes

 

-      No hay problema, puede quedarse en el mío… - contestó el moreno.

 

-      Pero… - el capitán iba a replicar, era inadmisible que ellos compartieran la habitación.

 

-      No, no me ha entendido… yo dormiré en algún lado de la cubierta… - comenzó a decir el Uchiha.

 

-      ¡Ah no! No puedo permitirlo… - se escuchó la voz del Uzumaki.

 

-      Es que es lo más conveniente dobe… - le contestó.

 

-      Si tú duermes en la cubierta sufrirás del frío y podrías enfermarte… no, no lo permitiré…

 

-      Pero Naruto…

 

-      ¡Si tú lo haces, yo me quedaré contigo también!

 

-      ¡No, no puedes!

 

Comenzó una discusión, la cual fue callada por el capitán del barco y comenzó a explicarle al Uzumaki el por qué un hombre no podía quedarse junto con un doncel en una habitación, ya que tenía que cuidarse su reputación.

 

-      Aunque hay una solución… - dijo tentativamente al ver que el rubio no aceptaba la solución.

 

-      ¿En verdad, cuál es? – preguntó.

 

-      Creo hijo, que tú sabes a qué me refiero… sería la única manera de que podrías evitar las habladurías… - le tocó el hombro a Sasuke quien lo miró y sin decir palabra alguna asintió – bien… cuando estén listos me avisas… - y se alejó dirigiéndose al área de los comandos del barco.

 

-      ¿Qué es lo que ocurrió Teme? No lo entiendo…

 

-      Ven dobe… - lo tomó de la mano, llevándolo hasta la habitación, sin hablarle en todo el camino.

 

-      ¡Vamos Sasuke, dime que es lo que quiso decir el capitán! – le urgió el menor.

 

-      La única solución posible a la que pudiéramos salir airosos y no perjudicar tu reputación sería… - Sasuke lo miró, no sabía cómo comenzar.

 

-      ¡Anda dime, no me tengas en esta desesperación!

 

-      La única manera de poder compartir este lugar sería… que… ¡nos casáramos!

 

-      ¡¡¡Quéee!!!

 

-      Si Naruto…

 

-      Pero…

 

-      Si no, en el primer puerto que anclemos te regresarán a Japón…

 

-      No, no puedo regresar… no sé que podría sucederme… los Uzumaki… - se acercó a una claraboya y miró hacia fuera, el mar estaba en calma, pero en su pecho había incertidumbre.

 

-      Lo sé… usuratonkashi.

 

-      ¿Y tú… que piensas? – preguntó con titubeo

 

-      En que si esa es la solución para que estemos juntos… - Naruto cerró sus ojos, parecía temer lo peor – pues estoy de acuerdo.

 

El menor lo volteó a mirar sorprendido, no lo podía creer, casarse, de aquella manera, a Sasuke no lo veía tan conforme.

 

-      No…- respondió cabizbajo el menor.

 

-      ¿No? – el Uchiha lo miró completamente sorprendido.

 

-      Tu no lo deseas… no puedo obligarte, además, no sé que me sucedió al venir a alcanzarte – bajó sus ojos, no quería que viera su desilusión

 

-      Pero dobe… - él se levantó.

 

-      Yo no quiero obligarte a hacer algo que no deseas, sé que tú ibas a seguir tus sueños y ahora yo… - la voz se le quebró – yo… vine a estropearlos – una lágrima salió.

 

-      No… - la voz de él estaba muy cerca de la del rubio doncel y sintió una mano que tomaba su barbilla y levantaba su rostro  – no es así… yo estaba triste porque te estaba abandonando ¿no lo entiendes? Yo no quería que tú sufrieras por lo que había sucedido… ninguno de los dos éramos culpables de lo que había pasado…

 

-      Pero tú no deseas casarte aún…

 

-      No de esta manera… yo quería ofrecerte algo mejor… una ceremonia con todas las de la ley… - le decía sin dejar de mirarlo – pero siempre he querido estar contigo… y si esta es la forma de que no nos separen de nuevo, pues la acepto gustoso…

 

-      ¡Sasuke! - los ojos de Naruto brillaron y tembló cuando él acercó sus labios y le dio un beso tierno.

 

-      Me gustas, me gustas mucho pequeño dobe revoltoso… quiero estar contigo…

 

-      ¡Oh Teme! – dijo y se aventó a sus brazos.

 

El capitán del barco los casó una mañana en su camarote, habían convenido hacerlo privado para no llamar la atención, ya que por su condición de menores de edad, no le estaba permitido llevar a cabo aquella ceremonia, el matrimonio entre donceles y varones era bien visto, pero era mucho más cuidadoso que entre un varón con una mujer ya que era un acuerdo en donde ambas familias participaban abiertamente, en el caso de ellos, como no había aprobación por parte de los padres o tutores de ambos se optó por esa idea, aunque Sasuke y Naruto habían convenido en decir que si eran mayores de edad para que pudieran casarlos, pero no podían engañar a un hombre tan mayor como lo era el capitán de ese barco y más por la complexión pequeña del joven rubio.

 

Durante el viaje, los jóvenes recién casados estuvieron juntos todo el tiempo, se conocieron más y más, lo único que no hicieron fue consumar su matrimonio, Sasuke no lo presionaba aunque él sentía quemarse por dentro cada vez que lo tenía a su lado, era inevitable que no sintiera nada por el doncel, no solamente sus sentimientos lo habían atraído, sino que cada vez descubría la belleza exterior en él, ver cómo cambiaba cada día, por lo que tenía que aguantar las ganas de hacer algo más que solo besarse y abrazarse, pero lo que si hacían era que cada noche dormían juntos, muy juntos y era una dicha despertar nuevamente juntos.

 

-      Señor Uchiha… - una voz le volvió a interrumpir sus pensamientos nuevamente, Naruto volteó a ver quien le llamaba, era su abogado – ya es la hora…

 

Naruto se levantó de la silla sintiendo una opresión en su pecho y encontró al causante de sentir aquella sensación, a unos metros de él, cerca de la puerta para entrar a la sala donde se llevaría a cabo la audiencia, estaba su esposo ¿Cuánto hacía que no lo veía? ¿Dos meses? Demasiado tiempo…

 

Sentía la mirada de él, su ceño fruncido parecía que estaba ya esculpido en su rostro, que no lo abandonaba nunca, su boca estaba plegada en una línea, su barbilla estaba tensa, y sus ojos, aquellos ojos que tanto lo torturaban desde que lo había conocido, lo miraban con frialdad, con una frialdad que helaba su corazón, tenían unas ojeras haciendo que éstos se vieran más fríos que nunca, había adelgazado, parecía como si no hubiera probado bocado en varios días, él que gustaba de comer a la par de Naruto tantas y tantas golosinas, que le hacía burla cada vez que al rubio se le antojaba un pastel.

 

La mirada de él lo abandonó y se apresuró a meterse a la sala, mientras el menor vio hacia un extremo del pasillo que venían a toda prisa varios reporteros, lo que ocasionó que también fuera llevado hacia adentro por su abogado para evitar comentarios.

 

Y es que la noticia no era para menos, siendo Uchiha Sasuke, el famoso magnate y miembro de la realeza de Japón estaba en una corte donde se ventilaba un problema legal con su esposo.

 

õõõõõõõõõõ

 

 

Nuevamente, dentro de aquella sala que estaba con poca luz, solo la que entraba por la ventana cerrada y gracias a los vidrios, se sentó al lado contrario del de él, de reojo lo miró, su perfil se dibujaba, su boca apretada en una dura línea estaba, era muy complicado definir qué era lo que él podría estar pensando.

 

-      ¡De píe, preside el Juez Saotome!

 

Todos se levantaron y una persona vestida de Toga negra se dirigió a un lugar desde donde podría ver todo, se veía muy impresionante, de cabellos canos y cara estricta, pero parecía de ojos bondadosos, al menos eso pensó Naruto la primera vez que lo conoció.

 

-      Juicio de divorcio… - comenzó a decir el oficial de guardia – Uchiha Sasuke, versus, Uchiha Naruto…

 

-      Muy bien abogados… - se escuchó la voz del Juez – ¿han llegado a algún arreglo con sus clientes?… - preguntó mientras anotaba algo en su escritorio.

 

-      Su Señoría… mi cliente el señor Uchiha Sasuke continúa en la misma posición de demandar el divorcio a su esposo el señor Uchiha Naruto por tener pruebas de que el señor sostiene relaciones con otra persona…

 

-      ¡Protesto su Señoría! – se alzó la voz del abogado de Naruto – al parecer mi colega no me hizo llegar esas pruebas a las que aduce… por lo que solicito tiempo para que pueda refutar las que está interponiendo.

 

-      ¿Es verdad eso abogado? – se dirigió a la parte donde estaba Sasuke.

 

-      Apenas recibí la investigación hace un rato su Señoría… - explicó.

 

-      Ha lugar… - concedió el Juez – nos veremos aquí nuevamente dentro de una semana a las doce del día…

 

Dicho esto, dio unos golpes con su martillo y se levantó, los demás presentes se levantaron también y esperaron de pie hasta que el Juez hubo desaparecido.

 

Naruto solo dio un profundo suspiro de tristeza al ver aquella situación “otra semana” se dijo, y con un sinsabor de boca miró a los abogados que estaban manteniendo una charla e intercambiando documentos, el rubio se dio cuenta que Sasuke se había levantado, lo había vuelto a mirar justo cuando este había dirigido también sus ojos a él, en aquel intercambio de miradas no se supo a ciencia cierta que era lo que estaban transmitiendo.

 

Quizás Naruto vio algo extraño, ya que le pareció ver en los negros ojos del moreno una tristeza que de inmediato cambió a otra de desprecio, la cual caló hondo en el corazón del menor.

 

 

Continuará…

Notas finales:

Hola aquí les dejo el primer capitulo de este fic que salio de ver una película muy muy viejita… es solo la idea nada que ver con eso.. les agradeceré sus comentarios y nos veremos en un par de días… ¿me acompañan?

 


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