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: : : Kinō : : : por Bluemelina

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Notas del capitulo:

HOLA A TODOS... MUCHAS GRACIAS POR SU REVIEWS... FUERON POQUITOS PERO CON ALGO SE EMPIEZA...

 

QUE BUENO QUE LES GUSTO LA OBRA YA HE CONTESTADO LOS COMENTARIOS ME DIO UNA ENORME ALEGRIA AL SABER QUE LES GUSTABA LA HISTORIA...

 

MAÑANA SUBIRE EL TERCER CAPITULO YA ESRA EN PROCESO DE EDICION... ASI QUE ESPERENME..

 

 

 

AHH ESTE CAPITULO TIENE UN LEMMON, DIGO NO ES QUE BRUTO QUE BARBARO PERO ES QUE SOY PESIMA EN ESO CREANME...

 

BUENO QUE LO DISFRUTEN... LOS VEO AL FINAL!!!

 

BAY BAY!!!

 

TEXTO EN CURSIVA SE REFIERE AL PASADO

 

TEXTO NORMAL ES EL PRESENTE

 

 

CAPITULO II

***

 

 

õõõõõõõõõõ

 

 

Llegó Naruto a su casa, cerró la puerta detrás de él, quitándose el abrigo y colgándolo en un perchero, con paso cansado se dirigió hacia las escaleras, aquella audiencia en la corte había sido muy cansada, y regresó solo a su casa después de que ésta terminara, no se dio cuenta por donde se había alejado Sasuke, entonces fue interceptado por el mayordomo.

 

 –Naruto-san -le dijo suavemente el hombre, como si también él sintiera el dolor que había en su patrón – le llaman por teléfono… - Naruto lo miró con interrogación – es… es Uchiha-san…

 

El rubio abrió sorprendido los ojos y un nudo le oprimió el pecho al saber que era él quien estaba llamando.

 

-      Si... – dijo tomando el auricular en el estudio, donde él tantas veces se encontraba estudiando algún contrato o cosas de la oficina, esta habitación tenía incluso una terraza que siempre abría para que entrara el aire y la luz.

 

-      ¿Naruto? – aquella voz, cuántas veces no la había tenido murmurándole palabras de amor, cerró sus ojos, le dolía solamente escucharlo - ¿Me estás prestando atención?

 

-      ¿Eh? Si… - no había escuchado lo que le había dicho inicialmente – suminasen… es que no te había escuchado muy bien…

 

-      Te decía que pasaré a recoger a mis hijos para llevarlos a casa de mi madre… por favor necesito que los tengas listos… aunque ya le avisé antes a Ino que los preparara…

 

-      Está bien… - la voz de del joven sonaba triste, desilusionada.

 

Fue toda la plática que tuvieron, pensó el ojiazul viendo el auricular después de que él colgara ¿qué había sucedido? ¿En qué se basaba para decir que tenía pruebas de que sostenía una relación con otro hombre? Pensaba con dolor…

 

¿Cuándo había comenzado a tener ese tipo de desconfianza con él? ¿Acaso no lo conocía lo suficiente como para darse cuenta de que él era un esposo honesto, que jamás voltearía a mirar a otro hombre mientras lo amara a él?

 

Se dirigió a la terraza que estaba abierta como siempre cuando el moreno se encontraba en casa, ahí se sentó en una de las sillas, miraba hacia fuera, nuevamente fue preso de sus recuerdos…

 

 

SEIS AÑOS ANTES…

 

 

El viaje había sido muy tranquilo, divertido, juntos se la habían pasado jugando en cubierta, bailando con la orquesta que llevaba el barco, el capitán había sido muy comprensivo con ellos, les había dicho que los había ayudado porque se respiraba en ellos el amor, pero no cualquier amor… sino aquel que solo se tiene una vez y es para siempre.

 

Noche tras noche, lo que duró la travesía en aquel camarote, había comenzado a sentirse otro ambiente entre ellos, ya que la primera noche, no se habían siquiera acercado, pero sin darse cuenta amanecieron abrazados, Sasuke tenía su cabeza enterrada en el cuello del menor, mientras un brazo lo tenía apresando su cintura.

 

Después, habían comenzado la siguiente noche con los besos, suaves, un poco inocentes, pero poco a poco subían de tono, uno a uno comenzaban a ir más allá, las caricias comenzaban a hacerse más y más atrevidas, pero aún no llegaban a la culminación de su amor.

 

Cuando llegaron a Beijín capital de la Republica China, a Sasuke lo atacó el miedo ¿Cómo resolvería el problema? ¿Dónde pasarían la noche? Esas preguntas lo habían taladrado durante todo el camino desde que habían bajado del barco y no hallaban qué hacer.

 

Naruto notó la incertidumbre de su ahora esposo, entendió que se sentía mal, estaba seguro que él jamás había trabajado antes, claro que no, siendo hijo de un duque japonés, cómo podría trabajar, en qué podría emplearse.

 

Habían caminado varias cuadras desde el muelle, el hambre comenzaba a hacer mella en ellos, el moreno no sabía qué hacer, el doncel igual, había sido una torpeza de su parte no traer nada de dinero.

 

Se detuvieron en un pequeño parquecillo, ahí se sentaron, Naruto en ningún momento se quejó, pensaba el moreno, y se sintió muy mal al no escuchar ninguna queja por parte de su esposo.

 

-      Dobe… - le dijo, el rubio lo miró sonriente, como si con ello lo animara – yo… te pido que me esperes un momento, iré a conseguir algo para que podamos  comer…

 

-      De acuerdo – fue todo lo que le contestó.

 

Lo miró alejarse y cuando se perdió de vista, este ultimo borró su sonrisa, sabía que algo no estaba bien, sabía que se sentía muy mal, muy presionado, había estado mal que él lo hubiera alcanzado… pero cómo dejarlo ir… cómo dejar ir a un pedazo de corazón… sonrió dándose ánimos, necesitaba darle ánimos a él para que no se sintiera mal.

 

Un rato más tarde… Sasuke regresó, traía en sus manos alimentos que comieron con gusto, aunque Naruto se hizo el disimulado y prácticamente sin que se diera cuenta, le dejó la mayor parte de lo que a él le tocaba, lo vio respirar tranquilo, pero sintió ganas de llorar al no verle ya en la muñeca su reloj, Sasuke lo había vendido para poder comprar algo de comer para los dos, necesitaban también pagar un lugar donde vivir.

 

-      Vamos… debemos encontrar un lugar donde dormir – le dijo el moreno levantándose y ofreciendo su mano – cuando venía caminando vi un lugar barato… - el mayor iba platicando muy animado, lo que le llenó de gusto al rubio.

 

Llegaron hasta el lugar donde había platicado, era en uno de los barrios que se veían más pobres que otros, el lugar les fue rentado por una cantidad que a Naruto le pareció muy alta, pero Sasuke pago por un mes, diciéndole que pronto cambiaría su situación y se irían de ese lugar a algo mejor, en aquella habitación solo había una cama desvencijada una pequeña cocina, un baño, todo estaba muy sucio y en no tan buenas condiciones, pero al menos no pasarían frío en la calle.

 

 Justamente ese mismo día, se pusieron los dos manos a la obra y limpiaron el lugar dejándolo habitable, terminaron cansados y se dispusieron a bañarse.

 

El menor después de haberse bañado, estaba lavando su uniforme del colegio y su ropa interior, ya que no había traído más ropa que la que traía puesta, Sasuke le había prestado una de sus camisas, por lo que solamente eso tenía puesto, mientras que debajo no llevaba nada, el moreno salió del baño envuelto en una toalla y lo miró, se veía tan deseable así, su cuerpo, lo observó muy bien, tenía unas suaves y delicadas curvas, sin duda alguna se convertiría en un doncel muy hermoso, pensó.

 

Lo siguió admirando cuando ponía sus ropas a secar y se volteó, sorprendiéndose que él estuviera ahí.

 

-      ¿Cuánto llevas mirando? – preguntó.

 

-      Lo suficiente… te quedó un poco grande mi camisa…

 

-      Si… pero me ayudará, ya que no tengo más ropa… - decía un poco sonrojado el kitsune.

 

-      Mañana te compraré un par de camisas y un pantalón nuevo…

 

-      No te apures – le dijo con voz suave rehuyendo todo el tiempo la mirada de él, ya que sentía un cosquilleo al ver algo en los ojos de Sasuke que no atinaba a descifrar – recuerda que no debemos gastar mucho.

 

-      Pero lo necesitas…

 

-      Después…

 

Pasó junto a él para dirigirse a la cama y poder acomodarla para dormir, cuando sintió que una mano del moreno la ponía en su hombro, Naruto lo miró con una interrogación.

 

-      Teme… - solo dijo.

 

El Uchiha lo miraba con una mirada extraña, Naruto no lo entendía, los negros ojos de Sasuke estaban mucho más intensos, pero extrañamente no temía, sentía que éstos lo atraían irremediablemente jalándolo a un abismo que él aceptaba sumergirse.

 

Sin saberlo, pronto los labios de ambos estaban juntos, Sasuke primeramente comenzó a besarlo con suavidad, con ternura, pero el menor comenzó también a corresponder, el azabache lo sintió y pareció su sangre comenzar a arder, Sasuke lógicamente sabía lo que haría, no era del todo ignorante, pero él sabía que el rubio solamente había recibido su primer beso por parte de él, sabía que su esposo era sumamente inocente y que los únicos labios que lo habían besado y la besarían después, serían los de él, lo que hacía enardecerle aún más la sangre.

 

Las manos del mayor tomaban el rostro del kitsune, quien con timidez subió las suyas hacía la cintura de este, sintió la piel de Sasuke, que aunque había terminado de bañarse no estaba fría, le sorprendió al ojiazul sentirla tibia, cálida.

 

Uchiha acarició suavemente el rostro de su esposo sin dejar de besarlo, quitó de su frente parte de su flequillo y comenzar a besar su rubio cabello, las manos del mayor jalaban suavemente el cabello del ojiazul haciendo que pudiera estar a su disposición su cuello y empezar a besarlo, bajó sus labios lentamente sobre este, dejando un leve camino de besos, pronto dejó su cabello y dirigió sus manos hacia el botón de la camisa que portaba Naruto.

 

Él tembló al sentir donde dirigía ahora sus manos Sasuke, quien poco a poco comenzó a desabrochar y dejar al descubierto su pecho que jamás creyó fuera tan hermoso, de color olivo y libre de vello ya que por ser doncel carecían de vellos en su cuerpo, muy diferente al pecho de un varón,  bajó la camisa para dejar al descubierto sus hombros y encontrar con placer una piel ligeramente bronceada que parecía tostadita, se maravilló al mirarlo a sus azules ojos y encontrar que éstos se habían oscurecido de tal manera que jamás creyó verlos un día, había creído que quizás tendría miedo, pero no, encontró que también estaba mirándolo, que también estaba excitado al igual que él.

 

Pronto Naruto estuvo desnudo de la cintura para arriba, Sasuke volvió a besarlo a los labios sin dejar de mirarlo, quería sin saber por qué ver lo que el rubio estaba sintiendo, las emociones que estaba teniendo, quitó la prenda que aún estaba cubriendo parte de su cuerpo, no pudo resistir más, sintió que algo explotaba por dentro en él al mirar a aquel pequeño ángel, con suavidad lo hizo recostarse en la cama y él se despojó de lo único que tapaba su emoción que no lograba contener más.

 

Le acariciaba con suavidad todo el cuerpo, lo besaba como si él fuera algo tan frágil, lo sentía temblar con cada caricia que le daba, lo sentía estremecer con cada beso que le prodigaba, con lentitud y con cuidado bajó su mano hasta la cadera del menor donde estaba ya erguido su miembro, con su mano comenzó a acariciarlo haciendo lo mismo con sus testículos, Naruto gimió al sentir la mano de Sasuke envolver su pene pero mas fue su sorpresa al sentir como la húmeda cavidad de su marido saboreaba con exquisitez su hombría, sin duda alguna el enorme placer que estaba sintiendo en esos momentos era tan excitante y se lo  estaba entregando su marido, Sasuke al sentir las contracciones del menor comenzó a succionar con más fuerza hasta lograr que se corriera dentro de su boca y beberse toda su esencia.

 

Un poco de la esencia del rubio había sobre su pene que aún se encontraba erguido  lo que hizo que el ojinegro la usara para empezar a lubricar su entrada, al sentir que ya estaba húmeda y lista acomodo nuevamente al rubio debajo suyo y nuevamente le besaba el rostro y acariciaba su miembro.

 

Naruto sentía con un nudo en su garganta los movimientos de su marido, su mente se nublaba impidiéndole pensar nada más que lo que estaba haciéndole sentir Sasuke.

 

-      Naruto… - dijo su nombre con voz enronquecida, él lo miró – no quiero hacerte daño…

 

-      Nunca me lo podrías hacer… - le contestó

 

Entonces el mayor se puso al fin encima de él, abrió sus piernas y con suavidad se fue acercando más y más a su entrada que parecía estar esperando su llegada.

 

El ojiazul sintió aquella dureza y primeramente se tensó, y lo miró, sus ojos encontraron los de él, y se relajó, Sasuke poco a poco dejó caerse en el cuerpo del rubio, no dejaba de mirarlo… Naruto cerró sus ojos, mientras sus manos agarraban con fuerza la sabana de la cama al sentir aquel dolor, pero conforme el dolor iba cediendo, sus manos se iban relajando y lo que antes le había provocado dolor, ahora se estaba convirtiendo en un placer, ya que el moreno estaba siendo sumamente cuidadoso.

 

Pero lo que el menor no sabía era que Sasuke se estaba controlando, ya que lo llenaba de placer al ver las emociones que su esposo estaba teniendo, disfrutaba verlo sentir, disfrutaba ver como sus ojos transmitían el placer que estaba sintiendo, pero al mismo tiempo, se sintió culpable por el dolor que le provocó al principio y se prometió a si mismo que compensaría lo que había sentido al principio.

 

Pasado el primer escozor que sintió Uzumaki, lo demás se convirtió en algo sin igual, primero los movimientos del ojinegro fueron suaves, después fueron más y más fuertes, más apasionantes, no dejaba de besarlo, Naruto correspondía a lo que él le pedía, incluso se maravilló Sasuke al notar lo apasionado que era su esposo al exigir más de él.

 

Juntos se hicieron uno, juntos alcanzaron el cielo, juntos llegaron al clímax, juntos, cansados, sin dejar de besarse, sus almas eran una sola.

 

õõõõõõõõõõ

 

 

Aquel amanecer fue distinto al de los demás, porque al fin habían consumado su amor, estaban uno en brazos del otro, el rostro de Sasuke escondido en el cuello de Naruto, mientras lo tenía aprisionado con sus brazos, el menor, había despertado desde antes y estaba sintiendo aquel cuerpo tan calido de su esposo, acariciaba los oscuros cabellos de él, no podía creer que apenas hace unos días estaban en el colegio, y ahora eran marido y esposo, ahora conocía lo que era hacer el amor.

 

Sentía amar con todas las fuerzas de su alma a aquel varón aún, pero a pesar de todo, la incertidumbre de un futuro lo asustaba.

 

Con suavidad, cuidando de no despertarlo, se levantó, Sasuke sintió cuando se había quitado de su abrazo, abrió sus ojos y alcanzó a ver la divinidad del cuerpo del rubio  dirigirse al baño.

 

Se estiró en la cama cuando cerró la puerta detrás de él, una sonrisa se pintó en su rostro.

 

-      ¡Oh! Pensé que dormías aún… - escuchó su dulce voz.

 

-      Me sentí solo… - le sonrió

 

-      Prepararé el desayuno – dijo

 

-      No… ven… - Naruto se acercó a la cama, vestido aún con la camisa de su marido, la jaló haciendo que cayera encima de él

 

-      ¡Oye! – él no contestó nada y comenzó a besarlo - ¡estás loco! – dijo sonriéndole – debemos levantarnos…

 

-      No… aún no… quiero estar nuevamente contigo… tenerte nuevamente… sentirme dentro de ti…

 

-      ¡Temeee! – le contestó sonrojado.

 

-      Mmmm… - lo besaba y con un movimiento lo puso bajo de él y sin dejar de besarlo comenzó nuevamente a quitarle la camisa.

 

Aquel día nadie los vio salir de la habitación, todo el día se amaron hasta el cansancio, haciendo el amor, conociéndose más y más.

 

Ya más tarde comieron solamente algo, ya que las ansias de amarse eran más fuertes que el hambre que pudieran sentir.

 

õõõõõõõõõõ

 

 

La noche había caído, Sasuke miraba dormir a su esposo, jamás había pensado que llegaría a amarlo de aquella forma.

 

Tres días habían pasado desde el momento en que lo hizo suyo, salían a pasear y regresaban para poder seguirse amando, la necesidad que sentían de estar juntos era más grande que otras cosas. Pero Sasuke también al igual que Naruto lo había pensado, el dinero iba a empezar a escasear, necesitaba encontrar trabajo lo más pronto posible, no podía soportar mirarlo todos los días lavar la única por no tener más, aunque para el mirarlo usar su camisa no tenía comparación, pensó con una sonrisa, pero tampoco podía permitir que su kitsune pasara tales necesidades, así que a partir de mañana tendría que comenzar a buscar un trabajo.

 

õõõõõõõõõõ

 

Al siguiente día, Naruto movió un brazo para tratar de tocar el cuerpo cálido de Sasuke, pero no lo encontró, abrió sus ojos y miró alrededor del cuarto, estaba vacío, encontró una nota en la mesa que servía para todo.

 

Dobe:

 

Salí a buscar trabajo, espero tener la suerte de regresar y darte la buena noticia, te quiero.

Sasuke. 

 

-      Teme… - lo pronunció como un suspiro

 

Sin entender por qué, se sentía triste, miró el cuarto, no tenían casi nada, pero tenía que ser fuerte, tenía que darle ánimos a él, tampoco podía quedarse sentado esperando a que él regresara con dinero, tenía que ayudarlo.

 

Así que se vistió y salió más tarde, esperando también tener suerte y encontrar algo.

 

õõõõõõõõõõ

 

 

Regresó por la tarde, le dolían los pies, tenía hambre, había recorrido varios lugares, pero no encontró nada.

 

Abrió la puerta y se sorprendió al encontrar dentro del departamento al moreno, que parecía estar esperándolo, pero lo que no entendió fue la mirada que éste tenía.

 

-      Hola… - saludó.

 

-      ¿Dónde estabas? – le preguntó serio.

 

-      Yo… salí a buscar trabajo… - explicó

 

-      ¡Por poco y me vuelvo loco por llegar y no encontrarte! – lo tomó de los brazos, estaba molesto.

 

-      Pero…

 

-      ¡Tú no conoces la ciudad, este lugar está muy peligroso para que tú andes solo! ¡te pudo suceder algo!

 

-      Pero es que no me pasó nada… ¿por qué te pones así? – Naruto no lo entendía.

 

-      ¿Es que acaso no te has dado cuenta que vivimos en un lugar muy inseguro? Salgo y hay personas que son mal vivientes, no sé en qué estaba pensando al venir a vivir en este barrio… - lo soltó, se veía realmente enojado – solo de pensar que pueda sucederte algo…

 

-      No te preocupes… sé cuidarme…

 

-      ¿Si? ¿crees que podrás cuidarte? ¿Acaso no recuerdas cuando te salvé del animal de Suigetsu? – El rubio sintió el recuerdo – ¿esta vez cómo te salvaría? Te podrían hacer un daño inimaginable Naruto… y no lo soportaría – lo abrazó – prométeme que no saldrás solo…

 

-      ¡Pero tengo que ayudarte!

 

-      No… mi deber es ser yo el que tenga que traer lo necesario…

 

-      Sasuke…

 

-      Por favor Usuratonkashi…

 

-      De acuerdo…

 

Comenzó a besarlo, pero estos besos eran desesperados, pareciera como si le hubiese pasado algo al menor  y no pudiera haberle ayudado, sus besos se los dio hasta que lo miró que sus labios estaban completamente rojos de la manera en que lo besó.

 

Igual, aquella noche le hizo el amor de una manera desesperada y demandante, como si quisiera él dejar en claro que Naruto era sólo de él, como si quisiera impregnarle una huella que hiciera saber a todo el mundo que solo él era su dueño.

 

õõõõõõõõõõ

 

 

Y así, pasaron los días, Sasuke no encontraba un trabajo, el dinero ya se había terminado y lo que había habido de comer no aguantaría más que dos días, pero lo que el moreno no se había dado cuenta era que el ojiazul, iba adelgazando cada vez más porque comía muy poco, dejándole a él la mayor parte.

 

Pero los problemas no solo no permitían ver a Sasuke lo que  estaba pasando, sino que él mismo su carácter parecía sumirlo más y más en un silencio que a veces Naruto no quería traspasar, lo miraba mientras creía que él dormía, lo miraba cómo su marido se la pasaba mirando hacia fuera de la ventana con el eterno ceño fruncido.

 

Las lágrimas silenciosas comenzaron a hacerse costumbre para el rubio, a veces no aguantaba el dolor que empezaba a sentir en la boca de su estómago por todos las mal pasadas que estaba teniendo al alimentarse de por si, muy frugalmente.

 

õõõõõõõõõõ

 

 

Una noche, Sasuke aún no llegaba, lo que llenaba de preocupación al menor, lo esperaba, pero parecía que la impaciencia comenzaba a hacer mella en el doncel.

 

Sintió renacer, cuando escuchó la puerta abrirse, era su marido.

 

-      Sasuke… - se acercó – estaba preocupado…

 

-      Ya llegué… - dijo secamente

 

-      Teme… ¿has bebido?

 

-      Alguien me invitó una copa… toma… - sacó unos billetes de su bolsillo.

 

-      Sasuke ¿encontraste trabajo? – le preguntó tratando de sonreír.

 

-      Si a eso que haré le puedes llamar trabajo… - contestó molesto – el menor no contestó, solo lo miró - ¿Qué? – le dijo al voltearlo a mirar.

 

-      Nada – bajó su mirada y comenzó a dirigirse a lo que podía llamarse cocina.

 

-      ¿Ahora estás enojado? Ya traje dinero… es lo que necesitamos… - Naruto no contestó - ¡ah ya sé! Estás molesto porque bebí… sólo fueron… dos o tres copas… ¿acaso no puedo hacerlo? – se acercó hacia el menor.

 

-      No te preocupes – le contestó sonriente, pero en sus ojos se miraban tristes – no estoy molesto… enseguida te serviré la cena… - se volteó – yo ya he cenado…

 

Pero entonces el ruido de algo que se estrelló lo asustó y lo hizo voltearse sorprendido, miró a Sasuke que estaba dándole la espalda, éste había estrellado un vaso.

 

-      ¡¿Crees que soy un tonto?! – no lo miraba, le daba la espalda - ¿Crees que no me doy cuenta que casi no comes…? O ¿crees que soy imbécil y que el uniforme que antes lo llenabas ahora te queda flojo? ¿Y cuando te abrazo en las noches siento diferente tu cuerpo? – lo miró, había realmente enfado en su negra mirada  – no Sasuke no soy estúpido para no darme cuenta lo que estás haciendo… estás dejando de comer para que yo me alimente…

 

-      No, no es así… - trató de suavizar las cosas.

 

-      ¡Claro que si lo es! – se acercó a él y lo abrazó – hoy quería beber, quería embriagarme y olvidarme de todo, pero no pude, pensaba en ti, pensaba en lo que tu estabas haciendo, por eso cuando me ofrecieron este trabajo, no lo pensé… - el rubio sentía el latir de su corazón al tener pegada su cabeza a su pecho - ¿sabes lo qué haré? Voy a limpiar una taberna… barreré y trapearé… lavaré baños donde hombres briagos hacen sus porquerías… - miró el rostro del ojiazul que estaba triste – no me importa lo que haré ¿y sabes por qué? Porque no soporto verte así, no soporto ver que tú estás sufriendo…

 

-      Sasuke… yo puedo ayudarte…

 

-      No Dobe… no quiero arriesgarte a que te pueda suceder algo, a que te falten el respeto… o peor aún, te dañen… - con una mano le tomó su barbilla haciendo que él lo mirara – eres para mi lo más especial que pude haber tenido – acercó sus labios a los del menor – te amo pequeño kitsune…

 

-      Y yo a ti…

 

Esa noche toda la ración que había preparado Naruto para que pudieran comer, la dividió el azabache en partes iguales, procurando que el doncel comiera un poco más.

 

Más tarde, el Uzumaki miraba al techo mientras sentía la cabeza de Sasuke en su pecho, le acariciaba su cabello, éste se había quedado dormido después de haberle hecho el amor con toda la intensidad que podía darle, nuevamente le había hecho olvidar por un momento la situación que estaban viviendo.

 

Una lágrima silenciosa salió de sus azules ojos, sabía que no era justo que él estuviera trabajando como mozo en ese lugar, sabía que estaba truncando sus sueños, el cual era ser un gran profesionista, y con decisión se dijo, a pesar de que su marido se opusiera, saldría todos los días a buscar trabajo, para que Sasuke pudiera cumplir su sueño.

 

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

óóóóó Bueno, parece que el sobrevivir para dos jóvenes que apenas comienzan un capitulo en su vida no es tan fácil, creo que para todos así ha sido, a veces no es tan fácil salir adelante, y los sacrificios tienen que hacerse para el bien de otro ¿acaso alguien no lo ha hecho? Más si es la persona que más te importa en la vida…

MUCHAS GRACIAS POR LEER Y NOS VEMOS MAÑANA O HOY EN LA TARDE... BAY BAY!!!!

 

 


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