Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Muñecas rotas por ElMundodelalala

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pues la verdad es que intente reescribirlo pero no hubo manera, me gusta mas como esta, si es confuso y un poco fuera de lo comun escribir en tercea persona, pero no hubo manera de cambiar esto, eso si espero les guste como quedo, sobre todo que al repasar el fic me inspiere, pues me dije esto no puede acabar asi, asi como buena fan del romanticismo que soy, no pude evitar de dar un toque de esperanza, sobre todo en la parte cuatro del fis, donde ademas de un pequeño pov por parte de Akira chan, esta la tan esperda confrontacion que dara fin a todo el conflicto, espero que les guste el fic

Muñecas rotas






Capitulo 1: A los ojos de Iruka


La cabecera golpeaba la pared, una y otra vez, acompasando cada embestida que su cuerpo recibía, el solo derrumbado en la cama intentaba deshacerse de las cuerdas que lo mantenían atado a la merced de quien ultrajaba su cuerpo, nunca se imagino acabar así, pero ahí estaba, ahí estaban, los dos, la persona que había aprendido a confiar, valorar, amar, pero ahí estaban, con las muñecas rotas luego de una pelea por los celos del otro, que para su mala suerte acababa de volver de una misión de rango S, y no se hallaba en su sano juicio, sabia que al acabar el otro no se atrevería a mirarlo , escuchaba sus gemidos, roncos y profundos, así como también el ruido que hacia su carne siendo traspasada por el otro, su interior sangraba, pero mas lo hacia su alma.


Como podía ser que una noche de copas con los amigos, que intentaban calmarlo por la larga ausencia del peliplata acabase así, con la impredecible aparición del otro que no mas verlo, lo tomo de las muñecas con tanta fuerza que las rompió en el acto, el acallo el grito que amenazaba salir de su garganta, mas no pudo evitar la mirada dolida que les dio a sus camaradas, mas no pudo decir nada pues era prácticamente arrastrado por el otro atreves del bar, la aldea, y su orgullo.


No dijo nada, cuando el otro lo tiro al suelo y le arranco la ropa, mas rogo cuando vio la mirada vacía de emociones que le mostraba su pareja, esto iba a destruirlos, como maldijo a la Hokage por haberlo enviado a esa misión, pero que sabia ella de sus vidas, que sabia que Kakashi odiaba con toda su alma ser un asesino sanguinario, y que prácticamente olvidaba su existencia para cumplir con sus mandatos, y que luego el tendría que recoger los pedazos e intentar juntarlos, que sabia.


Cuando entro en el con fuerza, desgarrándolo, partiéndolo en dos, supo que tenia que parar, mas también sabia que ya era tarde, mas aun así intento hacerlo y juntando fuerzas intento forcejear mas  lo único que logro fue un golpe en la mandíbula, que lo dejo en shock pues  el jamás había sido tratado de ese modo por el peliplata, lo que permitió al ninja enloquecido atarlo con el hitai ate detrás de la espalda, luego todo fue teñido de rojo, a lo menos en los recuerdos del chunin así se veían, todo acabo luego de la saciedad del otro, al sentir la esencia del espantapájaros dentro suyo es como si algo hiciera clik y volviera en si, y lloro, lloro con el alma destrozada a sabiendas de que con esto, todo había acabado, adiós a los años de convivencia, adiós las promesas, los planes, la boda en unas semanas, la futura inserción de un niño en sus vidas y demás, todo había acabado con unas muñecas rotas.


Capitulo 2: A los ojos de Kakashi


No se dio cuenta de nada hasta que sintió su corazón estrujarse, recordó haber sentido celos, unos enfermizos celos, y luego  un ruido doloroso, los huesos de una muñeca destrozada, conocía muy buen el sonido, luego todo empeoro, sintió que tenia que tomar algo, lo que sea, rasgo las ropas, y aventó el cuerpo al suelo, como si fuese el peor de sus enemigos, mas la punzada en el corazón era tan dolorosa que hizo cualquier cosa para dejar de sentirla, así sintió como su cuerpo entraba en el otro, un grito, no de horror, no de temor sino de dolor resonó en su conciencia, que parecía querer reaccionar mas las imágenes de su anterior  misión, y la mezcla del aroma del cuerpo ahora bajo suyo con el de otros, simplemente volvieron su yo interior en el de un animal  tratando de afianzar su territorio, luego hubo un forcejeo, ¿porque se negaba?, ¿porque?, acaso no era suficientemente bueno para el, no, demostraría lo contrario, que nadie seria mejor que él.


 


Su mente le decía átalo a ti, pues no tenia derecho a moverse a negársele, a no quererlo, tomando una hitai ate lo ato, no recordaba muy bien lo que sucedió, solo que su instinto lo dominaba a dominar al otro, a domarlo, a  conseguir lo que deseaba, y ese era el, aquel que siempre le sonreía, aquel que siempre estaba a su lado, aquel con el que se había atrevido a soñar una nueva vida, un futuro que iba a ser coronado en unas semanas con una boda, y luego con la inserción de un nuevo miembro en su familia, si una familia.


¿Porque tenia que acabar?, ¿porque tenia que volverse todo oscuridad?, ¿Porque la maldita Hokage no le mando a otra misión menos traumática?, asesinar a toda un familia, a una familia como iban a formar ellos, todo por que la mujer había cometido la peor de las traiciones, se veía tan amable, tan risueña, con una sonrisa tan parecida a la de su amor, y luego verla de piernas abiertas a cualquiera que ella dispusiese, no pudo con su razón al compararla con su delfín, mas no él no lo haría, pero al volver a Konoha, al verlo reír con aquellos estando el de misión, por varios días, riendo como si el no importara, como si fuese una mota de polvo encima de  su hombro, no, él era suyo, se lo había jurado y se lo iba a recordar al venirse dentro suyo supo que algo hizo.


Click, su mente parecía volver, mas su conciencia le gritaba que no lo hiciera, su alma estaba condenada, y así lo supo cuando al entrar en si luego de la corrida lo vio a él, tendido en el suelo con la mejilla morada y el labio partido, con la ropa rasgada, con las piernas abiertas y con el cuerpo dando espasmos, llorando, la entrada desgarrada choreando semen y sangre, mucha sangre, atado y con las muñecas rotas.


Capitulo3: Recoge los pedazos de tu corazón y sigue caminando


Paso un largo tiempo antes de volverse a ver, pasaron varios meses para que se dirigieran una palabra, mas las muñecas aun vendadas le daban asco, era como si el chunin intentase cubrir de si mismo las marcas que le había dejado, unas marcas que no se hallaban ya en su cuerpo, sino en su alma, mas su razón para hablar en ese entonces fue solo el verlo con el vientre hinchado.


Su corazón se detuvo, así como el de Iruka cuando se entero, Tsunade le dijo que a causa de una enfermedad congénita el bebe estaba en serio peligro, y su embarazo era muy riesgoso mas aun así él iba a arriesgarse, pero sabia que esto podía acabar muy mal, así que quiso decírselo por si algo le pásese, se hiciera cargo el.


La reacción fue espantosa, Kakashi no pudo evitar huir, lejos, donde fuese, causando una crisis en el pobre Umino que tuvo que ser ingresado, luego de aquello Tsunade le prohibió al jounin acercársele a Umino, quien seria enviado a niebla, para que los familiares que aun le quedaban en dicho país pudiesen velar por el bebe que seria el heredero del clan Hatake y del clan Umino, así pasaron varios años hasta que al fin pudo encontrarlos.


Iruka había podido sobrevivir, y el niño que era idéntico al moreno, pero de cabellos plateados; solo se aferro a su madre al ver aquel hombre sombrío, que no paraba de ver las aun vendadas manos de su querida madre... las muñecas rotas que nunca supo porque no sanaban, tal vez había venido a curarlas, tal vez al fin su madre podría volver a sonreír, y tal ves ambos hombres podrían volver a soñar.


 


Capitulo 4: Un nuevo inicio


Pov’s Akira


Ya habían pasado varios meses, casi alcanzando el año, parecía que las cosas mejoraban, mamá habida vuelto  sonreír una noche de otoño, cuando las hojas del cerezo central de nuestro jardín habían caído como lluvia en la cabellera de aquel hombre que siempre me decía que yo era un regalo del cielo, y como yo a veces deseo hacer una tontería para hacer sonreír a la gente, me tome las palabras al pie de la letra y me subí al árbol, para luego saltar de improviso, el escandalo en casa fue tremendo, mamá bueno papá Iruka; pues luego de varias preguntas y ver que el señor Hatake se iba a quedar con nosotros, dijese lo que dijese mamá, pues no le iba a volver a perder, llegue a la conclusión de que ese hombre era mi padre y que mi madre se sentía incomodo cuando le decía mamá enfrente suyo, así que decidí decirles papá Iruka y papá Kakashi, cosa que no le gusto al principio a m… digo a papá Iruka pero en fin, no quería incomodarle, sobre todo porque parecía estar indeciso sobre aceptar de nuevo a papá; mamá digo papá Iruka había intentado ir a mi auxilio, pero fue papá Kakashi que corriendo a medio bañar, llego justo antes de darme un beso con el suelo, caí encima suyo, bañándolo de barro y de pétalos de sakura, fue tan gracioso, sobre todo por que luego le dije que ahora si que era una regalo del cielo.


Desde entonces las risas abundan en casa, pues no pierdo oportunidad para sacárselas.


Fin del pov


Iruka: Te das cuenta de que esta haciendo lo mismo que yo cuando era niño- pregunto al peliplata que desde su llegada había empezado la tradición de curarle las muñecas, en realidad solo cambiaba las vendas, ya que la herida hace mucho había sanado, mas al parecer esta era la manera de Iruka de sobreponerse y olvidar lo que había pasado, de sanar, y Kakashi se lo respetaba, después de todo el aun no podía dormir sin recordar el grito de Iruka cuando le había lastimado, era algo que no  lo dejaba en paz, pero que con el tiempo supo que la única manera de estar en paz era buscarle y retenerlo a su lado, no la fuerza, no con violencia, sino con aquello que le hacia sentir, con todo el amor que le tenia.


Kakashi: Si lo se, pero no pasa nada, con tal de que este ahí para evitar que se lastime- dijo con seguridad, mientras terminaba de vendar la mano izquierda y empezaba con la derecha


Iruka: No siempre estarás ahí, lo sabes no – el peliplata se detuvo ante lo dicho por el castaño que evitaba su mirada viendo hacia la ventana que daba al jardín- Pronto acabara tu descanso, es hora que vuelvas a Konoha- le dijo miándolo con seriedad pero con algo mas en su voz. A pesar de todo no quería que se marchase.


Kakashi: No vas a perdonarme, no – declaro sin apartar la mirada de la muñeca que vendaba


Iruka: No es como si no lo hubiese hecho ya, Kakashi… no quiero tu lastima, ni que te lastimes cada vez que vez mis manos, solo las cubro por que…


Kakashi: No te duele tanto el alma cuando las ves vendadas, así no las recuerdas atadas, ni rotas – alzando la mano beso la muñeca – pero así nunca sanara – viéndolo directo a los ojos poso la otra mano en el pecho del otro- ¿cómo puedo quitar ese dolor?, ¿como puedo estar contigo sin que me veas y recuerdes lo pasado?, me pregunte eso varias veces y sabes que – sonriendo de forma dolida aparto un momento la mirada para darse ánimos a lo que iba a decir- creo que la única forma que conozco es estar aquí contigo, acunarte en mis brazos, y consolarte, y verte y que veas la verdad en mis ojos…


Iruka no dejaba de ver al peliplata después de todo habían sido muchos buenos años, solo ensuciados por aquel incidente, pero le había dolido tanto, no solo eso, sino que luego de marcharse de Konoha no fuese tras el, la ausencia del otro le había lastimado, si bien en Konoha no estaban juntos sabia que estaba ahí, su presencia siempre le daba ánimos, pero cuando se fue no había nada a que retenerse, nada donde buscar calor, apoyo, cariño, nada y entonces se vio solo con los recuerdos de ese horrible día, ver sus muñecas solo le hacían recordar que se habían roto, como su corazón, y por eso las vendaba, intentando que dichas vendas terminen curando su corazón, después de nacer su niño se le hizo natural llevarlas así, pero al llegar el peliplata simplemente todo había vuelto.


Iruka: No digas algo que…


Kakashi: Sabes que es verdad, Te amo, y desearía que no me hubieses amado tanto y me hubieses matado apenas y te rompí las muñecas, desearía que nuestro niño fuese producto de una noche de velas, palabras de amor, y caricias pero no fue así, y no me pienso marchar sabiendo que no eres feliz por ello, si fueses feliz con alguien mas incluso así no fuese yo, me conformaría, pero no, estas aquí solo, lamiéndote las heridas de las cuales el único culpable soy yo, yo y nadie mas… yo… - las lagrimas salían de sus ojos sin conseguir pararlas pero se sentía tan triste al no saber que hacer, él, el famoso ninja copia de los mil jutsus, el genio, no sabia como arreglar su vida.


Iruka: Cállate – arrebatándole su mano al copy ninja, le miro con tal furia que Kakashi pensaba que ahora si que lo había estropeado


Kakashi: Iruka


Iruka: No, no te permito que te digas lo malnacido que fuiste, no te permito recordarme eso, no te permito que te insultes, porque entonces no abra nadie que me haga pensar que tu no eres un desgraciado, y que yo no soy un tonto al quererte a mi lado, aunque sé que eso es imposible


Kakashi: Iruka, tu aun- acercándose le tomo del rostro que se hallaba mojado en lagrimas, viéndose reflejado en esas orbes marrones supo que tal ves no lo había estropeado  todo y que era un maldito hijo de… con mucha suerte.


Iruka: Te amo… te amo, imbécil y te juro que me vas a pagar el hacerme sufrir tanto- abrazándolo con fuerza no pudo ver las lagrimas de felicidad del otro, que lo sujeto con tanta fuerza por temor a perderlo


Kakashi: No me marchare, nunca…


Iruka: Pero Konoha – apartándose por la sorpresa intento buscar la respuesta tan ansiada


Kakashi: Acabo de jubilarme, les dije que ya había cumplido con todo lo que podía, y que iba a buscar mi descanso, si hubieses visto a Naruto cuando se lo dije, pensó que iba a suicidarme, Sakura casi no me deja salir de ahí, pero luego les dije que iba a buscar la parte de mi corazón que había destrozado y que intentaría pegarla con todo el cariño que pudiese – sonrió con tanta sinceridad que Umino no pudo resistirse mas, recordando los buenos tiempos, cuando el otro le traía algún detalle, o le esperaba fuera de la sala de misiones o  la academia, o cuando le había propuesto matrimonio tartamudeando, recordó lo fabuloso que era, las noches despertándose a su lado para ver su rostro dormido, el recuerdo de aquel día era enterrado bajo tantos buenos recuerdos, que no pudo evitar volverle a saltar encima, trayéndose consigo el jarrón de la familia, algo que ahora no importaba ni cuando se lo había advertido a Akira chan


Iruka: Mas te vale que sea cierto Hatake, porque de esta si no te libras, entiendes – el peliplata le aparto de si y con cuidado desato las muñecas y las beso una a una


Kakashi: Nunca


 


 

Notas finales:

espero no les aya sido confuso, no se si escribire una segunda parte, talves, esto no esta cerrado, puede que me vuelva a inspirar, solo que no les liare con otro fic tan resumido, espero que con Espuma me disculpen si hay alguna que no le guste el fic


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).