Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Falling Snow por Eisheth

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Realmente mi primer fanfic .__.

La historia la basé en la canción de "Falling Snow" de Kalafina, tratando de buscar una traducción que me agradara (:

 

Pd.

Los personajes de Kuroshitsuji pertenecen únicamente a Yana Toboso. Esta historia salió de mi imaginación.

Lo he estado observando, una perfección indescriptible digna de un demonio como Sebastian. Me siento incómodo junto a él, sin embargo, al no estar a su lado quedo ansioso de tal forma que se vuelve exasperante. Según un libro que me obsequió Elizabeth, todo aquello son signos de estar enamorado; que tonterías, ¿no?
Si son tonterías no entiendo el porqué de mi enfado al ver a MI mayordomo besándose con ese Shinigami rojizo… Que infantil me siento, ¿cómo es posible que la cabeza de la familia Phantomhive huya de una escena como esa?

El es un demonio que sigue un contrato, sólo está conmigo por mi alma, no por mí.  Si él me dijera “te quiero” únicamente sería a través de una orden. El siquiera pensar en un futuro con él es imposible. No tengo futuro.


Tarde o temprano tendré que regresar a la mansión, mejor ahora antes que la nevada empeore.

 

La nieve cubre la tierra blanca,

haciendo un camino que continúa hacia el cielo...


Que frio. Debí haberlo pensado mejor antes de huir hacia el bosque. Supongo que el paisaje debe verse refinado, una nieve tan perfectamente blanca como la impecable camisa de Sebastian… ¡Demonios! ¿Por qué sigo pensando en él? El no me quiere de esa forma, no por lo que vi…

FLASHBACK

Ciel se encontraba en su despacho revisando unos cuantos documentos, sin embargo, un sonido agudo no dejaba que se concentrara en leer. Tanto por curiosidad como por desesperación  se dirigió hacia el lugar de donde provenía todo ese alboroto. Nunca creyó encontrarse con lo que vería a continuación: Sebastian Michaelis y Grell Sutcliff en el suelo en una posición que haría pensar miles de cosas hasta el más inocente.

Aquella escena lo dejó consternado, no pensó en otra cosa más que en huir, alejarse de esa tormenta de sentimientos que lo abatían en aquel instante. Corrió y corrió tan rápido como pudo, aún sin importarle las posibles consecuencias del asma, se adentró al bosque profundamente y se recostó en un árbol por el cansancio de la carrera. Su respiración se había agitado y accidentalmente dejó caer una lágrima que rodó por su mejilla. En un intento de calmarse, se abrazó a sus rodillas y esperó.

FIN DEL FLASHBACK

 

Con las manos atadas a la espalda, me tocó ver a lo lejos una ilusión...


No puedo reclamar nada, no hay argumentos coherentes para tal acción. No es más que un demonio fingiendo ser un mayordomo, esperando el momento de devorar mi alma. Seguí caminando y una imagen llegó a mis ojos: Sebastian. Sólo estaba parado ahí, mirando a la nada, como si el tiempo se hubiese detenido. La fina nieve cae sobre su traje, sobre su cuerpo, y a él parece no importarle. Tal vez una ilusión, lo veo desvanecerse…

*****

 

-          ¿Bocchan? – Su voz, tan suave y penetrante a la vez. Una dulce tortura para mis oídos.

 

-          ¿Se-Sebastian? – Tenerte cerca de mí, una sensación que no podría explicar.

 

-          Sebas-chan~…. – ¡Esa fastidiosa voz! ¡¿Ese estúpido sigue aquí?! ¡¿Por qué demonios tiene un vulgar disfraz de gato?!

 

-          Grell… Te dije que te vayas, nuestros asuntos ya los hemos hablado, no tienes porque estas en la mansión.

 

-          Pero Sebas-chan, no vez que yo quiero otro tipo de “asuntos” contigo...

 

 

Puedo ver como se abalanza a tus brazos. ¡Ni de loco me quedaré a presenciar otra de esas “escenitas”!. Me salgo de tu agarre y huyo, ¡es lo único que sé hacer bien!

 

Al igual que las horas dentro de una caja…


Una opresión en mi pecho. No estoy seguro de que sea por la carrera hacia la nada o la frustración de no poder enfrentarte.

Dolor. Fatiga. Maldito asma, no puedo respirar…

 

****

-          ¿Bocchan, se encuentra bien?, ¿cómo pudo haber salido sin abrigo con un frío como este? Sabe que en esta temporada su enfermedad corre peligro de empeorar.- Aunque lo intento no puedo verte a los ojos, no puedo enfrentarte. ¿Por qué no te vas con tu querido shinigami y me dejas en paz?

-          Déjame...- Te respondo usando todo el autocontrol que me queda, pues unas lágrimas amenazan con salir y, aun jadeante, me dirijo nuevamente al bosque con tal de alejarme de ti; ya no quiero verte.

 

Un retraso ignorado, ya que es dentro del sueño que se derrite…


-          ¿Bocchan?- Me tomas rápidamente del brazo, me volteas frente a ti y sostienes mi rostro para ver directo a mis ojos.

Ardor… es lo que siento en mis mejillas.

Equilibrio…lo que me falta.

Tú… lo que ansío.

 

Caí sobre ti, aferrándome a tu pecho. No aguanto más y las lágrimas asoman en mis ojos. Me miras extrañado, como si me hubiera roto; y tal vez eso fue lo que pasó.

Tus cálidas manos se posan en mi mejilla y limpian esas perlas saladas. Una sonrisa se curva en tus labios. Has de estar pensando que soy débil, ¿verdad? Incluso yo lo pienso.

Te levantas y me cargas en tus brazos. Caminas hasta el kiosco del jardín.

 

Y mañana podremos caminar hasta la eternidad...

 

Me dejas en la banca y te sientas alado de mí; por mi parte, aún no puedo normalizar mi respiración. Te acercas más a mi rostro y besas mi mejilla… Siento que estas se encienden cada vez más y más, que ridículo.

 

-          ¿Acaso Ciel Phantomhive está celoso?

 

-          ¿Celoso?, ¡Ja! Como si hubiera un porqué.

 

-          Entonces, ¿por qué salió corriendo?

 

-          Tenía cosas que hacer.

 

-          ¿En el bosque?

Un silencio casi sepulcral se hizo presente, no sabía que excusa inventar. Para cuando pude reaccionar, tus labios se habían apoderado de los míos, de una manera dulce y posesiva a la vez. Quise detenerte, pero mis impulsos me llevaron a corresponder ese beso, aún con torpeza, pues era mi primer beso. Lentamente me recostaste en la banca sin alejar el contacto, el beso era cada vez más demandante y empezaba a acostumbrarme a tu ritmo…

 

Los ojos sonriendo suavemente bajo la sombra del paraguas, donde apenas somos los dos...

 

Nos separamos por falta de oxígeno, ¡que envidioso ha de ser para detener algo como eso!

Me miras y sonríes, hago el mismo gesto y lo trato de ocultar desviando la mirada, la nieve aumenta y nosotros aquí, lejos de cualquier persona. Vuelves a besarme y tus manos recorren mi pecho, provocándome un leve estremecimiento que al parecer, no paso desapercibido ante ti.

Nuevamente realizas un recorrido, ahora por todo mi cuerpo levantando la camisa con la que me vestiste esta mañana; siento un cosquilleo bajo el abdomen. Besas, muerdes y lames mi cuello, yo solo evito soltar un gemido arqueándome y dejando mi cabeza caer para atrás.


En la noche, con los signos secretos de una estela suave que puedo ver en la distancia, ahora el mundo es como un pequeño jardín en miniatura...

 

Una estrella fugaz es visible, a pesar de la nevada. Lo único que pude desear es estar así, junto a ti, por siempre…

 Me miras queriendo adivinar mis pensamientos, ahora no me importa nada, ni mi venganza, ni mi apellido, mi orgullo o reputación. Todo es invisible, excepto nosotros dos, envueltos en esta calidez a pesar de los grados bajo cero que nos rodean.

Me sigues tocando mientras beso tu cuello, huele exquisitamente a ti, mis manos se hunden en tu cabellera negra con fuerza, esperando a unirnos más. Tu boca desciende lenta y tortuosamente por mi cuerpo y me sonrojo aún más al pensar en lo que harás a continuación. Desabrochas mi pantalón con tu boca y te diriges a la mía, rozando intencionalmente lo que despierta en mi interior.

-          Se-Sebas…tian… - Siento tus cálidas manos en mi miembro, suavemente presionas y no puedo evitar temblar y gemir. Tu rostro parece complacido por mi reacción y continúas tu labor, jugando conmigo a tu completa disposición…

Dispones de tu boca para darme nuevas sensaciones, aún mejores que las anteriores. Tu lengua se vuelve una excelente arma en este juego del que yo saldré perdedor.


Vamos a ir de la mano siempre, en el camino blanco que conduce a la felicidad...

 

Jadeante suspiro tu nombre una y otra vez, aferrándome a donde pueda para no explotar por las sensaciones. Aumentas la velocidad al ver la tensión que empezaste a formar en mi cuerpo mientras yo me dedico a lamer tus dedos en mi boca, tratando de acallar estos suspiros, pero tú los retiras y los diriges a mi entrada, tocando suavemente los alrededores e introduciendo uno por uno. Un gran placer inunda mi ser y me derramo en ti, en esa cálida cavidad húmeda que tienes por boca. Intento decir algo, pero no puedo articular palabra alguna.


Ganas de probar para creer, después de susurrar adiós en voz baja...

 

Me besas frenéticamente desde el cuello para terminar en mis labios, explorando cada parte de mí.

Opto por tomar un rol más activo: beso y mordisqueo  tu cuello, tu pecho, bajando cada vez más y más hasta llegar a mi destino. Al primer contacto noto como dejas caer tu cabeza hacia atrás y un leve suspiro abandona tus labios. Jugueteo con tu miembro mientras tu tomas mi cabeza dándome a entender que quieres más. Con una mano de ayuda empiezo a masturbarte mientras recorro toda la extensión y siento que te aferras más a mi cuerpo.

-          Bocchan…- Una palabra, una súplica. Entiendo lo que quieres y me abrazo a tu cuerpo mientras tú juegas con la parte trasera del mío. Lentamente me sientas en ti y no puedo evitar el gritar.

 

El dolor…

Al acostumbrarme, inconscientemente me muevo y descifras nuevamente lo que quiero. Empiezas un vaivén lento, aumentando la velocidad cada vez que mi cuerpo lo pedía a gemidos.

-          M-Más… ¡ahh!...- Siento que estoy en otro mundo, solos tu y yo, disfrutando esta sensación.

 

El placer…

¿Cómo negarme a ti? Eres experto en esto, me dejo llevar para llenar el vacío en mi interior, el vacío que me dejaron ese frío día de invierno.

-          Se...bastian, para… - No puedo seguir así – A-ahh..! – ¡Quiero que esto pare! ¡Pero mi cuerpo no reacciona!

 

-          Bocchan…

 

-          Sebastian!

 

Y la vergüenza…

 

-Bo...cchan, usted es tan lindo y delicioso – Te oí decir mientras lamías mi cuello sin salir de mi, ¡¿Quién te crees para decir semejante estupidez?! ¡Maldito demonio!

 

-Im…bécil… mmhh… - Un gemido ahogado, un deseo incontrolable, un orgullo que ya no vale nada. – M-más... ¡Más Sebastian, más!

 

-Y-yes, my lord~…

 

Me están volviendo loco. (*)

 

Quiero. No quiero. Quiero. No quiero…

-          Por favor… Sebas…

 

-          Ci- Ciel… - ¿Ciel? ¿Por qué me llamó Ciel? ¿Acaso él…?

 

Imposible. Es un demonio sin sentimientos, ¿o no? ¡¡AHHH!!  ¿Por qué me confunde tanto?

Sebastian, yo… creo que te amo.

-          Ciel... ¡ah! ¡mi Ciel!…

 

-          Mmhh… Sebas-tian… ¡Sebastian~!

 

*

Vamos a conocer el mañana diciendo: "extraño, ¿no?" y sonriendo a la caída de la nieve...

 

-          ¿Bocchan?

 

-          ¿Qué es lo que quieres?

 

-          ¿Se encuentra bien?  Lo noto distinto.

 

-          Tonterías, déjame dormir…

 

Fría nieve, de nuevo…

 **

Seguramente la nieve se ha derretido por la mañana…

 

-          Bocchan, despierte. Tiene un horario por cumplir. – Abrieron las cortinas por completo, esta espantosa luz me daba directo a los ojos. Me destaparon y lentamente abrí los ojos…

 

-          Sebastian…- Vi tu figura delante de mí. Recordé todo.

 

-          Para la mañana de hoy, prepare~…- Seguramente lo quiero. Lo quiero a él, a Sebastian, a mi demonio y mayordomo, anoche comprendí todo…

 

Sin embargo…

 

-          ¡Sebastian!

 

-          ¿Si, Bocchan?

 

-          Vámonos. Hay que terminar con todo.

 

Mi  venganza en lo único que me importa

 

-          Yes, my lord.

 

Mientras que el pensamiento de anoche desapareció…

Notas finales:

(*) "El dolor, el placer y la verguenza me están volviendo loco", frase de Junjou Romantica dicha por Misaki que de momento creí que quedaría perfecta con el fanfic (:

 

A quienes lo lean, muchas gracias... c:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).