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COSITA RICA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, es este capítulo Ikky está al borde de un ataque de celos pero recibe ayuda del mas inesperado, Aioria hace su movida y el Pegaso no sabe que hacer

Capítulo 2.- Uy… que sexy

 

Seiya ya empijamado estaba sentado en el sofá con Aioria mirando la nueva versión de Konan el bárbaro

- La verdad me gusta mas la anterior – dijo el castaño en un punto de la película

- Te gustan los clásicos? – se interesó el mayor

- Ajá

- Eso es bueno saberlo, hay un cine en el centro que proyecta solo clásicos, te gustaría ir conmigo alguna noche de estas?

- En serio Aioria?, a ti te gustan los clásicos?

- No necesariamente, prefiero las películas de acción con efectos especiales y en 3D, pero si a ti te gusta el cine clásico podemos ir no?

- No te vas a aburrir?

- Si estoy contigo cómo me voy a aburrir?

Seiya sonrió y se acomodó mejor en el sillón, Aioria no veía la película necesariamente, estaba concentrado en el castaño que solo estaba usando una camiseta ajustada sin mangas y un pantalón de pijama flojo pero era tan flojo el pantalón que se le marcaba perfectamente la forma del cuerpo del joven por la posición en la que estaba sentado, se veían como cazador y su presa, en eso estaban cuando la puerta del departamento se abrió, era Aioros el que llegaba y arqueó una ceja al ver la escena

- Que hay? – dijo prudentemente el santo de Sagitario

- Hola nissan, no hay nada, solo vemos una película – respondió el león con una sonrisa pícara

- Ajá… Aioria me ayudas con esto por favor? – el mayor tenía unas fundas de cosas de despensa

- Claro – el león dorado se puso de pie y acompañó a Aioros a la cocina, en donde el mayor puso las fundas en el mesón y acercó a su ototo por su camisa

- Qué crees que haces Aioria? – susurró muy molesto el santo de Sagitario

- Qué te pasa? – dijo el león soltándose del agarre de su hermano

- Deja en paz a Seiya, lo que menos necesita el pobre en estos momentos es que lo empieces a revolotear – Aioros hablaba en un susurro cargado de enojo y preocupación

- Estás muy equivocado hermanito, basándome en experiencias previas te puedo decir y sin temor a equivocarme que eso es exactamente lo que el bello pegasito necesita – dijo Aioria restando importancia al asunto y comiendo despreocupadamente una pasa de la caja que estaba en la mesa

- Si lo haces sufrir Aioria te prometo que…

- No no no, Ikky lo tiene muy descuidado, yo le voy a hacer sentir deseado otra vez, le voy hacer caer en cuenta lo sexy que es, eso sube los ánimos a cualquiera no?

- El no es uno mas del montón, es mi aprendiz, mi amigo, mi niño, yo no puedo permitir que juegues con él, lo vas a llevar a la cama verdad?

- Eventualmente… no te voy a negar que ese es el plan

- Aioria…

- Aioros, por favor… Seiya ya no es un niño ni mucho menos, es lo suficientemente grandecito para aceptar lo que yo proponga, ya no necesita que lo protejas, cuántos años tiene?, 24?, 25?

- Sea como sea, ahora está vulnerable, no quiero que te aproveches de él, tu sabes cuanto lo quiero y no quiero verlo sufrir por tu causa

- Yo solo propongo, si él acepta es otro asunto

- Contigo no hay como

Aioria río y salió de la cocina para ver al Pegazo acostado totalmente en el sillón, el castaño se había quedado dormido y abrazaba un cojín, no estaba boca abajo pero estaba tumbado de ladito y tenía flexionada una de sus piernas dejando expuesto ese perfecto trasero que clamaba por una mordida, el león dorado cual cazador a su presa lo miraba con deseo y se iba a acercar a él pero su hermano mayor le ganó y sin que el mas joven de los hermanos pudiera evitarlo Aioros tomó en sus brazos a su aprendiz y lo llevó rápidamente a su habitación, Aioria solo lo miraba con molestia, su hermano le quitó la oportunidad de cargar al pegasito y arroparlo, aunque… lo que quería era desnudarlo pero bueno… ya habría oportunidad

 

Shun llegó casi a las diez de la noche al departamento de Shaka, el rubio estaba tomando un café con Mu y Saga que habían llegado de visita, para ellos era la cena que el rubio fue a llevar del restaurante de su novio, Shun saludó amablemente con los otros dos caballeros dorados que lo abrazaron con alegría

- Que bueno que hayan venido a Japón, Shaka de vez en cuando se siente solo y los extraña – dijo el peliverde acariciando el rostro del rubio que besó su mano

- Solo tu de los dorados vive aquí? – preguntó Mu algo sorprendido, eso no lo había preguntado

- Aioros y Aioria también viven aquí pero no los frecuento por obvias razones, a Shura la verdad no he visto en algún tiempo, aparte de Shun, Ikky y Seiya nadie mas está aquí

- Y como está tu nissan? – se interesó Saga

- Aurita… va por el camino de la amargura, Seiya lo dejó – el peliverde al decir esto se encogió de hombros

- Wow… fuerte… - suspiró Mu

- Ya que le vamos a hacer, problemas de pareja que lo resuelvan ellos dos, yo no me voy a meter, el uno es mi hermano y el otro mi mejor amigo, apenas yo abra la boca arderá Troya

- Eso si… la prudencia ante todo, pero… si Seiya es tu mejor amigo, no se está quedando contigo? – preguntó Mu

- No… está con Aioros – explicó el de Andrómeda

- Ohhh, pobre Fénix – dijo Saga con una risita pero Mu lo codeó

- Qué pasa? – Shun se sorprendió por el comentario

Saga ya no dijo nada mas, Mu se mostraba algo incómodo pero Shun estaba entrando en pánico

- Aioria…, al leoncito le ha gustado siempre Seiya y ahora pues… tu sabes… a una puerta de distancia, uy… - dijo Mu, ya Saga lo insinuó mejor el lo contaba y bien

- Mi nissan… - se angustió el peliverde

- Ya se lo dije, el ya lo sabe – lo tranquilizó Shaka

- Se lo dijiste? – Saga arqueó una ceja, Shaka era de todo menos chismoso, eso le sorprendió al Santo dorado de Géminis

- Claro, en la guerra y en el amor todo se vale, el Fénix debe conocer a su enemigo, la ventaja es que es su maestro después de todo, entonces le debe saber algún truco no?

- Buen punto – concedió Mu

 

La conversación en el departamento del rubio siguió por un rato mas hasta que con un bostezo Mu jaló a Saga a la habitación de huéspedes luego de despedirse de su anfitrión, Shun ayudó a Shaka a recoger la mesa y cuando dejaron todo listo y arreglado fueron ellos también a su habitación, se prepararon para acostarse y se encontraron en la cama, Shaka recibió en sus brazos a Shun y se besaban tranquilamente mientras se acariciaban con suavidad, pero el aprendiz de Virgo detuvo las manos de su maestro cuando bajaron hasta su trasero, Shaka se separó un poco y arqueó una ceja

- Y si nos oyen? – susurró Shun

- Pues nos oyen, mi amor yo quiero hacer el amor con mi novio en mi casa y en mi cama, si a mis huéspedes les incomoda pues hay un hotel por aquí cerca

- Es ese tu sentido de hospitalidad?

- Déjame que te recuerde mi niño hermoso que el ruidoso no soy yo – dijo Shaka con una sonrisa

- Oye!!! – reclamó Shun ofendido queriendo zafarse del abrazo del mayor que lo estrechó con mas fuerza y lo besó en los labios, luego fue por su cuello hasta llegar a su oreja la que primero lamió y después le susurró

- Pero me encanta escuchar tus gemidos, tu hasta suenas delicioso – Shaka se acomodó entre las piernas de Shun y lo llenó de besos y caricias, lo fue desnudando mientras lamía y chupaba sus pezones y le acariciaba la entrepierna, Shun se movía muy sensualmente en la cama respondiendo a las atenciones de su maestro que sabía que puntos tocar para hacerle ver luces

- Mmmm… Shaka… ahí… ahhhh…

 

En el cuarto de junto Saga estaba buscando algo en su maleta, Mu estaba ya acostado y solo miraba a su pareja que se seguía paseando por la habitación

- Ya ven a la cama Saga que tengo frío – dijo el carnero algo impaciente

- Soy tu radiador humano acaso? – Saga se volteó y sonrió divertido

- No… pero solo tu me calientas, ya ven – contestó el pelilila con un guiño de ojo

Saga al fin encontró un par de mullidas medias y se las puso antes de acostarse

- Sácate eso mi amor, yo se formas mas efectivas de calentarte a ti también – Mu se arrodilló en la cama y abrazando a Saga por la espalda le empezó a besar el cuello y la oreja

- En serio Mu? – Saga se separó un poco para desilusión del menor

- Shaka es mi mejor amigo, no me digas que tienes vergüenza amor?

- No… lo que pasa es que… espera… escuchas eso?

Saga y Mu se quedaron en silencio y sonrieron al escuchar los gemidos y demás ruidos que salían de la habitación de Shaka, el peliazul sonrió y se sacó las medias, Mu sonrió también y empezó a besar a Saga recostándolo sobre su espalda y sentándose en sus caderas…

 

Ikky no sabía que hacer, se sentía solo y perdido en ese departamento, todo le gritaba la presencia de su novio??, ex - novio??, el juego de sala lo compró Seiya, los cuadros los había elegido él, las cosas de la habitación, lo único que era neutral en esa casa era la cocina, como ninguno de los dos cocinaba pues como que no tenía mucha identidad, pero el resto del departamento tenía un toque del castaño, desde el jabón para el baño hasta las sábanas, todo lo había elegido él, todo lo había comprado él, Ikky tenía toda la mala intención de juntar todo y quemarlo, fue a la habitación y tomó la almohada del Pegaso pero en vez de tirarla como era su intención la acercó a su rostro aspirando profundamente, aún tenía su aroma… el poderoso Fénix se quería morir, nunca pensó que extrañaría de esta forma a Seiya, se sentía como si le faltara un brazo o algo

 

Seiya estaba un poco mas tranquilo, al pasar los días Aioros le adecuó de mejor manera el estudio y ahora era una habitación normal con todas las de la ley, el castaño se dedicó a su trabajo, la compañía constructora para la que trabajaba le había encargado el diseño de un nuevo proyecto bastante grande e importante así que… manos a la obra, ahora el castaño pasaba bastante ocupado y distraído con sus cosas lo que era bueno para su maltrecho corazón, no quería pensar en Ikky, en su afán de sacar al peliazul de su cabeza ya ni había llamado a Shun y cuando hablaba con él no se demoraba mucho, Seiya sabía y estaba consciente que estaba siendo injusto con su peliverde amigo pero ni modo, él quería cortar con todo y eso lastimosamente incluía a Shun

 

Una noche de esas Ikky se parqueó frente al edificio de Aioros, él solo quería ver a Seiya aunque sea de lejos, el castaño no le contestaba el teléfono, no aceptaba verlo ni nada, esa lejanía estaba matando al Fénix día a día, mas o menos a las siete de la noche vio a su castaño llegar en un taxi, estaba puesto una chompa mullida, un jean, botas y cargaba los planos de lo que sea que estuviere construyendo ahora, nada que hacer… Seiya se veía muy sexy con su ropa de trabajo, el joven no se dio cuenta que era observado y sin mas entró en el edificio, Ikky se quedó sentado en el auto, debería haberse ido pero no tenía corazón de irse todavía, una vez que Seiya entró a casa ya no volvería a salir, el peliazul estaba jugando con las estaciones de radio cuando vio que la puerta del edificio se volvía a abrir y vio salir a su Seiya, SU SEIYA!!!... acompañado del imbécil de Aioria, Ikky se escondió un poco mas detrás del volante y los vio caminar calle abajo, el poderoso (y muy celoso) Fénix se bajó del auto y los empezó a seguir, ambos caminaban conservando sus distancias aunque de vez en cuando Aioria le ponía la mano en la espalda baja a Seiya para hacerlo caminar en otra dirección o algo, esto no era inusual pero… qué le pasa al gato entrometido poniendo las garras en su novio???

 

Ikky los veía mas o menos a una cuadra de distancia mientras ellos caminaban en la noche, el Fénix se quedó inmóvil escondido entre unos arbustos cuando entraron a un café, ordenaron un par de bebidas con unos sanduches y los comían entre risas y charlas, el escondido peliazul estuvo al borde de la explosión varias veces, eran detalles sencillos pero significativos, Aioria le había abierto la puerta para que Seiya pasara primero, le había cedido el azúcar, le dejó escoger el sánduche pero lo que casi mata al celoso peliazul fue que Aioria tuvo la osadía, LA OSADIA!!! de limpiar una miga de la mejilla de su Seiya con la mano y de paso acarició su rostro, el castaño se mostró sorprendido y solo miró al León dorado que le sonrió de una manera muy coqueta, cómo fue que el arbusto no se prendió fuego…?, eso era un misterio de la ciencia porque el poderoso Fénix estaba que echaba chispas de los ojos

 

Finalmente acabado el cafecito, Aioria ayudó a Seiya a ponerse la chompa de paso que aprovechó para acariciar sus hombros y espalda, salieron de la cafetería y siguieron caminando hasta que llegaron a un cine del centro, Ikky lo reconoció muy bien, Seiya le había insistido por meses para ir allá y el siempre se había negado, ahora se sentía estúpido por eso, hubiera sido tan fácil complacer a su castaño con algo tan simple… ahora él hubiera sido el que estaba junto a él y no el gato mal amansado ese, a Ikky se le encogió el corazón cuando los vio entrar al cine en especial porque Aioria le cedió el paso a Seiya y aprovechó para mirar el trasero del joven que sin darse cuenta de nada entregó su boleto en la taquilla y pasó

 

Ikky estaba que reventaba de la rabia y de los celos, lo que dijo Shaka era cierto, Aioria estaba tras su castaño, si él no hacía algo pronto se lo quitaría, sin perder mas el tiempo tomó un taxi hasta su auto y fue al restaurante de su hermano, esta vez lo encontró en la cocina, estaba rostizando unos pavos que eran para una cena de ni se quien en ni se donde pero el peliverde estaba algo atareado y no le estaba prestando mucha atención a su nissan

- Me estás escuchando Shun? – preguntó por tercera vez el peliazul a su distraído hermano

- Ajá… nissan pásame ese pocillo quieres?

- Cuál este?

- Sí

- Pero dime que te parece lo que te acabo de contar?

- Me parece… no se…

- Eres de mucha ayuda Shun – dijo algo molesto el peliazul

- Lo siento estoy algo ocupado nissan, mas bien hazme un favor y distrae a Shaka quieres?, está afuera y algo… ansioso

- Ansioso?

- Ayer discutimos, hoy está revoloteando por aquí pero yo estoy ocupado, no es que no quiera hablar con él ni nada de eso pero está preocupado y eso me distrae

- Cómo sabes que está preocupado o que está revoloteando por aquí

- Soy brujo nissan – dijo el menor haciéndose el gracioso

- Ajá – respondió el Fénix con sarcasmo

- Siento sus cosmo Ikky, Shaka está afuera a punto de explotar, lo calmarías por mi?

- Y por qué tengo que ir yo?

- Por que eres mi hermano y me quieres mucho – dijo Shun con ojitos de borrego a medio morir, viejo truco pero consiguió el objetivo de hacerle sonreir a su nissan

- Si vez lo que me haces hacer ototo?

- Eres mi hermano favorito Ikky

- Soy tu único hermano Shun

- Por eso eres el favorito, ya vete

 

Ikky salió de la cocina y efectivamente sentado en la barra estaba el rubio guardián del templo de Virgo que al ver que el Fénix salía de la cocina se le hundió el corazón, el peliazul fue directamente a él y se sentó a su lado

- Vodka??, en serio Shaka??, vaya… la pelea estuvo buena entonces – dijo el peliazul ordenando un trago también

- Te contó algo Shun?

- No, yo le estaba contando mis penas pero no me estaba haciendo caso, me dijo que te dijera que no es que no quiere hablar contigo, solo está ocupado aurita, tiene que entregar unos pavos a no se quien y en eso está, todos están hecho locos en la cocina así que no te lo tomes personalmente

- Eso te dijo?, gracias a todos los Dioses – el rubio suspiró y apuró su trago

- Nerviosito? – el Fénix sonrió

- Casi, Shun es muy especial, odio cuando discutimos, tu hermano es muy dulce pero muy terco

- Eso si

- Y dime como va lo tuyo con Seiya?, algún acercamiento?

- No… hoy fui a buscarlo pero el fue al cine con Aioria, no sabes la rabia que sentía, me lo va a quitar y no hay nada que yo pueda hacer, Seiya no me contesta las llamadas, no me da chance a nada y ese idiota no pierde oportunidad para echo el disimulado ponerle sus sucias manos encima

- Ok., Ikky… te voy a decir una verdad universal así que escúchame atentamente, esta es filosofía de la antigua y mira que te lo digo yo, cada vez que veas a Seiya con Aioria y estés a punto de hacer explotar algo en su cercanía recuerda que: “El que se enoja pierde”

- Esa es una muestra de tu sabiduría???

- Si… es simple pero efectivo, si tu conservas la calma actuarás mas coherentemente, te manejarás de mejor manera y no dejarás ver tus puntos débiles, es estrategia amigo, si quieres a Seiya pues ve por él, no puedo creer que el poderoso Fénix va a ver impasible mientras el León dorado le baja el novio

- Y qué puedo hacer?

- Bueno… lo primero que tienes que hacer es dejar de lamentarte, lo segundo, no permitas que Seiya te olvide, pero con esto no me refiero a que te aparezcas en su trabajo o que lo acoses o que te le aparezcas hasta en la sopa, no… tu tienes que ser sutil, usa la enorme ventaja que tienes

- Qué ventaja?

- Cuánto tiempo has estado con Seiya?

- Mas o menos, rayos… casi 6 años, no espera… es mas, son 6 años que vivimos juntos pero son un par de años en los que salíamos intermitentemente

- Perfecto, tu lo conoces muuuuy bien, hay detalles de los que ni siquiera sabe o es consciente pero tu si lo debes saber y eso Aioria ignora

- Ok., pero todo eso de que me sirve si no me puedo acercar a él

- Tercero, dale lo que necesita

- Ajá

- Seiya te dejó por algo, que le hizo falta en la relación para que te botara?

- Bueno el dijo que…

- Yo no lo quiero saber, es mas que suficiente que lo sepas tu, enmienda tus errores y entra en su vida una vez mas, demuéstrale que si lo escuchabas, que si lo tomabas en cuenta, demuéstrale que lo amas, que lo deseas, hazle sentir importante para ti en todos los aspectos, recuérdale las razones por las que se enamoró de ti en primer lugar

- Eso suena bien en teoría

- Cuarto, y si todo lo anterior falla siempre puedes secuestrarlo, llevártelo a un hotelito de esos en medio de la nada rodeado de lagos, paisajes, patos y esas cosas y recordarle por qué tu eres su hombre, digo por si acaso se le haya olvidado

- No puedo matar a Aioria en el proceso?

- Si no es Aioria será algún otro, no estás consciente de lo atractivo que es Seiya?, apuesto lo que quieras a que siempre ha tenido uno que otro pretendiente y de todos ellos te escogió a ti, así que recuérdale por qué lo hizo

- Si tienes razón, ese gato de un cuerno no me va a quitar a mi Seiya

- Esa es la actitud, ahora ve por el pegasito que es tuyo

- Gracias Shaka, no sabes cuanto me has ayudado

- Suerte

- A ti también, oye Shaka…si quieres suavizar a Shun cómprale una caja de gomitas azucaradas, no una fundita, una caja de las grandes

- Gomitas?, en serio?

- Quien lo conoce mejor que nadie?

- Ya vez Fénix, pon a trabajar ese cerebro y vas a tener al Pegaso a tu lado en menos de lo que canta un gallo

- Que los Dioses te escuchen, adiós

 

Ikky salió del restaurante con una nueva actitud, se fue a su casa a planear sus próximos movimientos, ese gato del monte no iba a interferir con su vida, Seiya volvería a él, lo amaba y el castaño también lo amaba, no había tiempo que perder, Shaka siguiendo las recomendaciones de Ikky fue a la dulcería mas cercana y compró una caja de gomas azucaradas de ositos, era una pena que no hubieran gomas de conejos pero bueno, fue a la casa de Shun de la que tenia llave, encendió unas velas que las distribuyó por todos los lados y puso las gomitas en un tazón bastante grande y esperó pacientemente hasta que su niño llegara, el peliverde al abrir la puerta sonrió al ver al rubio que sostenía en sus manos el tazón de gomitas y le sonreía algo aliviado al ver que el joven sonreía también

 

Seiya y Aioria salieron del cine pero ya no caminaron de vuelta a casa, tomaron un taxi y llegaron al edificio, entraron al departamento, Seiya fue a la cocina por un poco de agua, el canguil estaba salado, Aioria lo acompañó y le pasó el vaso vacío de la despensa, estaban en la cocina hablando de nada en específico cuando Seiya se volteó y quedó atrapado entre el mesón y el fuerte pecho del León dorado, Aioria le sonrió a Seiya, levantó con su mano el mentón del menor y acercó los labios a su boca, el Pegaso no sabía que hacer y se dejó besar del mayor que lo tomó de la cintura para profundizar el beso, pero cuando la lengua de Aioria se abrió camino dentro de la boca del castaño, este ya no lo pudo resistir y puso ambas manos en el pecho del dorado y lo empujó suavemente

- No… Aioria… yo no…

- Shhh… no tienes que explicarme nada, yo se…, pero solo quería que tu supieras que me gustas Seiya, siempre me has gustado, si no he dicho nada antes es porque tu estabas con el ave de rapiña esa, pero ahora que lo has dejado atrás pues, si buscas rehacer tu vida, salir un poco del aburrimiento o hacer el amor como Atena manda, pues… toma en cuenta a este humilde servidor

- Aioria… no se que decirte

- Estás sorprendido

- Un poco, no lo sabía, no lo puedo creer

- Que no puedes creer, que tu me gustes?, por favor Seiya… te has visto en un espejo últimamente?, tu eres uno de los hombres mas sexys que he conocido en mi vida, tienes unos ojos hermosos y una sonrisa encantadora, solo quisiera que tu mirada no sea tan triste

- Aioria… yo…

- No me digas nada, solo piénsalo, si decides algo aquí estoy para ti, si no quieres pues también, yo aquí estoy para ti, aunque sea solo como tu amigo

- Ok., me voy a la cama, hasta mañana Aioria

- Hasta mañana Seiya, duerme bien

 

El castaño prácticamente corrió a su habitación, cerró la puerta y se recostó en ella, cerró los ojos recordando ese beso, involuntariamente acarició sus labios con su mano, abrió los ojos y recobró la compostura, Aioria… en verdad nunca lo hubiera creído si se lo contaban, el león dorado era uno de los hombres mas sexys del Santuario entero, cuando pasó aquel tiempo en Grecia justo después de la batalla con Hades, a él también le gustaba Aioria pero no se hizo muchas ilusiones, él nunca se fijaría en él, y ahora venir a enterarse de que también le gustaba, vaya…

 

Seiya se desnudó lentamente y se puso su pantalón de pijama, se acostó pensando todavía en aquel beso, hace cuanto Ikky no lo besaba así, no se tomaba el tiempo de besarlo así, con el Fénix últimamente eran solo picos de vez en cuando, lo suficiente para llevarlo a la cama y nada mas, el castaño se abrazó a si mismo, cómo extrañaba ese fuerte pecho en el que solía acurrucarse, Ikky podría ser lo que fuera pero nunca apartaba a Seiya, él siempre dormía en su pecho pero lo mas importante era que despertaba entre los fuertes brazos de Ikky, a veces Seiya sabía decir que dormía con un pulpo pero esa era una de las cosas que mas le gustaban del peliazul, eso y que siempre era tan calientito, ahora siempre tenía frío en las noches, Seiya dio la vuelta a la almohada y se acomodó al otro lado, ya no iba a pensar mas en Ikky, seguramente ya se habría acostado con medio Tokio a estas alturas…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos vemos mañana en la actualización, muchas gracias por leer y por sus comentarios,

Abrazos y saludos, bye


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