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COSITA RICA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, he vuelto..., en este capítulo se decide todo y se explica la razon del nombre del fic, el Fénix se juega la última carta que tiene en espera que Seiya por fin se decida

Capítulo 6.- Una noche por los viejos tiempos

 

Aioria y Seiya llevaban ahora una relación de novios bastante normal, aún no tenían sexo pero hacían otras cositas por ahí, Seiya había insistido que no se conocían lo suficiente y se dedicaron a salir, a conversar, pasaban bastante tiempo con Aioros pero también había noches donde se dedicaban a explorarse…, a Aioria le parecía sumamente sensual el castaño, tenía una forma muy provocativa de moverse y tocarlo cuando estaban acostados en la cama o en el sillón besándose y acariciándose, ahora el menor permitía que el león lo acariciara por todas partes pero no dejaba que lo desvista completamente, Seiya besaba con pasión y entrega, tenía una manera muy placentera de lamer y chupar su pecho y cuello, cuando atendía sus pezones le hacía ver estrellas, si era así de hábil con la lengua, la verdad el león dorado soñaba que las atenciones de esa boca se dirigieran a otra parte de su anatomía pero no habían llegado a eso todavía, Aioros estaba bastante sorprendido, nunca había visto a su ototo tan dedicado a alguien o entusiasmado en una relación antes, siempre eran sus múltiples amantes los que le perseguían y ahora era al revés, pero a criterio del dorado arquero esto era un muy buen cambio, le hacía bien al ego de su hermano que existiera por ahí alguien que no se le lanzara al verlo

 

En este tiempo habían habido un par de encuentros de la pareja (Aioria y Seiya) con Ikky, ambos encuentros todos fueron casuales, el problema era que Aioria se ponía extremadamente celoso y posesivo, claro… no ayudaba el hecho de que Ikky lo provocara, la calma que tenía el peliazul sacaba de casillas al león dorado, Seiya no sabía en donde meterse cuando esto pasaba, la primera vez se encontraron en un centro comercial, el incidente no pasó a mayores solo se miraron con odio (el maestro y el alumno), a Aioria le hirvió la sangre cuando Ikky abrazó al castaño a manera de saludo bajo su nariz, esa noche Seiya y Aioria pelearon y con ganas, Seiya le reclamaba su comportamiento, Ikky solo lo había saludado, no era para tanto pero el mayor se moría de los celos, si pudiera desaparecer a su aprendiz no lo pensaría mucho y lo haría

 

El segundo encuentro si trajo muertos y heridos, Ikky estaba en un bar con Shun y Shaka tomándose unos tragos mientras veían un partido de fútbol cuando entraron Aioria y Seiya, el castaño estaba por demás incómodo y se quería ir pero Aioria dijo que él no tenía por qué correrle al ave de rapiña esa y luego de saludarlos fueron a otra mesa y ordenaron un par de tragos, la noche estaba toda tensa, los minutos pasaban con pasmosa lentitud, Seiya quería desaparecer de la fas del planeta, en realidad se quería morir, Ikky lo miraba con insistencia y le sonreía, Shun estaba algo preocupado porque era muy obvio que Aioria se iba molestando y Shaka solo miraba todo sumamente divertido, como quien mira los toros desde la barrera

- Se te perdió algo pollo rostizado? – dijo Aioria al cansarse de la mirada insistente del Fénix a su mesa, ya no lo pudo resistir mas y eso que Seiya le intentaba hacer conversación y distraerlo

- Tienes algo que es mío – dijo el peliazul con tranquilidad

- Yo no tengo nada que sea tuyo – respondió el mayor con ira

- Y quien te dijo remedo de cachorro que estoy hablando contigo?, estoy hablando con Seiya – respondió el poderoso Fénix con una sonrisa burlona, eso acabó con la poca paciencia que pudo haber tenido el santo de Leo

- Y qué tiene Seiya que sea tuyo?, las llaves? – reclamó el mayor

- No… tienes mi corazón

Ikky dijo esto mirando a Seiya a los ojos y sonrió, Seiya se quedó mudo pero reaccionó y trató de sujetar a Aioria que al escuchar esto se levantó con violencia de la mesa con obvias intenciones de ir a matar a Ikky, pero cuando el santo dorado de Leo se levantó, el santo dorado de Virgo hizo lo mismo

- No es ni el momento ni el lugar Aioria – dijo Shaka con tranquilidad poniéndose entre ambos evitando que las cosas pasaran a mayores, el cantinero ya había sacado el bate de baseball por si tenía que intervenir pero ambos bajaron sus posiciones defensivas y respiraron calmándose un poco

- Si eres tan hombre como dices… por qué no salimos y lo arreglamos de una buena vez – propuso Aioria en voz baja sin dejar de mirar a su aprendiz en forma amenazante

- No quiero lastimarte – respondió con calma el Fénix

- Lastimarme tu a mi?, ay por favor

- Además Seiya no es ningún tipo de trofeo barato que se gana en una vulgar pelea en un callejón afuera de un bar

- Eres un… - pero Aioria no pudo terminar su frase porque Seiya tomó suavemente su mano y la apretó, el león dorado se volvió y miró detenidamente a Seiya que se podía notar claramente estaba muy avergonzado por lo que estaba pasando, el castaño meneó la cabeza dando a entender que no hiciera caso a la provocación de Ikky, Aioria respiró profundamente buscando tranquilizarse

- Vámonos – dijo Aioria tomando su saco y sin soltar la mano de Seiya ambos caminaron a la salida, en la puerta Seiya se volteó y miró a Ikky que lo miró también y le sonrió, en los ojos del castaño se podía ver una mezcla de pena y ternura, pero sin mas salió con su novio del bar, Aioria estaba que se lo llevaba el tren, manejó cual maniático por la ciudad, Seiya prudentemente no dijo nada hasta que llegaron al departamento del castaño que se bajó del auto, dio un portazo y entró, Aioria intentó seguirlo pero Seiya le cerró la puerta en la cara, luego de varios minutos de golpes a esa puerta el Pegaso la abrió, pero mejor no lo hubiera hecho, esa noche pelearon nuevamente y fuerte…

 

Un par de semanas pasaron desde el incidente del bar en donde Seiya no había llamado a Ikky ni había contestado sus llamadas, el castaño no había ido al parque y no se habían visto pero para nada, el peliazul estaba algo preocupado por el pony, será que ahora si en serio cortó ya toda relación con él??, tal vez se excedió con lo que le dijo aquella noche…, era cierto pero tal vez ahora Seiya mantenía sus distancias para tranquilizar a  Aioria, eso le reventaba al Fénix, que su Seiya se tomara la molestia de hacer cosas para complacer al gato mal amansado ese… y ahora no sabía que hacer o cómo acercarse nuevamente al Pegaso si este no le daba chance de nada, no lo pudo evitar y el poderoso Fénix estaba deprimido

 

Ese mes era su aniversario, el día 20, siempre en ese día, sin importar que día de la semana hubiera caído, ellos iban al parque central a caminar bajo la luz de la luna, luego iban a cenar, a veces iban al cine, o al teatro, algo hacían, Seiya era el que lo planeaba todo pero inamoviblemente el inicio era la caminata en el parque, la noche del 20 (que era viernes), Ikky salió del trabajo y fue a casa, se cambió de ropa, le puso la correa a su patán y se fue al parque a caminar, el peliazul estaba algo triste y pensó que caminar en el parque le ayudaría en algo pero estaba equivocado, esto no le hizo ningún bien, extrañaba aún mas a Seiya, se preguntaba qué estaría haciendo el castaño en estos momentos, se habría acordado de que su aniversario era hoy?, claro que se acordó, Seiya era buenísimo para una fecha…

 

De cualquier manera el peliazul al llegar a la pileta principal la bordeó y se dirigió hasta un árbol que estaba un poco mas allá, en este árbol estaban talladas sus iniciales en un corazón, esta era la razón por la que caminaban en el parque, llegaban hasta ese árbol, se tomaban de la mano y se besaban frente a él, Ikky suspiró al llegar a él recordando a su castaño que ahora si parecía que se le fue, se sentó en el pasto y acariciaba a su perro que estaba sentado junto a él y apoyaba su cabeza en las piernas de su amo, el peliazul estuvo cerca de dos horas sentado en la oscuridad, recordando, solo recordando…, era cerca de la media noche, el parque ya estaba desierto y todo era quietud y silencio cuando de repente el pequeño patán se levantó y salió corriendo, Ikky se volteó y vio a su castaño un poquito mas allá que se arrodilló y acarició al perrito que movía la cola contento de verlo

 

- Seiya??, qué haces aquí? – preguntó el peliazul muy sorprendido

- Qué haces tu aquí? – contestó el castaño bastante divertido

- Es nuestro lugar pequeño, nuestro aniversario, yo… solo… vine a recordar

- Supongo que yo también, pero no esperé encontrarte aquí

- Y dónde mas podría estar esta noche? – Ikky se encogió de hombros y sonrió

Seiya se sentó junto a Ikky y le seguía haciendo atenciones al cachorro que saltaba de aquí para allá jugueteando tranquilamente

- Dónde te has metido estos días? – preguntó Ikky en voz baja

- Necesitaba un poco de tiempo, han pasado muchas cosas, necesitaba pensarlo y estar solo

- Estar solo?, y Aioria? – esta noticia si no se la sabía, Shun tampoco debía saberla porque no le había dicho nada, o… tal ves si lo sabía y el muy desgraciado lo dejó sufrir??, conociendo a su ototo era muy posible

- Discutimos el día del bar – explicó Seiya lanzando una ramita que el cachorro fue a buscar pero se quedó entretenido con lo que parecía ser una pelota desinflada

- Lo siento – dijo Ikky mecánicamente

- Mentiroso – acusó Seiya lo que hizo sonreír al peliazul

- Bueno y… entonces? – si Aioria ya estaba fuera de la película… entonces???

- Entonces nada – dijo el castaño con un suspiro y recostándose en el árbol

- Cómo quedamos tu y yo?

- Tu y yo nada Ikky

- Ya no quieres ser ni mi amigo? – eso el mayor no se lo esperó

- No creo que podamos ser amigos pollo, hay mucha agua bajo el puente, es mas creo que el río se llevó el puente – dijo el castaño con una sonrisa triste

- No me quieres en tu vida?

- Si quiero mantener intacta mi salud emocional y mental, no puedo tenerte en mi vida Ikky, lo siento, todo es muy complicado…

- No puedo creer que así acabe todo

- Lo siento

Seiya se veía apenado de verdad, bueno… Ikky jugaría su última carta

 

- Por qué tienes que ser tan terco y duro? – dijo de repente enojado el peliazul

- Terco? – Seiya se sintió aludido y se puso a la defensiva

- Si… eres la persona mas terca que he conocido en mi vida, que no vez lo que tienes en tu nariz?

- Aparte de terco ahora soy ciego entonces? – Seiya se iba molestando

- Si… si lo eres, estás ahí sentado sufriendo por las puras ganas de hacerlo, te niegas a la felicidad por puro capricho, por orgullo no quieres dar tu brazo a torcer, no lo puedo creer…

- Orgullo?, ORGULLO?????, el burro hablando de orejas

- Tu me amas Seiya, ya déjate de estupideces, deja a ese cachorro de león con el que estás jugando porque reconoce que solo estás jugando con él y acepta de una buena vez que tu hombre soy yo

- Mi hombre??, MI HOMBRE???, ándate a la mierda

El castaño se levantó para irse pero Ikky hizo lo mismo, le tomó del brazo para no dejarlo ir y lo volteó, miró directamente a sus ojos y le sujetó del otro brazo también

- Tu hombre, te guste o no soy yo – insistió el Fénix esta vez con un susurro

- Púdrete Ikky y suéltame si no quieres que te lance mis meteoros por el culo, quién carajos te crees que eres?, tu…

 

Pero Seiya ya no pudo decir nada mas porque Ikky lo estaba besando y con fuerza, el castaño se quería soltar pero el mayor lo sujetaba con desesperación, Seiya se sentía apresado y no se podía mover, Ikky mordió su labio lo que hizo que abriera ligeramente la boca lo que el otro aprovechó para introducir su lengua y recorrer entera su cavidad, poco a poco Seiya fue correspondiendo el beso y aflojó el cuerpo, Ikky lo soltó de los brazos para tomarlo de la cintura y de la nuca pegando sus cuerpos y empujando al menor hasta que su espalda chocara con el árbol, en ese momento el beso se rompió pero Ikky no se apartó, buscó con sus labios el cuello de su castaño que no pudo contener un leve gemido que escapó de sus labios cuando Ikky flexionó su pierna haciendo que la ponga sobre su cadera y moviéndose contra el cuerpo del castaño como gato en celo

- Ahhh… Ikky… Ikky…

 

El poderoso Fénix no esperó mas, sin soltarlo le abrió la camisa haciendo saltar todos los botones y lo empezó a acariciar con firmeza por sus costados sin dejar de atender su cuello, Seiya lo abrazaba por el cuello y tenía los ojos fuertemente cerrados, enredaba sus dedos en los azules cabellos, su corazón latía con violencia y se iba excitando respondiendo a las sensaciones que en su cuerpo el mayor despertaba, el castaño no se sentía así desde hace mucho y no opuso resistencia cuando el Fénix lo recostó en el pasto y lo fue desnudando con rapidez

- No… Ikky… nos van… a ver…

- No hay… nadie… es… tarde….

- No… Ikky…

- No te… acuerdas?... no hay… nadie…

- Ahh… Ikky… mmmmm…

 

La primera vez que habían hecho el amor había sido frente a ese mismo árbol en su primer aniversario, igual era pasada la media noche y el parque igual que ahora estaba desierto, se habían quedado dormidos abrazados hasta que el perro del guardia los había despertado a la mañana siguiente, Ikky le hizo acuerdo de esto a Seiya que ya no opuso mas resistencia y se rindió

 

El peliazul había tomado con su boca el pezón derecho del castaño que se arqueó ligeramente y arañó su espalda levantando la camiseta y sacándosela, al poco rato estuvieron desnudos en el pasto, Ikky estaba besando y lamiendo el pecho de Seiya y acariciando firmemente su entrepierna logrando endurecer su miembro mientras que el menor arañaba su espalda y se movía en anticipación, el castaño lamió obedientemente los dedos que Ikky le ofrecía y gimió cuando el peliazul empezó a tantear su entrada e introdujo un dedo en su intimidad

- Au au au au, despacio bruto – se quejó el castaño entre jadeos

- Yo fui el último verdad? – dijo el Fénix deteniéndose y mirando intensamente a Seiya a los ojos

- Tu que crees? – respondió el Pegaso con una sonrisa

- Tu también fuiste mi último – Ikky buscó sus labios y lo besó con pasión moviendo sus dedos nuevamente intentando dilatar la estrecha entrada de Seiya

- No te creo… au au au au Ikky… dioses…

- Cómo me voy a acostar con alguien mas?, tu estás en mi sangre, en mi piel, además mis bolas son tuyas, me hiciste jurarlo recuerdas?

- Es cierto… cómo… recuerdas… esas cosas? – dijo el castaño entre jadeos, Ikky había continuado con la tarea de dilatarlo y el joven se movía, se arqueaba y jadeaba

- El que sea… despistado… no significa… que me olvide… de lo importante…

- Ikky… Ikky… mmm… házmelo… me gusta… cuando me… lo haces…

- Lo se…

 

Seiya en verdad se arqueó en el pasto cuando el peliazul sin dejar de dilatarlo con una de sus manos tomó con la otra mano el erguido miembro del menor y lo empezó a masajear, a lamer y a chupar, ahora el castaño perdió cualquier control que pudo haber tenido y gemía con soltura, se quejaba por la invasión en su trasero pero lo que le estaba haciendo Ikky le nublaba hasta el pensamiento, el Fénix estaba complacido en extremo al ver a su castaño tan entregado a él una vez mas, ya estaba casi listo y se vendría pronto, Seiya arrancaba pasto del suelo y con un gemido hondo alcanzó el clímax y se derramó en la boca de su amante el cual le flexionó las piernas, retiró sus dedos y posicionó su miembro en la entrada del menor y empezó a empujar

- Ikky… duele… Ikky…

- Es la falta de uso mi vida… respira…

- Ikky… mmm…

Ikky se introdujo en la estrecha cavidad del menor poco a poco pero con firmeza, cuando estuvo dentro totalmente buscó los labios de su castaño y se besaron con pasión y entrega, la respiración de Seiya era agitada, Ikky recorría su cuerpo con devoción haciendo que se relaje, de cualquier manera cuando el peliazul se empezó a mover en su interior esto fue doloroso para el menor pero Ikky sabía lo que hacía, en muy poco tiempo logró cambiar la mueca de dolor en el rostro de su pequeño pony por una sonrisa de placer, ambos jadeaban y gemían mientras se hacían el amor bajo la luz de la luna

- Pollito… oh… pollito… mas fuerte… tu sabes…

- Creí… que… no lo… pedirías…

Ikky salió con cuidado del cuerpo del menor que se quejó un poco pero su amante no le dio tiempo de nada, lo puso en cuatro en el césped, lo penetró otra vez y con fuerza, Seiya gemía y movía la caderas, arrancaba el pasto y se arqueaba especialmente cuando Ikky buscó con sus manos su miembro y lo masajeaba deliciosamente

- Ikky… ya casi… me vengo…

- Aguanta… un poquito… Ohh… Seiya…

- Ikky… dioses…

Seiya no pudo mas y acabó con un explosivo orgasmo y se descargó en la mano de Ikky que lo sostenía de las caderas y en un par de minutos mas también llegó a la cima del placer y se derramó dentro del castaño, juntos cayeron al suelo exhaustos pero totalmente satisfechos, como hace tiempo no se sentían, Ikky salió con delicadeza del cuerpo de Seiya que se quejó un poco pero sonrió al sentirse rodeado de los poderosos brazos del peliazul que le besaba por todo su rostro

 

- Te dije que te había extrañado? – susurró el peliazul en la oreja del castaño

- Si me lo dijiste, Ikky… esto es muy romántico y todo eso pero… tengo frío – Seiya le puso su helada nariz en el pecho, Ikky sonrió y acarició sus cabellos

- Tu siempre tienes frío, que tal te suena un baño caliente, un masaje y una almohada mullida que es horrible pero conserva su forma

- No botaste mi almohada? – Seiya sonrió como niño chiquito ante la mención de su almohada

- Cómo voy a botar tu almohada?, esa bendita cosa nos costó una semana de pelea, ahora la abrazo todas las noches pensando en ti (la almohada de Seiya era hipoalergénica que se mantenía fría y no se deformaba por nada, una cosa carísima y horrible según el Fénix pero que a Seiya no le importó y se la compró igual causando una de esas peleas por nada)

- Estás loco lo sabías? – dijo el castaño con una sonrisa besando el cuello del peliazul

- Si… pero por eso me amas verdad?

- Tu sabes que si

- Fantástico, vamos entonces

Ikky buscó los labios de Seiya que lo besó con pasión y entrega, se incorporaron y se vistieron, buscaron al perrito que por ahí estaba y fueron al departamento de Ikky, el que por muchos años compartieron, al entrar a Seiya se le encogió el corazón, todo estaba exactamente como lo dejó salvo por la camita del perro que estaba en la cocina, sin demora Ikky llevó a su castaño al cuarto de baño, Seiya pestañeó varias veces y no lo podía creer, una de las peleas que tenían frecuentemente era por ese baño, necesitaba un mantenimiento urgente, Ikky no lo hacía y él tampoco, ahora era todo nuevo, el peliazul había cambiado la cerámica, el baño, la tina, lo había cambiado todo

 

- Te gusta?

- Cuándo hiciste esto?

- Lo acabaron hace un par de semanas, hice también una instalación de reciclaje de agua, si me lo explicaron pero igual no entendí lo bueno es que ahora tenemos agua caliente que no se acaba nunca y la fuerza con la que cae es fantástica, ahora si ya puedes demorarte en la ducha todo lo que quieras y no me vas a dejar a mi sin agua caliente

- No lo puedo creer, sabes cuantas peleas nos habríamos ahorrado? – por eso peleaban también, Seiya se demoraba en la ducha y a Ikky le tocaba bañarse en agua fría

- Es divertido pelear contigo – dijo el Fénix besándolo nuevamente

- Ajá

- Ok., es divertido reconciliarme contigo

Seiya solo sonrió mientras se sacaba el saco y los zapatos, Ikky lo miraba embelesado, el castaño tenía una manera muy especial de desvestirse, el Fénix lo abrazó por la espalda y besaba su cuello ayudando a zafar el botón de su pantalón y acariciando su suave piel que ahora estaba cubierta de pasto y tierra

- Me duele un poco Ikky – dijo en un susurro el castaño cuando las manos de Ikky llegaron a su trasero

- Lo siento si te lastimé

- Me has dejado peor, pero sobreviviré, lo que no creo es poder repetir la dosis esta noche – dijo el castaño abrazando a Ikky y besando su cuello suavemente

- No hay problema, siempre podemos hacer otras cositas

- Cositas?

- Ajá, tu eres mi cosita rica, solo el estar contigo es suficiente – le dijo Ikky con esa voz ronca tan sensual directamente en su oreja haciéndolo estremecer

- Soy tu cosita rica? – dijo Seiya sumamente divertido

- La mas rica que he probado en mi vida

- Nunca me lo habías dicho

- Es que soy un idiota, pero soy tu idiota

- Eso si

 

Se acabaron de desnudar y se ducharon entre besos y caricias, las caricias subieron de tono y culminaron en otro magnífico orgasmo para ambos, luego de secarse fueron a comer algo, a Seiya le entraban antojos en la madrugada pero Ikky se lució porque tenía pizza y pastel de caramelo, una importante dotación de chocopasas y té con limón, luego del bocadillo nocturno fueron a la que fue su habitación por mucho tiempo, el castaño sonrió al ver su almohada en su lado de la cama, Ikky se acercó a él y se besaron suavemente por un rato mientras se acomodaban en la cama, el peliazul estaba complacido y feliz al sentir a su castaño acurrucado en su pecho y con sus pies helados que le subían por las piernas tratando de calentarse, así abrazados se quedaron dormidos

 

A la mañana siguiente Seiya despertó todo relajado y calientito, sonrió al verse perdido entre el cuerpo de Ikky que tenía una pierna entre las suyas, lo abrazaba por la espalda con el brazo en el que tenía apoyada su cabeza y con el otro brazo lo estrechaba contra su pecho y su mano descansaba en su trasero, esto se sentía tan bien…, el castaño sonrió y se movió un poco, Ikky seguía dormido, el peliazul tenía el sueño pesado pero en vez de retirarse lo estrechó mas contra su cuerpo, por si se le fuera a ir

- Seiya… mi Seiya – dijo el peliazul aún dormido, el castaño sonrió, acarició su rostro y besó su nariz, luego bajó a sus labios despertando así al poderoso Fénix que se estiró pero al sentir ese cálido cuerpo enredado con el suyo sonrió ampliamente

- A esto llamo yo… despertar con estilo – dijo el mayor abriendo sus ojos para ver la sonrisa del castaño y recibirlo en sus brazos

- Buen día amor – dijo el menor

- Amor?, ohh… genial  - Ikky sonrió mas de ser posible, lo había conseguido al fin!!!!!!!!, Seiya había vuelto, era suyo nuevamente

Ikky rodó en la cama acomodándose entre las piernas del castaño y besando efusivamente todo su rostro

- Espera Ikky, espera, tenemos que hablar – dijo Seiya entre risas y besos

- Sobre? – preguntó el mayor sin dejarlo de besar por todas partes donde podía

- Lo que vamos a hacer ahora? – Seiya buscó los ojos de Ikky que se quedó quieto aún sobre él y lo besó suavemente en los labios

- Ok., ahora vamos a desayunar, luego yo te ofrecí un masaje ayer pero ya nos entretuvimos en otras cosas y no te cumplí, luego podemos hacer lo que tu quieras

- Suena fantástico pero… yo hablaba de algo a largo plazo

- A qué te refieres? – Ikky acarició el rostro de Seiya sin entender

- No me voy a mudar contigo otra vez – Seiya dijo esto muy firme

- Por qué no? – Ikky frunció un poco el ceño, no estaba molesto, solo un poco… sorprendido, el pensó…

- Porque hemos estado separados mas de seis meses, las cosas no pueden volver a ser lo que eran, no podemos retomar todo donde lo dejamos, tenemos que… no se… empezar de nuevo o algo

- Y que propones entonces? – Ikky volvió a acariciar el rostro de su castaño, no se estaba negando a volver con él, solo… no se iba a mudar

- Salir, tu sabes, esa época fue la mas bonita de nuestra relación

- Te la quieres repetir? – dijo el Fénix con una sonrisa muy sensual que hizo reír a Seiya

- Si…

- Bueno, te puedes repetir todo lo que quieras siempre y cuando te lo repitas conmigo, te amo pequeño – Ikky se acomodó de nuevo sobre Seiya y lo besó con pasión

- Yo también te amo pollo del infierno – dijo el castaño rodeando la cintura de Ikky con sus piernas y acariciando sus azules cabellos

- Eso si… tienes que terminar lo que sea que tengas con Aioria, yo lo acepto todo menos compartirte, tu eres solo mío, así como yo soy solo tuyo

- Ok., ahora que lo vea lo hago – accedió el castaño, eso era por demás lógico, no podía continuar con Aioria si ahora Ikky regreso de nuevo en su vida, y de qué forma regresó…

- Fantástico, qué quieres de desayunar?

 

Ikky y Seiya desayunaron y luego fueron a caminar un poco con el perrito, al medio día almorzaron y dieron vueltas en el auto hasta media tarde cuando Ikky fue a dejar al castaño a su casa

- Te veo en la noche? – dijo Ikky entre besos

- Nos vemos allá, cuida a mi bebé si?

- Ahora mi patán ya es tu bebé? – dijo el Fénix muy divertido acariciando el rostro de Seiya

- No que todo lo tuyo era mío?

- Si… pero este es mi bebé

- Nuestro entonces – concedió el castaño abrazando nuevamente a Ikky y besándolo con pasión

- Ok., me gusta, nos vemos en la noche

 

Seiya con un último beso se bajó del auto y se quedó parado afuera del edificio hasta que Ikky se perdió en la esquina, suspiró contento, con una sonrisa entró al edificio la misma que se le borró al ver parado junto al elevador a Aioria, el león dorado estaba cruzado de brazos y lo miraba con una mezcla de pena y furia

- Pasaste la noche con él verdad? – preguntó el mayor mirándolo a los ojos

- Qué puedo decirte?, amo a ese idiota

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y comentar, ya solo falta el final, no todo está dicho aún, por ahí quedan una par de sorpresitas

Espero que les haya gustado y nos vemos en el final


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