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COSITA RICA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, este es el final, muchas gracias por haber seguido mi historia hasta el final, espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 7.- Regresa a mi

 

Esa noche Ikky llegó al restaurante de su hermano con una maravillosa sonrisa, abrazó y besó a su ototo levantándolo del suelo, lo mismo hizo con Shaka que estaba por ahí (sin el beso claro)

- Nissan… qué demonios pasó? – Shun preguntó sin poder evitar una sonrisa, hace tiempo que no veía tan feliz a su hermano, hasta los ojos le brillaban

- Seiya… mi Seiya volvió conmigo – dijo el Fénix completamente feliz

- En serio??, Ohh nissan me alegro tanto por ti – Shun volvió a abrazar a su hermano y Shaka también

- Y dónde está Seiya?, por qué no vino contigo? – preguntó el rubio

- Lo dejé en su casa, tenía que hablar con Aioria pero dijo que vendría esta noche para acá

- Eso se merece algo especial, voy a encargar una lasaña, nissan esto es en verdad genial

- Lo sé…

 

Seiya llegó esa noche al restaurante y recibió los abrazos de su mejor amigo/cuñado y de Shaka, Ikky lo recibió en sus brazos y lo besó con emoción, la noche la pasaron genial entre risas, charlas, varias burlas (todas a Ikky que las aguantó estoicamente) y culminó con una espectacular reunión privada solo para Ikky y Seiya en el departamento del castaño, no apta para menores de edad o cardíacos

 

Las cosas entre Seiya e Ikky funcionaron bastante bien, se veían casi todos los días, habían noches cuando no podían por sus trabajos pero pasaban casi todas las noches juntos, salían los fines de semana, frecuentaban a Shun y Shaka, la relación con Aioria y Aioros se vio afectada pero al poco tiempo se enteraron de que el león dorado había empezado a salir con Death Mask, eso fue una sorpresa para todos pero si el santo de Leo estaba feliz pues ellos se quitaban un gran peso de encima.

 

Uno de esos fines de semana Ikky fue a esperar a Seiya a la salida de su trabajo, el peliazul ya estaba cambiado de ropa (para su trabajo usaba traje) y ahora vestía un jean, botas y una camisa sencilla, algo parecido a lo que estaba usando Seiya

- No me dijiste que vendrías – dijo el castaño besando a Ikky suavemente y abrazándolo, el mayor lo recibió en sus brazos muy complacido

- Te tengo una sorpresa

- Qué sorpresa?, no me gustan las sorpresas – dijo Seiya automáticamente frunciendo el ceño

- Si te gustan, además esta te va a encantar, vamos? – dijo el mayor abriendo la puerta de su auto

- A dónde vamos?

- Si te lo digo se arruina la sorpresa – contestó Ikky con una sonrisita

Seiya se subió al auto de Ikky, sorprendido de ver a su perro acomodado en el asiento trasero

- Patán va con nosotros?

- Claro, también le va a gustar

Fueron por la autopista mas o menos una hora y entraron por un desvío y dieron con un hostal muy hermoso, estaba al borde de un lago, tenía muchos espacios abiertos, llegaron al atardecer y el paisaje era muy hermoso, hacia algo de frío pero Ikky le había traído a Seiya su chompa gruesa

 

- Cómo diste con este lugar? – preguntó el castaño poniéndose la chompa que le dio Ikky

- Shaka me habló de él, no me preguntes más que yo no pregunté mas – Seiya río, Ikky podía ser todo civilizado con Shaka pero nunca le acabaría de agradar el novio de su hermano y mas ahora que ya estaban algún tiempo y todo parecía indicar que se irían para largo

- Cuál es nuestra cabaña? – preguntó el castaño, en verdad hacía frío y quería entrar a alguna parte

- Justo esta de aquí

- Me vas a decir cuál es la ocasión?

- No tengo ninguna la verdad, tu estás acabando tu proyecto y estás saliendo un poco mas temprano estos días, yo me tomé una tarde libre, que no puedo pasar el fin de semana con el amor de mi vida?

- Quién eres tu y que hiciste con mi novio? – preguntó Seiya con una sonrisa mientras abrazaba y besaba a Ikky que cuando el besó se rompió sujetó a Seiya y lo miró a los ojos para decirle:

- Yo no hice nada, tu hiciste esto en mi, hiciste bien en dejarme Seiya, claro que hiciste mejor en volver conmigo pero… este semana me pareció una buena idea alejarnos de todo y de todos, descansar, comer, dormir, hacer el amor, sentarnos frente a la chimenea y asar masmelos

- Trajiste masmelos? – preguntó el castaño emocionado, Ikky sonrió, a veces Seiya podía ser tan infantil pero que adorable que lucía cuando le brillaban los ojos de esa manera

- Y con chocolate – completó el peliazul

- Te amo Ikky

- Mas que a los masmelos?

- No… pero te les acercas – respondió el castaño con una sonrisa pícara

 

Entraron a la cabaña, encendieron el fuego de la chimenea, y se metieron a la bañera, Seiya se acomodó recostándose en el pecho de Ikky y hablaban bajito entre besos y caricias las cuales luego de un rato se intensificaron, Ikky fue preparando a Seiya para que lo recibiera moviendo dos enjabonados dedos en su interior, el castaño se aferraba del cuello del peliazul mientras se besaban con pasión, el mas joven echaba su cabeza para atrás y gemía cuando se dejaba caer sobre el erguido miembro del mayor introduciéndolo a su cuerpo, Ikky lo sostenía de las nalgas para facilitar todo e hicieron el amor en la bañera, eso nunca lo hacían en casa porque les tocaba secar el piso pero ya que estaban de vacaciones aprovecharían el servicio a la habitación

 

Luego de ese tan satisfactorio baño Ikky estaba sentado sobre una manta y apoyado en unos cojines frente a la chimenea esperando a Seiya que saliera del baño, el castaño salió secándose el cabello con una toalla y fue a sentarse junto a Ikky para disfrutar del calor de las llamas

- Cuánto tiempo mas me vas a hacer sufrir chiquito? – dijo Ikky besando suavemente el cuello del menor

- Sufrir? – preguntó Seiya algo intrigado

- Regresa a casa, no puedo dormir cuando no estás a mi lado, hasta te llevaste tu horrorosa  almohada que era mi único consuelo y me dejaste solo a patán que ronca y me babea

- Las cosas están perfectas como están Ikky – dijo el castaño en voz baja escondiendo su rostro en el cuello del mayor

- Yo se que te decepcioné en el pasado pero… no me digas que no has notado un cambio? – Ikky se separó un poco para mirar a los ojos a su pareja

- Bueno eso si – concedió el menor

- Yo he cambiado y tu también

- En qué he cambiado yo? – según Seiya el no había cambiado en nada

- Ahora estás mas sexy, mas maduro, mas delicioso y mas adictivo – con cada adjetivo Ikky iba besando a Seiya que solo sonreía y se dejaba hacer

- Adictivo? – preguntó Seiya muy divertido

- Si… adictivo… mmmm… - Ikky recostó a Seiya en la mullida manta y luego de sacarle la camiseta que estaba puesto lo fue besando por su pecho hasta detenerse en sus pezones

- En serio?, función… múltiple… hoy? – dijo el castaño entre jadeos, Ikky se estaba acomodando entre sus piernas sin dejarlo de acariciar y besar

- Es tu culpa… por ser tan… sexy

- No no no, espera… Ikky… espera

- Mmmm…?

- En serio quieres que nos mudemos juntos otra vez?

- Aurita quiero hacerte mío otra vez, nos podemos mudar juntos el lunes – dijo el mayor que ahora estaba entretenido zafando el cordón del pantalón de pijama del Pegaso que se movía para facilitar todo pero no dejó que Ikky lo acabara de desnudar

- Haber ponte serio pollito

 

Ikky se sentó y jaló a Seiya sentándolo en su regazo con las piernas abiertas a los costados, en esa posición se miraban a los ojos y estaban abrazados y muy pegaditos

- Ok., yo en verdad quiero que nos mudemos juntos, es mas te traje algo

El Fénix retiró a Seiya y se levantó, fue hasta su maleta, sacó un sobre y se lo dio al castaño que lo tomó, lo abrió y leyó todo su contenido, luego de un par de minutos alzó la mirada para encontrar la sonrisa del peliazul que estaba sentado a su lado

- Estás loco? – Seiya no podía creer lo que estaba leyendo

- No, bueno… un poco pero tu también – respondió Ikky encogiéndose de hombros

- Si crees que así me vas a convencer estás muy equivocado – Seiya estaba entre ofendido y molesto

- No no no Seiya… espera… no lo tomes a mal y déjame explicarte

- Qué me vas a explicar?, cómo se te ocurre?

- Yo te dije que yo soy tuyo, entonces todas mis cosas también, solo tienes que firmar lo papeles y el departamento es tuyo, mira… la verdad no importa a nombre de quien esté si solo lo puedo llamar hogar cuando tu estás ahí, cuando te dije que yo quería todo contigo era en serio, me quiero casar contigo, quiero compartir nuestras vidas, tomando en cuenta que nuestro perro está vivo y bien podríamos pensar en comprar un par de plantas y hablar de hijos, yo quiero una familia, un hogar y en el centro de todo estás tu mi niño hermoso, es bastante simple la verdad

Seiya miraba a Ikky a los ojos y encontró amor y determinación, era en serio lo que estaba diciendo, eso en verdad le llegó

- Qué rayos te pasó Ikky?, cuando yo osaba mencionar algo de esto tu huías por la puerta mas cercana

- Quieres que te diga algo?, mas o menos a la semana que te fuiste yo… la verdad pensaba que iba a sentir alivio de terminar una relación tan larga, que al fin podría ser libre, pregúntame libre para que?

- Libre para qué? – preguntó Seiya algo inseguro pero bastante intrigado

- Para comer todo lo que no debo, para no limpiar nada, para dedicarme a trabajar lo que yo quisiera y salir a vagar, lo hice un par de semanas con muy nefastas consecuencias, hasta intenté ligarme a alguien por ahí pero en el momento de la verdad no pude hacerlo, yo no me pude poner funcional desde que te fuiste, te extrañaba horrores, como si me faltara un brazo, una pierna, el corazón, era un zombie… no era nada Seiya, aparte de que te amo con toda el alma tu sacas a relucir lo mejor de mi, yo intento ser mejor por ti, por mi, por nosotros – Ikky acarició el rostro de Seiya suavemente y lo besó en los labios, Seiya abrazó con fuerza a Ikky y le dijo en la oreja

- No lo puedo creer… - el castaño estaba sin palabras, en verdad la separación le pegó duro a su pollito

- Piénsalo… con calma pero ahora a lo que vinimos si? – dijo el peliazul volviendo a sentarse en la manta, hizo sentar nuevamente a Seiya sobre su regazo y retomó los besos y las caricias que tanto disfrutaban

- A lo que vinimos? – Seiya sonreía pícaramente

- Sexo, droga y rock and roll – dijo el peliazul, Seiya solo rió y con ganas recostando a Ikky sobre su espalda y besándolo con pasión mientras le sacaba su camiseta y el Fénix metía sus manos dentro del pantalón del joven y acariciando la suave piel de su trasero

 

Ese fin de semana les cayó de película, fue todo candente y romántico, descansaron, se amaron, hicieron planes por lo que cuando llegaron a Tokio lo prepararon todo y se mudaron juntos una vez mas, listos para empezar su nueva vida, esta vez no les iba a fallar

 

***

 

Seiya estaba parado en el sol frente al orfanato en el que vivió cuando era niño, estaba muy nervioso e impaciente, respiró aliviado cuando vio doblar en la esquina el auto de Ikky que venía a toda velocidad, frenó a raya justo frente a él y el peliazul se bajó todo apurado

- Dioses… Seiya… lo siento, no pude salir a tiempo de una reunión pero no estamos tan tarde verdad?

- Estamos con el tiempo justo, vamos?

- Vamos

Ikky tomó la mano de Seiya y juntos entraron para hablar con el director, la entrevista fue algo larga, la pareja estaba en la fase final del período de adopción y hoy conocerían al fin al pequeño Hikiro, la directora los llevó por los pasillos hasta el patio en donde estaban muchos niños jugando, Seiya estaba en verdad nervioso y emocionado por lo que apretaba la mano de Ikky que trataba de tranquilizarlo

- Hikiro está allá jugando con los bloques, lo ven?

- Por todos los Dioses… Ikky… nuestro hijo…

- Por qué no van a saludar? – dijo amablemente el director del orfanato

- Gracias Sr. Son, gracias – dijo el peliazul con una sonrisa, él no lo demostraba pero estaba igual de nervioso y emocionado que su esposo

 

Ikky y Seiya caminaron por el patio hasta que llegaron al césped, ahí estaba un niño de no mas de cuatro años, tenía el cabello negro y los ojos cafés, no era muy delgado era mas bien algo gordito, tenía una boquita rosa y una nariz respingona, estaba todo concentrado con los bloques y no los vio venir hasta que Ikky y Seiya estaban junto a él

- Hola… tu eres Hikiro verdad – dijo el castaño sentándose en el césped

- Si, quien eres tu?

- Yo soy Seiya y este es Ikky, a que juegas eh?

- Estoy construyendo una torre pero se me cae

- Puedo ayudarte?

- Ajá

Ikky se sentó junto a Seiya que estaba ahora de rodillas todo emocionado ayudando al pequeño niño a armar la torre, Hikiro iba a traer mas bloques que estaban por ahí porque estaba fascinado por lo alta que estaba quedando su torre, Seiya le parecía simpático porque le hacía la conversa y se reían, pero Ikky hasta ahora no decía nada, cuando se acabaron los bloques el pequeñito se paró junto a Ikky y lo miró detenidamente, con su pequeña manito le tocó la cicatriz en su frente, el Fénix se dejó hacer y sonrió ante el suave e inocente toque del niño en su rostro

- Yo también tengo una – Hikiro se señalo la ceja derecha y en efecto tenía una cicatriz no muy grande

- Y cómo te la hiciste? – preguntó Ikky tocando la frente del niño

- No sé, y tu?

- En un combate – dijo el Fénix simplemente

- Wow… - ahora Hikiro lo miraba embelesado, en un combate… wow…

- Ikky…, no lo asustes – susurró el Pegaso

- No me asusto, yo tengo muchos soldaditos en mi cuarto los quieres ver? – dijo el pequeño niño todo emocionado

- Claro – respondió Seiya

Hikiro le tendió la mano a Seiya que se puso de pie, el niñito muy contento lo jaló por los pasillos hasta llevarlo a las habitaciones que el castaño muy bien conocía, debajo de una de las camas el pequeño sacó una caja de zapatos muy vieja y le enseñó muchos soldaditos de plástico, en la caja había también había un trompo, una armónica y un silbato, Seiya sonreía escuchando las cosas que el pequeño le contaba, Ikky estaba arrimado en la puerta de la habitación viendo como se conformaba su familia, mirando a su esposo, al amor de su vida y al que ahora sería su hijo

 

Esa misma tarde hicieron todos los papeles que faltaban, el Director habló con Hikiro y le explicó la situación, el niño sonrió feliz, al fin habían venido por él, Seiya e Ikky vieron emocionados como el pequeñito empacaba todas sus cosas para ir a su nuevo hogar, se emocionó cuando escuchó que iría a la escuela, que tendría su propio cuarto y que ahora ya tenía padres que lo querrían y lo cuidarían, ese era su mayor deseo que ahora se había cumplido, en la noche el pequeñito estaba feliz en su nuevo hogar, acostado en su nueva camita, rodeado de peluches, mantas, una lámpara de ositos y un baúl lleno de ropa, habían cenado pizza, el pequeño Hikiro se sentía en el cielo, nunca había comido pizza y le fascinó, luego se dio un baño con la ayuda de Seiya, se puso emocionado una pijama nueva de payasos que le quedaba algo grande pero no le importó, estaba feliz, Seiya lo acomodó en la cama y le leyó un cuento, luego le habló de si mismo y de Ikky, que ahora eran una familia, que tenía dos tíos, Shun y Shaka y los conocería mañana, su tío Shun tenía un restaurante y al saber que mañana irían a le había hecho un pastel de chocolate en su honor, luego de todas estas conversaciones de corazón a corazón, el castaño lo abrazó hasta que su hijito se durmió en sus brazos

 

Ikky estaba acostado en su cama cuando Seiya entró con una sonrisa de felicidad única en su rostro

- Me encanta verte así amor – dijo el Fénix poniendo a un lado el libro que estaba leyendo

- Me llamó papi, no sabes Ikky casi se me sale el corazón del pecho, nunca he sentido nada así, gracias amor, gracias – Seiya se subió a la cama y se sentó en las caderas de Ikky besándolo con entusiasmo, Ikky se sacó los lentes y giró en la cama ubicándose sobre Seiya entre sus piernas

- Te amo Seiya

- Y yo a ti

- Dejaste una luz encendida? – preguntó el mayor, por si acaso a su pequeñito le diera miedo la oscuridad, esas cosas aún no las sabían, tenían que conocerse…

- Si la lámpara de muñequitos que tiene la luz baja, si Hikiro se despierta va a ver luz pero no muy fuerte, además está en el cuarto de junto y patán está con él

- Patán se quedó ahí?

- Está en la cama Ikky, no hubo poder humano que lo bajara de ahí, a Hikiro le encantó el perro, dijo que era lo mejor de la casa incluidos tu y yo

- Pero es un rotwailer mi vida – dijo el Fénix algo preocupado

- Por favor Ikky, no hay perro mas manso en el planeta – Seiya solo sonrió, era muy cierto, su patán era en verdad manso

- Eso si, pero en temas mas alegres, no quieres amansarme a mi un ratito? – dijo el Fénix besando el cuello de su castaño

- Y si Hikiro se despierta? – dijo Seiya sin dejar de abrazar a su esposo

- Asumo que pegará un grito, pero para que estés tranquilo lo hacemos rapidito si?

- Contigo no hay rapiditos mi amor

- Pues para que veas con quien te casaste

 

Seiya besó a Ikky con pasión y giró con él en la cama acomodándose sobre él y dejándose acariciar y besar, ahora su vida como familia comenzaba, tenían en sus manos una gran responsabilidad pero estaban listos para ello, esa noche se amaron, trataron por todos los medios de no hacer ruido para no despertar al niño pero se entregaron el uno al otro en un encuentro cargado de amor y pasión.

 

Ikky se sentía completo y satisfecho con la vida, ahora era un hombre casado y tenía un hijo y un perro, su hermano que era la otra persona mas importante de su vida también estaba bien y próspero junto a Shaka que se notaba lo amaba y lo hacía feliz, Ikky suspiró y estrechó mas contra su pecho a Seiya que igual dormido se acurrucó en él, el mayor cerró los ojos y sonrió, pensaba que Seiya era como el buen whisky, con los años mejoraba, era y siempre sería sin duda… su cosita rica.

 

 

Notas finales:

Muchas gracias otra vez y nos vemos pronto por otras historias, cuidense mucho y saludos desde acá, bye


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