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La Maldición de los Uchiha por langui_el_retorno

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Notas del fanfic:

Escribí este fic pensando en dos cosas, una que seré operada mañana de la Vesícula y dos que estaré en reposo por tres días y planeo concluir esto a más tardar una semana. Eso si salgo viva de la operación que la otra vez me aguante el dolor por ocho horas jajaja, creo que estos meses desaparecida viví lo que se vive en un manga y más.

Bueno no diré más, solo bye.

Notas del capitulo:

Al fin algo que explica todo desde el inicio. disfruten y no dejen de escribir sus comentarios, me ayudarana  mejorar.

 

LA MALDICIÓN DE LOS UCHIHA

1.

“Pase lo que pase te llevare de regreso a Konoha”

Saske despertó violentamente, ese no era un sueño. ¡Era una pesadilla!, una dolorosa pesadilla que deseaba desaparecer de su mente. Como lo deseaba. Depositó una mano sobre su frente la cicatriz aun le ardía, giro y contemplo a los tres seres que ahora le acompañaban.  Suspiro hondo y profundo, tomo su posición de guardia, no podía relajarse, no con ellos bajo su cuidado. Se había hecho una promesa a sí mismo, desde su derrota. No matar. Promesa que cumplía y le había costado aquella cicatriz en la cara, una cicatriz que atravesaba su mejilla derecha hasta llegar al mentón.  No podía esperarse menos, después de todo era un prófugo de la ley y luchar contra los caza recompensas, Ninjas, Ladrones entre otros sin llegar a matarles no era tarea fácil.

Giro y miro sus compañeros que dormían plácidamente, su expresión calmada lograba fácilmente confundirles con seres inocentes, niños simples, delicados, vulnerables pero no eran  todo  lo contrario; Cuervo poseía alrededor de 13 años, la mayor, segunda al mando, fría calculadora, una asesina innata, solo vivía por su clan, el resto del mundo podía irse al mismo infierno. Su atuendo era una capa negra muy similar a la que usaba Akatsuki, casi nunca dejaba que alguien viese su rostro, vestía siempre una máscara estilo Madara para cada batalla. No le importaba la opinión que Saske tenía sobre esta, que de por si era mala.

El segundo era Adán, sus cabellos azabache y las líneas en forma de bigote en sus mejillas, le recordaban a Naruto, más cuando al verlo veía esos ojos azules llenos de deseos de vivir adrenalina pura, su expresión sonrientes y a la vez desesperante cada que se hacía al desentendido o cabeza dura, en resumen un busca problemas innato -De no ser por el color negro de sus cabello juraría que era el hijo ilegitimo de Naruto, pero era un imposible, después de todo Naruto actualmente tenia… No más de 22 años- siempre detrás de Cuervo. Tenía Doce años y medio, su roll en el equipo era el de ataque sorpresa. Y, sí que era una sorpresa, siempre embestía con alguna técnica inesperada contra el enemigo, varias veces Saske maldijo  el día que Adán escucho hablar del  Sexy no Jutsu, Desde aquel día solía usarlo para escaparse de los problemas que causaba en las aldeas que cruzaban.

No era el hecho de ser buscado por las aldeas ocultas como traidor y asesino lo que obligo a Saske a vagar por el bosque, Era Adán y sus locuras que siempre lo ponían en situaciones incomodas. Concluyo Saske rendido, no sabía nada de criar niños, menos de como criar a Adán. 

El tercero y el más pequeño era David, con sus ocho años y diez meses de edad era un prodigio en el arte de los ninjutsus, por lo cual requería mayor entrenamiento y  pláticas sobre lo que era bueno y malo. David quizás era la mayor preocupación de Saske, su incapacidad de distinguir lo bueno de lo malo lo convertían en una potencial amenaza a la paz reciente del mundo ninja. Si bien ahora era solo un niño que obedecía a Cuervo y él cómo todo niño obedece a sus padres, algún día sería un hombre capaz de sobrepasarlo. La idea de verle contaminado por el absurdo camino del odio como él lo había sido, le desesperaba, casi no conciliaba el sueño de pensar en el futuro de esos tres menores, que fácil era errar el camino a un niño y los otros dos les seguirían como polillas a la luz, directo a su destrucción.

 -No pasara- Cuervo se asomaba a Saske y se sentaba a su lado con la libertad que ella misma se daba al tratarlo como su padre, su maestro y en un futuro su posible compañero, no es que ella lo amase pero debían reconstruir el clan Uchiha por su propio bien- Reconstruiremos el  Clan Uchiha, no solo por tu meta, también por nuestra conveniencia, somos experimentos, clones creados de los más poderosos ninjas, pero más que todo- Apoyo su frente en el hombro de Saske- Somos Uchihas…- Los ojos de la menor mostraban el Sarrinan con tres aspas.

-Ve a dormir, mañana tendremos que caminar todo el día-Susurro, esos tres chiquillos eran el ultimo golpe de gracia que Kabuto realizo antes de su muerte, en su afán de conseguir el guerrero perfecto. Una mescla de ADN de los participantes de la última guerra Ninja, tres chiquillos con habilidades aterradoras, no era raro que comprendiese que Adán era  el clon de Naruto con genes Uchiha y que cuervo era el suyo con genes de Madara y el sabio de los seis caminos, pero de quien aún no desaforaba nada solo un inmenso poder era de David.

El sol de reflejo sobre su cara, y una hoja seca se deslizo hasta posar en su cabello, con ella el recuerdo de la promesa incumplida renacía.

“No importa, Te llevare de nuevo a Konoha”

La fijación de Naruto hacia el por sentimientos de la infancia era absurda, pero no podía evitarse aquel dolor en su pecho, esa exigencia de retornar, pero más fuerte que el sentimiento descubierto era sus tres nuevas responsabilidades.

-¿Adán?-Llamo Cuervo sin encontrar a respuestas, corrió donde Saske estaba y le miro para luego desaparecer en busca de Adán.

-¿Dónde te has metido?-Susurro, al cabo de siete horas de búsqueda intensa al fin lo encontró, en sus manos sostenía una espada y su mirada una que otra leva mancha de sangre.

-¿Que ha pasado?-Pregunto molesta cuervo- Porque  te has alejado del grupo sin decir nada?- siguió al no tener respuestas de Adán.

-Crearían que con una arma tan simple como esta podían asesinarme- Susurro el menor con la mirada sombría- Me acorralaron, les dije que se marcharan pero no hicieron caso, tuve a que asesinarles a todos- Señalo una poza cubierta con tierra del lugar y hojas secas, Cuervo cerro los ojos, no era necesario una explicación de lo ocurrido, solo del porqué de lo ocurrido.

-La próxima vez es más precavido, a él no le agrada que hagamos estas cosas, si se harta de nosotros se marchara y nos quedaremos sin maestro-Susurró Cuervo y Adán asintió con la cabeza- Ven aquí- Le llamo y de su bolso saco agua de roción, una extraña agua que borraba todo rastro.

 

Era nuevamente el anochecer cuando Cuervo y Adán regresaban al punto de encuentro. Comenzaron a caminar, debían avanzar tres millas más.

-Tu cantinflora siempre está llena de agua-Susurro Saske encabezando la marcha- Ahora está vacía- concluyo sin abrir los ojos, de pronto paro al sentir como Cuervo se detenía en seco, giro para verla y allí estaba, con su mirada defensiva, y en ella el Sharingan resplandeciendo, contemplándolo como una amenaza.

-No me obligues a elegir porque elegiré a mis hermanos Saske- Amenazo hasta estallar en al histeria- ¡ESOS HOMBRE IBAN AMATARLO!-Grito molesta- ¡¿Qué, querían que se quedara de brazos cruzados?!... si hubiera muerto yo les habrá matado con mis propias manos…
La resurrección del Clan Uchiha es mi única meta, para ello…-
Pese a sentir como su voz se cortaba prosiguió mirándolo con más fiereza y mostrando la formación del Makio Sharingan, Saske cerro nuevamente sus ojos para abrirlos y mostrar su makiosharingan y después dar media vuelta y proseguir caminando, Adán y David le miraron expectantes, la atmosfera era densa y el silencio sofocante, pero ninguno daría retrocedería, o quizás sí.

-Pronto llegaremos. Al final de la montaña se hallan unas ruinas, allí comenzara su entrenamiento- Los tres niños le miraron asombrados por su actitud, era la primera vez que su maestro y padre cedía, de pronto la emoción lleno sus rostros con expresión de felicidad- Pero existe una regla- Susurro inexpresivo.  Los menores le miraron y escucharon atentos como si su vida dependiera de ello- No mataran.

-¡¿Qué?!-Gritaron Adán y David

-¿Y si somos acorralados?- Pregunto Cuervo aun a la defensiva.

-Una vez concluyan el entrenamiento, serán pocos los que podrán hacerles frente y menos los que podrán poner sus vidas en riesgo- La seguridad en sus palabras y la expresión de supremacía que Saske poseía al decir esas frases, causaba que los corazones de los tres adolescentes latiera con intensidad. No se habían equivocado, Saske era su maestro, su padre, su líder, el único capaz de ayudarles a cumplir su objetivo. La libertad…


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