Capitulo 1: decisión desesperada.
Un día normal en la ciudad de Inazuma la familia Goenji celebraba la entrada de él mayor de sus hijos en la prestigiosa universidad Fubushi en Hokkaido.
- Nunca creí que mi hermano entrara en esa prestigiosa universidad- decía una sonriente niña.
- Era de esperarse de mi hijo- decía el líder de los Goenji.
- Si padre- respondió Goenji Shuuya- espero que este orgulloso de mi.
El padre de Shuuya era Goenji Hiron un medico muy respetado en todo Japón. Era muy estricto en lo referente al futuro de su familia. Su madre, Goenji Marian, había muerto hace algunos años, cuando él estaba en la secundaria. Su hermana menor, Yuuka Goenji, tenía 12 años y estudiaba la secundaria.
Shuuya Goenji, un futuro estudiante universitario, era alto, con el pelo gris en pinchos, sus ojos eran cafés. Era de tez clara, muy atlético. Era un futbolista innato.
- Sera mejor que subas a tu habitación a arreglar tus cosas para que viajes a Hokkaido esta misma noche- dijo Hiron.
- Si, enseguida- respondió Shuuya.
- No, padre no puedes enviarlo hoy- se quejo la menor- no tendría tiempo de despedirme de él. No quiero que se vaya aun.
Hiron, al no poder negarle nada a Yuki, acepta y decide enviarlo al día siguiente a 1ra hora de la mañana, pero con la condición de que Yuuka se durmiera temprano.
El sol comenzaba a salir en el horizonte, cuando un joven peli-gris terminaba de subir sus maletas al taxi que lo llevaría al aeropuerto de Inazuma.
- Pórtate bien Yuuka- dijo Shuuya- te prometo escribirte cada semana para que no me extrañes. Volveré en vacaciones, lo prometo.
- De acuerdo- respondió Yuuka- te estaré esperando.
- Dile por favor a papá que no pienso dar mi brazo a torcer con lo que hablamos ayer.
- Discutieron nuevamente- le reprocho Yuuka- dime ¿fue la razón por la que quería mandarte a Hokkaido desde ayer?
- Si- responde Shuuya- pero no es algo que se pueda arreglar con palabras. Lo siento Yuuka, pero no puedo decirte de que se trata.
- Está bien- respondió la pequeña- si es algo importante esperare a que puedas decírmelo.
- Gracias.
Goenji abraza a su hermana y se sube al taxi, desde donde se despide de ella.
- Al aeropuerto de Inazuma por favor- le dijo al conductor.
- En seguida joven.
El traslado al aeropuerto fue rápido, no había mucho tráfico en las calles, así que no fue un viaje emaciado aburrido.
En la entrada del aeropuerto Goenji se quedo parado observando a las personas llegar de diferentes partes del mundo y un gran grupo esperando su turno para subir a sus respectivos aviones.
- No hay marcha atrás- se dijo a sí mismo- decidí esto por mí mismo, así que no tengo de otra masque continuar y ser mejor.
Con estos pensamientos subió al avión con rumbo a Hokkaido y a un nuevo futuro. Sea lo que sea que le espere, estaba dispuesto a todo con tal de alejarse de ese lugar.