Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando la Nieve Cae por Darka

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disfrútenlo~ :D!♥

Notas del capitulo:

Lo hice en 3 horas y a las 11:00 am. por eso estará un poco incoherente~ xD!
 

Los pensamientos estarán entre comillas ('')

 

Espero que les guste! :'D!♥

«*//*//*//*//*//*//*»♥«*//*//*//*//*//*//*» 

 

─¡Skull-kun, ¿En dónde estás…?!─. Buscaba con desesperación un hermoso chico de cabellos castaños, que portaba una gruesa y fina gabardina color blanco que le llegaba hasta las rodillas, contrastando con su pantalón y zapatos del mismo tono.

Éste corría apresuradamente, tropezando de vez en cuando con los pequeños montoncitos de nieve que encontraba a su paso. ─No debí comprar esas palomitas…─. Refunfuñó  Tegoshi en su mente, apretando la larga bufanda contra su rostro, aguantando fervientemente las lágrimas que amenazaban con salir.

Ese día había amanecido más cálido de lo normal, así que decidió tomar un paseo por el nuevo parque junto con su mejor amigo: un adorable y pequeño perrito color café; pero nunca creyó que su día podría ser arruinado tan drásticamente cuando decidió comprar en un puesto ambulante, ignorando por un momento a su amigo, que sin duda se había ido a explorar el nuevo lugar al que había sido llevado.

─¡Skull-kun…!─. Exclamó como por milésima vez, bajando poco a poco la velocidad de su carrera, mientras la fuerza de sus esperanzas por encontrar al pequeño comenzaban a decaer, así como su cuerpo, que comenzó a resentir el helado aire invernal. ─¿Ya no me quieres…?─. Caviló apesadumbrado, caminando lánguidamente hasta una banca vacía, en la que se dejó caer. Recargó la cara entre sus manos y cerró los ojos.

Había pasado tantos momentos al lado de su mascota, que ahora se le hacía difícil continuar sin ella. Siempre que había necesitado a alguien para escucharle cantar, llorar e inclusive reír, había estado su pequeño amigo para hacerle compañía. Le conocía desde que Skull aún era solo un travieso cachorro que mordía sus calcetines, y que sin importar cuanto tratara de esconderlos, la inquieta mascota lograba alcanzarlos con facilidad.

Una triste sonrisa cruzó por su cara, cuando sintió algo frío posarse en su mejilla. ─¿Está nevando de nuevo…?─. Suspiró con tristeza, pensando aún más en el destino que le esperaba a su pequeño amigo en un lugar extraño, y de repente una pesada lágrima recorrió su cara en tan solo unos instantes.

Alzó su rostro velozmente, dispuesto a secar esa vergonzosa gota, cuando repentinamente, vio que frente a él se encontraba un hombre de clase baja, con las ropas un tanto roídas y sucias que le miraba con una cálida sonrisa.

─¿Q-quién eres tú?─. Tartamudeó Tegoshi, mirando con desconfianza al sujeto, al tiempo que  frotaba sus ojos con ambas manos para borrar cualquier prueba de que hubiera llorado. Fue encontrado por un desconocido en un pésimo momento. Eso iba en contra de su propia política de 'No dejar que nadie (Además de Skull-kun) vea nunca mis lágrimas'.

─¿Necesitas algo?─. Añadió un tanto desesperado, rebuscando en sus bolsillos alguna moneda para que se marchara rápidamente el intruso, pero su mano fue detenida por la del muchacho, que ante la sorpresa del castaño, se hincó y sacó un diminuto títere que movió grácilmente sobre la suave nieve, cuando súbitamente, otra marioneta apareció.

El misterioso titiritero jugó hábilmente con los hilos, moviendo realistamente las extremidades de la pequeña figura humana, y una historia surgió del silente y excéntrico juego, que solo era acompañado por algunos gruñidos graciosos que hacía sujeto para sustituir los argumentos, convirtiéndolo en un espectáculo privado hecho únicamente para él.

 Una ligera carcajada fue arrancada de sus labios en cuanto una de las marionetas fue pateada por la otra, y no fue hasta ese entonces que Tegoshi miró de verdad a la persona que se encontraba frente a él, que bajo toda esa ropa vieja y un poco polvosa, se encontraba un atractivo joven de cabellos negros, que no era mayor que él. Parecía tener unos ojos grandes y expresivos, además de unos labios carnosos, que se habían puesto rosados por el frío.

De pronto, se vio embelesado por el aura enigmática que desprendía el muchacho; los hermosos movimientos que hacía al manejar los títeres le daban un toque agradable a su apariencia tan desaliñada, pero ese deslumbramiento no duró demasiado, ya que una ronca y armoniosa voz rompió el silencio.

─¿Por qué estabas llorando?─. Inquirió con curiosidad el titiritero, fijando sus ojos en los del castaño, que se había puesto nervioso ante la franqueza que había tenido el muchacho para preguntarle algo tan directamente. Se quedó mudo por un momento, pero recobró la compostura casi de inmediato.

─No estaba llorando─. Dijo de manera tajante, esquivando su mirada, al tiempo que formaba un adorable puchero. Pero su comentario había provocado que el  silencio comenzara a envolverlos de nuevo, y en cuanto quiso voltear a mirar nuevamente al pelinegro, ya lo tenía a escasos centímetros de su rostro.

─¡O-oye…!─. Casi gritó, inclinándose hacia atrás como si fuera un resorte, mientras que la banca daba un rechinido sordo como queja por el abrupto movimiento. ─¡¿Q-qué haces?!─. Frunció el entrecejo inevitablemente, mientras su cara se ponía tan roja como un jitomate. Sin embargo, el reservado hombre se limitó a mirarlo fijamente sin expresión alguna.

─Tus ojos se ven rojos─. Soltó finalmente, tomando a Tegoshi por la barbilla para tener un mejor ángulo de su cara. ─Estuviste llorando, ¿Por qué?─. Preguntó descaradamente, ahora más que seguro de que no se equivocaba en su evaluación.

─…Perdí a mi amigo…─. Murmuró por lo bajo el más joven, sintiendo una punzada de dolor al pronunciar esas palabras. ─…Un amigo muy importante…─. Agregó, aún sin saber por qué tenía que contarle algo así a un desconocido. No tenía ánimos para recordar algo así de doloroso, así que mordió la bufanda y trató de ocultarse en ella de nuevo, para evitar que sus lágrimas cayeran de nuevo.

─Ya veo…─. Respondió con frialdad el sujeto, que se levantó en filo y dio media vuelta para desaparecer rápidamente entre la bulliciosa multitud, dejando nuevamente en soledad al castaño, que no dudó en llorar amargamente hasta que comenzó a anochecer, olvidando por completo su estúpido orgullo.

─''¿De qué sirve aguantarse ahora?''─. Pensó con resignación, sintiéndose aún más vacío que cuando había sido interrumpido. ─''¡Estúpido vagabundo!''─. Gritó con furia en sus adentros, golpeando la banca con el puño, mientras que con su mano libre, inútilmente trataba de limpiar las copiosas lágrimas que no paraban de salir.

Inesperadamente, un ladrido que conocía muy bien se acercó en la distancia, y no dudó ni un instante en ponerse en pie y gritar nuevamente el nombre de su preciada mascota mirando en todas las direcciones posibles, pero el sonido desapareció tan pronto como había llegado.

 ─¿Una ilusión…?─. Suspiró con desgana, preparado para volver a llorar; sin embargo, una sombra le hizo levantar la vista, encontrando al misterioso chico frente a él, con la única diferencia de que su cara y brazos estaban cubiertos de raspones con barro, sus ropas se encontraban aún más ennegrecidas, y unas delgadas ramas salían de entre el cabello del sujeto.

 ─¿Qué fue lo que--?─. Dejó la frase a la mitad en cuanto el muchacho abrió su chamarra y dejó entrever un precioso perrito color café, que se removió hábilmente, saltando despreocupadamente en brazos de Tegoshi. ─¡Skull-kun, Skull-kun, Sull-kun~!─. Canturreó con emoción, levantando a la peluda mascota, y dando unos cuantos giros al mismo tiempo.

El titiritero observaba la escena con una amplia sonrisa. Nunca creyó que alguien podría estar preocupado por otra persona que no fuera por sí mismo. Desde un principio, se había acercado por el mero hecho de recibir una moneda, pero al ver al pequeño tan deprimido, algo dentro de él había cambiado.

─No debería ser tan prejuicioso─. Sonrió, despeinándose a sí mismo, dando media vuelta para marcharse del lugar de manera silenciosa. No tenía intenciones de interrumpir un reencuentro tan conmovedor como ese. ─''Siento como si hiciera mal tercio''─. Bromeó mentalmente, sintiéndose como un idiota al tener celos de un perro.

Suspiró mirando al cielo, metiendo las manos a sus bolsillos y alejándose a paso seguro, cuando escuchó que una melodiosa voz le llamaba. ─¡E-espere por favor…!─. Se giró de inmediato para asegurarse de que no estaba soñando, pero ahí estaba, el precioso joven al que había admirado momentos antes.

─¡N-no le he preguntado su nombre…!─. Jadeó el chico con una hermosa sonrisa grabada en su rostro. ─Quiero saber… cuál es el nombre del salvador de Skull-kun…─. Agregó sin aliento, levantando con ambos brazos a la indefensa criatura que ladró con emoción.

Rió por lo bajo al escucharles a ambos, y soltó de manera casual su nombre. ─Yamashita Tomohisa─. Estiró el brazo para estrechar la mano del castaño, pero fue grande su sorpresa cuando en un inesperado movimiento, el joven se acercó hacia él, besando su mejilla con delicadeza.

─¡Muchas gracias Yamashita-san!─. Sonrió aún más abiertamente, ladeando la cabeza mientras sus mejillas tomaban un ligero color rojizo. ─¡Espero que nos veamos de nuevo!─. Exclamó mientras corría al lado contrario, dejando estupefacto al  titiritero, que se tocó de inmediato la mejilla, percibiendo como un creciente calor brotaba del lugar en el que su piel había entrado en contacto con el adorable chico.

Su mirada siguió clavada en la figura del castaño hasta que se perdió en la distancia. Aquél hermoso joven que había logrado atraer su atención desde el mismo momento en el que pudo observar sus lágrimas caer, pero que consiguió robarle su corazón en cuanto una sonrisa rompió la dolorosa expresión que le había mostrado, sin importar que no se conocían.

Cerró los ojos, tratando de grabar en su mente el calor de su piel al contacto con la suya, recordando cada instante en el que conversaron, con la esperanza de que pudieran encontrarse una vez más, del mismo modo en el que lo habían hecho… justo cuando la nieve cae.

 «*//*//*//*//*//*//*»♥«*//*//*//*//*//*//*»

Notas finales:

Se aceptan críticas, comentarios, insultos(?),

pero no olviden dejar una review! ;W;!♥ 

..espero poder mejorar! ;3;)/♥

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).