El silencio era tenso. Bastante siendo honestos.
Pero el no era honesto así que sonreía, como si no se diera cuenta pacientemente paseaba la mirada a cada lado de la cordillera de la mesa que parecía haberse vuelto una guerra de miradas interrogantes, apáticas y juzgadoras por igual.
Tranquilamente continúa esperando al primer perdedor,
Lo veía venir en realidad, hasta algo obvio era. Aunque debía admitir que había resistido maravi….
-que demonios hace este mocoso aquí!!!!?-
Bien, al menos solo lo pensó y no lo dijo en voz alta, y pensar que por un momento casi siente orgullo de su amigo pelirrojo. Suspira y mantiene la sonrisa. Ladea un poco la cabeza como un niño que no entiende el porqué de la cuestión.
El verdadero niño del grupo bufa y les mira con casi repugnancia dirigiendo una mirada especialmente arrogante al sujeto raro que salta y le señala como si de un defecto de la naturaleza se tratara.
-idiota escandaloso-
El moreno ríe, mitad divertido mitad aprensivo.
Ciel y grell harían esa noche larga. Muy larga.
Y ni siquiera han llegado a la parte espinosa del tema.
Esa donde las cosas se ponen ilegales y peligrosas. Aunque quizá la verdad sea que esta fuera la parte más peligrosa.
Undertaker ríe con esa voz tan suya que recuerda a un payaso asesino mientras busca la solución a todo ese problema justo en el fondo del vaso ahora vacío. Lo llena nuevamente y vuelve a arremeter contra el líquido vital.
-y se puede saber de donde saliste TU sujeto estrafalario?-
-soy el amado de Sebastián! Y no voy a permitir que arrastres a mi inocente sebas-chan contigo-
Oh oh algo interesante, alza la mirada para encontrarse con un Sebastián en aprietos, el valiente hombre no deja de sonreír a pesar de las miradas asesinas que recaen en el.
-con que tu amante eh?-
Niega con sutileza, solo para ser asesinado por el fan del carmín.
-así que este mocoso es quien nos ha estado separando…- grell se lleva una mano a la cabeza dramáticamente. El bautizado mocoso alza una ceja con escepticismos antes de empezar a gruñir.
Ambos serian tan encantadores de no ser porque el primero luce como un acosador psicópata y el segundo como un adolescente demente dispuesto a arrancarte un brazo si le llegas a tocar.
Tan lindos.
-será una noche larga….- ambos hombres se miran sorprendidos después de hablar a la vez, quien diría que algún día estarían desacuerdo en algo, sonreirían y chocarían copas de no ser por el par que ahora les mira con odio renovado.
Una mirada azul y grosera cae sobre undertaker mientras Sebastián se siente presionado por una rojiza y desquiciada.
-y debemos suponer…- comienza el pelirrojo.
-…que es culpa nuestra?- termina de declarar el chiquillo.
Al menos se han puesto de acuerdo en algo, aunque eso sea torturarlos lentamente.
Ambos niegan a la vez.
Mientras el denso silencio vuelve a la pequeña mesa, rellenan las copas.
Y pensar que todavía falta hablar de asesinatos.
Pero no los de Sebastián y undertaker….o eso creemos.