Serpientes Cazando Leones
Como todos los días en esa clase era castigado y quitaban puntos a Gryffindor. Salió del aula y se puso a pensar en los porqués de todos sus castigos y pérdida de puntos, remontándose a cuando llegó a cursar el primer año del famosísimo colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, después de estar unas semanas yendo a clases, comprendió que el Profesor de Pociones, Severus Snape, tenía una especial fijación con él, si respiraba le quitaba puntos, si no contestaba cosas porque no sabía era castigado; y así ha sido por seis largos y tortuosos años, en los que no solo ha tenido que salvar su vida, sino también la de sus seres queridos y no tan queridos.
Bueno el castigo de hoy fue por interrumpir la clase con un desafortunado estornudo y como al maestro no le gustan las interrupciones le quitó diez puntos a Gryffindor y le pidió “amablemente” que saliera de la sala para volver al término de la clase. Y aquí me tiene. Apunto de tocar su puerta.
TOC, TOC, TOC
- Pase, Señor Potter. Tome asiento.
- Permiso, señor.
- Señor Potter, pareciera que le gusta ser castigado por mi persona- dijo Snape con una sonrisa de medio lado.
- Profesor, a nadie le gusta ser castigado- Sí, sí, lo admito. Me gusta ser castigado por Snape, soy la única persona que ve su sonrisa de satisfacción cuando cumplo un castigo suyo al pie de la letra.
- Bien, aclarado este punto. Su castigo de hoy será limpiar toda la habitación, sin emplear magia.
- Qué!? Profesor, pero por toda la habitación se refiere a TODA la habitación.
- Sí, Señor Potter, toda la habitación, y para asegurarme que no empleará magia, le confiscaré su varita, se la devolveré al termino del castigo.- Harry puso la mejor cara de ternura para tratar e librarse del castigo – No me ponga caras Señor Potter, a no ser que quiera que sean dos las habitaciones que tendrá que limpiar.
- No, señor, profesor, claro que no
- Bien volveré dentro de dos horas para ver cómo va- y sin más que decir salió de la habitación.
- ¡Maldición!, ¡maldición!, ¡estúpido Snape! Tendré que limpiar una habitación completa, ¡COMPLETA! Empezaré por el techo, pero cómo llego a él, si tan solo Snape no hubiera confiscado mi varita. Piensa, Harry, piensa. Ah, ¡ya sé!
Empezó a apilar bancos sobre bancos, hasta que alcanzó la altura adecuada, se demoró alrededor de treinta minutos y dejó el techo reluciente, tanto así que podría ver su reflejo si quisiera, volvió a poner los bancos en sus lugares.
- Uff. Esto de hacer tanto esfuerzo da calor, mucho, mucho calor- y se sacó la túnica de Hogwarts
Se puso a limpiar las estanterías, los frascos que habían en ellas quedaron como espejos, cuando se dispuso a limpiar los bancos se quitó la camisa para poder trabajar mejor, tan ocupado y concentrado estaba que no se percató que el profesor Snape había vuelto y lo miraba embelesado.
No comprendo que me pasa, quedé paralizado al ver a Harr… a Potter sin polera, esa espalda ancha, sus brazos fuertes, su piel perlada por el sudor era apetitosa. ¿Desde cuando la piel de Harry era apetitosa a mis ojos? ¿Desde cuándo es Harry y no Potter?
- Profesor, no lo había visto
- ¡Ah! – Dijo el profesor dando un respingo- Algo me atrae hasta él
- Y Profesor le gusta lo que ve- le señala la habitación
- Sí, me gusta lo que veo- dijo sin mirar la habitación
- Sí, verdad. La habitación quedó maravillosa
- Sí, perfecta para ser honestos- dijo sonriendo
Y ahí está su sonrisa de medio lado, esa sonrisa que me vuelve loco, que me ha quitado el sueño. Bien profesor, mi castigo terminó, me voy a dormir, estoy verdaderamente exhausto.
- Sí, ve a acostarte Har…Potter
- Señor, puede llamarme Harry, después de seis años de clases y castigos. Creo que tenemos, ya, suficiente familiaridad.
- Está bien, Harry. Ahora ve a dormir.
- Hasta mañana, Profesor Snape
- Hasta mañana, Harry
Wii. Logré que me llamara Harry.
--------------------------------------Al otro día------------------------------
- Baja Harry. Llegarás tarde al desayuno
- Ya voy, Ron. No seas impaciente
Iban caminando los dos por los pasillos para llegar al Gran Comedor cuando…
- Harry, tengo que contarte algunas cosas
- Dime, soy todo oídos.
- Es que…verás…no sé cómo empezar
- Pues…por el principio sería una buena idea
- Bueno, aquí voy…Soy gay, me…
- ¿¡Qué!?
- Harry por favor no me interrumpas, no ves lo difícil que es para mí, contarte esto
- Lo siento, es que siempre te creí detrás de Hermione.
- Harry, ella es lesbiana
- ¿¡Qué!? ¿¡Qué!?- O.O
- Bueno, eso debe contártelo ella. Si no te molesta voy a continuar. Soy homosexual y estoy saliendo hace tres semanas con Draco Malfoy
- Draco Malfoy es… ¿gay?- O.O
- Sí, Potter soy gay- dijo Draco sobresaltando a los dos amigos- Soy gay, y estoy enrollado con tu amigo hace tres semanas.
-¿Por qué Ron?, tu padre odia a todos los Weasley y a quienes simpatizan con ellos.
- Exacto, mi padre los odia. En lo que a mi concierne, los admiro mucho, porque son muy unidos. Y respondiendo a tu pregunta de ¿por qué Ron?, es muy simple Ron es lo más hermoso y maravilloso de este mundo
- Wow, sí que te trae.
- La verdad sí, me trae loco
- Chicos aún estoy aquí, ¿recuerdan?- dijo Ron ruborizado
- Cómo olvidarte, buenos días- dijo Draco para posteriormente besar a Ron con pasión- Nos veremos luego- y se marchó dejando a un Ron agitado y a un Harry boquiabierto.
Llegaron al Gran Comedor, el director Dumbledore dio su discurso matutino, los ojos de Harry pasaron por todos los maestros hasta toparse con Severus Snape, estaba cambiado, no vestía su típica túnica negra, al contrario, vestía jeans negros, zapatillas converse y una polera que lo hacían ver realmente sexy.
- El profesor Snape se tenía bien guardadito semejante pedazo de hombre
- ¡Ron! No hables así del profesor, además tienes novio
- Tendré novio y estaré ocupado, pero no soy ciego. Y por lo que veo Harry, tú tampoco lo eres.
- ¿Qué quieres decir, Ron?
- Quiero decir que te atrae el Profesor Snape
- ¡Por Dios, Ron! A mí atraerme Snape. No me hagas reír, estás demente. Es más lo detesto
- Si lo detestas tanto como dices ¿por qué la baba te cae?
- No estoy babeando
- Ya, como tú digas
Se preparaban para desayunar cuando llega Hermione
- Hola chicos
- Hermione, estábamos preocupados, ¿dónde estabas?
- En la biblioteca, una urgencia, ya me entienden.
- Hermione- dijo Harry con voz serena- ¿es cierto que eres lesbiana?
La chica nacida de padres muggles lanzó una mirada significativa a Ron antes de contestar la pregunta de Harry. – Sí Harry. Soy lesbiana. Ahora que no tengo nada que ocultar les confesaré algo muy, muy importante.
- Tú también. Ron me tiró un balde de agua fría en la mañana, al decirme que estaba enrollado con el hurón. ¿Qué otra cosa tengo que saber?
- Lo que tienen que saber es… música de suspenso
- Hermione dilo ya
- Ya Harry, no seas impaciente. Estoy de novia
- ¿Con quién?
- Con Pansy Parkinson.
- Felicidades Hermione- dijo Ron sinceramente
- Gracias, Ron, igual para ti. Harry ¿te encuentras bien?
- Claro, solo tengo que procesar la información. ¡Listo! procesada y asimilada. Bueno, ya que ambos están en una relación gay, les ruego que me digan que prefieren arriba.
- Abajo- contestó Hermione fue segura- y tú Ron, qué prefieres
- Abajo también- contestó Ron, rojo a más no poder.
- Vaya, de Hermione lo esperaba, pero Ron, creí que preferirías arriba.
Continuará...