Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I Saw a Girl por zoe

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

DISCLAIMER: No sé si debo poner esto incluso en esta categoría, puesto que es más que obvio que ninguno de ellos me pertenece wizz ._. si me pertenecieran...ya sería padres por no sé que número de vez x'D.

 

Olvidé comentar que el título se lo debo a mi amada, bella, preciosa, hermosa, deseada y querida Madre de mis hijos: Kit Pyron!!! Thanks babe Ai loff yuuu~!!!!! <3<3

Notas del capitulo:

zoe- Lalalalalalalalalalalaaaaaaa

zoe- No sirves como cantante ¬¬

zoe- ¡Oh, calla! No te pregunte wizz...

zoe- Eso es lo mejor del caso babe ;)

 

I Saw A Girl.

 

Cuando le conocí fue muy extraño. La primera vez que le vi, tenía 8 años.

A primera vista, pensé que era una niña.

 

Sí, es espeluznante y lo sé bien. Cuando un niño se enamora por vez primera es…asqueroso; o eso pienso yo, quiero decir…¡era un niño, amigo! Lo último que quería era empezar a perder mi poco control y tiempo con una niñita.

La gran sorpresa llegó cuando entró en mi clase y se presentó. ¡No podía creerlo! La pequeña niña que vi caminando por la calle en dirección a la escuela era un chico…¡Un chico!

 

¿Pueden imaginarse el estado de estupefacción en el que estuve? Bien, no hay que entrar en pánico; existen muchos niños bonitos en el mundo, tal vez cuando crezca se convierta en un verdadero macho o será un ordinario hombre japonés…

 

Sí, eso era lo que pensaba. Realmente era un niño muy lindo, no podía apartar mis ojos de él y tartamudeé cuando se sentó al lado mío. Fue muy difícil para mi decir un simple “hola”, ¡me sentía tan estúpido! Él me sonrió tímidamente y mis mejillas enrojecieron. Se sentó a mi lado y dijo un tímido “hola” con una sonrisa tierna mirándome fugazmente. Era tan lindo.

 

¿Es malo sentir este tipo de cosas por un chico? Bueno, tomando en cuenta que YO SOY UN CHICO.

 

Tomé la decisión de no relacionarme mucho con él, podría ser peligroso; pero cuando me di vuelta y observé que los otros chicos lo estaban viendo…una mirada de acoso. En ese momento me espanté, sentí miedo por él y muy en el fondo quería protegerle…protegerlo y ser cercano a él.

 

Bien, años después descubrí que yo hallé mi sexualidad a los 8 años, también descubrí que era homo por cause de Kazuhiro.

 

Kazuhiro, Kazuhiro, Kazuhiro, ¡My god! Qué genial suena; años atrás pudo haber sido un nombre ordinario para mí, un nombre como cualquier otro. Pero en el momento en el que me lo dijo fue…mágico.

 

Tú sabes amigo, que cuando eres niño ves las cosas extremadamente color de rosa, con estrellitas y todo eso, y que cuando te enamoras, no importa la edad, continuas viendo las cosas así de rosa y todas esas cursilerías.

 

La primera vez que me enamoré no tenía idea de que era realmente lo que sentía. Qué clase se sentimientos estaba experimentando y lo más importante ¿qué demonio me hizo? ¿Por qué se coló tan profundo por mis ojos?

 

-¿Sano-san? ¿Estás bien?

 

-Sí, ¿por qué preguntas?

 

-Te ves bastante…extraño. Es como si no estuvieras aquí, ¿hay algo que te moleste?

 

-No realmente; solo…pensaba en el por qué continuas llamándome “Sano-san” si nos conocemos desde la primaria.

 

-Bueno,…Yo solo…tú sabes, es…me siento…

 

-Apenado –y sonreí por ese rubor inundando sus mejillas; tenía tantas ganas de tomar su rostro y besar sus labios diciéndole que todo estaría bien que solamente pensaba en la forma en la que me enamoré de él como un loco. Eso y que las hormonas me estaban matando por el simple sonido de su respiración. Y hablando de las hormonas e imaginación elevada.

Allí estaba esa chica de nuestra clase que no recuerdo su nombre; verla me hacía pensar que Hiro se vería mucho mejor en el uniforme femenino que ella o cualquier otra chica de la escuela, del distrito…Es más, sería más lindo que todas las chicas de Japón y el mundo juntas.

 

-Yano-san es muy linda, ¿no crees?

 

Y fue ese el momento en el que sentí que todo mi interior se partía y se deslizaba lenta y dolorosamente por todo mi cuerpo hasta irse muy lejos.

Pero que iluso había sido. Era más que obvio que porque yo fuera gay no significaba que él lo fuese igual. Sentí un nudo en mi garganta y no pude tragar, no podía hablar, todo me dolía; sin embargo, no podía dejar que pensará en ello, que descubriera que era como un acosador y se olvidara de mi para que cuando le mencionaran mi nombre en alguna reunión de ex-alumnos él contestara: “¿Quién? ¡Ah, sí! Sano-san el homo depravado acosador. Hace mucho no escuchaba de él”

 

-Si lo piensas deberías decírselo. No creo que mi opinión sea necesaria –me levanté lo más rápido que pude y avancé hacia los baños, no quise ni voltear a verlo, solo quería desahogarme, si era necesario llorar antes de que el receso terminara.

 

¡Amigo, esto es tan gay! Yo soy tan gay.

 

Ya no puedo recordar cuanto tiempo pasó desde aquel día. Me parecieron meses sin hablarle –aunque él asegura que fue solamente día y medio-; pero recuerdo claramente el porque nuestra relación volvió a ser, tristemente, la de antes.

Él había empezado a hablar más con Yano…esa embustera, zorra, faja maestros y demás calificativos que no diré porque solo el pensarla hace que mi hígado se estruje.

El hecho es que durante ese día estuvieron conversando muy animadamente y justamente ese mismo día entró un chico nuevo. Su nombre no me importaba; de hecho, nunca me interesó saber de nadie más que no fuera Hiro. Tal vez por eso era la fama que tenía, y por eso las chicas me veían como el “tipo cool de la secundaria”; a la mierda ellas y sus pensamientos, mientras mi chico no estuviera en ellos yo podía seguir tranquilamente con lo mío.

 

Mi chico, ja, ¡qué egoísta de mi parte! Pero sin ese egoísmo nunca hubiera podido estar tantos años tan cerca de él, ni compartir tantas cosas, menos descubrir sus más profundos sueños, ilusiones, miedos. Sin ese egoísmo, hubiéramos sido extraños y nunca hubiese podido compartir tanto, ni ser tan cercanos, como ahora…como ahora no somos por culpa de unas malditas faldas que lo están haciendo reír.

 

-Disculpa…

 

-…¡¿Qué quieres?!

 

-Soy Akiharu…

 

-Sí, piérdete; no me interesas.

 

-Shinya, no deberías ser tan rudo con el nuevo –elevar mi rostro y ver su expresión facial en un puchero logró hacerme sonreír y olvidar la mala leche que me estaba cargando.- Debes perdonarlo, tiene una “reputación” que mantener.

 

-Reputación tienes en el cerebro, tontito.

 

-¿Eh? ¿Eres un chico? –y fue cuando el nuevo la cagó, arruinó nuestro ambiente de reconciliación. Hiro bajó el rostro algo apenado y asintió.

 

Yo me levanté bruscamente y le tomé de las muñecas, estaba acostumbrado a lidiar con tíos así. Era mejor mostrar quien mandaba en el territorio.

 

-¡Shinya! –escuché que me llamó.

 

-¿Algún problema con eso, amigo?

 

-Déjalo…está bie…

 

-No, todo lo contrario. Me agrada -, quedé en tal grado de estupefacción (amo esa palabra, ¿ya se los mencioné?) que no supe cuando se soltó de mi agarre y acorraló a Kazuhiro.- Soy Tsukiyama Akiharu, un placer…¿Tú nombres es…?

 

-Saitou…Kazu…

 

-¡Hiro es mío! –mis nervios ya estaban estallando uno a uno. Que Hiro gustase de otra persona era algo que no podía cambiar; pero que alguien gustase de MI Hiro y coqueteará con él. Era algo que no perdonaría.

 

El ruido hecho por la silla al caer al suelo fue muy lejano para mí, tan lejano como el silencio que se produjo y las miradas –que me importaban una mierda- que eran dirigidas a nosotros; tomé al nuevo de la muñeca y lo halé bruscamente alejándolo de Kazuhiro, casi empujándolo.

 

-¡Grábenselo bien, todos ustedes! –me viré con furia ante mis “espectadores”- ¡Y si soy marica les vendría valiendo una puñetera mierda!

 

-¿Shinya? –el agarre sobre mis brazo y la voz tartamuda de Kazuhiro me sacó de mis pensamientos. Y me alejé lo más que pude de él, tropecé y caí al suelo. Supe que estaba rojo por como ardían mis mejillas, mientras él, él me veía con esa cara indescifrable. Sus labios no se movían, sus ojos no parpadeaban…podría jurar haber visto una leve sonrisa. Pero el valiente de yo no se quedó a averiguarlo.

Como pude me levanté y salí corriendo. Creo que brinqué la cerca de la escuela y huí; no lo recuerdo muy bien.

 

 

Recuerdo que desde que llegué a mi casa me encerré en mi habitación y eché la llave; tenía tantas ganas de llorar, que me daba coraje. Seguramente se alejaría de mí. La escuela entera lo haría…para ser sinceros la escuela me valía, yo quería ser futbolista de todos modos; pero perderlo a él de forma tan estúpida como lo hice era algo que  no soportaría. Al final fue la niña que vi hace 8 años camino a la primaria, era la niña de la que me había enamorado.

 

-8 años…

 

-Sí, es demasiado tiempo.

 

¡Momento! Yo eché llave, yo estaba solo. Grité cual niña al alzar la vista y ver a Hiro parado junto a la puerta sonriendo. Salté y me escondí bajo las cobijas de mi cama.

 

-Sal de ahí Shinya –por su tono de voz empleado supe que estaba haciendo un puchero.

 

-¿Cómo entraste?

 

-Tú me diste la única copia de la llave de tu habitación, por si un día hacías un berrinche muy estúpido. Dejaré esto aquí.

 

Asomé un ojo entre las mantas y vi como acomodaba con toda la calma del mundo el desastre de mi mesita de centro en el suelo y colocaba no solo mi maleta de la escuela, sino dos bolsas de supermercado.

 

-Huele bien –murmuré.

 

-Pollo y Ramen. Tus favoritos. De seguro no has comido nada.

 

Simplemente murmuré y me volví a tapar, el peso extra sobre la cama no sirvió para inmutarme. Pero sí me medio ahogué cuando ese peso “extra” estuvo sobre de mi. Me quité las mantas de la cara para poder respirar. Y de paso ver su sonriente rostro; era como si nada hubiese pasado.

 

-¡Anda! Come algo para que sea tu cerebro el que despierte.

 

-Tú no me mandas –murmuré.

 

-¿Ni el que sea de tu propiedad me da privilegios? Que cruel eres Shinya.

 

Mi cara ardió, y estoy seguro que la suya igual lo hizo, era alguien muy tímido; de seguro le tomó bastante tiempo prepararse mentalmente para decir eso. Cuando se iba a levantar de la cama le tomé del ante brazo.

 

-Kazuhiro, tú no…

 

-Antes me llamabas solo Hiro. ¿Qué cambió ahora?

 

-Yo…me declaré de la forma más estúpida a mi mejor amigo.

 

No podía verle, no me atrevía a verlo.

 

-De hecho no fue lo más correcto la forma en la que lo hiciste. Pero fuese como fuese, soy feliz por eso. –Cuando menos me di cuenta ya estaba sentado en el suelo y desempacaba el pollo horneado y el ramen, y sacaba palillos, junto con una botella de dos litros de Coca~Cola-. Primero come algo Shinya. No eres muy bueno cuando tienes hambre.

 

Me sonrojé de lo mucho que me conocía, ¡cómo le quería! Era lo más especial para mí.

 

Comimos en silencio durante algunos minutos, mil pensamientos rondaban en mi cabeza, debía decir algo, o si no…

 

-Hiro…lo de hoy…

 

-Es tarde para que te retractes, ya me hice ilusiones.

 

-Pero yo…¡¿Qué?!

 

-Tonto –arrugó su boquita como pato…¡me mataba cuando hacía eso!

 

-¿Eso qué significa?

 

-Tonto, significa tonto. Aquí y en China.

 

Casi me atraganto con una pieza de pollo, ¡que no me refería a eso!

 

-Shinya. Te quiero.

 

Ahora era momento de casi morir…de felicidad.

 

-Hiro, no bromees con eso por favor. –Y después de eso, no recuerdo haberlo visto con una cara tan…¡Me corrí! De solo verlo me corrí.

 

-Yo nunca bromearía con algo así. Tú siempre me has gustados…bueno, no siempre. Pero si desde los 9 años –su cara roja era un poema, una oda que incitaba a lo prohibido y yo deseaba tocarla, sentirla, expresarla.

 

Me acerqué a él como velocidad luz -debía dejar de ver anime, coño-. Tomé su rostro entre mis manos y lo miré fijamente.

 

-Te gano. Desde que te conocí me traes loco por ti. –Suspiré muy cerca de sus labios, podía sentir su aliento-. Quiero besarte.

 

-¿Qué te frena? –sus ojos ya estaban cerrados. Yo sabía lo que me frenaba…el no poder detenerme después.

 

-Mi…familia….

 

-No están, salieron a cenar.

 

Y bastó eso para que dejara fluir todas y cada una de mis emociones sobre su boca. Tú correspondiste torpe y tímidamente. Bueno, tampoco es como si yo fuera un experto, al fin y al cabo también era mi primer beso.

 

Al separarnos por la falta de aire, corrí fuera de mi cuarto escaleras arriba, sabía que mi hermana aún lo guardaba. Y de hecho, lo hallé.

Cuando volví con mi “plan” en manos, solo quería reír de tu cara.

 

-Shinya…eso es…

 

-El uniforme de secundaria de mi hermana. Iba a la misma que nosotros. –Sonreí triunfante.

 

-Y…¿para que lo quieres?

 

-Siempre he pensado que tú lo lucirías mejor que cualquier otra Yano-zorra o tipa del colegio.

 

Y te reíste. Iba a preguntar qué cosa era tan graciosa, pero la respuesta llegó sola.

 

-Entonces. ¿Nunca te gustó Yano-san?

 

-¡No! Por favor, por tú causa soy gay. No podría, y más cuando al parecer a ti si te gustaba.

 

-A mí nunca me gustó. Pensé que te gustaba, porque aquella vez te le quedaste viendo demasiado. Y es simpática.

 

Fue mi turno de reír. ¿Me atrevería a decírselo? No perdía nada.

 

-No la veía a ella. Veía su uniforme y pensaba en ti -, se sonrojó-. Creo que ahora me tacharás de pervertido, ¿no?

 

El silencio fue largo; podía ver como se movía incómodo en el suelo; hasta que se levantó.

 

-Pervertido o no, yo te quiero. Y no te cambiaría –me arrebató el uniforme y se encerró en mi baño, bueno, el baño que compartía con mi molesto hermanito; ya que los cuartos estaban conectados.

 

Comencé a tomar poco a poco de mi vaso con coca; hasta que su voz me desconcertó.

 

-¿De verdad te gustaría tanto verme como una chica?

 

-De gustarme gustarme, mmmm. Podríamos verlo más como una fantasía de adolescente con exceso de hormonas.

 

-¡Pervertido!

 

-¡Oye! Hace rato no te quejabas y además…¡wooow!

 

De hecho, ese “wow” salió de milagro porque me quedé sin voz…después de eso. Es que…Hiro se veía tan lindo con el uniforme de mi hermana…claro, le quedaba un poco grande (cosa que por mi bien físico nunca comentaría frente a ella).

Pero eso no importaba lo hacía verse más…¡God! Me sentía como un viejo pervertido; casi sentía la sangre bajar por mi nariz.

 

-¿Y?

 

-Por ti me vuelvo hetero.

 

-Jajajaja ¿qué clase de cosas dices? Tonto.

 

Al ver la falta de movimiento en su ser. Me levanté como pude, sin dejar que mi otra cabeza pensara más del o necesario, y avancé donde él; le tomé entre mis brazos y le llené la cara de beso. Me sentía tan depravado, pero por Kazuhiro…me convertiría en lo que fuera.

 

-Shinya. –suspiró cuando acaricié sus piernas y pude comprobar que se las había depilado. Por eso tardaba tanto.

 

¡Su piel era tan suave! Me preguntaba….¿mientras más subiera, qué tan suave se sentiría? No debía ir tan rápido, lo espantaría…pero ¡soy un adolescente! Aunque ese no es pretexto.

 

Beso tras beso nuestra “técnica especial” iba mejorando; cada vez eran más profundos y placenteros, cada caricia nos calentaba más.

Cuando nos dimos cuenta, estábamos en la cama, yo sobre de él, para ser más específicos. Y fue cuando me detuvo.

 

-Shinya…yo…yo no…¡Ah! Yo no sé hacer esto.

 

-…

 

-¿Tú sí sabes? –sus mirada estaba entre dolida y estupefacta (sí, amo esa palabra).

 

-Sólo la teoría… -me senté algo incómodo, claro sin dejarle escapar. Moví la cabeza como quien no quiere la cosa, debía confesar.- he visto algunos AV*.

 

-Pervertido.

 

-No es mi culpa que me tengas tan loco –y antes de dejarle continuar le robé el aliento junto con el sacó del uniforme.

Besé y mordí su piel, era tan blanca y suave, como la de un bebé. No quería dejarlo ir nunca; quería marcarlo, que fuese mío, mío…solo mío. Dejarle una marca tan profunda que nunca deseara a ningún otro hombre.

 

Entre ese mar de pensamientos, lo dejé solo con la falda puesta y un bulto dentro de ésta. Bien, yo también tenía un bulto, bulto que dolía horrores, por la presión de mis calzoncillos y pantalones.

 

-¿Shinya? –Estaba a punto de deshacerme de mi ropa cuando me interrumpió-. No será nuestra única vez, ¿verdad? Quiero decir…tú…yo…

 

-Yo jamás te cambiaría por nada ni por nadie. Y espero que tú tampoco lo hagas.

 

-Si en estos 8 años te he sido tan fiel como un perro…no podría haber nada ni nadie que lo cambié.

 

Nos volvimos a besar. Era tan mágico eso…su boca era pequeña, húmeda y dulce. Su lengua era tímida al principio, pero cuando entraba en confianza se volvía pícara; y la mía la deseaba. No solo a ella, sino cada pedazo de piel de mi amante…
¿por qué si  nos habíamos declaro ya, éramos eso, no?

No. Él no sería un simple amante.

 

Gruñí. Mi miembro me molestaba de sobremanera. Deshice el abrazo sin soltar sus labios y me desprendí de mis ropas. Noté que se quedó sin aliento. No creo que sea por lo atlético de mi cuerpo…-nótese el sarcasmo-.

 

-Hiro…¿es la primera vez que ves a un hombre desnudo?

 

Y los colores se le subieron más a la cara como si fuera un tomatito. Y al final asintió. Claro, era más que obvio; convivía más con su madre y hermana, y no tenía hermanos ni menores ni mayores.

 

Me hizo sentir bien. Mi ego de hombre se infló enormemente ante eso.

 

Besé su abdomen, su pelvis y levanté la falda un poco, para comenzar a besar su sexo; estaba tan duro y goteaba ya; bueno, el mío estaba casi igual. Era hora de ver si aprendí algo de mis perversiones a las 12 am en páginas de internet prohibidas; introduje a su “amiguito” –y ahora mío igual- en mi boca y comencé a tragarlo…¡casi me ahogo! Señal de que necesito práctica en eso.

Repetí la acción ante sus quejas –bastante excitadas, por cierto- pero ahora más lentamente. Subiendo y bajando; a veces succionaba un poco la punta, hasta que un par de minutos después se corrió en mi boca.

 

Recuerdo que estaba muy apenado y se disculpaba; pero había sido delicioso. Su sabor, me tomó por sorpresa, pero me gustó mucho: podría beberlo hasta la muerte.

 

Me recosté junto a él besándolo con más deseo que al principio sin dejar de masturbarle. Con mis dedos tomé un poco de su semilla y los empapé.

 

-Si te duele, me dices.

 

-S-sí –sus ojitos estaban abiertos por el miedo. Y yo solo me excité más.

Lentamente introduje uno de mis dedos en él, y gritó levemente. Cuando lo escuché gemir me atreví a introducir otro dedo; y así hasta tener tres dentro suyo.

 

Mi boca marcaba su pecho. Si alguien de su familia llegase a ver esos moretones…¡Sería Shinya muerto! No sabía cuando estaría listo, así que solo adiviné y saqué mis dedos ante sus protestas. Me monté sobre él cuidando el no aplastarlo con todo mi peso.

 

-Sólo mírame a mi. –Sentí sus brazos aferrarse a mi cuello y aproveché para empezar a entrar. ¡Me sentí venir! Era tan cálido, húmedo y estrecho. Por momentos pensé que no podríamos continuar, debido a su estreches.

 

Pero entre los dos lo logramos, algo viscoso nos ayudó a que entrara completamente. Escuchaba sus lloriqueos; y el corazón se me partía en dos. Estuvimos quietos un poco más; viéndonos, besándonos, acariciándonos; hasta que sentí apropiado comenzar a moverme.

Por supuesto fueron movimientos suaves, nada brusco…al principio.

 

Conforme el tiempo pasaba, la velocidad aumentaba; los gemidos inundaron la habitación; nos costaba besarnos puesto que el aire nos faltaba. Con el tiempo y la experiencia lo lograríamos.

Sus piernas, blancas, suaves y abiertas rodeaban mi cintura. Moría por probar posturas que había visto; pero le lastimaría; además, yo no duraría mucho. Seamos sinceros, no es lo mismo hacerse una paja manualmente que estar adentro del más maravilloso ser que haya pisado el planeta. No, no lo era.

 

Recuerdo que se me dificultaba ver, pero su rostro siempre estuvo presente. Y al final esa descarga de placer que pasó por todo mi cuerpo hasta verterse en el interior de Kazuhiro. Cuando mi conciencia estuvo más…clara. Lo vi tan rojo, sudado, excitado…¡podía venirme otra vez de solo verlo!

 

Al salir noté que había sangrado un poco, hasta la fecha sigo disculpándome por eso; pero es tan tierno que siempre me dice que es normal cuando se es virgen.

Hablando de vírgenes, su signo es virgo**. El destino deseaba que estuviésemos juntos…¡Somos tan compatibles!

 

La primera persona en saber nuestra relación –dejando de fuera a los imbéciles de la escuela que siempre nos molestaban por ser homos- fue mi hermana…Pagué caro el haber usado su falda del instituto, y el que no haya quedado lo suficientemente limpia.

 

Akiharu era alguien que estaba con nosotros siempre. Al principio era molesto; después me acostumbre; más cuando emocionado llegó a contarme que Hiro tocaba la guitarra cual Dios. Si eso yo lo supe siempre. Aprendimos juntos.

Después, nos presentó a un tal Teruki. Y ahora, somos arrastrados por su locura de formar una banda.

 

Es divertido, lo sé. Y Kazuhiro está muy emocionado, siempre amó la moda Deco y el Oshare.

 

Tomado de su mano, tras casi 10 años de relación. Nos aventuramos a la entrevista para grabar nuestro primer Single. No importa si fracasamos o somos aceptados. Mientras estemos juntos. ¿Verdad, Bou?

 

 

 

Notas finales:

*AV = Adult Video = PORNOOOO!!!!! >0<

**Bou es virgo, y Kanon es Cáncer...según el zodiaco...son una pareja perfecta wizz


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).