Mi otro yo por hinauchiha

-¿Estas lista? – un chico de apariencia de 23 años se sentaba en una silla, sus manos eran rodeadas por unas esposas y sus tobillos estaban atrapados en una especie de esposas que tenían conexión a las patas de la silla de hierro.

-Si… ¿Estás seguro que nada malo pasara? –le pregunto la chica que tenía una larga cabellera de color café intenso que podría llegarle hasta la cintura, tenía un vestido negro pegado formal con un saco que le hacía a juego, que aparentaba la misma edad del chico.

-Mientras tú tengas la llave… nada malo pasara- le contesto el chico.

-KyuHyun, si algo malos nos pasa… -le miro duramente la muchacha.

-tranquila EunJoon, nada malo pasara… “él” sabe que si algo llega a pasarme, también le pasara a “él”.- sonrió de medio lado mientras recargaba su espalda a la silla-

-está bien… 3, 2,1 –la chica se sentó en una silla que estaba enfrente de él con una libreta de notas en la mano.


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KyuHyun se encontraba caminando para llegar a la casa de su novio, traía consigo una caja blanca con un gran moño rojo.

-Espero y no se enoje por el retraso… -caminaba apresurado, cuando llego a la puerta toco el timbre varias veces hasta que un chico que era casi diez centímetros más bajo que él se digno a abrir.

-Kyu… -lo abrazo fuertemente – pensé que no llegarías… -le dijo con lagrimas casi en los ojos.

-Oh, vamos Min! Tu sabes que con eso de mi trabajo mis retrasos son más significantes… - le sonrió mientras correspondía el abrazo.

-Está bien, te perdono… -se alejo de él y se puso de puntitas para darle un suave rose con sus labios- te extrañe…

-yo también Min, prometo estar más a tu lado… -le sonrió coquetamente – toma –le entrego la caja- sé que esto no hará nada a cambio con el tiempo perdido, pero sé que te encantara…

El pequeño tomo la caja casi desesperado y lo abrió lentamente mientras observaba la actitud del más alto

-¿No es nada malo, verdad? –levanto una ceja en signo de pregunta y casi enojo.

-jajaja, no Min, te prometo que no lo es- le sonrió.

-Esta bien, pero si es algo que se que no me gustara… te lo echare en la cara y lo sabes –abrió por completo la caja y una sonrisa comenzó a emerger de él- esto es…- unos hermosos anillos de pareja ahora estaban en las manos del más bajo.

-Lo sé, note que observabas constantemente a las parejas cuando lo compraban –le sonrió y tomo uno de ellos – tal vez aun no es el momento de casarnos pero… -le puso uno en el dedo de su mano izquierda – esto será por el momento.

-awwwwwwwwwww- toco el anillo con su otra mano y sonrió abiertamente. –Gracias Kyu –

Mientras que el otro se ponía el anillo, SungMin daba pequeños saltos de alegría.

-¡Eres el mejor!- Chillo Min.

-Lo sé… -sonrió de medio lado KyuHyun.


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-Bien… dime de qué has hablado con él –menciono KyuHyun tomando un café apoyándose en la pared.

-No puedo decirle, va contra la tregua, recuérdelo –EunJoon se paró de la silla en la que estaba y comenzó a abrir una caja para sacar un libro entre otras cosas.

-¿Qué es eso? –se le acerco Kyu.

-Un libro de cuentos… -

-¿Lo pidió él? –Sonrió de medio lado –Es demasiado tonto, inocente e infantil como para que lo haya pedido.

-¡Por dios! Tu mismo dijiste en aquel entonces que “él” era como un niño –le miro con indignación.

-Bien sabes que no es así –tomo un sorbo de su café –Me retiro- dejo el café en la mesa y se marcho.

-Aigo –suspiro y se dejo caer en la silla mientras se mecía un poco.


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-Esto cada vez se vuelve más estresante –suspiro KyuHyun con un tono de cansancio, mientras aventaba una botella de agua vacía a un bote grande de un callejón, escucho que algo se removía atrás de él y volteo. Era una pareja de una chica y un chico que tenían pintas de ser pandilleros.

-¿Qué haces? –pregunto de forma altanera el chico mientras sacaba una navaja y le apuntaba con ella.

-Tranquilo, yo ya me iba – levanto sus manos en forma de que estaba indefenso.

-¿Sabes algo? No me apetece –se le acerco más mientras le apuntaba con ella.

-Espera… lo que voy a sacar no es un arma – saco una grabadora de voz pequeña de una de las bolsas de su pantalón y la acerco a su boca – Estatura mediana, fuerza: débil, arma blanca, aparenta 16 años o menos.
-¿Qué es eso? –Se le acerco amenazante - ¿Para qué lo quieres? –Le dio un manotazo e hizo que la grabadora callera – ponte de espaldas y las manos donde pueda verlas – le dijo mientras se acercaba a donde estaba la grabadora – Es una… ¿grabadora?- la tomo con las manos y la chica que estaba ahí se le acerco también, pulsaron el botón y una voz salió-

– Estatura mediana, fuerza: débil, arma blanca, aparenta 16 años o menos.

-Mhhmmm… interesante –canturreo “KyuHyun” y volteo. Su voz era más gruesa que antes, parecía que aun de lo alto que estaba, había crecido unos centímetros más, su espalda se había anchado, su pelo se había vuelto un poco chino, ya no aparentaba tener el pelo lacio y sus ojos habían adquirido un azul grisáceo, mientras una sonrisa malévola surgía de su boca.

-¿Qui… Quién eres? –dijo el chico pero aun con la navaja en alto

-¡Jajaja! ¿Realmente piensas que puedes dañarme con eso? –Se le acerco a una velocidad nada comprensible mientras sonreía aun malévolamente - ¿Enserio lo crees? –Volteo a ver a la chica –Mhhmmm Eres demasiado bonita como para estar con un chico así… -se lamio los labios – Seria tan delicioso tenerte debajo de mi… -tomo el cuchillo del chico a una gran velocidad y lo lamio – dime ¿Qué es más excitante? ¿Qué viole a tu novia o… matarte? Es una gran decisión que debo de tomar –sonrió – Pero... te dejare escoger –le regreso su cuchillo - ¿Qué deseas? Te daré tres oportunidades para que ese cuchillo me dañe… vamos, donde desees.

-Amor, vámonos de aquí… -susurro la chica con miedo en sus ojos.

-o si no… me follare a esa chica tan tierna y sumisa que tienes –la sonrisa malévola que tenia, nada se la quitaba, el chico corrió hacia él pero no logro ni hacerle ningún rasguño –Uno, vamos, no tengo tu tiempo –el chico volvió a correr pero no logro nada – dos… oh vamos, este juego se hace aburrido…

-Vámonos… por favor… -dijo la chica con un tono angustiado, el chico corrió hacia él y el otro le tomo del cuello.

-Hay tantos puntos con los cuales puedes morir… -se le acerco hasta tener su boca cerca de su oído – lamentablemente, no mato niños… -sonrió de medio lado- pero tu serás la excepción –empujo más su mano a su cuello haciendo que el chico cerrara los ojos al instante – Que decepción… ahora… -volteo a ver a la chica mientras que esta corría intentando no ser alcanzada pero este la abrazo –

-Por favor, déjeme… -susurro la chica con miedo.

-Si te dejara, este juego no sería tan fácil, Aigo, eres mi tipo –acerco su nariz y aspiro todo su olor mientras lamio su cuello –demasiado dulce, diría yo... –acaricio sus muslos sobre la ropa mientras la chica lloraba -¿Sabes que es lo que hacen los leones? Un león mata al dominante y hace que las leonas se pongan en celo… y él, las toma. –sonrió retorcidamente mientras unos colmillos afilados salían de su boca y sus ojos se agrandaban, hizo un sonido y volvió a la normalidad, le guiño el ojo y la soltó- corre antes de que me arrepienta.

Se acerco al chico y rebusco en sus pantalones hasta que encontró una caja de cigarrillos y un encendedor, encendió uno y se lo puso en la boca, observo al chico y le dio una patada.

El chico comenzó a toser sangre mientras tomaba aire apresurado.

-Un chico es más excitante que tu chica ¿Sabes? –Carcajeo un poco y le volvió a dar una patada- Adiós –sonrió y se fue a una velocidad inalcanzable.