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Black and white. por Bubble x3

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Notas del capitulo:

Descubrí mucho después de esa noche; porque si antes solo era deseo lo que se reflejaba en sus ojos, brillaba el amor cuando amanecimos juntos, desnudos. Sonreí, porque ahora conocía a Kim KiBum.

-Capítulo único.-

Black&White.

 

~

 

Cuando los dos lados de la máscara salen a la luz, ¿cuál será capaz de vencer?

 

 

Las miradas cargadas de deseo surcaban el lugar, ese olor embriagante y agrio del alcohol. Los susurros, comentarios indecorosos, no se hicieron esperar. Todos ahí le conocían, y el que no lo hacía, lo deseaba. Todos hablaban ahí de una sola persona, porque todos sabían de la diva, la llave maestra.

 

Más nadie sabía de KiBum…

 

Suspiró, moviendo sus caderas al compás del baile frenético. Y todos le miraban, sin observar realmente, todos le oían, pero nadie lo escuchaba. Sintiéndose como una marioneta, un muñeco que cualquiera podía manejar.

 

Y nadie sabía de Key…

 

Era como estar entre extraños conocidos, porque creían saber todo de él, pero no tenían idea de la persona escondida tras la máscara.

 

~

 

-¿Quién es ese? –Parecía que todos le miraban, como si de una maravilla se tratase. Aunque no era menos, su belleza, casi femenina, cegaba. La sensualidad hipnotizante que desprendía al bailar.

 

-Oh, se nota que no eres de aquí… –Unos cuantos amigos del alto se reían, tal vez de su ignorancia –Él es Key, siempre está de fiesta y… Todos quieren follárselo.

 

-Ah… -Asentía, sin despejar los ojos de su silueta, y una sonrisa pícara seguida de un guiño deleitó a su vista. Era como una invitación, a hacer de él lo que quisiera.    

 

Y la fiesta seguía su curso, MinHo, haciendo de anfitrión, llevaba y traía bebidas, conversando animadamente con un grupo de chicas.

 

~

 

Esa noche no sería diferente si, por alguna razón, uno de sus tantos admiradores no tuviese una mirada tan penetrante, una sonrisa tan cautivadora y el deseo se concentrase solo en él, en nadie más.

 

Bailaba con algunos amigos, pero sus ojos no se despegaban del cuerpo, su rostro. Cada uno de sus movimientos, él los tenía memorizados, y eso le hacía querer tenerlo aún más, pero la noche aún es joven, pensó. Aún le quedaba tiempo para divertirse un poco más. Con cualquiera que se le cruzase en frente, todos servían para satisfacer su deseo de ser amado.

 

Aunque fuese solo atracción…

 

~

 

Sabía que repetidas veces volteaba a verme, sonreía y se relamía los labios. Sus gestos, sus bailes, cada curvatura de ese delicioso cuerpo lo había grabado en mi mente. Claro, después me encargaría de recordarlo con mis manos.

 

Sentí que ya era hora de mi gran movimiento, pero antes de poder hacer nada, el chico desapareció de mi vista. Si estaba jugando a hacerse el difícil, era una mala táctica.

 

Me disculpé con mis amigos y partí en su búsqueda. Había mucha gente en el lugar, más su irreconocible forma de vestir lo delató. Caminaba de la mano con un chiquillo, de abundante cabellera castaña y con cara de niña. Se perdieron entre la gente, el sonido estridente de la música y la distancia me impedían escuchar su conversación, más me parecía que aquel pequeño era su elección de esta noche, algo que no podía permitir.

 

A una distancia considerable los observé, solo hablaban y reían; a veces, el mayor acortaba la distancia entre sus rostros y besaba sus mejillas, su frente o su nariz. Parecían una verdadera pareja de enamorados, y por lo que yo sabía, Key estaba totalmente libre y dispuesto.

 

¿Quién era entonces el que me había robado su atención?

 

Se alejaron a un rincón oscuro, seguí abriéndome paso entre la gente para verlos. Key acorraló al pequeño entre la pared y su cuerpo, el otro solo respondió con un silencioso sonrojo; le susurró al oído algo que no pude descifrar. El niñito compuso una mueca entre apenada y seria, parecía triste. La diva lo envolvió en sus brazos, acarició su semi melena suavemente y le dejó ir. Tenía una actitud bastante rara, pero era lo que menos importaba en ese momento.

 

-¿Qué tenemos aquí? –Giré al escuchar tan melodiosa voz, era el que se había transformado en mi obsesión aquellos días. Me examinó con cuidado, sus orbes oscuros solo reflejaban arrogancia y molestia – ¿Te causa morbo escuchar las conversaciones de los demás?

 

Me había descubierto.

 

Las palabras atoradas en mi garganta, lo único entendible que pude pronunciar fue un no ahogado.

 

-¿Estás seguro? Porque me di cuenta de que no nos quitabas la vista de encima a Taemin y a mí –Sentí un nido de murciélagos liberarse en mi estómago, la ira se incrementó en mi ser y no me di cuenta de cómo, pero los labios rosados estaban a pocos centímetros de los míos.

 

-¿Quién es Taemin? –Pregunté colérico, sintiendo su respiración pausada sobre mi rostro; los colores se me subieron a la cara, tal vez por la rabia, o quizá por notar lo celoso que estaba.

 

-¿Quién eres tú? –Contestó orgulloso, soltándose de mi agarre y tomándome por los hombros -¿Y quién te crees para hablarme así?

 

-Yo… –Titubeé pensando en la más lógica respuesta, su entrecejo se frunció.

 

Sonreí de lado, el rostro se le colmó de disgusto; y aún enojado se veía hermoso, como la diva caprichosa que era.

 

-Soy Kim Jonghyun –Le callé colocando un dedo sobre sus suaves labios, me miró, contrariado –Y esta noche, seré tu dueño.

 

No pude esperar mejor contestación que esa, con el agarre que aún mantenía en mis brazos me atrajo a su cuerpo y tomó mi boca con fiereza. Lo alcé del suelo, él enredo sus piernas en mi cintura. Subimos unas escaleras, aun besándonos salvajemente. Solo pude sentir su suave tacto en mi cuello, separándose lentamente, puso el pestillo en la puerta.

 

Estampé su cuerpo a la pared del lugar, comencé a jugar con el lóbulo de su oreja, bajé por su cuello y sentí la gloria. Aquello era como probar el cielo, pero tan ardiente como las llamas del infierno. Su sabor embriagante, ese olor tan especial, pero conocido.

 

Nuestras lenguas jugaban, peleaban entre sí. Su mano bailaba entre mi abdomen y mis muslos, el calor aumentaba cada segundo que pasaba. Arranqué su camisa, desesperadamente, y tal vez si no estuviese casi delirando de placer, me habría golpeado por rasgar su prenda.

 

Mis labios volvieron a chocar con los suyos, mientras me despojaba de la playera, que en momentos como estos, molestaba. Sus besos recorrían mi pecho, cambiando las posiciones para dirigirnos a la cama.

 

Jugué con sus pezones, mordiendo, chupando y estirando. Bajé por su abdomen y tortuosamente retiré los pantalones, volvió a besar mis labios con urgencia, colé una de mis manos en su ropa interior y tomé su miembro con fuerza. Recorrí con mis fríos dedos cada relieve, viendo su rostro desfigurarse en placer. Con la otra mano sostenía mi cuerpo alzado, mientras el gemía al contacto.

 

-Ah… -Suspiraba, y los sonidos que producía parecían excitarme más y más. Moviendo rápidamente mi mano bajo su ropa, sentí la necesidad de probarlo.

 

Jadeó con fuerza cuando mi boca exploró cada centímetro de su hombría, palpitante y erecta, con mi lengua recorrí toda la extensión.

 

-J-Jonghyun… Oh… -Palabras, entrecortadas e intangibles se escapaban de sus labios abandonados. Le alcé tres dedos, que humedeció sensualmente, tentándome aún más. Introduje uno en su entrada, lento, pero parecía bastante acostumbrado, aumenté la velocidad en los movimientos de mis dedos, que ya eran tres, mientras su esencia manchaba mis labios.

 

Le besé, compartiendo ese sabor especial tan suyo, tanteó mi miembro, y las piernas me temblaron. Acarició lentamente y se deshizo de la última prenda.

 

Y entre besos furtivos mi nombre dejó su boca, cuando entré por completo en él. Comenzando un vaivén hechizante, los gemidos llenaban la habitación.

 

-Key… -Jadeé sobre su cuello, marcándolo como mío. Aún podía escuchar la música desde la planta baja, pero el sonido se perdía en los labios húmedos y rojizos del rubio.

 

Volví a masturbarle, con rapidez para llegar juntos al orgasmo. No importaba si alguien nos escuchaba, e idea alguna tenía del lugar en el que estaba. Un grito que tenía el nombre ajeno. Caí sobre el, con la respiración entrecortada y el cuerpo sudado. Nos cubrí con la sábana, depositando un último y casto beso sobre la boca deliciosa. Abracé su cintura y felizmente fui perdiendo ante los brazos de Morfeo.

 

~

 

El punzante dolor de cabeza se incrementaba con la luz que escapaba de la ventana, se levantó, sin muchos ánimos, a cerrar la cortina.

 

-¿Uh? –Recorriendo con la mirada el lugar, las ropas tiradas y un bulto sobre la cama. Parecía una mañana normal en la vida de Key –Oh, parece que este se llama Jonghyun… –Murmuró recordando su nombre, y la que parecía ser una noche inolvidable acabó convirtiéndose en ese molesto dolor al moverse.

 

Con abundante agua lavó su rostro, y aún en ropa interior, comenzó a juntar sus prendas una por una.

 

El crujir de la cama acompañó un bostezo. Casi le da un ataque al ver una de sus camisas rotas en el cuello, mirando con atención el rasgón; no tenía remedio. Cabizbajo, tiró el ahora trapo inutilizable a la papelera.

 

-¿K-Key? –Escuchó un murmullo no muy lejos de él, alzando la vista se encontró con el torso desnudo y tentador del que fue se amante sobre la cama.

 

Torció una ceja como respuesta, volviendo a su tarea de encontrar los pantalones.

 

-Ven, tengo sueño –Y el creía que el más bajo podía entender la situación, pero no parecía ser así.

 

-No, ahora tengo que irme –Contestó secamente, calzándose los zapatos, aún desnudo de la cintura para arriba.

 

-¿Así? –Apuntó su cuerpo, negando con la cabeza –Estás loco.

 

-¿Qué? –Enfurecido, clavó su mirada en los ojos ajenos, esperando su explicación.

 

-Eso, sencillamente no quiero que nadie te vea así.

 

-¿Y quién eres tú para decirme lo que debo hacer? –Caminó dando zancadas hacia la puerta, pero antes de poder hacer nada, una mano aprisionaba la suya, un cuerpo arrinconando el propio contra la pared.

 

-Ya te lo dije –La boca susurrante se le acercó a la oreja, besando su cuello, exhalo con fuerza –Soy tu dueño, Key.

 

-Tengo nombre, ¿sabías? –Cuidadosamente pasaba la lengua, jugando con su lóbulo, tomó su boca con ansia, sonriendo de lado –Soy Kim KiBum.

 

-Oh, tienes un hermoso nombre –Enredó sus delgadas piernas en la cadera ajena cuando fue alzado del suelo.

 

-Entonces, Jjong, tu también eres mío –Murmuró antes de ser tumbado sobre la cama.

 

-Claro que sí, ahora duerme –Abrazó la delicada cintura, apretando fuerte el agarre, queriendo estar así por siempre.

 

~

 

-Tengo hambre, Jonghyun –Con un puchero enmarcando sus perfectos labios, casi implorando ser besados, informó.

 

-¿Quieres que prepare algo? –Sonreí, viendo como asentía infantilmente, cubriendo la mitad de mi cuerpo con los pantalones que vagaban sobre el suelo.

 

La sala del apartamento estaba hecha un verdadero desastre, botellas de alcohol relucían sobre la alfombra, los sillones corridos y manchas de dudosa procedencia en el techo y paredes, simplemente parecía haber sido una buena fiesta.

 

-¿Y, Jonghyun? –Resonó en la estancia una voz muy grave, algo ronca y extrañamente alegre –Ayer te vi subir con alguien, ¿a quién te llevaste? –Preguntó curioso, siguiendo mis pasos hacia la cocina – ¿Qué haces?

 

-Preparo el desayuno para mi dulce novio –Respondí, sin mirarle a la cara, pero pude notar como sus ojos se agrandaban aún más y su boca formando un círculo perfecto.

 

-¿Quién?

 

-Key –Detuvo su andar al escuchar mi respuesta. Mirándole extrañado, continué ordenando la bandeja que le llevaría al rubio.

 

-No… ¿Enserio? –La puerta se abrió mostrando el rostro soñoliento del recién nombrado, con una mano yaciendo sobre su estómago, hacía amago de dolor.

 

-¡Jonghyun, tengo hambre! –Y no se dio cuenta de la presencia del alto hasta que yo mismo se lo señalé –Oh… Hola –Saludó sonriente, levemente sonrojado.

 

-Wow, esto es difícil de procesar –Se acercó al par, tomando sus manos y jalándolos hasta unas sillas.

 

Y todo terminó en MinHo haciendo muchas preguntas a la pareja, Jonghyun respondiendo y Key simplemente asentía, colorado hasta las orejas. Pero realmente, ya no era Key con ellos, era simple y hermosamente KiBum.

 

Fin.

 

Notas finales:

Gracias por leer *-* pasen por mis otros one's :3 ando lemonosa xDDDD pero necesitaba escribir lemon, para saber como soy en ello .w. Denme su opinión >,< Bye~ 


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