La tarde era joven, todos en el castillo esperaban con ansias la vuelta del maou, pues aproximadamente hacia dos semanas se había marchado a su mundo para participar en el concurso deportivo de la escuela… Pero bien, se suponía que volvería esa tarde…
Poco a poco fue anocheciendo, el rubio entro en la habitación que compartía con el moreno y la vio con angustia…
-Yuuri… ¿Cuándo te dignaras a volver? Acaso piensas dejar a tu hija sola… ¿Quieres dejarme solo?... Aunque pensándolo bien… Nunca me has querido…
Se recostó en la cama sin quitarse prenda alguna, recostó su cabeza sobre la almohada y trato de encontrar el olor de su prometido… Lanzo un sollozo ahogado y luego cubrió su cara con una sabana, y así quedo dormido el joven rubio…
Mientras tanto, por el triunfo del equipo de baseball, los miembros organizaron una fiesta y en ella como es obvio estaba el moreno… Encendido, bailando con una chica…
-Shibuya… ¿No crees que deberíamos irnos ya?
-Murata… No seas aburrido…
-¿Eh? No es por mí, es por Shinou… Podría enojarse y lanzarme cualquier cosa… Podría pensar que soy un Traidor- Dijo enfatizando esa palabra.
El moreno se quedo en silencio porque cuando esa palabra entro en su sistema, recordó que el bailaba con una chica… En Shin Makoku y también la cara que puso el rubio cuando vio como esta lo besaba… Fue demasiado doloroso…
Y en ese momento, técnicamente hacia lo mismo…
Pero la tenia planeada toda, se iría antes de terminar la fiesta y acabaría con todas las huellas de haber estado con otra persona que no fuera su prometido…
-Shibuya, yo ya me voy… No se como pero me voy… Deseo evitar mi muerte… Ya que será la ultima vez que yo sea el Gran sabio… jeje…
-Espera, Murata.
-Lo siento, ya espere demasiado…
-Ya voy… - Dijo terminando de besar a la capitana de porristas…Y con señas se despidió de ella.
Viajaron por la fuente del parque, y al llegar a Shin Makoku fueron recibidos por Gwendal y Yozak… Era de noche, supongo que la madrugada…
-Se tardaron demasiado…- Dijo el pelinegro…
-Perdone… von Voltaire-kyo, podrías acompañarme a recibir mi muerte en el templo de Shinou…
-Si, Geika… Yozak te encargo al Maou…
El mayor acompaño al sabio hasta el templo de Shinou y Yuuri se quedo con Yozak…
-¿Qué sucedió, bocchan?
-Nada, solo me entretuve un rato…
-Se nota…- Dijo con una sonrisa tonta.
-¿Eh?
-No, nada… Estaban todos muy preocupados…
-¿Greta esta bien?
-Claro, la princesa siempre esta feliz… Bueno casi siempre…
-Etto… ¿Y ya todos están durmiendo?
-Supongo yo que si, pero no he visto a Wolfram… Creo que ya esta dormido.
- Gracias…- Suspiro de alivio.
-De nada.
Al llegar al castillo, Yuuri fue directo a su habitación, sus pasos eran lentos y su respiración agitada… Pues sabia que seguramente el rubio seguía esperándolo y lo mataría si llegaba tan tarde. Pero cuan grande fue su sorpresa cuando vio un bulto azul en su cama… Se acerco y se dio cuenta que era el rubio, solo que se había dormido con el uniforme puesto y sus dorados cabellos cubrían su cara…
-¿Wolf? ¿Estas dormido?... No responde… Diablos… Si se duerme así, será incomodo recibir sus patadas…- Dijo mientras terminaba de ponerse su pijama… Y se acerco al rubio para sandarajearlo y ver si se despertaba.
Como no reaccionaba comenzó quitándole las botas y el chaleco… Después, le quito los cabellos del rostro… Lo acomodo de modo que pudiera dormir más cómodo y entonces noto algo extraño en su prometido… por alguna razón su rostro estaba más rojo de lo normal y sus ojos no paraban de soltar un líquido cristalino por ellos… El moreno toco la almohada y noto que estaba mojada…
-¿Wolf… por que lloras?
A la mañana siguiente, el maou se levanto pero no encontró por ningún rincón de la habitación a su prometido, así que pensó que ya había ido a desayunar.
-Buenos días.-Sonrió entrando para desayunar.
-Buenos días.- La respuesta fue dada por pocas personas y entre ellas el rubio, tenia un aspecto decadente, triste e incomodo.
-Hola Papi- Sonrió la hija de ambos chicos.- Wolf y yo te esperamos durante horas ayer.
-Si, tuve un contratiempo, perdón pequeña.
-Esta bien - Sonrió la niña.
-Wolfram- Llamo el moreno.
-¿Si?
-¿Estas bien?
-Si.- Respondió en seco el rubio.- Solo que, recibí una propuesta matrimonial.- Dijo logrando silencio monumental en la habitación.
-¿Qué? ¿De quien?- Grito su hermano acercándose con velocidad.
-Es que no fue una propuesta matrimonial normal, fue mas una burla. Me jugaron una broma cruel, aniue.
-Enséñamela.
-No, no, no quiero que nadie lea eso.
-Wolfram… Enséñamela.
-¿En verdad quieres leerla?- El menor le miro con los ojos penetrandose en los azules de su hermano y este solo pudo dejar que el silencio se adueñara de la habitación.