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Salir del armario por Megami Naru

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Notas del fanfic:

 

Vergüenza me tendría que dar aparecer por aquí con la de tiempo que llevo sin actualizar mi otro fic, pero a modo de pequeña disculpa os dejo este oneshot y a los que seguíais "El valor de una decisión", deciros que no pienso dejarlo, es solo que he sufrido una serie de catastróficas desdichas como quedarme sin internet un montón de tiempo y que la pequeña brujilla de mi hija me desinstalase el Word (aún no me explico como) -.-U

 

Advertencia: Contiene lenguaje obsceno y mención de lemon.

Y es un NaruSasu.

Notas del capitulo:

 

 

Le dedico este fic a mi preciosa esposa Nighflames, para que no se queje de esposo XDDD Cari gracias por betearmelo ^3^

 

Disclaimer: Ni Naruto ni ninguno de sus personajes me pertenece (para mi desgracia) son propiedad de Masashi Kishimoto.

 

Historia creada y escrita por Megami Naru

Personajes de Masashi Kishimoto ©

 

 

 

No lograba asimilarlo, ni siquiera podía diferenciar entre realidad o sueño, porque cabía la posibilidad de que hubiese sido un sueño ¿verdad?

 

Sí, eso tenía que ser, su mente le tenía que haber jugado una mala pasada, sus hormonas en plena ebullición tenían un complot contra ella, definitivamente las imágenes del día anterior tuvieron que ser un sueño, uno muy húmedo, producto de unas hormonas desquiciadas y malignas, un sueño que tenía como protagonistas a sus dos guapos y calientes compañeros de equipo.

 

Detuvo sus pasos para agitar su cabeza de un lado a otro, en un vano intento de dejar su mente en blanco. No podía continuar en ese estado, debía poner orden a sus pensamientos y descubrir la verdad o se volvería loca.

 

-      Ino.

 

Su voz salió en un susurro y sus verdes ojos brillaron con expectación. Ino era la respuesta a todo, porque ella también estaba en su sueño.

 

Reanudó su caminata por la villa, ahora con un rumbo fijado, la casa de los Yamanaka.

 

Sus pensamientos perdidos en una erótica fantasía le impedían ver lo que ocurría a su alrededor, hasta tropezó con un viandante que se cruzó en su camino y casi lo tira al suelo, pero ni siquiera miró a la pobre víctima. Con un escueto perdón todo arreglado. Tenía una misión importante y ni un segundo que perder.

 

Tras unos eternos minutos por fin llegó a su destino.

 

-      Disculpe señora Yamanaka ¿se encuentra Ino en casa?

 

-      Ah, hola Sakura – la mujer asomó la cabeza desde detrás de un gran ramillete de orquídeas para mirar a la joven que acababa de llegar – está en su habitación, pasa, ya sabes el camino.

 

-      Muchas gracias.

 

No perdió más tiempo y se dirigió a la puerta que comunicaba la floristería con la casa principal, subió las escaleras que conducían al primer piso y se detuvo delante de una puerta blanca. Las manos le sudaban y el corazón le palpitaba a mil por hora, dio tres golpes a la madera y esperó impacientemente.

 

La puerta se abrió, dos pares de ojos se encontraron y entonces como por arte de magia lo supo con seguridad.

 

-      Oh Dios, no fue un sueño ¿verdad?

 

La cabeza rubia se movió negativamente, sabiendo muy bien a que se refería.

 

-      No puedo creerlo…no…no puedo…

 

Ino se apartó de la puerta haciendo una invitación silenciosa a su amiga para que entrase.

 

Sakura se dirigió rápidamente hacia la cama de la rubia para tirarse sobre ella en plancha, hundir la cabeza en la almohada y gritar. Estaba aturdida, confundida y con sentimientos encontrados y en ese estado no sabía qué hacer.

 

Después de un rato se incorporó quedando sentada, respiraba agitadamente y sus mejillas estaban totalmente rojas.

 

-      ¿Estás bien? – preguntó la rubia algo preocupada.

 

-      Sí, es solo que aún me cuesta digerirlo – contestó algo más repuesta.

 

-      Entiendo que te sientas mal por haber visto a Sasuke kun en esa…

 

-      Oh no, para nada – Sakura movía las manos y la cabeza convulsivamente negando – hace tiempo que sospechaba de sus inclinaciones, es solo que corroborarlo de esa manera ha sido muy…muy…es decir ellos estaban…

 

-      Follando – la rubia decidió echarle un cable.

 

-      Eso, fo…copulando.

 

-      Como conejos.

 

Pero al parecer los cables de Ino eran demasiado explícitos.

 

-      Oh Dios mío, no me puedo creer que los espiásemos.

 

Y es que la curiosidad mató al gato o, en este caso concreto,  encerró a una rubia y a una chica de pelo rosa en un armario que no era el suyo, de una habitación que no era la suya y de una casa que no les pertenecía. 

 

-      Bueno reconozco que meternos en el armario de Naruto no fue nuestra mejor idea.

 

-      ¿Cómo íbamos a saber que cuando llegasen sucedería eso?

 

-      Sakura nos metimos en este embrollo porque tú sospechabas que “eso” ocurría entre ellos – la rubia cogió una silla y se sentó en ella mirando hacia su compañera- por lo menos ya sabes que tus sospechas eran ciertas.

 

Ino llevaba razón, ella fue la que olía que algo raro pasaba entre esos dos desde hace mucho tiempo, ella fue la que corrió a contarle a Ino sus sospechas ante la ansiedad que le provocaba callárselas por tanto tiempo y ella fue la que se empeñó en demostrarlo cuando la rubia la tachó de loca.

 

Pero cuando se encerraron en el armario vacío de la habitación del Uzumaki – ya que la ropa estaba desperdigada por el suelo- nunca imaginó que la situación llegaría a esos extremos.

 

Y es que ver como los dos chicos más reclamados de la aldea se adentraban en esa habitación semi-desnudos y enzarzados en una pelea de lenguas fue un shock muy grande para ella.

 

-      Yo no esperaba algo tan explícito.

 

-      ¿Y qué esperabas ver, Sakura? ¿Besitos de mariposa? ¿Cómo se sujetaban de las manos y se confesaban? – Ino no pudo evitar reírse imaginándose esa situación – Venga ya, frentona, hablamos de Naruto y Sasuke, los dos ninjas más poderosos, dudo mucho que la palabra romanticismo se encuentre en su vocabulario.

 

-      Supongo que tienes razón… – suspiró la de ojos verdes – Pero es que tampoco me esperé que Sasuke kun fuese el que…el que…bueno tu sabes a qué me refiero.

 

-      El que recibiese, al que le diesen por culo, el…

 

-      ¡¡Ya basta!! Ya quedó claro.

 

El tono rojo chillón predominaba en la cara de Sakura y aunque pareciese imposible, se intensificó al recordar las imágenes que vio el día anterior.

 

Mientras ellas prácticamente aguantaban la respiración encogidas en el incómodo armario, miraban por la ranura de la puerta como a sus dos acompañantes masculinos, ajenos a ellas,  también les faltaba la respiración, aunque evidentemente por otros motivos, como tener una lengua atorada hasta la campanilla.

 

A este punto la chica de pelo rosa pensaba seriamente en encontrar una vía de escape, pero fue detenida por la rubia que parecía haber leído sus pensamientos y la miraba con cara de “ni se te ocurra”.

 

Un gran y erótico gemido cortó de raíz la protesta que estaba a punto de salir de sus labios y cuando las dos fijaron sus respectivas miradas en la ranura quedaron totalmente congeladas.

 

Y es que si había algo que no esperaban ver, nunca, jamás de los jamases en sus vidas,  era al gran Uchiha Sasuke meterse sus propios dedos en el culo mientras se restregaba como perra en celo contra el cuerpo canela que tenía debajo.

 

-      Fue la imagen más tremendamente erótica que haya visto jamás.

 

-      ¿Estás loca, Ino-cerda? – Sakura miraba a su compañera que tenía estrellitas en los ojos y una cara de pervertida que no podía con ella sin poder creerlo.

 

-      Niégame que esa imagen no te mojó las bragas.

 

-      Para nada, fue totalmente horrible.

 

-      ¿De verdad te pareció horrible?

 

Sakura lo pensó durante unos segundos.

 

-      No.

 

Y es que si era sincera con ella misma, tenía que darle la razón a Ino, porque lo que habían presenciado fue, sin duda alguna, la escena homoerótica más porno y caliente que ni en las mejores películas o mangas yaoi podría ver.

 

-      Venga Sakura, no seas tan mojigata, somos las dos únicas testigos de su secreto y por Dios que necesito comentarlo contigo.

 

Ino estaba visiblemente emocionada y Sakura al verla en ese estado decidió que por esta vez le haría caso. A la mierda con la moral y la vergüenza. Había visto follar a sus dos amigos, a los chicos más calientes de toda Konoha y para qué negarlo más, se había puesto tremendamente cachonda.

 

-      Nunca imagine que Naruto estuviese tan bien dotado – soltó totalmente desinhibida y riendo.

 

-      Mmm cierto, ese chico siempre será el número uno en sorprender a la gente ¿no crees Sakura? Y Sasuke está hecho todo un cowboy – la rubia hizo un movimiento como si le diese vueltas a una soga.

 

-      Si, montando a lomos de su dorado corcel.

 

Las risas escandalosas llenaron la habitación.

 

-      Aunque creo que lo que más me ponía era ese ruidito que hacían cuando chocaban las nalgas de Sasuke contra los muslos de Naruto, era taaaan obsceno.

 

-      Los gemidos de Sasuke kun también eran increíblemente obscenos.

 

La rubia asintió dándole la razón a su compañera.

 

-      Quién iba a decir con lo callado que es, que a la hora del sexo resulta ser tan escandaloso.

 

-      Y Naruto tan pervertido.

 

-      Oh señor, no me lo recuerdes – la rubia carraspeó y se dispuso a imitar la voz ronca de Naruto en pleno acto sexual – “¡Joder Sasuke, qué bien te la clavas! ¡Oh sí! ¡Sigue meneando tu culito estrecho sobre mi polla!”

 

-      Todavía se me suben los colores cuando lo recuerdo -  Sakura se tapó la cara con las manos sintiéndola caliente de nuevo.

 

-      Pues menos mal que no le dijo algo como “Estás más bueno que el ramen” porque nos hubiesen pillado seguro del ataque de risa que me da.

 

-      ¿Te imaginas? Eso hubiese sido demasiado bizarro.

 

-      Sakura –la llamada solemne hizo que la nombrada apartase sus manos de la cara y mirase atentamente a Ino – Hay que repetirlo.

 

-      Definitivamente se te calló un tornillo – objetó Sakura con los ojos muy abiertos de la impresión – Si nos pillan Sasuke kun nos desuella vivas y dudo que Naruto pueda salvarnos de esta.

 

-      Eso le da más emoción al asunto ¿no crees?

 

La chica de pelo rosa miró a su compañera sin poder creer lo que le estaba proponiendo.

 

-      Oh Jesús, si ocurre algo diré que me obligaste, que me drogaste y me llevaste a rastras.

 

-      Así se habla compañera.

 

Y entre risas y sonrojos se dieron la mano para cerrar el trato.

 

Volverían a ese armario.

 

 

 

 

 

 

-      ¿Se puede saber qué haces ahí parado como un tonto?

 

-      Ey, no me insultes teme – el rubio se giró para mirar al recién llegado – es solo que estaba mirando a Sakura chan.

 

Sasuke frunció el entrecejo en señal de molestia.

 

-      No es por lo que estás pensando – se apresuró a decir Naruto moviendo las manos nerviosamente – es que nos tropezamos y casi me tira, pero en vez de chillarme, me ha pedido disculpas y se ha ido sin ni siquiera mirarme.

 

-      Hmp.

 

-      ¿Crees que estará enfadada conmigo?

 

-      ¿Crees que soy adivino?

 

Naruto hizo un puchero molesto ante esa respuesta tan borde.

 

-      No tiene motivos para enfadarse contigo, así que ¿por qué iba a estarlo?

 

-      Sabes a qué me refiero teme.

 

-      Que no se hubiese metido donde no la llaman.

 

El rubio suspiró derrotado, había ciertos temas que le eran imposibles discutir con Sasuke.

 

-      Mejor vayamos a comer.

 

El azabache se dio media vuelta sin decir nada y se dirigió hacia donde sabía el rubio pretendía llenar su estómago.

 

-      ¿Sabes? – Naruto colocó sus brazos cruzados tras la nuca mientras andaba a la par de su compañero – Es irónico.

 

-      ¿Acaso sabes lo que significa irónico?

 

-      Claro que lo sé – dijo molesto Naruto – Iruka sensei me lo explicó la semana pasada.

 

-      Ya decía yo – el moreno volteó los ojos - ¿Y se puede saber qué te parece tan irónico?

 

-      Que nosotros dos salgamos del armario y Sakura chan e Ino se metan en él.

 

-      Dobe.

 

Naruto rió abiertamente. Había que reconocer que la experiencia de sentirse observados mientras desfogaban sus instintos más básicos había sido enriquecedoramente morbosa y a Sasuke tampoco pareció haberle importado demasiado, aunque tendría que vigilarlo por si acaso se le ocurría vengarse. Quién sabe, a lo mejor les pedía a las chicas repetir algún día, aunque dudaba mucho que aceptasen ¿O sí? Eso con el tiempo se vería.

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

Sé que no es gran cosa, pero espero que al menos os haya entretenido un rato ya que para ello fue escrito XD

 

Feliz día del amor y la amistad a tod@s ^^

 

P.D: Amad la equitación a partir de ahora XDDDD

 

 

 


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