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The day when the light died por hela_24

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Notas del fanfic:

Inspirado en la serie “The Walking Dead”. La historia se sitúa en un mundo alterno, donde una infección se ha propagado haciendo que la gente que tiene contacto directo con la sangre infectada muera debido a las altas fiebres, para que luego el virus los reviva pero solo con los reflejos necesarios para alimentarse de todo lo que se mueva.

Tanabe Yutaka es la otra manera en que llaman a Kai (Uke Yutaka), creo que por algo como la lectura del kanji, no estoy segura, pero para este fic, el primer nombre escrito me pareció más conveniente.

Notas del capitulo:

Nuevo oneshot! Siempre quise escribir uno que trate de infectados, pero recién me animé ayer (en el momento en que debí haber estado escribiendo Chaos) :B

Espero que les guste! 

La puerta fue azotada, sin detenerse a respirar la bloquearon con todo lo que tenían cerca, del otro lado una muchedumbre luchaba por entrar, habían estado tan cerca, el miedo al que habían estado sometidos desde que inició todo estaba multiplicado a mil.

-¡¿En qué demonios estabas pensando?!- Yuu se acercó a pasos agigantados hasta el castaño, quien trataba de contener las lágrimas- ¡Contesta Kouyou!- lo tomó del brazo girándolo hacia él.

-Déjalo-La voz de una tercera persona inundó el lugar, una voz cargada de dolor que los otros prefirieron ignorar.

-¿Acaso deseabas morir? No entiendo- siguió insistiendo mientras el castaño empezaba a sollozar.

-¿Qué querías que hiciera?-

- ¡Había una niña! Como podría haberla ignorado… era solo una pequeña-

-No volvamos a los mismo-suspiró frustrado tomando el rostro del otro entre sus manos- debemos preocuparnos por nosotros, ni siquiera era seguro que estuviera viva… y ya ves, no podemos exponernos de esa manera, no por algo que no vale la pena-

-¡¿Me estás diciendo que la vida de una niña no lo vale?!-

-¡Ni siquiera estaba viva! Entiéndelo Shima-

-Habían luces encendidas- murmuró bajando la mirada.

-Como podría haber en cualquier lado… escucha- lo abrazó- sé que es difícil, pero debemos hacerlo por nosotros, ¿está bien?-

El castaño solo lloro, dejándose hacer, no importaba cuanto tiempo pasara, aquello le seguiría pareciendo un infierno, y no podía entender como Yuu podía hablar y actuar tan fríamente, eso lo asustaba pero a su vez lo hacía sentirse protegido.

Siguieron así durante largos minutos, solo sintiendo la respiración del otro, hasta que el sonido de algunas cosas cayendo hizo que se pusieran en alerta.

-Tranquilos, fue mi culpa- un joven rubio quien llevaba una extraña cinta cubriendo su nariz, salió de una habitación contigua - Me ignoraban así que fui a ver si había algo que comer- sonrió paciente, mientras enseñaba un paquete de galletas que quien sabe de donde habría obtenido.

-¿No le dirás nada sobre lo ocurrido?-

-Eh… ¿yo?- los observó haciéndose el desentendido, recibiendo a cambio un gesto de desaprobación por parte del pelinegro- bien… Shima, deberías ser más cuidadoso- le sonrió tranquilamente, acercándose para tomarlo por los hombros- Entiendo tu preocupación, así que la siguiente vez consúltanos antes-

-¿Siguiente vez?- Yuu lo miró con enojo- ¿No bastó con lo que le pasó a Yutaka, Takanori y los demás?

Al escuchar esto los ojos del rubio se ensombrecieron- No te arriesgues más, ¿bien?- dijo antes de acercarse a observar a través de la ventana las calles de la que una vez fue una próspera ciudad.

-¿Tienes que hacerle recordar eso?- el castaño miró con odio a Yuu, lo amaba, pero muchas veces tenía muy poco tacto.

-Si es necesario para sobrevivir, si-

-Idiota- susurró antes de sentarse en el piso, sabía que su amigo prefería estar solo en esos momentos.

Cada uno se quedó sumergido en su mundo, tratando de encontrar soluciones para su actual situación que no era buena, se encontraban en el tercer piso de un edificio en el extremo norte de la ciudad, lugar al que habían llegado luego de aquel incidente donde perdieron a sus amigos, el número de infectados en la zona había aumentado luego de la “hazaña” del castaño. Sabían que esa puerta no los protegería por mucho, debían salir de ahí lo más rápido posible.

-Por las ventanas de atrás- Akira volteó a observarlos con gran determinación, aquella que todos ahí creían muerta- salgamos por las ventanas de atrás- aseguró nuevamente mientras le sonreía al castaño- bajemos trepando por las paredes, como solíamos hacer en la secundaria-

-Y luego qué, ¿corremos por todos lados como carnada móvil?- Yuu rio burlonamente.

-Algo así, unas cinco cuadras más abajo hay un estacionamiento, apuesto a que aún quedan algunos autos ahí, luego rumbo a Kanazawa, tratemos de buscar algún barco, o lo que sea y huyamos hacia alguna isla, o a Busán, una vez allí ya vemos.-

-Estás loco, pero no creo que tengamos otra opción- el pelinegro suspiró- alistemos todo, salgamos en cuanto amanezca-

-¿Mañana? Esa puerta no resistirá más de un par de horas, debemos partir ahora.-

-Está por anochecer- mencionó el castaño preocupado.

-Aún nos queda un par de horas antes que eso suceda-

-Acabamos de volver de afuera, casi no lo logramos ¿y quieres volver a salir?-

El rubio se acercó a la puerta, escuchando el alboroto de afuera- En estos momentos debe haber alrededor de 100, sin contar con los de los otros pisos, ni con los que intentan entrar al edificio, no se ustedes, pero no pienso esperar para ver si me convierto en su cena-

El silencio los rodeó unos segundos, siendo el castaño el primero en hablar –Hagámoslo-

-Entonces… ¿te nos unes?-

-Aún creo que es una estupidez, Akira, pero tampoco veo otra solución- el mayor empezó a revisar su arma, mientras el rubio solo sonreía- Solo me quedan 2 cargas-

-5 balas- Takashima los miró preocupados.

-3 cargas… suficientes-

Terminaron de arreglar lo necesario sin dirigirse la palabra, luego se aproximaron a la ventana en la habitación trasera, que daba a un callejón vacío.

-Está limpio, si lo seguimos de frente saldremos a la avenida- Akira abrió la ventana para luego salir por ella y empezar a descender, con dificultad avanzó unos metros hasta una distancia en la que pudo saltar sin lastimarse.

-Ve primero- Yuu acarició el rostro de su pareja para luego depositar un suave beso en sus labios.

-¿Lo lograremos?- preguntó dudoso el castaño, sin despegar su vista de los ojos del moreno.

-¡¿Pueden apurarse?!- se escuchó la voz de su amigo desde afuera, interrumpiéndolos.

-Confías en Suzuki, ¿cierto?-le sonrió.

Ambos lograron llegar abajo sin mayor dificultad, para luego, con armas en mano, empezar a correr.

Se oyó un disparo- Hay uno al frente-

-No sirve de mucho que lo digas luego de que disparaste, Shiroyama-

Siguieron avanzando, hasta llegar a la avenida.

-Allá- el rubio señaló el estacionamiento al cual debían llegar, al otro lado de una multitud de infectados.

Takashima se dejó caer al suelo, mientras se agarraba la cabeza con ambas manos- Es imposible-

-No lo es, solo debemos ser rápidos y silenciosos, Shiroyama ve al frente, Shima, tú tienes menos balas, al centro, yo los cubriré desde atrás, no disparen a menos que sea necesario-

-Ya escuchaste- Yuu le extendió la mano para ayudarlo a levantarse, el más alto aceptó su ayuda, para luego abrazarlo rápidamente- Vamos-

Avanzaron la mitad del tramo sin ser notados –Mierda, uno nos sigue por la izquierda- fue lo último que escucharon antes del sonido de un fuerte disparo, señal de que debían empezar a correr.

La cantidad de infectados que los seguía aumentaba, mientras ellos se dedicaban a disparar y avanzar hasta llegar a la entrada del estacionamiento.

-Limpien el lugar y busquen algún auto que sirva- el rubio cambió la carga de su arma- yo los cubro-

-Me quedo contigo-

-¡No! Shima ve, que Yuu necesitará que lo ayudes… ¡Rápido!- disparó a uno que se acercaba.

Ingresaron, gastando las últimas balas en despejar el lugar –Este servirá- El castaño ingresó al carro, para luego cortar algunos cables e intentar encenderlo.

-Si se apuraran más sería bueno- gruñó Akira llegando hasta ellos, eliminando a un par que se acercaban.

-Solo un poco más… listo- el auto encendió, cambió de lugar, dejando espacio para Yuu en el asiento del piloto, este subió rápidamente.

-Suzuki, rápido-

-No, yo me quedo- con una sonrisa dejó el arma junto a una carga en las manos de su amigo- aún le quedan 3 balas dentro-

-¿De qué demonios estás hablando? ¡Sube!- el castaño no lo creía.

-Que se vayan, ¡Ya!-

-¿Es que acaso quieres morir?- El mayor abrió la puerta trasera- Deja de decir tonterías y sube de una vez-

-¿No escucharon? ¡Váyanse!-

-¿Por qué?- Shima empezó a temblar- ¿Crees que Yutaka querría esto?-

-Si-

-Dejarte morir, ¡¿Crees que él lo permitiría?!- observó como una multitud empezaba a juntarse en la entrada- Sube, por favor-

-Hablo de esto- Akira se remangó el brazo izquierdo de la polera que llevaba puesta, dejando a la vista una herida mal cubierta con gasas- Sé que él me comprendería como yo lo comprendí-

Takashima se quedó en blanco mientras trataba de formar alguna palabra en sus labios.

-¿Por qué no nos lo dijiste antes?- si solo se hubiese fijado más en aquel rubio lo hubiese notado, su rostro demacrado, sus mejillas rojas, clara muestra de la fiebre alta que lo aquejaba, el pelinegro se encontraba recriminándose mentalmente.

-Porque hubieran hecho cosas innecesarias- les sonrió – no se preocupen, quise asegurarme de que ambos estuvieran a salvo, es todo lo que puedo hacer por ustedes-

Shiroyama asintió y sostuvo la mano de Kouyou tratando de hacerlo reaccionar.

-¿Eso fue de cuando fueron por mi?- preguntó el castaño al borde de las lágrimas.

-Eso no importa, váyanse- observó como algunos infectados se dieron cuenta de su presencia, no tenían mucho tiempo.

-Disculpa… yo-

-No tengo nada que disculpar- se acercó a su amigo hasta dejar un rápido beso en sus labios- Aquella vez en la secundaria cuando me rechazaste, ¿sabes?, me sentí muy mal y siempre odié a Shiroyama porque lo elegiste, pero… gracias-sonrió sincero- si no hubiese pasado eso jamás hubiese conocido a Tanabe, realmente fuimos muy felices… no tengo nada de qué arrepentirme- observó al pelinegro- Yuu, por favor cuídalo- se alejó del auto.

-Te quiero Aki… gracias por todo- trataba de reprimir las lágrimas y mostrarle una sonrisa a su amigo.

-Y yo a ti, Shima-

-Quieres que… bueno…- el mayor no sabía cómo completar aquella frase.

-No te preocupes- el rubio sacó un arma escondida en el cinturón de su pantalón- Era de él- sonrió alejándose más pasos- ¡Adiós!-

El auto arrancó, esquivando a los infectados que empezaban a juntarse a su alrededor.

-¡No! ¡Regresa! Debe haber alguna manera, si lo inten…- las palabras desesperadas del castaño fueron interrumpidas por el eco del sonido de un disparo.

El silencio los rodeó, junto a una profunda tristeza, habían perdido al último de sus amigos y aunque aún tenían al otro a su lado, debían reconocer que no eran tan fuertes como lo imaginaron, y las dudas sobre si lo lograrían, si aún podían tener esperanza los embargaron, estaban solos, esa era toda la verdad que sabían, y mientras salían de la ciudad, lloraron.

Notas finales:

Apuesto a que ahora me quieren pegar ;~;) yo tambien quize hacerlo, ¿cómo pude matar a Reita? TAT

Y eso ;-;)

El inicio de la historia y el final, es algo que se los dejó a su imaginación, si tengo en mente algo, pero no se si alguien quisiera leerlo, asi que depende de su respuesta si hago o no otro capítulo.

Eso, y a l@s que sigun Chaos... sorry! m(_ _)m prometo tener esta misma semana capítulo nuevo!

Como sea, por favor dejen review~~ Si no quieren que siga matando a los gazettos en mis historias o.ó(?)

Gracias por leer :D

 


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