Sebastian pov
¿Qué es lo que sucede? Antes estaba más que ansioso por tomar el alma del joven amo, pero ahora cada vez que lo veo y pienso que ya falta muy poco para que el contrato se cumpla mi corazón se detiene pues no puedo imaginar que esos ojos azules, profundos, brillantes permanezcan c errados y no me permitan observarlos por una eternidad, además de que no se qué haría si viera ese delicado cuerpo permanecer tan rígido…
No sé por qué, pero, cada vez me encuentro más seguido pensando en sus labios, carnosos, frescos, del color de una rosa, NO, no debo ¿o sí? Los demonios nunca hemos respetado las reglas, ni siquiera las nuestras.
Pero, él me corresponderá… espera un segundo, no puedo estar pensando en esto, yo uno de los mas grandes demonios del averno este comenzando a sentir esto, un mugroso sentimiento humano. Como es posible que con solo pensar en su mirada mi piel se erice, si pienso en su delicada piel blanca mis manos se crispan queriendo tocarla, en cambio si por pura casualidad tengo una mirada aunque sea fugaz de su boca, de sus labios, los míos se vuelven cenizos y desean estar sobre los suyos, pero el me ve solamente como un sirviente. O no? Últimamente he notado que el joven amo ha estado extraño, no me mira directamente, me gustaría saber que le pasa y si él…
Sebastian Pov end.
Ciel pov.
Me eh sorprendido pensando en Sebastian, en sus labios que parasen tan grandes y abrazadores, pero que digo, el solo está conmigo por el contrato, pero aun así no puedo evitar sentirme atraído por sus ojos rojos carmín, esos ojos que se dilatan cada vez que dice “yes my lord” ¿Por qué he notado tantos detalles acerca de Sebastian? Por ejemplo su absurdo hábito, que extrañamente adquirió desde que cumplí 16 años, de taparse los ojos cuando me va a cambiar de ropa, o como me observa cuidadosamente cuando estoy dormido o como cuando estoy enfermo no deja mi lado hasta me recupero totalmente. A veces he llegado a pensar que en él esta comenzó a surgir un sentimiento humano, uno que desde hace mucho tiempo yo no sentía, sé que no lo puedo ver a la cara, porque de mi boca saldrán palabras prohibidas que desde hace nueve años no pronuncio. ¿Qué es lo que hare? Si Sebastian se da cuenta lo más probable es que me abandone de inmediato, pero cada vez me cuesta más trabajo esconder lo que siento, por lo mismo ya no lo veo a la cara, ni mucho menos dejo que me toque; sé que esto no puede seguir así por más tiempo, por lo mismo amor mío como puedo esconder lo que siento por ti.
Ciel pov end.
Era un día cualquiera en la mansión Phantonhive, el joven amo del lugar se encontraba profundamente dormido en su habitación, hasta que abriendo las ventanas el mayordomo lo despertó.
- Buenos días boo-chan, ¿Cómo amaneció?- pregunto este volteando a ver al chico que yacía sobre la cama, quien poco a poco fue abriendo los ojos, tallándoselos en un gesto somnoliento.
Sebastian pov
Porque cada día que pasa el joven amo se ve más tierno, si no ha cambiado mucho en estos años que he estado a su lado.
Sebastian pov end.
- aaaaaaaaaaaa, buenos días Sebastian, ¿Qué es lo que hay de desayunar para hoy?- pregunto el chico evitando la mirada del mayor.
Ciel pov.
No puedo verte a los ojos, ya que si te veo el sentimiento que he estado intentando ocultar durante tanto tiempo saldrá a la luz, y no quiero que pase eso.
Ciel pov end.
- Para desayunar hoy hay Cremébrunle, además si quiere algo mas fuerte puedo hacer bocadillos de durazno- contesto el mayor.
Sebastian pov.
No puedo estar aquí en el momento en el cual se encuentre desayunando, no creo resistir la tentación de besarlo.
Sebastian pov end.
- Ok, puedes retirarte, tráeme el desayuno aquí, hoy no tengo ganas de comer en la cocina- comunico el pequeño metiéndose otra vez entre las sabanas.
- Yes my lord- contesto el mayordomo retirándose de la habitación.
Ciel pov.
Por favor vete antes de que me lance sobre ti como animal en celo, tengo la necesidad de probar tus labios, mas se que ese será para siempre mi elixir prohibido.
Ciel pov end.
En cuanto el mayor sale de la habitación el pequeño se pone a dar vueltas en la habitación como fiera enjaulada, ya que no puede olvidar la penetrante mirada que le dirige el mayor siempre que está a su lado.
Mientras tanto en la cocina los sirvientes estaban preocupados, ya que Sebastian parecía fuera de sí, y como lo sabían si eran tan distraídos, fácil, por primera vez se le había quemado parte del plato que estaba preparando para el bo-chan.
-Sebastian-san, se encuentra bien, nunca lo había visto así- le pregunta Mei-ling la sirvienta de la casa.
-Claro que está bien- Brad se había puesto al lado de la chica.
- no estoy segura, nunca lo había visto así- comento la chica, observando otra vez al pelinegro.
-no te preocupes, ha de ser algo normal, después de todo hoy viene…- Brad no alcanzo a terminar por el simple hecho de que una voz se escucho por toda la mansión.
-SEBAAAAAAAAAAS-CHAAAAAAAAAAAAAAN-