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Circulación Amorosa por YukaKyo

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Notas del capitulo:

Circulación Amorosa

Atención: Fullmetal Alchemist es © de sus respectivos dueños

Autora: YukaKyo, el fic es © de mi Propia Autoría.

Pareja: Roy/Ed a webo xDDD

Justificación: Solo voy a decir que no querrás contratarme pues si trabajo para ti lo único que no voy a hacer es trabajar, al final sabrán por qué :3

 

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1.

 

 

— ¿Te pongo nervioso? —

La pregunta había sido directa un golpe justo a su orgullo y aunque era cierto iba a luchar porque no se le notara ni un poquito la verdad en su cara.

— ¡Que te pasa bastardo! ¡Por supuesto que no! —

Roy sonrió con autosuficiencia,  la voz de Edward había sido fuerte, creíble y molesta. Pero aunque había logrado esconder cualquier otro sentimiento en sus palabras sus ojos, aquellos que nunca mentían brillaron afirmándolo y la sonrisa en sus labios se torció un poco más.

¡Edward mentía!

Cuando echando la silla hacia atrás al levantarse Edward imperceptiblemente dio un respingo y se tensó desde su exótica antena hasta la punta de los pies evitando dar algún paso hacia atrás.

Y sus ojos nuevamente lo volvieron a traicionar cuando lo vio yendo empecinadamente hacia él, buscando la forma de escapársele por algún lado y justo cuando estivo a un paso de distancia del rubio el pecho de este comenzó a subir y a bajar demasiado aprisa tanto que tuvo que abrir la boca para respirar cuando sus narices fueron más que insuficientes para ello.

 De un tiempo para acá había notado extraño al rubio mas no le había tomado importancia. Fue solo hasta que un cumulo raro de actitudes se presentó una mañana que no pudo dejar de mirarlo comprendiendo poco después lo que sucedía.  Pues cuando estaban juntos no era de extrañarse que hubiese gritos, peleas, insultos y hasta golpes, pero todo aquello en una sola mañana había cambiado a sonrojos inesperados, titubeos, frases tartamudeadas e incluso una torpeza exagerada que mando más de una vez al suelo la fila de papeles perfectamente alineada en su escritorio.

Justo como ahora.

Varias hojas estaban ya regadas por el suelo e incluso fueron pisadas por ambos más el rubio dejó de prestarles atención a las que aun revoloteaban sobre ellos para temblar irremediablemente cuando la distancia fue eliminada por Roy apresándolo contra la pared y su cuerpo.

El sonrojo inundo sus mejillas tiñéndolas de cereza y estaba seguro que hasta afuera de la oficina de su coronel podía escucharse el fuerte latido de su corazón desbocado. La sonrisa burlona en los labios de Roy le hizo abrir la boca y comenzar a balbucear y si ese hombre seguía acercándose terminaría por hiperventilar.  

 — ¿Y bien? ¿Te pongo nervioso? —

— N.. nnn… noo —

¡Oh por el amor de Dios y todavía lo negaba!

¡Claro que sí!

¡Era más que obvio que lo ponía nerviosísimo!

Pero era tan adorable ver como lo negaba de aquella manera. Al principio aquello le había parecido divertido e incluso podía utilizarlo para burlarse de él cada que quisiera, era verdad que hasta había pensado en las primeras ocasiones que terminaría aburriéndose si el Fullmetal continuaba con esa nueva faceta. Pero no había sido así al contrario.

Terminó ansiado desesperadamente cada pequeño encuentro que pudiese tener con el rubio, que importaba si era solo por trabajo, casualidad o provocado por el mismo. Le encantaba deleitarse con la presencia de Edward cada vez un poco más.

— ¿Enserio? —

— Sss… ssii… si —

Cuando la mano de Roy sorpresivamente subió hasta su mejilla y la acaricio suavemente la respiración del rubio se detuvo. La boca se le secó y el corazón apretado en la garganta detuvo cualquier sonido que deseara escapársele de los labios. Estaba cerca, tremendamente cerca enconándose hasta él acercado cada vez más y más su rostro.

Tragó saliva y batalló para pasarla por la garganta, sus mejillas estaban demasiado calientes y las rodillas empezaban a temblarle como gelatina.

— ¡Que lastima! — soltó el pelinegro con decepción fingida que al Fullmetal le pareció mortalmente cierta quitándole cualquier color del rostro.

— ¿Eh? —

De un momento a otro se vio completamente libre y con la boca temblándole ligeramente poso sus ojos de oro sobre Mustang quien ahora le daba la espalda a unos cuantos pasos lejos de él.

— Por un momento lo creí —

Edward bajo la vista y un tenue sonrojo adorno sus mejillas. Una sonrisa cálida se asomó por sus labios, había llamado la atención de Roy, no de la manera que hubiese deseado pero al menos le interesaba más allá de la simple camarería como jefe-subordinado.

No supo en que momento sus manos inquietas subieron casi hasta su pecho y jugueteó entrelazando y tocando las puntas de sus dedos nerviosamente sintiendo que Roy le miraba aunque fuese de reojo. Se mordió uno de sus labios y boqueó antes de empezar a hablar.

— Yo… si, eso… Tú… sabes… a mí… he… ¡Mierda! — Odiaba tartamudear nunca le había pasado antes solo hasta ahora cuando estaba asolas y cerca de Roy. Carraspeó y sintiéndose como un completo idiota soltó de golpe lo que quería — ¡Esta bien! ¡Lo acepto maldita sea! Estoy nervioso, me pones más que nervioso —

Había terminado de decir aquello girando la cabeza a un lado y con un mohín más que gracioso en su rostro, inflando las mejillas y torciendo la boca. Ya veía venir la risa burlona de Roy por haberlo aceptado y pronto algún comentario mordaz, pero los segundos pasaron y no traían más que silencio. Despacio volvió la cara y a regañadientes se obligó a levantar los ojos para encontrarse con el pelinegro.

Estaba frente a él aun alejado pero la sonrisa torcida en los labios de Mustang solo podía augurar fatalidad y ni siquiera pudo parpadear o soltar el grito de asombro que quiso salir de su boca, pues en menos de un segundo se encontró una vez más apresado contra la pared con Roy descansando completamente sobre él.

No solo las mejillas se le pintaron de rojo sino que toda la cara, los latidos desbocados volvieron con más fuerza y sus piernas temblaban ya sin fuerzas. Roy estaba sobre él, con el rostro demasiado cerca, tan cerca que sentía su aliento golpeándole las mejillas. Una mano sobre su cintura y la otra tras su nuca impidiendo que se alejara, si es que eso era posible, de él.

¡Por dios!

¡Mustang iba…!

¡Roy iba aaa…! 

¡Aaaaa!

Aquello lo desconecto completamente del mundo.

— ¿Fullmetal? —

Era toda una suerte que él estuviese tan cerca de Edward solo así había podido evitar que se resbalara por la pared hasta terminar sobre el suelo. Con el peso muerto del rubio sobre sus brazos Roy lo sacudió levemente tratando de que le viera.

— ¿Edward? —

Más fue inútil.

La cabeza del chico cayo pesada contra su pecho y su cuerpo se dejaba hacer con las zarandeadas.

 — ¡ED! —

Edward Elric, el alquimista más joven de toda la historia, el más explosivo y temperamental de sus subordinados, había terminado desmayando en sus brazos.

Roy parpadeo incrédulo, mas casi de inmediato una sonrisa complacida se formó en sus labios. Ese chico siempre lo sorprendía y ahora no era la excepción.  Al principio pensó que todo aquello se trataba de alguna mala broma del muchacho misma que cuando estuviese más que desprevenido le atacaría con burlas por creerse toda la pantomima que se había montado pero no resultó como creía.

¡Aquello solo se debía a una cosa!

¡Le gustaba demasiado a ese chico!

Apretando un poco más sus brazos sobre el cuerpo de Edward terminó depositando un gentil beso sobre sus cabellos rubios para después sonreír con ternura.

— A mí me gustas también, enano — soltó Mustang y pasando sus brazos por las piernas del chico lo levantó y volviendo la cabeza buscó con su mirada el sillón de cuero encaminándose hacia el mismo. Ahora no le quedaba de otra, trataría de despertarlo.

Notas finales:

Y esto es lo que termino haciendo cuando no tengo el mas minimo deseo de hacer mis labores en el trabajo XD byeee!


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