Intercambiando cuentos…
Era un día mas en el instituto, las clases habían pasado con relativa monotonía y aburrimiento para los jóvenes adolecentes, había llegado la hora del receso y todos empezaron a ir con sus respectivos grupos de amigos a comer y escoger un agradable lugar donde sentarse, había un grupo que había movido sus asiento y juntado sus mesas para su comodidad y empezar a comer sus respectivos obentos, era un grupo de tres jovencitas.
-Honoka, ¿Qué te dieron para almorzar el día de hoy?- pregunto una joven de cabellos platinados mientras comía un bocado de arroz a la joven de cabellos castaños, Honoka Shirahama.
-Arroz, un poco de ensalada y unos huevos cocidos, ¿y a ti Yuki?- le pregunto a la joven de cabellos platinados a su lado, Yuki Furuichi.
-Arroz, croquetas de cangrejo, ensalada y un poco de pure-
-Y tú Chihiro-chan- le pregunto a una pelinegra de largos cabellos negros, muchas veces a esa chica le hacían bromas pesadas por parecerse a la chica fantasma de un poso de una película famosa, pero para sus amigas era una chica dulce y la más tímida del grupo, pero con una excelente imaginación.
-Onigiris-
-Y… ¿trajeron sus libretas?-
-Que pregunta más boba Yuki, por supuesto que si- dijo una sonriente Honoka mientras sacaba una pequeña libreta rosa, y veía como Yuki sacaba una blanca y Chihiro una azul oscuro.
Muchos aprovechaban la hora del almuerzo para comer y platicar, otros jugar, ellas aprovechaban su tiempo especialmente para intercambiar algunas anécdotas, ponerse al día, y especialmente intercambiar algo muy valioso para ellas, sus cuentos.
Esta pequeña costumbre tal vez comenzó desde que entraron a secundaria, aburridas un día decidieron hacer una historia con alguno de sus compañeros, una cosa llevo a la otra y descubrieron las maravillas que podían dar las palabras con ese nuevo hobby encontrado.
-¿Y como les ha ido con sus hermanos?- pregunto Chihiro, ya que para las otras dos chicas sus hermanos eran la principal fuente de inspiración, ese no era su caso ya que era hija única.
-Desde que el mejor amigo de mi hermano tuvo el “incidente”, pensé que perdería toda la inspiración, pero ahora he logrado que mis historias tengan un nuevo toque emocionante-
-El “incidente”… ¿hablas de que al parecer tuvo un bebé con una extranjera?-
-Si, ese… desde que entraron a preparatoria las cosas han sufrido muchos cambios, pero no importa ya que siempre están juntos como siempre-
-Entonces aun hay oportunidad, ¿Y tú Honoka?-
-Mi lindo hermanito sigue en ese dojo, entrenando para luchar contra los malos… por lo que siempre esta cerca de “esa” mala mujer- al decir lo ultimo no pudo evitar fruncir el seño y poner una de sus peores caras, era bien sabido que para la castaña la chica que vivía en el dojo no era de su completo agrado, algo parecido pasaba con la extranjera que le había dado un hijo al mejor amigo del hermano de Yuki.
Yuki no la conocía bien, pero sabia que por ella la relación entre su hermano y su amigo habían sufrido un retroceso, al menos en su opinión, pero curiosamente a pesar de ello estaba consiente que no eran tan cercanos como la chica del dojo y el hermano de Honoka, era una suerte que al parecer el mejor amigo de su hermano fuera algo insensible con las mujeres, no así como su hermano, lo cual causaba un curioso triangulo amoroso si lo usaba en sus historias.
-Entonces no ha habido ningún avance en tu plan-
-Yo no diría eso, el otro día con el niño bonito logre mostrarle uno de mis mas preciados tesoros y no se mostro indiferente-
-¿Las fotos de tu hermano de pequeño?, ¡Son tan tiernas!- exclamo la peli plateada, Honoka tenía la suficiente confianza para mostrárselas a ellas y saber que podían apreciar esas imágenes como ella.
-Ya sabes Honoka, tengo un par de Kimonos que mi mamá ha guardado para mi cuando crezca, algún día podríamos poner en practica alguno de los planes para saber como se vería hoy- dijo la pelilargo sonrojándose un poco mientras en su mente empezaba a imaginar a ese niño de las fotos ya no tan niño y alguno de esos kimonos mencionados, tal vez seria bueno dibujarlo en un rato libre.
-Si, seria muy bueno, pero por ahora me concentro en abrirle los ojos al niño bonito, los hombres pueden ser muy tercos y engañarse a sí mismos por mucho tiempo si nadie les recuerda escucharse-
-Y es deber de ustedes abrirle los ojos a sus hermanos- comento la pelinegra sonriendo, a veces le daba un poco de envidia que ellas tuvieran hermanos, pero se contentaba con la idea de que las tenia a ellas como amigas.
-¡Exacto!- corearon la peliplateada y la castaña mientras alzaban sus puños al cielo, nadie ajeno a su grupo les hiso caso, ya que así siempre se comportaban de esa manera.
-¿Y Honoka… has hecho alguna nueva historia de tu cuento?-
Ante la pregunta de su amiga la pequeña joven puso una mirada radiante, nadie podría negar que esa fuera una expresión de absoluta felicidad de la joven.
-Claro que si, y déjame decirte que esta vez me siento muy satisfecha con esta-
-Mmm algo me dice que será muy entretenida-
-Los amiguitos del bosque siempre son divertidos-
-Comencemos a leer-
~Era un día soleado en el hermoso bosque donde los animalitos del bosque…
El conejito Kenishi paseaba en esos momentos teniendo un día libre después de mucho tiempo, sus maestros lo habían dejado descansar de sus entrenamientos y no tenia tareas de la escuela del bosque, así que, ¿Qué mejor oportunidad para pasar tiempo con su hermanita menor?~
-Y la conejita Honoka insistió e insistió para eso, ¿verdad?-
-¡Oye!-
-Ya chicas, sigamos leyendo el cuento, ¿Dónde nos quedamos?-
~… No había nada mejor como un lindo y agradable paseo entre hermanos, claro que había un pequeño detalle que el conejito Kenishi desconocía era que su dulce hermanita le tenía preparada una sorpresa.
Caminaban por el enorme bosque, observando la belleza que los rodeaba y disfrutando de la compañía del otro.
Después de un rato llegaron a un hermoso claro lleno de flores de todos colores, era un agradable lugar para tomar el sol y descansar por lo que ambos hermanos decidieron tomar un breve descanso de su agradable paseo en ese agradable bosque. Lo que no sabía el conejito Kenishi era que su linda e inteligente hermanita había invitado a un amigo muy especial.
El joven tigre Natchi.
El joven tigre al ser vencido en un juego de mesa por la inteligente conejita había sido obligado a asistir a un dia de campo con ella, aunque no le dijo quien más los acompañaría.~
-Uh ¿así que este es tu siguiente plan?-
-Exacto, ahí tendré el suficiente control del ambiente para que se traten correctamente-
-Brillante-
-¿Y cuano planeas llevar a cabo tu plan?-
-Este fin de semana- contesto Honoka con los ojos brillantes de determinación.
Sus dos amigas le devolvieron la sonrisa, eso sonaba muy prometedor.
-Ahora me toca a mí mostrarles lo que llevo hecho de mi cuento especial-
~Ishiyama, el reino de los delincuentes y villanos, era increíble como el noble elfo de la familia Furuichi había terminado en estos lares, la única explicación era por la fidelidad a su estimado amigo el poderoso Ogro Oga, un monstruo tan poderoso como cabeza dura.
Los días podían estar plagados de peligros en esas tierras, pero también estaban llenos de aventuras, y mientras que elfo y ogro se mantuvieran juntos no había nada que temer, uno con el suficiente cerebro para salir de innumerables aprietos y el otro increíblemente fuerte para vencer a los más grandes monstruos del reino. Era un par de leyenda.
Y este par hacia poco había incrementado en número. Por alguna misteriosa razón una bruja de las profundidades de un oscuro reino extranjero había aparecido un día con un pequeño en brazos, un bebé ogro, y ella ante el asombro de enemigos y aliados del poderoso ogro había declarado al poderoso Oga como el padre del pequeño.
Los rumores empezaron a correr de este hecho sorprendiendo a este reino y a los reinos vecinos, ya que el aun joven ogro jamás había mostrado interés en alguna fémina de su propia especie u otra, su vida era la constante pelea y su pasión era encontrar a oponentes cada vez más fuertes.
Algunos decían que aquella bruja extranjera había usado un maleficio que sedujo al poderoso ogro, otros que el niño no era de este y la mujer solo utilizaba al infante para hacerse de la fuerza de tan temible ser, sea cual sea la verdad, al final el ogro acepto al pequeño como suyo y lo empezó a llevar a todas partes para enseñarle a ser un poderoso ogro cuando fuera adulto.
Y como siempre, su fiel amigo y compañero de aventuras estaba a su lado a todo momento.~
-El amigo de tu hermano al menos es alguien responsable con su bebé-
-Sí, incluso a mis padres les sorprendió que aceptara al niño, aunque también por eso volvieron a insistirle a Takayuki que se alejara de las “malas amistades” como es Oga-
-Algún día lograremos de juntar a los que queremos ver juntos- alentó Honoka a su amiga, también se deprimiría si sus propios padres vieran con malos ojos la pareja que ella pensaba era adecuada para su hermano.
-El final feliz de nuestras historias- tercio Chihiro extendiendo sus manos al centro de los cubículos para que las otras dos las tomaran y entrelazaran sus dedos entre las tres sonriéndose unas a otras en señal de apoyo.
Para las personas ajenas de ese grupito de niñas solo eran unas simples niñas con sus cursilerías y tonterías, intercambiando secretos y chismes, unas simples, inocentes, niñas.
Claro, y las nubes son de algodón de azúcar. (nótese el sarcasmo)
Amor Yaoi
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