La cabeza le daba vueltas, su cuerpo se sentía pesado, y su temperatura corporal la notaba levemente alta. Miro el termómetro que tenía en las manos, 39’00, “mierda”, eso fue lo único que paso por su mente en el momento de ver esos dígitos. El mareo, cada vez se hacía más presente en su ser, y unas nauseas inaguantables estaban amenazando con salir.
-Resfriado- fue lo único que salió de su boca antes de tirarse a la cama.
De repente la puerta se abrió, dando paso a su compañero de equipo, Hoshigaki Kisame. Era un “hombre” de pelo azul, dos ojos pequeños blancos, piel de color azul pálido, en las mejillas tiene unas marcas que se asemejan a las branquias de los peces y además de todo eso mide cerca de dos metros.
Este se quedó mirando a su compañero azabache, se extrañó un poco ya que Itachi estaba tumbado en la cama, con las mejillas ligeramente sonrojadas, marcando aún más sus ojos escarlatas, enmarcados por sus negras y largas pestañas, el poco sudor que recorría su pálida piel, hacía que esta brillara como la porcelana.
Al principio, le vinieron a la cabeza más de un millón de imágenes, que si su compañero supiera de ellas, lo enviaría a alguna otra dimensión, donde lo torturaría hasta la muerte, y después descuartizaría su cuerpo siendo así imposible de encontrarlo nunca jamás. Pero después se fijó mejor y pudo ver que en la mesita de noche había un termómetro, se acercó a él y lo cogió “!como¡”.
-Itachi-san, está enfermo ¡- grito, Kisame tan fuerte como podía. Ante ese grito los demás miembros de akatsuki se acercaron hasta la habitación de dónde provenía ese grito.
-Se puede, saber que co**nes pasa aquí?- grito un albino, de ojos violetas, alto, con un cuerpo de ensueño y con la capa de akatsuki claramente holgada.
-Que es todo ese griterío?-pregunto Pein, queriendo saber él porque del ruido, de el “pescado”.
-Es… es… es Itachi-san, está muy enfermo, se va a morir¡- gritaba al borde de un ataque de nervios Kisame, que estaba corriendo por toda la sala, con el termómetro en la mano. Dando un patético espectáculo a quien lo veía.
-Ki… Kisame, deja de gritar, o te juro que te arrancare las cuerdas bocales, de un solo puñetazo- amenazo Itachi, con una voz bastante, baja, casi como un susurro, pero lo suficiente alto como para que su compañero y los demás lo oyeran.
Ante esa amenaza Kisame se paró y dejo de gritar, quedándose quieto en el sitio.
-Vaya, vaya el gran Itachi Uchiha, el señor-ni-el-viento-me-despeina, está enfermo?- dijo Sasori, con un tono de voz bastante burlesco. Lo cual hizo que el nombrado sintiera ganas de matar al “pinocho”, y lo intento, se levantó de la cama dispuesto a decirle algún comentario mordaz que lo desacreditara por completo, pero lo único que pudo hacer fue caerse al suelo, totalmente mareado, y apunto de desmallarse.
-Venga, Itachi-kun, no te molestes, y tu Sasori, deja de molestarle.- les reprocho Pein.
El Líder se acercó hasta el “enfermito”, y le coloco la mano en la frente para tomarle la temperatura, (alexiel_chan-porque no mira el termómetro?kirie5-acuerdate de que él es un “dios”, lo puede todo ”véase el tono de sarcasmo” alexiel_chan-es verdad) y noto que la temperatura del pelinegro era bastante alta.
-Hay madre mía ¡ Itachi-kun, estas ardiendo en fiebre¡-grito Pein apartando la mano de la frente del nombrado.
Itachi ante tanto griterío estuvo a punto de quedarse sin cabeza de lo que le dolía, por la fiebre.
-Si-len-cio…-dijo Itachi intentando incorporase de nuevo-No es nada, es solo un resfriado, con descanso se pasara solo, venga todos fuera, puedo cuidarme solo.- finalizo, para después encarar a los presentes, intentando hacerse el duro, pero estaba claro, que los otros no lo iban a creer, y mucho menos dejarlo en paz.
-Pero como quieres que te dejemos así, ni hablar ahora mismo, te vendrás conmigo a la cocina que te preparare un caldito especial que me hacia mi abuela cuando me enfermaba-dijo felizmente Konan, arrastrando a Itachi hacia la cocina. El pobre pelinegro, que veía impotente como esta se lo llevaba, intento zafarse de ella, pero estando como estaba le era imposible se mareaba aún más.
-Hey chicos, tenemos que ayudar a Itachi, hum.- apresuro a decir Deidara.
-Porque lo dices, de seguro que el “caldito”, le sentara de maravilla, jajaja- dijo riendo Hidan.
-Por favor, todos sabemos que ese caldo es una arma de destrucción química y bacteriológica. Si Itachi-sempai, toma eso de seguro, que muere.-aseguro el buen chico de akatsuki, con una voz, chillona y desesperada y del agujerito de su máscara salía una cascada de lágrimas.
-Tobi, tiene razón ¡-grito Kisame
Ante esa frase dicha, todos se lo quedaron mirando con cara de “tú estás loco, te has fumado algo o es que simplemente eres imbécil”
-A sí, tengo razón? Wii ¡Tobi tiene razón¡-gritaba Tobi todo feliz dando saltitos, de aquí para allá.
-Bueno pasando, de los gritos de Tobi, tenemos que a conseguir liberar a Itachi-san, del terrible remedio de Konan-dijo Kisame
-Y que podemos hacer, hum?-pregunto Deidara.
-Tengo una idea.-dijo Hidan.
Ante eso, todos los akatsukis se quedaron mirando al peliblanco. Kakuzu preocupado, se acercó hasta el religioso, y le metió… el termómetro en la boca (no penséis mal).
-Se, duede daber de dodones dades?-(traducido al idioma humano viene a ser “se puede saber que cojones haces”) “hablo” Hidan con el termómetro en la boca
-Pues mirando, a ver que el Uchiha no te haya pegado el resfriado- le contesto Kakuzu secamente
Hidan le miro con cara de duda y pregunta, a lo que el tesorero de Akatsuki, supuso que era porque quería una mejor respuesta.
-Te estoy mirando a ver si tienes fiebre, porque has tenido una idea, y estate quieto, que sino la temperatura no será bien tomada.- después de decir eso, noto como el religioso hizo el ademan de pegarle un puñetazo pero el rápidamente lo esquivo.
-Que enfermo ni que ocho ostias ¡ateos del demonio, se puede saber de qué os reis- grito Hidan, para acto seguido tirarle el termómetro a los demás Akatsukis para que dejaran de descojonarse a su costa, (ni que fuera un mono de feria).
-Jajaja… bueno venga chicos, hagamos caso a la “idea” de Hidan.-dijo el Líder intentado dejar de reír, y dar a relucir su perfecto estado de seriedad (si claro, y yo soy la reina de marte).
-Veréis, la idea que se me ha ocurrido, Kakuzu deja de mirar si estoy enfermo ¡-grita cuando be que Kakuzu le está tomando la presión arterial( de donde narices ha sacado el tensiómetro…).
-Jo… de verdad te enfadas por nada.- le contesto Kakuzu, un poco indignado al fin y al cabo se estaba preocupando por su salud…¿no?
-Bueno como iba diciendo, lo que podemos hacer es, tomar turnos o escoger a uno de nosotros para que cuide a Itachi.-soltó Hidan.
La verdad es que la idea tenia buena pinta.
-I dime, como haríamos los turnos?-pregunto Sasori, meditando la idea.
-Pues muy fácil, haciendo un sorteo, cortamos ocho papelitos, i ponemos números, esos números serán el orden por el que nos turnaremos para cuidarlo- le contesto Hidan, despreocupadamente.
-Y si solo cuidara a uno de nosotros, a Itachi-sempai- dijo “Tobi” empezando a interesarse, por la idea.
-Em… bueno lo que haríamos sería lo mismos pero en vez de números, sería una palabra, y al que le tocara el papelito con la palabra escrita, le tocaría ser el que le cuidara- finalizo diciendo Hidan.
-Vaya Hidan, deberías pensar más seguido, se te da bien- le dijo con tono burlesco Kakuzu al peliblanco.
-Hm, imbécil… Entonces qué hacemos?- dijo pasando de Kakuzu olímpicamente, Kakuzu se extrañó ¿porque no le respondió? ¿Por qué no le insulto?, quiso acercarse hasta Hidan y coger le del brazo para hablar pero este le aparto la mano para que no le cogiera, quiso replicar pero antes de que pudiera decir nada, Kisame hablo.
-De acuerdo, entonces ágamos eso, el que gane el papelito con la palabra ‘ganador’ será el que cuidara de Itachi-san- finalizo Kisame la explicación, la verdad es que él se sentía ganador, porque seguramente ninguno de ellos querría cuidar al Uchiha, así que si no le tocaba a él, seguramente le acabarían pidiéndole que lo cuidara él. Y exactamente eso era lo que quería desde hacía ya bastante tiempo, quedarse a solas con el azabache, y que el menor se encontrara débil para no poder defenderse.
Ya se lo podía imaginar, llegaría a la habitación donde se encontraba SU Uchiha, se aseguraría de que se estaría quietecito, dándole un relajante, y cuando empezara a hacer efecto haría suyo al azabache.
La verdad es que tenía que admitir que el menor le andaba trayendo loco desde que el Líder le presento como su compañero. Ese cabello largo y azabache atado coquetamente en una coleta baja, te daban ganas de arrancarla de un tirón y hacer que el sedoso pelo quedara liberado, esos ojos rojos, teñidos por la lujuria, ah ¡… debería de ser lo más excitante del mundo, su cuerpo esbelto y hermoso bañado por una fina capa de sudor, dándole así un toque perlado a su piel, y esta, marcada por las marcas de mordidas y chupetones, dando a entender que ese cuerpo tenia dueño…
-Ey Kisame, despierta, hum ¡-le grito un rubio al peli azul, asiéndole salir de su seño. Había perdido la noción del tiempo soñando con su ángel de cabellos negros.
-Ah ¡Kisame te sangra la nariz, hum¡- le volvió a gritar el rubio. Kisame dirigió su mano hacia su nariz y era verdad de tanto imaginarse a Itachi en diferentes posturas le estaba empezando a sangrar la nariz.
-Ha mierda…tengo que dejar de soñar despierto, dijo en voz baja lo último. Pero lo que no sabía es que un peli negro, lo había escuchado todo, y sabía perfectamente el porqué de su sangrado.
-Bueno, mientras vosotros perdíais el tiempo, el Líder i yo hemos echo los papelitos, asi que venga coger uno cada uno-dijo Sasori queriendo irse ya para su taller.
-Bien pues venga yo voy primero que para eso soy el Líder-dijo como siempre Pein, con su tono de manda más.
Después de el todos hicieron lo mismo, se acercaron a la urna a coger el papelito, cuando ya todos lo tenían lo abrieron para ver a quien le había tocado el “premio gordo’’.
-…Y bien, quien lo tiene, porque yo no-dijo Kakuzu haciendo una bolita el papel y tirándola al suelo.
-Wii ¡la tengo yo, como Tobi es un buen chico, le ha tocado- grito el buen chico enseñando el papel a los demás.
Bueno… la cara de los demás se podría decir que era un poema, Kisame se había quedado en shock, Kakuzu y Hidan se pararon en lo que hacían para mirar al buen chico, Sasori y Deidara se les cayó el papel al suelo y la boca se les desencajo y Pein, bueno, el solo rezaba un par de oraciones por el pobre de Itachi
¿Qué pasara en el próximo capítulo?
¿Conseguirá Kisame violarse al pobre Itachi?
¿Al buen chico se le permitirá cuidar, al enfermito?
Y lo más importante de todo…
¿Conseguirá Itachi sobrevivir al famoso “caldito”, de la receta de la abuela de Konan?
Todo eso lo sabremos en el próximo capítulo de…
¡NO PIENSO VOLVER A PONERME ENFERMO¡