Una chica corría a gran velocidad; llevaba más de media hora corriendo pero sentía su destino cada vez más lejano.
-¡¡Demonios!! –Grito frustrada pero sin parar de correr, de pronto se sintió observada así que se detuvo al instante -¿¿Quién anda ahí?? –Dijo a la vez que llevaba sus manos a las espadas que colgaban de su espalda… se puso en guardia.
Sus ojos azul cielo, que contrastaban con su cabello azul un poco más oscuro, buscaban detenidamente a aquel que la asechaba.
-Vamos Alex no pongas esa cara de pocos amigos –Dijo un chico alto, de complexión delgada, ojos negro azabache y cabello castaño; dicho joven salió de entre los arboles.
-Estoy apurada Al; ¿Qué es lo que quieres? –Pregunto la chica con impaciencia, mientras guardaba de nuevo sus espadas.
-¿Para que quieres ir al juicio Alex? El se lo busco… nunca debió… - No termino la frase porque la chica le dio un fuerte puñetazo en el rostro que lo hizo caer al suelo.
-¡No te vuelvas a cruzar en mi camino… porque no respondo! – Le espeto furiosa… ¿El la estaba retrasando solo por esa tontería? No tenia tiempo que perder, necesitaba detener aquello lo mas pronto posible.
-Pero Alex… -Ella le ignoro y siguió su camino y cuando al fin llego a aquel recinto ubicado en la cima de la montaña, dos hombres le impidieron el paso.
-Usted no puede entrar –Dijo uno de ellos –La sesión ya ha iniciado.
-Lo se, pero se ha cometido un error y he venido a informar de ello –Dijo mientras recuperaba el aliento; tenia que entrar como fuera.
Ambos se miraron confundidos, y luego de retirarle las armas la dejaron pasar; apenas abrieron la puerta Alex corrió por el largo pasillo; pues no podía perder un segundo mas; abrió de golpe la puerta al final y:
-¡¡Deténganse!! –Grito, los presentes la miraron, unos con suma sorpresa y otros con cólera.
La chica observo rápidamente aquella habitación ovalada, en la que había siete asientos alineados, ocupados por seis personas encapuchadas y en el medio de ellas un asiento mas elaborado ocupado por un anciano; a los laterales de la habitación habían varias personas arrodilladas, ella supuso que esperaban el veredicto y en el medio de la habitación estaba el acusado, esposado y custodiado por dos guardias.
-¿Quién ha osado interrumpir una reunión del consejo? –Pregunto el anciano que ocupaba el lugar de en medio; la chica, aunque conocía sus leyes, nunca había estado en aquel lugar, así que en parte ignoraba como comportarse.
-Me llamo Alex Reizer… señor (¿?) – Dijo algo confusa – Y he venido aquí para hacer valer el articulo 127 de nuestra ley; en la sección cinco que habla sobre…
-¡¡Alex no!! ¡¡Detente!! –Grito el que ocupaba el lugar de acusado. Los guardias que lo custodiaban le propinaron un par de golpes para que callara, pues no tenía permiso de hablar.
-Conozco la ley; ¿pero usted conoce las implicaciones de ese artículo? – Pregunto de nuevo el señor.
-Por supuesto que las conozco; según ese articulo yo tomo el puesto del acusado aquí presente, y por tanto yo recibo el castigo y el queda en libertad –Los presentes comenzaron a susurrar sorprendidos antes aquel acontecimiento… pues nunca en su historia había pasado algo de esa magnitud. El anciano la miro seriamente.
-¿Puedo saber a que se debe este… -Pensó un momento -… sacrificio?
-El es mi mejor amigo y tiene una familia a la que cuidar… simplemente no puedo permitir que le encierren –Dijo sincera.
-¡¡Alex detente por favor!! –Pidió de nuevo el acusado, que fue callado de la misma manera que anteriormente cuando hablo.
-Lo siento Lucas, pero Ariel esta embarazada y no puedo permitir que mi sobrino nazca con su padre en la cárcel.
-Alex pero mi sentencia es… -No termino la frase, porque esta vez fue interrumpido por el anciano.
-Ya que conoces las implicaciones, no hay nada mas que decir… procedan oficiales –Ordeno a los guardias que custodiaban al acusado…
-¡¡Deténganse!! –Grito el chico pero fue en vano, solo recibió como respuesta un golpe en el estomago, por parte de un guardia; el otro se acerco a Alex y le coloco los grilletes en pies y manos, para luego liberar a Lucas.
-Alex perdóname –Dijo el chico con arrepentimiento, la chica sonrió.
-¿No puede ser tan malo verdad? –Lucas solo asintió con seriedad, en parte estaba aliviado, pero temía por el destino de su amiga; Alex le miro confundida. El anciano tomo la palabra.
-Retomemos la sesión –Todos guardaron silencio- Tu, Alex Reizer, eres sentenciada al exilio total de nuestro mundo; sin la mas mínima posibilidad de regreso; por lo mismo serás enviada al mundo humano –Alex le miro estupefacta.
-¡¡¡Pe… pe… pero eso es imposible!!! ¿¿Desde cuando el exilio al mundo humano esta permitido?? –Pregunto aun sin salir de su asombro, los guardias en esta ocasión no la acallaron como a Lucas, pues se hallaban aun sorprendidos por el suceso.
El anciano se levanto de su asiento.
-¡¡DESDE QUE TU AMIGUITO ASESINÓ A UN OBSERVADOR!! –Grito furioso.
-¿¿A… a… asesino a un guardián?? –La chica no logro articular ninguna palabra más; estaba completamente anonadada, mientras miraba con confusión a su amigo.
-Lo lamento Alex –Dijo el chico con seriedad – te pedí que te detuvieras, pero eres tan terca –Medio sonrió –prometo cuidar de tu hermana...
-¿Tu…? –le miro con estupefacción.
ALEX REIZER
Estaba completamente confundida… perdida… anonadada… ¿ir al mundo humano? Eso era prácticamente un suicidio.
“Asesino a un observador” esas palabras retumbaban en mi cabeza /*Demonios */ pensé, en mi mundo el consejo respetaba las leyes por sobre todas las cosas, así que Lucas saldría completamente libre y no habrían represalias por lo sucedido /* ¿Esto era una trampa? ¿Ariel, tu… tu… tu también participaste? No… no… tu no… */
-Serás enviada al mundo humano al anochecer –Fue lo ultimo que dijo el jefe del consejo - /* ¡¡Ho no!! Este ha sido, definitivamente, el peor error de mi vida */