Narra Kanon
Me encontraba ensayando con la banda, debido a que mañana nos presentaríamos en una batalla de bandas, pero llegó un momento en que me encontraba tocando con tanta energía y dedicación, que una de las cuerdas de mi bajo cedió, a decir verdad el sonido que produjo al quebrarse fue muy divertido, causando obviamente la risa de todos, seguida de las burlas de los chicos, ya que todos sabían que no me gustaba tocar con otro bajo que no fuera el mio –Más te vale ir a comprar una cuerda hoy Kanon o te pondrás histérico- Dijo Miku con su típica sonrisa burlona mientras Teruki solo reía, fui por mi bajo de repuesto mientras le mostraba el dedo medio a ese par de idiotas que eran mis amigos. Cuando regresé Bou-chan me dijo –Te acompañaré a comprarla- sonrió tiernamente como siempre solía hacerlo, aquella linda sonrisa en su rostro siempre conseguía de una forma extraña ponerme de buen humor, yo solo asentí sonriendo para después seguir ensayando por un par de horas más.
Cuando por fin terminamos de tocar, me alisté y empecé a buscar por todos lados a Bou-chan sin tener éxito, pensé que estaría jugando con Miku y Teruki por lo que fui a buscarles – ¿Hey chicos han visto a Bou-chan?- ellos empezaron a reír, de seguro volverían con sus bromas –Hace rato que se fue, tu niño te ha dejado plantado- yo solo chasqueé la lengua y me aleje mostrándoles mi dedo medio de nuevo, aunque caminaba riendo por lo bajo a causa de sus tonterías. Salí del lugar y me subí a mi moto, para después de colocarme el casco arrancar y empezar a conducir a gran velocidad hacia la tienda de música, aunque muchos me habían dicho que era imprudente hacerlo, a mi me fascinaba, así que hacia caso omiso de sus advertencias y regaños, en menos de 5 minutos podía ver las enormes puertas y paredes de cristal de la tienda, las cuales estaban adornadas con instrumentos, los cuales se veían cada vez más cerca, sin embargo cuando estaba a punto de estacionarme perfectamente como siempre lo había echo, un estúpido gato se atravesó en mi camino, yo maniobré para evitarlo, cosa que logré sin mayor problema, aunque ahora me encontré con el costado de un lujoso auto rojo, donde seguro me hubiera estrellado de no ser por mis habilidades con aquella motocicleta, cuando por fin controlé la moto, me estacioné sin ningún rasguño o alguna deuda, me quité el casco y me dirigí hacia la entrada de la tienda sin darme cuenta que lo llevaba conmigo, ya que me hallaba muy concentrado observando aquel auto, por que no era muy común ver ese tipo de “juguetes” por aquellos rumbos.
Abrí la puerta haciendo sonar la típica campanilla que anuncia la llegada de alguien, luego me acerqué al mostrador dejando mi casco sobre el mismo esperando ser atendido, después me percaté que era observado por dos chicos los cuales eran bastante atractivos, el primero tenía cabello lacio y un poco largo, de un tono cobrizo armonizando bellamente con sus finas facciones, vestía completamente de negro resaltando su piel clara; este chico reía por lo bajo mientras me señalaba y susurraba algo al oído del otro, quien era un poco más alto, su cabello era castaño, largo y caía sobre sus hombros en forma de alborotados bucles, vestía con un chaleco de cuero sobre una camisa estampada que dejaba a la vista parte de su pecho, en donde se reflejaba que se ejercitaba, subí un poco más mi vista encontrándome con sus profundos ojos, los cuales me miraban mostrando una sonrisa en sus labios, esa situación comenzó a ponerme algo incomodo, ya que seguramente ellos eran los dueños de aquel auto y apostaba a que habían visto la escena reconociéndome como el que casi destroza su juguete, por lo que desvié mi mirada y fingí observar atentamente las plumillas que se hallaban exhibidas bajo mi casco, deseando salir de ahí lo más pronto posible.
Narra Bou
Salí antes del estudio para darle una sorpresa a Non-chan, dirigiéndome primero a una enorme tienda para comprarle algo lindo, había tantas cosas que no podía decidirme, osos, patos, perros, gatos entre otros animales de peluche, disfraces con los que seguro se vería más bonito de lo que es, almohadas, mochilas, no me podía decidir por ninguna cosa, hasta que algo llamo mi atención, sin duda era perfecto para él por lo que no dudé en comprarlo saliendo de ahí saltando felizmente, mientras comía una paleta de caramelo.
Cuando llegué a la tienda de música pude ver su espalda mirando el mostrador, aunque también me percate de dos maniquís que no dejaban de mirarlo y murmurar cosas, situación que el muy distraído no había notado y que a mi no me agradaba para nada, inflé mis mejillas y puse el gorro con orejitas de gato que le había comprado hace unos momentos sobre su cabeza, para después colgarme de su cuello y besar su mejilla sin dejar de ver a esos dos, hasta que Non-chan me habló y tomó mis piernas para cargarme -¿Bou-chan porque te fuiste? Dijiste que me acompañarías- solté una risita y froté mi mejilla contra la suya –Quería sorprenderte con un bonito regalo- seguía riendo un poco cuando noté que él se había quedado como zombie mirando hacia ese par de nuevo, iba a morder su cabeza cuando escuché la voz de Kyuu-kun , me bajé de la espalda de Kanon y corrí hacia el pelirrojo, quedando del lado del mostrador, al parecer Non-chan no lo había notado por seguir idiotizado con esos, hice un puchero y jalé de la camisa de Kyuu-kun para decirle –Ese no deja de mirar a MI Non-chan- señale al espantapájaros castaño, el cual me miró de una forma no muy amistosa, mientras yo me ocultaba un poco detrás de Kyuu-kun y le sacaba la lengua, su muñeco de paja que tenía como amigo no dejaba de reír, y las mejillas de Non-chan estaban como semáforo, Kyuu-kun empezó a reír –Vaya Non-chan veo tienes pretendientes, o debería llamarte Neko-chan?- Yo reí y abrí grande mis ojos imaginándolo como un gatito, estaba a punto de lanzarme a abrazarlo cuando un grito por parte de Kanon me asustó -¡Quiero una cuerda para mi bajo!-Kyuu-kun y yo lo miramos un poco atónitos y después este le contestó –Ya voy, con ese carácter deberías casarte- se alejó riendo a buscar el pedido mientras yo lo seguía felizmente, canturreando pequeños “Nya”.
Narra Byou
Desde que ese chico llegó a la tienda me pareció muy interesante, empezando porque estuvo a punto de destrozar mi precioso auto, seguido de su particular numerito dentro de la tienda, aunque no podía negar que era atractivo y seguro podría divertirme en demasía, sus nervios podían notarse desde donde yo estaba, especialmente cuando se percataba de mi mirada sobre él, así que a la chica que nos atendía le pedí informes -¿Sabes quien es el chico del gorro ridículo?- Ella volteo y soltó una risita antes de contestarme de la forma que yo esperaba –Su nombre es Kanon y también participará en la batalla de mañana- tras escucharla, sonreí ampliamente e inmediatamente sentí la fulminante mirada de Kazuki, acompañada de un golpe en mi brazo -¿Qué pretendes hacer con ese chico Byou?- yo solo reí y pase un brazo por sus hombros para acercarlo a mi cuerpo y susurrarle –Hey tranquilo, los celos no van contigo- pasee mi mano por su espalda acercándola a sus glúteos, mientras discretamente pasaba mi lengua por su mejilla.
Sabía perfectamente que Kazuki no me reprocharía más, aunque por ahora estuviera molesto, más tarde haría que se le quitará esa expresión, lo vi salir de la tienda apresuradamente, cosa que no me sorprendió así que simplemente tomé lo que habíamos comprado y lo seguí.
Narra Kanon
Después de que mis amigos desaparecieran, me quede un rato mirando el mostrador, pensando en comprarle algo a Bou-chan como agradecimiento por su pequeño y curioso regalo, pero me distraje porque sentí un exquisito perfume, que cada vez se hacía más intensa su presencia, por lo que giré mi rostro para ver de donde provenía, encontrándome con el chico de cabello castaño pasando al lado de mi, mirándome como si me odiara y quisiera decirme algo, pero solo siguió su camino fuera del lugar; supuse que tenía algo que ver con el auto; el chico castaño venía detrás de él y extrañamente me fue imposible no mirarlo conforme se acercaba a mi –Nos veremos pronto gatito- Aquel susurró me desconcertó, ¿A qué se refería con eso? “gatito”, repetí en mi mente, percatándome de que el infantil gorro aún estaba sobre mi cabeza, bufé molesto, debido a que mi cuerpo temblaba un poco y mi corazón se había acelerado, casi por reflejo lo seguí con la mirada, observando como tomaba al otro chico por la cadera para después besarlo antes de subir a su auto, desvié mi mirada rodando los ojos, sabía que ellos eran novios y al castaño le gustaba ir de flor en flor.
-Non-chan tengo tu cuerda- la vocecita de Bou-chan se hizo presente, frente a lo que yo sonreí un poco forzado, afortunadamente no lo notó, ya que me abrazó colgándose de mi espalda como siempre, colocando la cuerda frente a mis ojos –Escogí la más bonita para ti- besando mi mejilla luego, volví a sonreír, solo que esta vez fue más sincera –vámonos pequeño- le dije a Bou antes de pagarla a Kyuu-kun, quien me gritó cuando estaba por cruzar la puerta –Adiós Neko-chan, suerte mañana- me despedí con la mano riendo, hasta llegar a mi motocicleta, para llevarlo a su casa, dirigiéndome después a la mía, para cambiar la cuerda antes que otra cosa, sin embargo sus oscuros ojos, se encontraban rondando en mi cabeza, “demonios pero él es un chico” pensé chasqueando mi lengua, aunque no era la primera vez que me atraía un chico distrayéndome hasta de una pequeña practica que trate de hacer hasta las 3:00 am, rindiéndome por fin cuando el sueño casi se apoderaba por completo de mi cuerpo, decidiendo mejor dormir un poco.