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Pastor de Bestias por Jaelinna

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Notas del capitulo:

Tarde pero acá esta...

Habían pasado gran parte de la noche conversando de todo y de nada, por la venta la nieve comenzaba a caer, nuevamente nevaba, ¿Cuántas noches llevaban de la misma manera en conversaciones?, otras veces, sus bocas se acercaban una a la otra, aun sin ese deseado beso, peor con roces que hacían que el enviado papales, pensara mas de una vez dejar sus votos de lealtad completa a su puesto y quedarse solo con afrodita en ese lugar.

Mientras el pueblerino, como así mismo se hacía llamar, se la pasaba escuchando las historias de Shura sobre cómo era capital central, como era esa ciudad con altas torres, con campanarios que resonaban en todas las calles al llegar misa de 7.

-Entonces, cuando las campanas de la capilla de central suenan, cuando escuchas la terca, ya el eco se escucha hasta en los vidrios de los carros que no se mueven, sientes como el resonar retumba en tu pecho.

-¿y no les molesta?-preguntaba asombrado

-No, estamos tan acostumbrados, que ni los nacidos en gracia, que duermen en su resonancia les molesta

Afrodita miro asombrado, de un impulso abrazo fuerte a Shura.

-llévame...  quiero conocer todo lo que tus ojos han visto, quiero saber lo mismo que sabes tu… quiero conocer el mundo que tus ojos han visto.

-No sabes lo que me gustaría eso Afrodita-la voz seria y simple de Shura dejaba en claro la paz que le provocaba el momento, esa sensación de tranquilidad y armonía que compartía con ese chico cada vez que estaban cerca, y que como ahora, estaban en los brazos del otro…

Afrodita miro esos ojos ébanos que la noche no comparaba con el negro de estos…

-Shura…

-Dime…-sus bocas de nuevo se rozaban, ese juego de hablar uno mirando al otro, que sus bocas se tocaran y que sin beso, se sintieran, esa sensación de sentir el aliento del otro chocando contra sus labios y pidiendo una nueva brisa, esa pérdida muestra de un juego entre infantil y erótico, rayando la línea entre el límite de los dos, y siendo al mismo tiempo tan fina que se preguntaban cuando sería el segundo que la pasarían, muy a pesar que en más de una ocasión sintieron que ya no existía…

Sus labios se rozaban, se sentían calurosos y poseídos, cuando la puerta del cuarto se abrió…

-Vaya, y yo que pensé que nada mas en este inmundo pueblo me podría sorprender, ¿desde cuándo te gustan los cabritos de campo Shura?

-No se llama así, respétalo Shaka

-Cuando sepa leer y escribir como una persona normal, tendrá mis respetos.-Shaka miro de reojo al pueblerino, para entrar a la habitación de brazos cruzados, y acercarse a Shura- Me notificaron de central, que vendrás las tropas de nuestro señor.

-¿Qué?-Shura se puso de pie, asombrado por la noticia-¿Qué les dijiste?, aun no tenemos la información completa, no pueden venir

-¿Y que si no la tienen?

-No permitiré que vengan a imponerse cuando no tenemos toda la información Shaka

-La tenemos…-miro al otro joven, no podía hablar lo suficiente mientras estuviera presente- oye, muñequita, ¿Por qué no te largas que quiero hablar con Shura?

-Shaka!

-Déjalo Shura-habló tranquilo el otro joven, encaminándose a la puerta para salir, no sin antes, mirar hacia atrás al rubio- debe ser patético sentirse usado ¿no?... ahora que ya no tienes a Shura… siento pena de ti.

El rubio si pudiera ocupar su arma, lo hubiera hecho para rebanarle la lengua a ese insolente, pero la mano de Shura fue más rápida, y deslizo la daga afilada que traía en su brazo, adheridas a su cuerpo.

-Ni una palabra más Shaka…

-¿Si no que?....-sonrió… acercándose al pelinegro, sin titubeos- ¿correrás y le contaras a Radamanthys?, ¿que pretendes siendo el perro faldero de ese idiota?, Nuestro señor, cuando regresemos, te arrancara la piel del cuerpo como castigo por conspirar en su contra.

-No si antes permito que siga en la corona- respondió seco- encontramos al hermano bastardo, y ellos están allá, tu y yo acá, por muchos lobos húngaros que mandes con los mensajes en sus lomos a central, no les permitiré que acaben con este pueblo

-¿Y cómo lo harás?, detendrás a cada lobo que mande entre los bosques?, por cada lobo que sale, 7 toman caminos distintos, todos con el mismo mensaje sobre sus lomos, todos llegan a central… no servirá de nada lo que intentas hacer tu y los otros Shura… Nadie le arrancara la corona a nuestro señor Saga…

Y sin importar más, retomo el camino a la salida, dejando al de cabellos negros, con la molestia y la preocupación creciendo en su alma.

 

/…/

 

Sus pasos resonaron en las baldosas de los pasillos, por las ventanas veía  a las tropas alistándose, cada día, veía a grupos de soldados entrenando y preparándose como si fueran  a las mismas puertas del infierno.

-Sorprendente ¿no Minos?-pregunto el otro, acercándose al que caminaba tranquilo- es increíble que manden a tantos tipos por un solo pueblo.

-Bueno, tienes que entender que esta el hermano de Saga halla, debemos deshacernos de él antes de que el mundo sepa que existe y quieran dividir la corona como lo dice la ley.

-¿No has pensado que nos conviene más que ese tipo este con vida que muerto Minos?

-¿Para que?, ¿Justicia divina?, ¿El poder de regreso a la decisión del pueblo?, patrañas, prefiero a este diablo que a dos en el poder, además su hermano es hombre lobo, por mucho que sea hermano del papa, morirá en la hoguera de todas maneras.

-Si… y Saga con el si el mundo se entera que es su hermano… -se le adelanto a Aiacos para cruzarse en su camino- vamos por ellos, vamos por ese tipo y traigámoslo con vida, que el mundo sepa que ahí otro como saga, y culpémoslos de un pacto con el averno… Minos, podemos quedarnos con todo…

-Lo sé… -se detuvo, mirando por la ventana, fijamente, en aquel hombre de rubia cabellera- cuando estemos allá, acabaremos con Radamanthys, nos traeremos a ese tipo y acá, acabaremos con saga y su hermano demonio… y el pueblo nos llamara héroes de guerra y nos darán el poder…

 

/…/

 

Mu no recordaba con claridad lo que había pasado esa noche en que se amaron en la iglesia con Camus, sentía que cuando trataba de recordar, un resplandor rojo le borraba los recuerdos…

A su memoria venían todas las demás veces que estuvo con el, que en su cuarto o en un salón a escondidas, se amaban, se tenían, Mu sentía que todo era nuevo si estaba con Camus, y así el otro se lo demostraba, pero el joven pastor no podía dejar pasar por alto esa sensación de un aire caliente cada vez que miraba a Kanon, muy a pesar de que este ya no le hablaba ni lo miraba, de seguro, tras enterarse de que estaba con el extranjero, el hijo del herrero había decidido no dirigirle mas la palabra.

 Aun así, sentía que algo faltaba, que algo no estaba dentro del patrón de los hechos que ahí sucedían, algo faltaba, ¿pero que podría ser?, sentía un extraño deseo de sentir que por parte de Camus, había perdido recuerdos y por parte de Kanon, sentía que algo faltaba en todo.

¿Pero que podía ser?

Aquella tarde estaba con sus ovejas, sentado sobre una de las rocas, con las mantas cubriéndolo mientras el aire golpeaba fuerte a pesar de ser aun medio día.

Las ovejas se agrupaban entre  agrupaban entre ellas para apaliar el  frío que sentían, casi no se movían de su lugar en ningún sentido.

Mu suspiro, dejando salir de su boca una nube de valor características de la baja temperatura que había, mientras su mente trataba de concentrarse en recuperar las imágenes que faltaban, trataba de mentalizarse en los hechos que su mente con escenas de negro no podía traer de regreso.

Pero no podía..

Nada venia a su mente, nada regresaba…

¿Que faltaba entonces?

 -¿Qué haces?-regreso su vista hacia un costado, Milo, su amigo, llegaba a su lado, con su chaqueta de piel, bien cubierto-¿Por qué sacaste a las ovejas con este frío?

-Aun ahí hierva que se puede salvar de las heladas, es mejor que coman algo antes de que se queme con la nieve que caerá -respondió el pastor, dándole un espacio en la roca a su amigo, este, se sentó a su lado y ambos, sumergidos en sus ropas, se quedaron ahí en silencio.

El aire comenzaba a ser mas fuerte, pronto ya las mismas ovejas se sentían incomodas de estar a campo abierto, se agrupaban y balaban de forma fuerte, ya era la hora de que regresaran, pero de pronto, un gruñido alerto a los dos chicos…

Miraron hacia el bosque, y de el, salieron al menos 3 grandes sombras negras, imponentes, tales, que de solo pisar la tierra bajo sus patas, las marcas que quedaban correspondían con facilidad a una marca de una roca….

De pelaje completamente negro como las noches…

De hocicos tan grandes que todos sus dientes se veían a simple vista…

No eran simples lobos… estos parecían ser aun mas grande…

Lobos de día…

Imponentes Lobos…

En cosa de Segundos dos atacaron a las ovejas, salpicando de sangre a las demás, los dos jóvenes, trataron de con piedras, apartar las dos grandes bestias, pero fue cosa de segundos para sentir mas fuertes pisadas cerca….

Ya pronto no eran solo dos… ahora eran casi 10 enormes bestias amenazándolos con terminar con sus vidas, con acabar con su existencia.

Aquellas primeros lobos, seguían atacando a las ovejas, mientras el resto del ganado, locas y torpes, corrian hacía distintos lados tratando de salvarse.

Mu no sabía que hacer… ahí estaban aquellas bestias, esos animales malditos que… sentía un inmenso miedo por ellas.

-Eres aquel chico de las bestias…-para los jóvenes, aquello no había sido mas que un gruñido, su oído humano no les permitía entender lo que en verdad era, una voz ronca que se escucho de entre los lobos… uno de ellos, de pelaje gris, casi de tono plata, salió entre los demás, acercándose hasta los jóvenes,

Milo, con la ira o la molestia tras la muerte de su padre, tomo una de las rocas y atacó al animal, un aullido se escucho entre las bestias, y un gruñido…

-Vas a Mo…!!!

-¡¡Aléjate!!-un lobo completamente negro se interpuso entre los chicos y la manada de canes, que con molestia e ira, gruñían ante los chicos- este es mi territorio, aléjense de aquí.

-No, dejo de serlo cuando trajiste a esos hombres hasta acá, no lo protegiste como debías, ahora, ellos traerán a los hombres con carros de hierro y con armas que acabaran con nuestra especie, el tiene la culpa, debe ser su sangre, y no la nuestra la que debe ser derramada.

 -No les prometí nada-gruño el lobo que protegía de alguna manera a los jóvenes-les dije que que este era mi terreno, que yo me hacía cargo de el, no que esto tenía relación directa con alguno de ustedes.

-Ellos viene por nuestras cabezas… debe ser la de ese pastor la que debe rodas!-y mostrando sus dientes, aquel gran Lobo se lanzo sobre los chicos, pero el de pelaje negro se interpuso.

Garras y gruñidos eran los reclamos, se mordían y golpeaban uno contra el otro, de forma violenta, la nieve se manchaba a minutos de ráfagas de sangre que no dejaban duda de cual de las dos bestias podría ser.

Cada vez que una de las dos bestias lastimaba al otro, Mu podía ser el miedo fluyendo de forma abrupta por sus venas, imágenes volvían a su cabeza de forma de torrente, como relámpagos de luz, recuerdos que comenzaban a ser cada vez mas claros..

Un lobo…

Una bestia de pelaje tan plateado como el animal que atacaba al otro…

 Sangre…

Y la imagen de sus padres, mutilados, siendo devorados por aquel lateado animal..

-No den ni un paso mas…-Detrás de ambos, la voz de Camus resonó, aun con un tono demasiado extraño, ambos chicos lo pudieron reconocer-Si dan un solo pasó o hacen algo, los demás lobos atacaran…

Y como si de una orden se tratase, el resto de los lobos comenzó a caminar de forma lenta y amenazadora hacia los jóvenes.

-Camus…

-Tranquilo Milo… -Detrás de ellos, los enviados papales habían llegado, ahora, con claridad, se podían ver a 5 lobos a los alrededores de ellos, sin mencionar aquellas dos bestias que seguían peleando detrás de ellos.-Calmate, nosotros podremos contra ellos.

-Shura tiene razón, Camus, llévatelos de aquí, esas bestias son hombres Lobos…

-¿Hombres Lobo?-pregunto Milo, con cierta molestia cargada en su voz.. si, uno de ellos pudo haber sido el que dio muerte a su padre, una de esas bestias pudo haber acabado con la existencia de su único familiar vivo…-No, no me moveré de aquí hasta que el ultimo de esas malditos perros termine muerto!

-No me hare cargo de tu existencia ni seguridad si sigues aquí pueblerino-habló el rubio- no ayudas en nada, solo eres un candidato a cadáver.

-Shaka!-uno de los lobos se lanzo sobre el rubio, pero el de cabellos negros fue mas rápido, desplegando el arma de su brazo, pudo lastimar al animal, interfiriendo en la trayectoria de la mordida. Inevitable fue que la sangre de la bestia les saltara en el rostro, de una de las patas del can, la sangre corría, su intento de acabar con uno de los enviados papales había fracasado, pero había despertado el deseo de los demás animales.

- Milo… vámonos...-la voz temblorosa de Mu en conjunto con ese nervio que recorría su cuerpo- Vamonos… por favor vámonos…

-Ellos…-Apretó sus puños- ellos fueron Mu, ¿me pides que me vaya cuando puedo ver como mueren?, ¡No!

-Vámonos por favor…

-¡No me iré!

-¡Milo!-fue cosa de segundos, cuando dos lobos saltaron al mismo tiempo, como si ya tuvieran un plan trazado, dos de ellos se lanzaron sobre los enviados papales, mientras el tercero, se abalanzo contra Milo, este, simplemente se cubrió con sus brazos, pero el extranjero había sido más rápido y se interpuso entre el trayecto de la bestia, terminando su brazo en el hocico del animal, forcejeando.

-¡¡Camus!!

-¡Váyanse Ya!-fue el grito que dio aquel chico, aun en el piso, pateando a la bestia sobre el, tenia las fuerzas para gritar, mientras su brazo, comenzaba a sonar cual madera partiéndose astilla por astilla-¡¡Llévatelo Mu!!  

El joven pastor tomo a su amigo del brazo y sin mas comenzó a  correr rumbo al pueblo, no miro hacía atrás, aunque rogaba a todos los dioses y a los vientos de su tierra, que nada le pasara a Camus…

Y después de mucho tiempo… deseo que Kanon estuviera ahí, que lo mirara, y que le dijera “todo estaría bien”

 

/…/

 

-Un… bebe…-Aquel hombre beso el vientre liso y plano de la mujer que yacía desnuda a su lado-La corona.. Tendrá un heredero de pura y digna sangre… tendré un hijo.-mas la otra chica no habló, solo acaricio el cabello del hombre que la acompañaba en aquel lecho, en silencio- se llamara Saga II, así, sus hijos cargaran con mi nombre, nuestro poder pasara de hijo en hijo, de padre en padre, nadie podrá olvidar mi descendencia jamás, todos tocaran la historia a través de su nombre.

El cuarto estaba alumbrado por la luz fresca del día, de afuera, las tropas de los hombres marchaban al sur, a aquellas zonas donde el sol no imponía su reinado.

Saga se posiciono mejor sobre la chica, colocándose entre sus piernas y sin razón alguna, volvió a introducir su sexo dentro de la chica, sin autorización alguna, de solo estar dentro de ella, se volvió a excitar, su sexo flaxido, cobraba fuerza dentro de ella, la mujer sentía como si una roca caliente comenzara a tener forma en su interior, mientras escuchaba las tropas marcharse… y entre ellas, se iba su hombre…

-Los escuchas-una penetrada, se arrodillo sobre la cama, tomando los muslos de la chica entre sus brazos, y abriendo sus piernas lo máximo que dieran, viéndose así mismo penetrarla-alla van mis hombres, lo que darán su vida por mi-otra penetrada más fuerte, ya mas fiera, nunca había delicadeza en su intimidad, apretaba los muslos con fuerza, nuevamente quedarían moretones donde Radamanthys beso con delicadeza cuando los curaba- entre ellos va el… tu soldadito de guerra-la chica, por vez primera desde que entro a ese cuarto, cambio su expresión… se asusto-¿Crees que no me daría cuenta que te revolcabas con el después que te lo hacía perra?- más fuerte, entraba con tal fuerza que los pliegues íntimos de la chica comenzaban a arder-Lo necesito con vida, necesito que el…-un gemido…-que me traiga la cabeza de mi hermano… y le cortare la suya por traidor…-la chica solo se aferraba contra las sabanas, mientras veía como sus huesos se trataban de alguna forma, acoplar a tal brutalidad al intimar- y mientras el no este acá, te lo hare las veces que quiera…-¿violación?... ya comenzaba a sangrar- los doctores te atenderán, que ese embarazo culmine con éxito, pero aun con mi hijo dentro, te lo haré cada vez que desee ver la cabeza de Radamanthys clavada en una lanza, o expuesta a los pies de mi trono…-la chica comenzaba a gritar, ya no de placer como se lo pedían, ya no de goce como era la orden… de dolor… por su cuerpo, por su hijo… por el hombre que amaba y partía sin un último beso final…-cada vez que desee su muerte, tu morirás en mi cama por el… y disfrutare viéndote sufrir por el Pandora..

Las tropas ya salían fuera de la ciudad, Radamanthys, sobre su montura, dirigió la mirada hacia la ciudad que dejaba a su espalda, enfocando su mirada en el lugar donde estaba los aposentos de Saga y de seguro, su amada estaba ahí…

-Por nuestro hijo, por una ciudad sin una bestia en la corona… volveré por ustedes amor…

Retomo su camino, no mirar atrás e ignorar los gritos que ella pudiera dar, eran ahora su consigna y lema…

 

/…/

 

 No se podía quedar en el pueblo, refugiado como los demás, no podía simplemente estar sin hacer nada cuando supo que Shura estaba en problemas, cerca del bosque nevado, tenía que estar alla, ayudarlo si es que estaba en sus manos el poder hacerlo..

No quería verlo caer como le había pasado al padre de Milo…

Tomo una hacha y a escondidas de su familia y cercanos, salió a buscar a Shura a aquel lugar.

De nada valieron los gritos de Mu y Milo, aun así, el partió, los otros dos, entendiéndolo, decidieron regresar hasta aquel lugar.

En aquel lugar, de los 10 lobos que inicialmente habían aparecido, 5 se encontraban muertos sobre la nieve, el de pelaje de plata seguía combatiendo con el de montura completamente negra, como cuando se retiraron, mientras, Shura, Shaka y Camus, seguían peleando con los otros.

Uno de los lobos diviso a los recién llegados y se lanzo contra ellos, siendo afrodita su blanco directo.

Shura se movió lo más rápido que pudo, e impidiendo que la bestia mordiera al chico, interpuso su brazo izquierdo, mientras la bestia mordía con fuerza.

Un grito de dolor se escucho cuando el hueso se quebró en dos dentro de la boca del lobo, Afrodita, que había caído del susto, se encontraba completamente congelado, mirando como la sangre corría por el hocico del animal, mientras meneaba su cabeza de un lado a otro, y el de cabellos negros, trataba de sacárselo de encima de alguna manera.

Shaka no tenia mejor situación donde estaba, aunque sin heridas de gravedad, trataba de herir a dos de los lobos que le atacaban a tiempos, uno de ellos ya tenia una pata fuertemente lesionada, si se movia algo mas, el hueso se terminaría de desprender del cuerpo.

Camus, con un brazo herido, de una forma muy agil, esquivaba a las bestias y los golpeaba.

-¡Afrodita!-Grito el de cabellos negros al otro que lo miraba –toma… el hacha y corta… mi brazo…

El chico no daba crédito a lo que el otro le pedía, Shura, se incorporo como pudo y trataba de zafarse de la mordida del animal, pero ya había perdido la sensibilidad de su mano izquierda, ya no sentía sus dedos ni los podía mover, había perdido completamente su extensión. 

-No… No puedo…-sus manos temblaban, con el hacha entre ellas, temblaban…

-Hazlo!... si no me separo…se tragara mas allá de mi brazo…no puedo… liberar mi arma si no… tengo el espacio… Córtalo!!!

-No!!, es tu brazo!!! No lo hare!!!

-Te matara!!, a ti!! A tu padre!!! Córtalo!!!

-….-lloró… y tomando el hacha, se puso de pie y rápidamente fue hasta la bestia y dejo caer el filo del arma a la altura de la cabeza del lobo, decapitándolo…-Shura…

La cabeza del lobo seguía fuertemente tomaba del brazo del enviado papal, y con ello, su arma seguía atascada, sin poder extenderse de forma acorde…

-Afrodita…-se acerco hasta el, posando su mano ensangrentada en la mejilla del otro…-corta… mi brazo… ya no sirve…

El chico tomo nuevamente el hacha… y beso al otro antes de actuar…

 

/…/

 

Los ancianos se reunían, los ataques de los lobos no habían cesado en ese mes, al menos, una vez por semana las bestias intentaban entrar a la ciudad, pero siempre, aquel lobo de pelaje negro llegaba, y entre Camus, Shura y Shaka, encontraban la forma de acabar con ellos.

¿Pero cuanto más resistirían?

  Todos estaban en alerta, ya nada era como antes…

-Me las pagaran…-fueron las palabras de Milo, introduciéndose al bosque nevado…- acabare con cada uno de ustedes…

-Milo detente… -el joven pastor, aunque sentía miedo, no podía dejar que su amigo se adentrara a ese lugar-los mayores dicen que llegaran los enviados papales, por favor regresemos.

-No, no cuando aun no encuentro al lobo que ataco a mi padre y lo asesino, llevamos ya un mes en ataques y nadie hace nada mu!

-Nada…-de entre los bosques, una voz pesada resonó- ¿quieres venganza entonces?

-Quien eres?!!!

-Sabes quién soy…-de entre los árboles, salió el enviado papal de rubios cabellos cual oro, Shaka, vestía su habitual traje, con esa sonrisa retorcida que siempre traía, Mu no pudo evitar tocar su leve cicatriz en  su mejilla después de aquella discusión con ese hombre- se quien causo la muerte de tu padre, se también, quien lo motivo a realizar aquello.

-¿Si lo sabes por que no has hecho nada?

-¿Acaso es algo mío el muerto?, yo solo quiero acabar con la bestia.

-Dime quien es, quien fue…

-El culpable de la muerte de tu padre, es el hijo del herrero…-comento sin perder esa sonrisa retorcida-el, al que llamas Kanon, el, El que dice ser de este pueblo, de esta ciudad, hijo de u hombre común y corriente… el, es un engendro del averno, es un Licántropo como se llaman en realidad, el, que los ha engañado a todos ustedes, es el verdadero asesino de este lugar…

Tanto Milo como Mu guardaron silencio…

-Te falto decirles que yo soy un vampiro…-Detrás de los presentes, la imagen de Camus, se presento en un caminar lento pero seguro, aun su brazo lastimado anteriormente por los lobos sangraba, pero también se veía como las graves heridas de días anteriores hoy solo eran rasguños de ramas…- Diles que yo soy el culpable de la muerte de las primeras ovejas, diles, que todos esos lobos que han estado atacando el pueblo, han venido a buscar refugio a una tierra donde pronto será asechada por los hombres de tu rey, que no viene por paz, que no viene por todas las cabezas de este pueblo, diles, que lo que arrastran en ese cajón no son armas, no son medicinas ni libros, que son los liquidos creados por los de oriente, que sobre los huesos provocan que estos se vuelven polvo, que así esconden sus atrocidades… diles… que el Rey quiere a su hermano muerto, y con el, el pueblo entero.

El rubio frunció su seño molesto, acercándose hasta el extranjero.

-Tu cabeza, me encargaré personalmente que sea la que ruede por todo este lugar…

-Últimamente todos quieren mi cabeza… no me dices nada nuevo ni inteligente…

Shaka guardo silencio y se dispuso a retirarse, no sin antes, mirar a los tres chicos.

-En cosa de horas, toda centras estará acá, acabando con este maldito lugar, y cuando eso pase, tendré el privilegio de decidir quien muere primero, y a quien lo torturo hasta el final… les hubiera convenido no buscarme…

-Espera…-Milo se acerco hasta el rubio, sin poder mirar a los otros dos…-Yo… yo quiero ser como uno de ustedes, quiero ver muerto… a Kanon y todas esas bestias…

-Ven conmigo Milo…-lo tomo de la mano, mirando a Mu- vente y te daré la oportunidad de vivir… ellos… ellos están condenados a muerte.

Cuando Camus y Mu estuvieron solos, fue el pastor el que decidió hablar..

-¿Es.. Verdad lo que… dicen?

-Si…-respondió de forma corta y simple, acercándose hasta el otro…- ambos somos lo que ya sabes…

-Por que…

-Si lo hubieras sabido, a Kanon lo hubieras mandado a la cuerda o a la casería y a mi, a la hogera…

-No!... yo… yo los hubiera ayudado…-sus lagrima se agolparon en sus ojos…

-¿Cómo?, ¿Cómo si cuando escuchas la palabra lobo tiemblas?, ¿Cómo si cuando viste mis heridas sanar tan rápido pediste una respuesta a dios?... solo te protegimos de todo…

-No Cam…-esa extraña forma de llamarlo… hizo que algo dentro del extranjero se apretara a si mismo…-No…

-Mu….-sintió unos dedos sobre sus labios…-los dos… yo los amo a los dos… y bestias o no, nunca dejaré que les hagan algo… primero… me vuelvo uno de ustedes dos, y los ayudaba a escapar de quien fuera…

-No sabes lo que dices…-no pudo evitar abrazarlo, acercar sus labios hasta los del pastor…

Escuchaba de lejos el sonido fuerte y firme de los pasos de los hombres de central, la fuerza con que sus caballos galopaban contra la tierra del camino, haciendo eco entre los árboles, siendo el viento y las hojas, las que les contaban a otras y otras, y el bosque completo se comunicaban…

 Que había llegado, el fin de la era de las bestias…

 

Notas finales:

El proximo Capitulo tiene Lemon, lo subiré muy pronto

 

Lo se, tardé, demasiado, pero es que... no me creeran cuando les dira que este fic ya lo terminé y la empasté y lo tiene mi amiga.


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