Otro día más trabajando. Amaba su trabajo pero estaba algo cansado después de tantos días de arduo trabajo sin descanso; estaban en los últimos detalles de su nuevo sencillo así que le alegraba saber que no faltaba mucho para que se pudiera tomar unos días de descanso.
—Bueno chicos, creo que es todo por hoy, nos vemos mañana temprano, ¿sí? Ya no falta mucho, quiten esas caras —comentaba el alegre líder siempre positivo ante los nuevos proyectos.
Los chicos tomaban sus cosas para pasar a retirarse y salían rápidamente no sin antes despedirse de su líder, a excepción de Satoshi que se quedó un poco más de tiempo acomodando su área de trabajo y guardando sus micrófonos, no le gustaba dejarlos en desorden como hacían los demás, por muy cansado que estuviera siempre ordenaba sus cosas.
Shuu seguía revisando detalles de la música y el audio. Siempre era el último en irse y el primero en llegar, parecía ser el más responsable de la banda y no por nada era el líder.
—Shuu… ya me voy, ¿vas a quedarte más tiempo? —Preguntaba un cansado Satoshi, pero no quería irse dejando a Shuu solo en el estudio.— Si quieres me puedo quedar a acompañarte —se ofreció sin importarle que en verdad estaba muy cansado.
—Aún me falta un rato más, no te preocupes, te ves muy cansado así que es mejor que vayas a descansar para que tengas todas tus energías bien repuestas para mañana —le respondió con una sonrisa. Shuu no se veía tan cansado pero Satoshi pensaba acompañarlo igual, aunque terminara durmiéndose en el sofá.— Además no tarda en llegar Sakura, todavía tengo que arreglar algunos detalles con él.
Al escuchar eso Satoshi frunció un poco el ceño, Shuu estaba algo ocupado en los aparatos así que no notó su gesto de desagrado.
—Últimamente pasas mucho tiempo con él, ¿no crees?
—¿De qué hablas, Satoshi? Nos está ayudando con toda la grabación, tiene que estar al pendiente —le respondió un alegre Shuu sin prestar atención a la actitud del más bajo.
—¿Sabes qué? Ya me voy, veo que de todas formas no necesitas mi compañía —expresó un molesto Satoshi saliendo del estudio sin esperar a que su amigo y compañero de banda pudiera responderle algo. Shuu incluso dejó de hacer lo que estaba haciendo para voltear a ver al muchacho, le pareció que estaba molesto pero pensó que quizás se debía a que estaba cansado.
Y en efecto, Satoshi estaba molesto. Ahora se encontraba caminando en dirección a su departamento, no estaba demasiado lejos y no estaba de humor para esperar un taxi así que decidió caminar. En medio del camino un auto conocido para él se detuvo cerca de él bajando la ventana para llamarle por su nombre.
—¡Satoshi! ¿A dónde vas? ¿No quieres que te lleve? —era Sakura que apenas iba en dirección al estudio, se imaginó que Satoshi iba saliendo de ahí y no vio ningún problema con ofrecerle llevarlo a su casa.
—No, gracias, Shuu debe estar esperándote así que no demores más —mencionó en un evidente tono de molestia y siguió con su camino sin siquiera despedirse del mayor. Sakura se quedó algo confundido con su respuesta, no por lo que dijo sino por la forma en que lo hizo, pero pensó que Satoshi era así de raro, a veces de buen humor otras bastante serio, o al menos eso había notado en lo poco que se habían tratado… realmente poco ahora que lo pensaba.
Satoshi siguió caminando sin poder dejar de sentirse molesto. En los últimos días Shuu y Sakura habían estado pasando bastante tiempo juntos, tanto que Satoshi sentía que Shuu ya no le prestaba tanta atención, pues cuando trabajaban no podían convivir igual y cuando estaban descansando era cuando Sakura llegaba.
—Es mi mejor amigo, yo soy el que debería de pasar el tiempo libre con él —refunfuñó para sí mismo mientras iba llegando a su departamento. Después de subir por el ascensor hasta el cuarto piso, caminó hasta su entrada y sacó sus llaves para entrar. Estaba todo oscuro y ni siquiera se molestó por prender alguna luz, pues dejó las cosas que traía en una mesita que estaba en la entrada y se fue directo al sofá para acostarte boca abajo sobre él.
Todavía no se le quitaba lo molesto. Él hubiera preferido quedarse con Shuu y acompañarlo hasta que terminara su trabajo. Quería platicar con él, quería que se rieran juntos, pero últimamente debido a todo el trabajo no habían podido pasar esos gratos momentos. Por eso le molestaba que en el tiempo libre que tenían Shuu prefiriera pasarlo con Sakura; sentía que le estaba robando a su amigo.
Sin darse cuenta se quedó dormido, en esa posición y sin haberse cambiado de ropa, ni siquiera se había quitado los zapatos, pero estaba demasiado cansado como para haber hecho algo más.
Al día siguiente el joven fue abriendo sus ojos lentamente, se percató de que ya era de día y buscó su celular en los bolsillos de su pantalón para verificar la hora. Al mirar la pantalla vio que tenía un mensaje de texto, era de Shuu y lo abrió enseguida para poder leerlo.
"¡¿Dónde demonios estás?! Sabías que tenías que llegar temprano ¡ya estamos muy atrasados! No tengo saldo para llamarte pero si no llegas en media hora pospondremos el trabajo para mañana y nos atrasaremos más ¡así que ven ya mismo!"
Al terminar de leer el mensaje pensó que Shuu estaba siendo exagerado por querer cancelar el trabajo de hoy por un pequeño retraso, pero al ver la hora en la pantalla de su celular sus ojos se abrieron por completo al ver que faltaban 20 minutos para las dos de la tarde. Se suponía que tenía que estar en el estudio a las 8am y al ver la hora en que Shuu le había mandado el mensaje vio que había sido a medio día. Era demasiado tarde pero quizás todavía estaban ahí, no muchas veces el líder cumplía con sus amenazas.
Se levantó rápidamente y sólo entró al baño para lavarse y así como estaba salió de su departamento. Ya estaba vestido aunque fuera con la misma ropa de ayer, pero no tenía tiempo para cambiarse y mucho menos lo hubiera tenido para bañarse y arreglarse como debía.
Tomó un taxi y en cinco minutos ya se encontraba en el edificio del estudio. Casi corrió para llegar a su destino y al estar enfrente de la puerta movió la perilla y se dio cuenta que estaba abierta, sintió un gran alivio al saber que aún estaban ahí; pero al entrar al estudio a los únicos que vio fue a Shuu y a Sakura, y no estaban trabajando sino que estaban sentados bebiendo un poco y riendo.
—Eh… Shuu, siento no haber llegado —comenzó a hablar llamando la atención de ambos hombres que no se habían percatado de que Satoshi había entrado.— Lo siento, me quedé dormido, no sé cómo pasó —se disculpó acercándose un poco más a ellos.
—No te preocupes, Satoshi, al ver que no llegabas llamé a Sakura para adelantar otras cosas así que terminamos el trabajo que teníamos programado para mañana.
Al escuchar eso Satoshi volvió a sentir la misma molestia de la noche anterior. ¿Por qué Shuu estaba tan de buen humor ahora? Cuando le envió el mensaje se leía bastante molesto y estaba esperando que lo recibiera con un regaño, pero parecía que todo estaba perfecto aunque no hubieran podido grabar la parte de Satoshi que les faltaba.
—Oh, qué bien —respondió en un tono que parecía sarcasmo pero que Shuu no parecía haber notado.
—Satoshi… ¿por qué vienes con la misma ropa? No me digas que no llegaste en la mañana porque estabas ocupado con alguien —mencionó Sakura en tono de burla sacando conjeturas pues recordaba muy bien la ropa con la que estaba vestido Satoshi la noche anterior que se lo encontró en la calle.
—Cierto, no lo había notado —agregó Shuu.— ¿Entonces estabas con alguien? ¿Qué pasó, Satoshi? Tú no eres tan irresponsable como para dejar el trabajo por… —pero antes de que pudiera terminar fue interrumpido por un enojado Satoshi.
—¡No estaba con nadie! Te dije que me quedé dormido, ¿que no me escuchaste? —su voz se escuchaba bastante molesta, pero le había molestado que Sakura dijera eso, no lo de que estaba con alguien sino lo de su ropa. ¿Cómo era posible que él se hubiera dado cuenta y Shuu no? ¿Tan poca atención le estaba prestando su amigo? Eso era lo que realmente le molestaba.
—Ya Satoshi, cálmate, ya no importa si estabas con alguien o no, ya no te pongas así —le dijo Shuu dándose cuenta que Satoshi en verdad estaba molesto.
—¡¿Que me calme?! ¿De qué estás hablando? ¡Estoy calmado! ¡Tú deberías calmarte! —expresó gritando demostrando exactamente todo lo contrario a lo que estaba diciendo. Sakura no pudo evitar reírse ante la escena que estaba presenciando ya que lo que Satoshi decía no tenía sentido; eso sólo lo hizo enojar más.— ¿Tú de qué te ríes? Ni siquiera deberías de estar aquí. Shuu dile a ese señor que se vaya —estaba muy molesto y si no se iba Sakura se iba a ir él.
—¿Señor? —Sakura dejó de reír por la forma en que lo había llamado Satoshi y lo repitió incrédulo de que le hubiera dicho así.
—¡Satoshi deja de hablar así! —Por primera vez en días Shuu le levantó la voz a su amigo.— Sakura no tiene la culpa de que estés de mal humor, y no tiene por que irse. ¿Nos está ayudando y le hablas así?
—¡¿Señor?! —Sakura aún seguía sin creer que Satoshi le hubiese dicho así. Sí, él era mucho más viejo que ellos pero nunca nadie en el mundo de la música se había referido a él de esa forma que le hizo sentir aún más viejo.
—Oh sí, disculpe usted señor Sakurazawa, no volverá a suceder —expresó en un tono bastante sarcástico en respuesta a lo que le había dicho Shuu.— Váyanse a la mierda los dos —dijo por último y se dio la vuelta para salir del estudio dejando a un Shuu confundido por su actitud y a un Sakura todavía algo ofendido por la forma en que lo llamó.
—Discúlpalo Sakura, no sé qué le pasa a ese loco, seguro pasó una mala noche —se disculpaba Shuu por parte de Satoshi para que Sakura no se quedara con una mala impresión de él ya que el vocal de la banda no era así normalmente.
—No puedo creer que me haya dicho señor —Sakura seguía sin superar eso, cosa que hizo reír a Shuu.
—Ya, no estás tan viejo amigo —dijo sin dejar de reír por la expresión de Sakura.
—¿Pero qué le sucede a Satoshi? Yo no tengo la culpa de que no se lo hallan follado bien anoche.
—¡Que no te escuche decir eso! —expresó el líder de la banda sin poder evitar reírse.— En verdad él no es así, algo le pasa, quizás es el cansancio.
—Qué cansancio si seguro durmió toda la mañana y por eso no llegó, además desde anoche que está así conmigo.
—¿Lo viste anoche?
—Sí, me lo encontré cuando iba llegando al estudio, y estaba del mismo mal humor que estaba ahora. Quizás no le agrada que esté trabajando con ustedes.
—¡Pero qué cosas dices! Claro que no es eso, mañana hablaré con él para saber qué le pasa. No voy ahora porque lo más seguro es que me vuelva a mandar a la mierda. —Ambos se rieron con el comentario y siguieron bebiendo como lo estaban haciendo antes de que Satoshi llegara.
Mientras tanto Satoshi se encontraba caminando por las calles, aún se sentía algo molesto aunque ya no estaba tan enojado como cuando salió del estudio; en verdad le había molestado toda la situación.
Llegó a un parque y caminó un poco hasta sentarse en una banquita dejando caer su espalda y soltando un gran suspiro.
—Maldito Shuu… maldito Sakura… —susurró para sí mismo y después fue interrumpido por el sonido de las palomas que se posaron a un par de metros de él— pero… ¿por qué me molesta tanto?... —se preguntó a sí mismo hablando en voz baja y mirando a las palomas que ahora parecían comer algo que estaba en el suelo.
La lluvia que comenzó a caer se escurre sobre el asfalto seco…
Fríamente abrigo esta mano, que se mezcla con una ligera fiebre.
Sin ver las lágrimas, camino transformando algo dentro de la víctima.
En resultado, yo incluso podría acabar traicionándote.
Pero puedo cambiar, seguiré siendo así hasta que deseche mi esperanza.
Siempre contigo, quiero ver el mismo sueño que tú…
Comenzó a cantar en voz muy baja en el instante preciso en que unas gotas comenzaban a caer del cielo. Las palomas volaron rápidamente al sentir como pequeñas pero constantes gotas comenzaban a caer. Ahora Satoshi ya no estaba enojado sino más bien algo triste… Precisamente la canción que cantaba era una en las que Sakura estaba trabajando con ellos.