Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Estado Etílico FINAL por LadyFreak

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero les guste. LEMON a morir.

Notas del capitulo:

Lo tuve que poner en dos partes, porque era demasiado (?) xD eso.. lean el proximo capi :B

Estado Etílico 2 [FINAL]

 

            Pasaron los días, el trabajo nos mantenía la mayoría del tiempo ocupados. Y mis pensamientos acerca de aquella noche abordaban mi mente en el tiempo libre. En el cual sólo podía conformarme con ver a Yukkie lejos de mí concentrado en su batería o en alguna melodía nueva o arreglos para alguna canción.

 

            Se mantuvo alejado de mí, sólo aparentaba que nada había sucedido y lograba evadir con verdadera maestría mis comentarios indirectos sobre mis posibles oportunidades. Pude notar que era más hábil que yo en lo que respecta del látigo de la indiferencia, digo látigo, porque así lo sentí cada vez que trataba de acercarme a él.

 

            Uno de aquellos días, luego de terminar las cosas en la oficina.

 

- Mañana haré una fiesta en mi departamento, están más que invitados Ken-chan, Yukkie… Será divertido n_ñ Habrán muchas personas… - Dijo Hyde sonriendo mientras se paseaba entre nosotros.

- Sí, toda tu lista de exnovios o amantes estará presente ¿nee? – Respondí de forma burlona sonriendo exageradamente.

- ¡Cállate Ken-chan! ¬o¬ - El pequeño vocalista me golpeó en la cabeza con una mano. - ¡También irán tus amantes Kitamura! ¡Todas esas modelitos de dudosa mayoría de edad. – Reclamó Hyde molesto por el comentario.

- ¡Si es así, no quiero ir” ¬¬’ ¡Ustedes son idiotas! – Dijo Yukkie algo molesto por la pequeña pelea que teníamos con Hyde.

- ¡Yukkie están mintiendo! ¬o¬ Sólo serán amigos de la productora y del medio… ¡Y fue MI IDEA! ¬¬ - Dijo Tetsu golpeándonos a mí y a Hyde en la frente.

- ¡Nos vemos mañana! n_ñ – Dijo Hyde mientras se llevaba a Tetsu de un brazo y le daba una palmadita en la espalda a Yukkie. – Cuida del baka guitarrista de L’Arc… -

- No me interesa el trabajo… - Respondió Yukihiro sin mirarme.

- ¿Hontou? – Pregunté acercándome cautelosamente hacia él.

- Tengo trabajo que hacer… matta ne~ - Alcancé a sujetarle del brazo antes de que saliera de la oficina. – Ken… - Dijo sin querer mirarme.

- ¿Vas a pretender que nada pasó Yukkie? – Pregunté en tono serio sin soltarlo.

- ¿Y qué si lo hago? ¿Acaso me vas a dar un anillo de compromiso y me obligarás a casarme contigo? ¿O sólo pretendes dejarme como a cada una de tus amantes? – Respondió enojado alzando la voz y zafándose de mi agarre para caminar rápidamente hacia la salida.

- Yuki… no quiero eso… yo… - Dije derrotado, lo que había dicho era lo lógico debido a mi vida libertina.

- ¡Ahórrate las palabras! No quiero pensar más en ti… Bien, ja ne~ -

 

           

            Yukihiro se fue dejándome con las palabras en la boca, y una pregunta punzándome el corazón.

 

            Me pasé el resto del día bebiendo cerveza en mi departamento acompañado de una hermosa mujer, aunque pude disfrutar un poco su placentera visita no pude dejar de pensar en lo que Awaji en realidad quería sobre nosotros. Comparé cada momento con el experimentado con Yukkie, y no era en lo más mínimo parecido.

 

            No tuve ganas de asistir a la fiesta que Hyde haría, y me quedé en mi departamento escuchando música. Había bebido un par de copas de sake, me estaba sintiendo en realidad como un desperdicio humano, la depresión había estado hundiéndome.

 

            Luego de tantas y cortas relaciones amorosas, no había reparado en que en la mayor parte de éstas solamente me preocupaba de lo que pasaba en la cama, y que no involucraba sentimientos para no sufrir desilusiones o pérdidas demasiado dolorosas. Me oculté detrás de este “alter-ego” que me protegía de cualquier dolor o sufrimiento, y perdí lentamente la perspectiva de los sentimientos reales. Estaba en aquel proceso cuando Yukihiro llegó a la banda, mi compañero, mi amigo.

 

            Hubo un tiempo en el cual no me podía acercar a él, por miedo a ser rechazado debido a mi personalidad extrovertida, él era muy tímido y serio, además de no poseer la gran experiencia que Yukkie ya tenía como músico profesional. Cuando ya pudimos establecer un contacto más directo, nos hicimos amigos. Tanto así que incluso llegamos a intercambiarnos una copia de la llave de nuestros departamentos, como signo de nuestra amistad y de la confianza depositada uno en el otro. Para que en cuando uno de nosotros necesitara ser llevado a casa o cuando necesitaremos a alguien con quien hablar.

 

            Estaba pensando en eso mientras comía algunas papas fritas (de las de bolsitas), cuando escuché ruidos desde la puerta de mi departamento. Me levanté algo sorprendido, dejando caer la bolsita de snacks en la mesa de centro y caminé rápidamente hacia la entrada. Abrí los ojos como plato al ver quien estaba frente a mí, parecía estar muy ebrio pues se tambaleaba de vez en cuando y se apoyaba en la pared para no caerse.

 

- ¿Yu… Yukkie? O.ò – Pregunté confundido acercándome para ayudarlo a mantenerse de pie.

- Kon – Ban – Wa~ - Dijo sonriendo aliviado por mi presencia, se sujetó de mí rodeando mi cuello con sus brazos. – Qui-er-ro… sen-tar…me ¿Mue ayu-das Ken-chan? *-* -

- Ha-i, hai… -

 

            Lo sujeté por la cintura y lo llevé hacia la sala en donde estaba antes, le ayudé a sentarse y me puse a asu lado observándolo cuidadosamente. Se veía triste y algo angustiado, me preocupé al ver algunos indicios de que había estado llorando.

 

- ¿Qué pasa, por qué estás así Yukkie? –

- Bebí en la fiesta de Haido… pero no quise quedarme… y… - Dijo quedándose callado mientras miraba mis labios como perdido. – Quería… ver-te… -

- Me viste en la mañana Yukkie, podrías haberte lastimado… -  Le dije preocupado.

- No importa… Yo-quie-ro… - Nuevamente fijó sus ojos en mis labios, me sonrojé.

- ¿Estás bien, Yukkie? – Le pregunté sintiendo el calor en mis mejillas, era tan extraño que él bebiera alcohol. El asintió embobado.

 

            De pronto se me acercó tan rápido que no logré a darme cuenta hasta que había alcanzado mis labios, se acomodó mientras se encimaba a mi cuerpo rodeando mi cuello hasta tumbarnos en el sillón. Cedí ante la presión de sus labios, hasta que sus besos se volvieron profundos y apasionados. Por un momento tuve miedo de estar soñando y de que esa actitud de Yukihiro fuera una mentira, una extraña sensación se apoderó de mí un segundo y él se detuvo para mirarme a los ojos. Un golpe seco en la mejilla me despertó, hasta se me volteó la cara, y miré a Yukkie completamente desconcertado. Una cachetada certeza y enérgica.

 

- ¿Yuk-kie? –

- Fue por lo de ayer… - Dijo molesto con el ceño fruncido.

- ¿Ah? O-o

- ¡Eres un estúpido mujeriego Ken! ¿Cómo puedes seguir con eso si…? – No pudo seguir hablando y miró hacia abajo.

- Lo siento… yo… - Respondí con torpeza avergonzándome.

- ¡Idiota! ¡Mira lo que me has hecho hacer! ¿Por qué tengo que pensar en ti, en lo que pasó y en…? – Miró el suelo apenado. – Por tu culpa Ken… no sé siquiera qué es lo que hago… - Se incorporó y escondió su rostro en la curva de mi cuello dándome golpecitos en el pecho.

- Sé que soy un idiota Yukkie… pero puedo mejorar… y podría llegar a ser tú idiota… si me lo permites… - Sonreí acariciando su cabello suavemente.

- No sé si quiero que sigas siendo idiota… pero… podría acostumbrarme a tus visitas nocturnas… y a… esto… Ken… - Decía mientras subía con pequeños besos por mi quijada hasta llegar a mis labios.

- ¿Estás hablando en serio Yukkie? ¿O es sólo porque estás ebrio? – Pregunté sonriendo nervioso al sentir sus labios juguetear con los mios.

- Creo… que ambas… - Sonrió coquetamente mientras se acomodaba sobre mí otra vez. – Puedes comprobarlo ahora… si quieres… - Su lengua se deslizó por el contorno de mis labios a la vez que sus manos buscaban los botones de mi camisa de dormir.

- No hagas eso… si mañana vas a arrepentirte… - Mis manos atravesaron su espalda por debajo de su ropa.

- ¿Y quién dijo que voy a arrepentirme Ken-chan? – Respondió él sonriendo de modo malicioso desabrochando mi camisa. - ¿Vas a arrepentirte tú? No lo creo… pues estoy percibiendo cierta… tensión por aquí abajo… - Hizo  una risita cínica mirando hacia mi entrepierna.

- Yuki~ u///ú – Me sonrojé como tomate, mientras trataba inútilmente de esconderme en su cuello. – Nunca hablas así… yo… -

- Idiota… - Dijo alejándose un poco de mí para mirarme. – Mejor cállate o voy a golpearte más fuerte que antes… ne~ - Nuevamente comenzó a besarme de modo intenso. Entretanto mis manos iban abarcando más piel y lugares de su cuerpo.

 

            Poco a poco la agitación de ambos se hizo evidente, continuaban los besos profundos y el jugueteo de nuestras lenguas. Sus manos, aprovechaban de acariciar mi pecho para luego acompañarlas con sus deliciosos labios, haciendo un sendero por el cual bajaba por mi cuello, dejando leves pero exquisitas marcas rojizas al succionar y morder despacio mi piel, ¿estaba a punto de ir al cielo?

 

            Se detuvo un segundo, observando con gracia mis tetillas, para luego lamer una de ellas con lujuria. Mientras sus dedos iban presionando mis muslos sobre la tela de mi pijama. Su lengua, arma letal en esta situación, recorría  de modo mágico mi torso. Trazando una línea hasta mi ombligo en donde la deslizó ampliamente para finalizar con ligeros mordiscos sobre la piel que bordeaba mi pantalón de algodón.

 

            Me sentí casi violado por esa mirada penetrante que me lanzó justo cuando sus dientes procedían a sujetar el borde de mi pantalón, para bajarlo como en cámara lenta. ¿De verdad estaba pasando eso, o era mi imaginación? Realmente estaba comenzando a dudar, si ese era Yukihiro. Quizás el alcohol lo había ¿desinhibido? Era mucho mejor que en mis fantasías sexuales con él…

 

            De pronto bajaba muy despacio la tela del pantalón, realizando la misma operación en los costados, donde también pude percibir algunas juguetonas mordidas. Él re reincorporó rozando delicadamente su torso ya desnudo contra  mi pecho. Y sus dedos delicados bajaban lo que quedaba del pantalón en mi piel. Ayudándose después con las piernas para quitármelos por fin. Ms manos, luego de retirar su camisa se ocupaban de presionar sus muslos y sus glúteos para tener más contacto con su cuerpo, además de buscar la manera de desabrochar también sus jeans.

 

            Entre besos guió mis manos hasta el cinturón que lo ataba a sus jeans, ayudándome a bajar el cierre y también a deshacerme del botón que impedía mi labor. Me dejé llevar por sus dedos que posaban mis manos sobre sus caderas, entendiendo el mensaje al instante. Obedecí fielmente a sus deseos, aprovechando para “manosearlo” como me daba la gana. Sus labios emitían levemente sonidos de placer que me dejaron saber lo que él estaba sintiendo. En el instante en el que sus jean ya no me molestaban cambié de posición, ejerciendo presión contra su delgado cuerpo. Puse sus piernas a los lados de mi cintura para poder recurrir al roce entre aquellas zonas más sensibles de nuestros cuerpos, las cuales habían despertado hace mucho.

 

            Cuando mis caderas se comenzaron a mecer él se sujetó de mis hombros mientras buscaba mi boca. Con fuerza y seguridad mis caderas se movían, presionándolo y haciendo contacto. No tardé en incrementar  el ritmo pues mi cuerpo gritaba por más de eso, y él al parecer también lo deseaba así. Ya que de pronto su propio cuerpo seguía mi ritmo. Él gemía despacio mientras lo cubría con mis besos y sus uñas presionaban la piel de mi espalda. Me acerqué lentamente a su oído, sin detener mis caricias, lamiendo en su lóbulo delicadamente hasta morderlo.

 

- Quiero oírte… y no me detendré hasta hacerlo… - Susurré con voz grave, debido al placer.

- Baka… - Respondió él en las mismas condiciones aferrándose a mí. – Yo también… quiero eso… - Dijo él con un tono más grave que el mío, desde su garganta.

 

            Me empujó y cambio de posiciones, sonrió de tal forma que mi piel bajo sus manos se sobresaltó erizándome nuevamente.  Con su dedo índice recorrió un camino desde mi pecho hasta mi ropa interior, jugueteando y relamiéndose los labios. Unos segundos después sus labios besaban y humedecían cada centímetro de la piel de mi cuello, el lóbulo de mi oreja, mi pecho. Sentí como sus dedos avanzaban gentilmente hacia mi parte baja, rozando con curiosidad hasta que con seguridad fijó una de sus manos en mi entrepierna. Emití un sonido de placer que a él le hizo sonreír ampliamente, mientras metía esta mano debajo de mis bóxers con delicadeza hasta alcanzar mi virilidad. Comenzó a masajear mi miembro y a su vez besarme en los labios mordiéndome, sus caricias me excitaron debido a que eran lentas y precisas

Notas finales:

Si les gustó dejen review para saberlo, y continuar con mis series de oneshote KENKI

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).