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Basta de Ocultar por PaddyAle

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Notas del fanfic:

Es mi Primer fic Yaoi que escribo! Por favor no tirarle tanta basura.

Espero lo disfruten.

 

Notas del capitulo:

Es mi Primer fic Yaoi que escribo! Por favor no tirarle tanta basura.

u____ú Me esforcé (: Dedicado para tí Yiss, lo prometido es deuda.

Espero lo disfruten.

 

PD: DEBERÍA EXISTIR UNA CATEGORÍA ESPECIAL PARA K-MUSIC!!!!!

Las cosas se salieron de control sin que ninguno de los presentes comprendiera razones, la verdad, es que incluso los argumentos que podrían haberse gritado en los siguientes segundos; quedaron borrados como si nunca se hubieran presentado. ¿Querer? Siempre suena a palabras difíciles y complejas. Tanto trabajo para algo que seguramente tarde o temprano acabará; el pensamiento del pelinegro siempre había sido de la misma manera y no podía evitar repetírselo incansablemente cada vez que veía la espalda de aquel chico. Ahora mismo, en estos instantes intentaba recriminarse de haber perdido la cordura, de no haber logrado contener aquellas ganas que hace tanto tiempo sentía. ¿Por qué no pudo detenerse, por qué avanzó? No supo respuestas, sólo estuvieron las acciones que dieron juego a una enorme cantidad de problemas. Saber que no se debe, saber que es prohibido sentir, saber que todo traería conflictos tarde o temprano, saber demasiadas cosas y aún así tirar todo a la basura en dos segundos. Sí, dos segundos fueron los que bastaron para que la distancia entre el sillón y la cocina fuera efímera.

 

- ¿Yunho qué estás haciendo? – El susurro fue incontenible por más tiempo, sentía cómo su voz era suave y relajada; extrañamente sentía que incluso podría estar sonriendo a pesar de que sólo podía observar aquel cabello negro de mechas disparejas.

 

- No lo sé. Simplemente te abrazo.

 

¿Cuándo se había vuelto tan directo? Ni el mismo lo sabía. En el momento exacto, él abrazó el cuerpo delgado de su amigo, de su compañero. ¿Necesitaba razones? Claro que las necesitaba, el caso estaba si las deseaba aceptar o no. Nunca había tensiones, si las peleas aparecían de pronto, estas acababan rápidamente porque no podía permitirse a si mismo ver el rostro del chico con esbozo de lágrimas. El sabía la respuesta a sus interrogantes, a sus acciones incontrolables. Se sentía frustrado por no poder controlarse más, pero ese movimiento de su cadera cada vez que susurraba canciones mientras cortaba vegetales, lo volvía completamente irresistible; para él – Jung Yun Ho – era un suplicio el soportar ver aquello sin hacer nada al respecto. Se podía contener en el escenario a pesar de los gritos de sus fans, podía soportar entrevistas y fotografías; pero no la soledad con él y el no poder hacer absolutamente nada. ¿Desde cuándo se sentía así? Seguramente ya era demasiado tarde para preguntarse algo así, cuando ya estaba sintiendo tantas cosas. Soltó un bufido molesto mientras dejaba que su rostro tocara el cabello del chico, aspirando ese aroma a limpio.

 

- ¿Te sientes bien? La comida estará pronto, aunque hay que esperar a los chicos. – La voz de su amigo se volvió más fuerte, mientras sentía como su agarre se soltaba para dejar que él se diera vuelta.

 

- Estoy bien. No, la verdad no lo estoy. – Confusiones y más confusiones. ¿Nada podía darse normal, nada podía ser entre ellos… normal? Le hizo un puchero involuntario mientras lo miraba. – Boo… hueles a jabón y cigarro.

 

La risa del chico se escuchó en la cocina tras la extraña confesión que había salido de los labios de Yunho. Todos tenían consciencia de que uno de los peores hábitos del chico era fumar y que aunque había intentado dejarlo, mucho no había resultado. El simplemente, entre risas, empinó su cuerpo unos centímetros para permitirse tocar con sus labios la frente de su líder.

 

- Por lo menos resfriado no estás, tampoco hay algo de fiebre. – Le sonrió a pesar de la poca distancia que tenían en estos minutos.

 

Jaejoong no podía negar que la cercanía agobiaba sus sentidos y también los tranquilizaba. Sabía ciertamente las razones que había tras aquellas fuertes sensaciones, pero no era algo que deseara expresar. Esa comodidad que tenía con el líder no era algo comparable al amor que sentía hacia sus hijos y si bien lo sabía, no era algo que le pudiera decir sin tener miedo a sus reacciones. El silencio del chico, su mirada cansada y agotada lo ponía nervioso. ¿Tan difícil era lo que estaba pasando por su cabeza? No estaba seguro si era su culpa, si aquel acto inconsciente de preocupación hacia él había hecho que todo el cuerpo de Yunho se tensara. Tan poco sabía, y tanto deseaba entender.

 

- Es culpa de esto, que me encuentro así. – Dijo finalmente el chico, arrugando la nariz y pegando su frente a la de Jae como si estuviera retándolo a un duelo.

 

- No tienes tacto ¿Lo sabes o no Yunho? – Le respondió mientras agachaba el rostro.

 

¿Tanto le molestaba él? El cuerpo de Jae se comenzó a sentir incómodo por lo bien que se sentía él entre sus brazos y el mal que le estaba haciendo a su líder. Intentó separar su cuerpo del de Yunho, darle su espacio sin dejar de verlo a los ojos. Se sentía en medio de un desafío, dolido por un par de palabras que podían comprenderse de mil maneras distintas. Pero se sentía culpable, era culpa de estas situaciones, de estos sentimientos que él se agobiaba. Pero intentó alejarse, dejar que su torso dejara de sentir el calor que emanaba del de él castaño y aún así los fuertes brazos de él se lo impidieron de manera determinante. En dos segundos volvía a tener nuevamente su frente chocando con la de él, mientras su mirada seria y segura impedía que el castaño pudiera moverse.

 

- ¿Quién dijo que podías escaparte? Ya no, está prohibido para ambos seguir escapando Boo. – Susurró finalmente dejando en medio de la sorpresa al chico.

 

- Pero no que te incomodaba, que era culpa mía el que te encontraras mal. Nuestro líder se ha vuelto pura confusión. – Se sentía molesto, no podía evitarlo. Esas confusiones lo agobiaban incluso a él. – Jung Yun Ho, debes hacer más que hablar a medias como para dejarme comprender qué te está pasando.

 

- Lo sé, pero realmente me cuesta pensar cómo hablarlo. – Suelta una de sus manos el agarre para revolver su propio cabello.

 

- Acciones Yunho, acciones.

 

Eso bastó. Sonrió de lado mientras escuchaba aquellas palabras en medio de una melodía dulce y suave. ¿Siempre tenía que ser condenadamente dulce? Incluso sabiendo que se encontraba molesto por no entender nada, él siempre respondía de esa manera. No espero más y acabó todo el rastro de aire que había entre sus labios para besarlo, para sentir finalmente aquellos labios a los que demasiado tiempo había negado incluso observar. Son una perdición que hay que detener cuando hay que controlarse, más él lo pidió y el líder simplemente obedeció sin dar reclamos. Porque a veces hay que agachar el rostro y aceptar que las cosas están por razones que no pueden explicarse, porque hay necesidades que incluso el cuerpo sabe más que la propia mente, puesto que es ella la que miente en más de una ocasión. ¿Ocultar? Ya qué; no era más necesario ocultar. En pocos minutos acabó por arriesgar hasta el último minuto de cordura que había tenido hasta ese momento. Porque ya no era necesario aguantar, no cuando sintió como con timidez, Jaejoong respondía a aquel beso demandante de respuestas.

 

El ruido del agua hirviendo los detuvo mientras una de las manos del líder soltaba la estrecha cintura de su víctima para apagar el fuego. El jadeo que salía de los labios de Jae no podía controlarse, tampoco los que salían de su propia boca. Lo observó con el rostro agachado y ruborizado. No pudo evitarlo, quitó uno de los mechones que caían en su rostro y sonrió suavemente. Sabía que había sido suficiente, que palabras en estos casos podían no ser necesarias. El con aquello había sentenciado su propia caída en aquello que había dejado lejos de su alcance, todo lo que había reprimido había salido a la luz después de tanto reprimirse.

 

- Te habías demorado Babo. – Escuchó decir al pelinegro mientras sentía un golpe suave en su torso.

 

Estaba tan sonrojado, estaba tan nervioso que no pudo hacer nada más que aquello para aligerar todas las sensaciones que sentía en su cuerpo en aquellos momentos. El sonido del agua hirviendo había dejado de escucharse y lo único que sentía era la respiración de Yunho, aún irregular, chocar con la suya que la verdad no estaba mucho mejor. Se sentía afiebrado por lo alterado que estaba, más cuando pudo escuchar la risa del castaño y nuevamente su respiración cerca de la suya. Su rostro lo había levantado para observar sus ojos y eso fue más que suficiente para comprender que no necesitaba responder ni preguntar cosas, que todo estaba más que dicho. La sonrisa de Jung Yun Ho fue más que suficiente para hacerlo sonreír a él mismo y para aclarar que ya nada había que ocultar.

 

- COMIDAAAAAA…

 

Si algo puede sacarte de la fantasía, es la misma realidad. El sonido de la puerta había sido omitido al momento de escuchar cómo sus “hijos” hacían presencia en la casa. Tuvieron poco tiempo para reaccionar y separar sus cuerpos a pesar de lo extraño que se sentía para ambos esa distancia después de algo así. Pronto vieron cómo Minnie abordaba brutalmente a Jae junto a un Junsu que traía una sonrisa juguetona en el rostro. Yoochun siempre resultaba ser el más tranquilo en las situaciones y aún así movía su nariz como si quisiera sentir algo de rico aroma a comida.

 

- Aún falta chicos, tienen que esperar. – El pelinegro sonrió suavemente mientras veía a los chicos arrugar la nariz, y a Yunho más alejado, sonriendo con suavidad.

 

- Eomma, eso es injusto. ¿Te sientes bien, te ves muy rojo? – Changmin puso su mano en la frente del pelinegro mientras lo dejaba sin habla, haciendo que se colocara más rojo de lo que estaba.

 

- Estoy bien, quédate tranquilo o no habrá comida para nadie. – Dijo dándose la vuelta avergonzado, ocultando su cuerpo en la cocina.

 

El rostro de los tres chicos fue unánime. El terror se expresó en sus rostros haciendo reír al líder mientras los veía sentarse en el comedor sabiendo que no faltaría demasiado para comer. Parecían unos niños, pero finalmente; eran sus niños. Y así, inocentemente y sin pensar realmente en lo que vendría más adelante. ¿Era feliz, hay que disfrutar no? No estaba seguro de qué vendría en el futuro y tampoco si las cosas cambiarían; pero aquella escena donde los tres chicos se sentaban en el comedor viendo la espalda de su eomma moverse suavemente, concentrado en la cocina, lo hacía extrañamente feliz; era algo que le gustaría ver por el resto de sus días juntos.

 

- Jaejoong.

 

Yunho lo llamó con suavidad, sabiendo que los chicos tampoco se preocuparían demasiado de tomar la atención en él. Pero el pelinegro giró su rostro para observarlo y no hizo más que un corazón con sus brazos sobre su cabeza. Infantil y niño, le dijo con su cuerpo lo que sentía por él, porque había ocasiones en las que él mismo, Jung Yun Ho, era también un niño. Y él le sonrió ampliamente como respuesta mientras le respondía con los labios un “saranghae” sin sonido. Ellos se entendían, y para ambos era más que suficiente.

 

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado.

Se que soy inexperta, pero espero que no les haya parecido una basura (;

Siempre se aceptan tips de ayuda.

Comentarios siempre aportan.

Un beso!

Paddy.


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