Cierra rápidamente la tapa del portátil cuando escucha la puerta abrirse bruscamente. Solo hay una persona que no llama a la puerta para entrar y es esa persona la que menos le interesa que vea lo que está haciendo. Claro, que ponerse nervioso con el portátil sobre las piernas por la entrada repentina de alguien, es bastante sospechoso. Y lo comprueba al ver la sonrisa maliciosa de Heechul, que es el visitante inoportuno.
- ¿Qué hacías, guarrillo? - casi grita cerrando tras de sí.
Donghae aparta el ordenador de su cuerpo e intenta que pase desapercibido antes de que Heechul se lo quite de las manos y casi lo tire por la fuerza excesiva que ha usado para arrancárselo. Se ruboriza sin poder evitarlo, no es que estuviese haciendo nada grave ni viendo cosas indebidas, pero es algo que prefería mantener en la intimidad.
El mayor abre el portátil y se carcajea al ver la página que tenía abierta, haciendo que se sonroje incluso un poco más. Coge la almohada rápidamente y se tapa la cara con ella para intentar ocultar su vergüenza a Heechul.
- Oh, vamos, no pasa nada - dice dejando de reír -. Pero no entiendo para qué los necesitas.
Vuelve a dejar el ordenador sobre la cama, aún abierto, y le quita la almohada de la cara a Donghae, que podría confundirse perfectamente con el color rojo de la camiseta que lleva.
- ¿Para qué va a ser?
- Pero si lleváis haciéndolo ya sin esas cosas mucho tiempo, ¿no?
- ¿Cómo sabes eso?
- Ninguna compra llega a este piso sin pasar antes por estas manos - dice alzando las propias con una amplia sonrisa -. ¿Os habéis contagiado de algo?
- ¿Qué? No, no, nada de eso - responde aún más avergonzado. ¿Por qué tiene que convertirlo todo en algo tan incómodo? -. Jungsoo me dijo que debíamos tener cuidado, de todos modos, y que nunca está de más prevenir.
Heechul sonríe volviendo a mirar la página de la tienda online que Donghae estaba revisando, más específicamente los tipos de preservativos que ofrecen.
- Veo que no te conformas con unos normales.
El menor siente que le va a explotar la cara de lo mucho que le arde por la vergüenza. Suspira profundamente un par de veces e intenta relajarse. Hay confianza con Heechul, no tiene por qué sentirse tan incómodo hablando de eso.
¿A quién intenta engañar? Si ni siquiera sabe aún cómo le va a decir a Hyukjae que ha comprado - o lo está intentando - preservativos y que le gustaría empezar a usarlos porque Jungsoo así se lo ha recomendado después de escucharlos la noche anterior.
Su sonrojo crece un poco más.
- No sé comprar estas cosas, hyung - reconoce sin mirarlo -. Hay demasiados... no sé cuáles son los "normales" o cuáles no, no tengo ni idea.
Heechul se ríe sin maldad, cosa rara en él, y se acomoda mejor en la cama para poder mirar tanto la pantalla del ordenador como a Donghae.
- Mira, están los normales y los “especiales” con sus respectivas tallas, después están los que sirven para darle más vidilla al asunto, ya sabes, los que tienen sabores, los de colores que brillan en la oscuridad, los que vienen como arrugados para tener un contacto diferente...
Donghae lo mira sorprendido y horrorizado. ¿De qué le está hablando? El mayor se ríe una vez más al ver su cara de desconcierto y coge el ordenador para ir mostrándoselos, exclamando cosas que prefiere no escuchar cuando ve alguna variedad que él no conocía.
- También te digo que aquí te pueden timar. Esto es mejor comprarlo en la farmacia de cuerpo presente.
- ¡Qué! Ni hablar... Qué vergüenza.
- Pues en un sexshop, allí nadie va a juzgarte - sonríe Heechul -. Y quién sabe, quizás haya algo más que te interese.
- Oye... ¿por qué no vas tú? Como un favor, no...
- ¿Yo? Sí, claro, ahora mismo - ironiza levantándose -. Ni hablar, los descuentos por ser cliente especial me los quedo solo yo.
Donghae se ríe deseando que solo sea una broma, no quiere imaginarse a Heechul comprando como un obseso esas cosas. Aunque realmente la imagen le encaja a la perfección.
- Díselo a Hyuk, si será él quien los use, ¿no? - inquiere con curiosidad.
Está claro con la intención con la que ha dicho y no piensa responderle. Vuelve a coger el ordenador para revisar la página una vez más, pero sigue sin aclarase y no es que Heechul le haya ayudado mucho. Tendrá que consultarlo con Eunhyuk aunque sabe que no le hará ni pizca de gracia la idea de empezar a usar preservativo. Lo considerará algo así como una señal de desconfianza.
Bueno, quizás si lo hace con tacto no pase nada, su pareja y mejor amigo es una persona comprensiva, tampoco es que se vaya a enfadar por querer ser cuidadoso en sus relaciones íntimas. Además, como bien ha dicho Heechul, también pueden ser un incentivo para mejorarlas.
Así que después de comer baja a su piso y se prepara para lo que puede ser una catástrofe. Heechul lo dice todo como si fuera tan simple, pero hay que contar con que las reacciones de Hyukjae no son como las del resto del mundo. Bueno, no cree en realidad que en todo Super Junior haya dos personas que reaccionen igual ante el mismo hecho.
Lo encuentra tumbado en el sofá, con los auriculares puestos a todo volumen ya que puede escuchar perfectamente lo que está escuchando, y uno de sus cómics sobre las piernas. Bien, recuerda que debe tener tacto y debe ser sutil, cariñoso y un poco chantajista para que no se enfade. Se arrodilla detrás del brazo del sofá donde tiene apoyada su cabeza, y lo besa levemente en la frente haciendo que se sobresalte, se le caiga el cómic y casi se cargue el móvil - de donde proviene la música - por el susto que le ha dado. No ha empezado demasiado bien.
- Lo siento, Hyukkie - dice levantándose, apartando un poco al mayor para poder sentarse a su lado -. ¿Te molesto?
- No - responde él enrollando los auriculares alrededor del móvil. Sonríe cuando lo pone sobre la mesa y se centra él -. Tú nunca molestas.
- Me alegra que pienses eso - comenta hablando demasiado rápido -. Porque tengo algo que proponerte.
Hyuk se acomoda interesado, sentándose de lado en el sofá para quedar frente a él. Donghae solo consigue ponerse más nervioso. Oh, vamos, ni que le fuese a decir que le ha puesto los cuernos o algo parecido.
- No me pienso disfrazar de nada - espeta antes de decirle lo importante.
El mayor se echa a reír, al menos es una forma de liberar tanta tensión que se ha apoderado de él. Son tantas las veces que Eunhyuk ha querido inventarse juegos raros y él se ha negado, que prefiere quitarle las ilusiones desde ya.
- Tranquilo, hace tiempo que sé que eres un aburrido.
- Oh, gracias - replica sarcásticamente. Bien, debe encauzar la conversación -. Pues además de aburrido quiero ser precavido y...
- Oh, no, no - lo interrumpe riendo de nuevo -. Jungsoo también ha hablado conmigo, no imaginé que podrías llegar a hacerle caso.
Vuelve a tumbarse en el sofá, como dando por concluida la conversación cuando coge su cómic y vuelve a enfrascarse en la lectura del mismo. Se lo ha tomado a broma, pero debe tomárselo en serio. Donghae se lo quita de las manos y toma su mano para levantarlo, consiguiéndolo solo con la ayuda de Eunhyuk.
- ¿Qué tiene de malo? Es igual, solo que protegidos.
- Pues que es absurdo, Hae, tú no tienes nada, yo tampoco, ¿para qué los quieres?
- Eso no lo sabemos, no nos hemos hecho ninguna prueba. Puede que hasta tengamos hormonas femeninas y nos quedemos embarazados.
Hyuk lo mira como si estuviera loco y Donghae se siente así ahora mismo. Pero se le acaban los argumentos.
- No lo dirás en serio...
- No, vale, pero yo qué sé, ¿por qué no probamos? Heechul dice que también pueden hacer del sexo algo interesante.
- Ah, que ahora no te parece interesante.
Donghae resopla, definitivamente no lo está arreglando y no piensa discutir con él por algo tan absurdo como eso. Se arrastra en el sofá para quedar a su lado, abrazarlo y besarle en el hombro con la delicadeza más infinita.
- ¿Qué más te da a ti? Los compramos, los usamos y dejamos que Jungsoo duerma tranquilo cuando termine de escucharnos - murmura sonriendo -. ¿Sabes lo que debe sufrir el pobre al saber que no nos protegemos?
Eunhyuk no puede evitar una risa, lo mira de nuevo y le besa en los labios, o más bien se deja besar.
- Si vemos que es muy diferente, pues lo dejamos - insiste Donghae -. Pero me gustaría prevenir hasta que estemos seguros de que no hay nada que temer.
Sabe que no ha elegido las palabras adecuadas cuando el mayor vuelve a apartarse de él y lo mira con furia contenida en los ojos. Vaya, creía que ya estaba todo casi hecho.
- ¿Además quieres que me haga todo tipo de pruebas para que tú te quedes tranquilo?
- No, yo también me las haré, Hyukkie, oh, vamos, no seas tan tremendista, no tiene nada de malo. Todo el mundo lo hace.
- Llevamos dos meses sin preocuparnos de todo esto...
- Mejor tarde que nunca - Donghae se levanta con una sonrisa resuelta -. Venga, arréglate que tenemos que ir a comprarlos.
Sale corriendo de allí, literalmente, antes de que pueda contestarle y negarse en rotundo a acompañarle.
Le hace caso a Heechul, aunque sabe que no es la opción más acertada, e ir a un sexshop, donde el dependiente ya estará acostumbrado a que le pidan todo tipo de cosas. Quizás la farmacia es más fiable, pero ya suficiente vergüenza va a pasar como para además tener que enfrentarse a las personas que haya allí buscando cosas "serias".
Cuando Hyuk llega al portal, donde han quedado para ir, no esconde su risa al ver el "disfraz" con el que Donghae se ha vestido para salir a comprar. No es algo tampoco inusual, normalmente van así a la calle para que no los molesten, con gorra y gafas de sol, solo le ha añadido a esa vestimenta una bufanda enorme y dos chaquetas para cambiar de corpulencia.
- O sea que para complacerme no, pero para hacer el ridículo si te disfrazas - comenta sin dejar de reír. Saca sus propias gafas de sol del bolsillo y abre la puerta -. Anda, vamos.
Donghae lo sigue a paso ligero. Heechul le ha dado el nombre y la dirección de ese sexshop donde le hacen descuentos. Aún no quiere imaginar lo que guarda en las cajas que hay debajo de su cama. Le ha recomendado que compre una cajita de preservativos con cuatro variedades, que es una oferta especial de la tienda. Aún no puede creer que le esté haciendo caso.
- ¿Ya te parece mejor idea? - le pregunta a Hyuk mientras se asegura de que van en al camino correcto.
- Me sigue pareciendo absurdo, pero supongo que así me deberás algo - repone con una media sonrisa.
Prefiere no preguntar cómo piensa cobrarle esto.
Llegan en unos quince minutos a un callejón poco recomendable por el que nunca se le hubiese ocurrido pasar. Ahora entiende por qué Heechul va allí, no encontrará un sitio más escondido y confidencial que este. Se detiene en la puerta y mira a su acompañante, que parece de lo más tranquilo. Hombre, claro, ¿por qué no iba a estarlo?
- ¿Los pides tú?
- ¿Yo? - Hyuk se ríe burlándose de él. Le da una palmadita brusca en el hombro y entra en la tienda -. No sé ni por qué te acompaño, así que vete haciendo a la idea.
Está claro que no se enamoró de él por su comprensión y apoyo en todo momento. Puede alquilar películas porno sin ningún pudor, pero no quiere pedir condones sabiendo que él se muere de vergüenza. Al menos intenta ser un poco caballero, sosteniéndole la puerta, que Donghae empuja con demasiada fuerza, enfadado de repente. O quizás solo por producto de los nervios.
Se acomoda bien la bufanda y la gorra antes de dirigirse al mostrador, mientras el mayor observa todos los estantes de la tienda. Deben salir de allí antes de que se le ocurra alguna de sus ideas. Se aclara la garganta y sonríe con nerviosismo a pesar de que su sonrisa queda oculta por la bufanda.
- Buenas tardes - dice con la voz temblorosa -. Quería... - parece que las palabras se le han olvidado -. Ya sabe, ese pack de oferta de... - un cúmulo de saliva se apodera de su garganta.
Hyukjae se acerca a él y le rodea los hombros con un brazo, con una sonrisa encantadora.
- Condones, vaya - termina por él -. Pero de los especiales que sino no sirven, como habrá podido ver, somos pareja.
Donghae enrojece hasta las orejas y agradece tener toda la cara oculta para que no lo note. El dependiente simplemente sonríe antes de irse por una puerta que tiene tras él. Hyukjae se ríe de nuevo con ese matiz de burla que le pone aún más nervioso.
- Creo que esa información sobraba.
- Había que especificarlo si quieres que te proteja y no se rompa cuando te fo...
- Vale, ya, cállate - lo interrumpe Hae.
Hyuk sonríe de nuevo, ahora parece él el emocionado y divertido con todo esto. Lo coge por la mano y tira de él hasta el final de la tienda donde hay una exposición de vibradores de todo tipo, tamaño y textura y lubricantes de todos los sabores.
- ¿No quieres? - inquiere con cierta malicia.
- ¡No! - exclama Donghae soltándose de él y volviendo al mostrador ya que el dependiente está allí con una caja igual a la que Heechul le mostró por internet.
Le paga rápidamente recordando el precio de la página web sin ni siquiera mirarlo y Hyuk vuelve junto a él, afortunadamente con las manos vacías, mientras el hombre hace las cuentas para el cambio.
- Él paga, pero yo me los pongo - comenta con total naturalidad desatando una disimulada risa del dependiente.
Le devuelve el cambio y el ticket a un cabizbajo Donghae y mete la cajita en una pequeña bolsa dándole las gracias. Hyuk la coge ya que el menor ha salido corriendo de la tienda, preso de la vergüenza.
Camina rápidamente por la calle, intentando dejar atrás a Hyukjae, ¿a qué ha venido eso? Sobraba tantísima información. El mayor, de todos modos, no tarda en alcanzarle y rodearle los hombros con un brazo nuevamente, deja un beso sobre su cabeza, o más bien sobre la gorra, y suspira escondiendo una risa.
- No te enfades, tonto.
- No me enfado. Pero creo que has asumido un puesto que aún no hemos discutido.
- Creo que es lo más justo, ya que yo no quiero.
- Por eso mismo debería ser yo quien...
- No, tranquilo, yo me sacrifico. Bueno, hay mucha noche por delante, podemos probarlos los dos - le interrumpe sacando la cajita de la bolsa para ver lo que ha comprado -. Anda, mira, si brillan en la oscuridad - comenta riendo -. ¿Cómo has dado con esto?
- Heechul dijo que sería divertido.
- Oh - vuelve a meter la caja en la bolsa y lo mira sonriente -. ¿De verdad quieres que sea Heechul el que administre nuestra vida sexual?
No lo había pensado así, ahora no puede ver los preservativos como algo bueno que los protege de numerosas infecciones y enfermedades, ahora parece que tienen espinas y pinchos por todos lados. Viniendo de Heechul, tampoco le extrañaría algo así.