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Experimento Letal por Tsubame Asakura

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Notas del capitulo:

Hola a todos! se que promtí subir cap antes pero es que no he podido.

Hoy es mi cumple! mis 20 años... (ahhhhhhh me pongo vieja!!!! jajajajaja) y solo por eso tengo ganitas de subir un cap así que acá va lo prometido, un poquito más tarde pero ni tanto tampoco ;)

espero que les guste y lo disfruten! comenten si? porfaaaa es GRATIS y no les toma más de un minutito.

Gracias!

El día tan esperado llegó, Ryoma se preparaba para jugar su partido, acababa de ir a calentar y Syusuke lo acompañaba decidido a que protegería a Ryoma, apenas llevaban 5 días sabiendo que serían padres y el castaño ya se mostraba extremadamente sobreprotector, a Ryoma le gustaba que el Tensai se preocupara por él pero no dejaba de sentir exasperante el hecho de no poder hacer nada sin que Syusuke lo considerara “arriesgado”.

- ¿seguro que te sientes bien? Sino aún podemos decirle a Momo que vaya a calentar… - sugirió el Tensai, la cara de Ryoma inmediatamente le dejó bien claro que nada ni nadie impediría que jugara su último partido, era el último, hasta que su bebé naciera, su cuerpo se recuperara y él regresara a los entrenamientos para volver a estar en forma por la falta de práctica, hasta que eso sucediera no volvería a jugar un partido, le molestaba pero a la vez estaba completamente dispuesto a hacerlo, era la vida de una pequeña criatura lo que estaba en juego y la suya propia.

- si vuelves a sugerir eso una sola vez más no te dejaré acercar al bebé en todo el mes - respondió el pequeño y Syusuke, aunque le devolvió una tenue risita, temió que la palabras de Ryoma fueran de verdad.

Las demás escuelas de Tokio que habían participado en el campeonato de Kantou presenciaban el típico resultado entre las dos escuelas más competitivas de todo Tokio, algo que había sido perfectamente previsto por Hajime Mizuki, el manager de Saint Rudolph. Hyotei con una victoria, una derrota y un juego anulado, Seigaku con los mismos resultados, el capitán del equipo campeón dando lo mejor de si en su último partido como miembro de ese equipo mientras se enfrentaba a su “rival predestinado”, Keigo Atobe y Ryoma calentando preparado para hacer valer el esfuerzo de Tezuka y de todo su equipo, dispuesto a ser él quien le diera la victoria a su equipo nuevamente, procurando ser un buen pilar central y sobre todo, no perder contra el futuro capitán del equipo rival, Hiyoshi Wakashi.

- no quiero que te esfuerces demasiado, por favor Ryoma - pedía el Tensai, el pequeño le regaló una de sus típicas sonrisas mientras se encaminaba hacia las pistas, una leve caricia bastó para que el castaño supiera que su pequeño se cuidaría, sólo eso alcanzaba pues confiaba plenamente en Ryoma.

- buen trabajo, buchou - dijo Ryoma, le entregó una toalla y una botella de agua mientras caminaba hacia el centro de la pista donde ya el ansioso titular de segundo de Hyotei esperaba.

- esfuérzate, Echizen - animó el capitán.

El pequeño giró sobre sus pasos y con una “inocente” mirada le respondió:

- me lo prohibieron, buchou… pero ganaré - y cambiando su rostro al típico imperioso y seguro, prosiguió su camino.

Tezuka miró extrañado a Fuji, este no borraba esa sonrisa indescifrable, su perfecta cara de póker.

El partido comenzó, como siempre, Ryoma probando a su rival perdió un par de puntos pero esa vez era diferente, no debía hacer que el partido durara demasiado, no podía sobre esforzarse y por lo tanto debía ganar todos los puntos en el menor tiempo posible.

- te estás poniendo difícil, futuro capitán de Hyotei… - expresó el peli verde ubicándose en la línea de saque, listo para continuar el partido - en ese caso… tendré que ponerme serio - y sin más lanzó la bola al aire.

Un aura a su alrededor advirtió a sus compañeros de que finalmente el pequeño había decidido darle uso a su Muga no Kyouchi, pero era más que eso, el chico rápidamente comenzó a ejecutar técnicas que sólo había visto una vez, de la nada el capitán de Rikkaidai parecía haber aparecido en la pista, era la ilusión perfecta, Yukimura Seiichi parecía ser quien se enfrentaba al castaño en lugar de Ryoma. En pocos y simples movimientos el pequeño logró remontar y tomar la delantera ganando tres juegos seguidos.

El Hyakuren Jitoku no Kiwami no se hizo esperar, era tiempo de esforzarse tan poco como le fuera posible y ganar rápidamente.

- 7 golpes - anunció Ryoma dando a entender que había comenzado a usar la segunda puerta del Muga no Kyouchi, el Saiki Kanpatsu no Kiwami.

- ¡no te rindas Hiyoshi! ¡¡Hyotei ganará!! ¡¡Seigaku perderá!! - resonaba una y otra vez por parte del enorme equipo de animadores de Hyotei conformado por los 200 tenistas miembros del club y la mitad de la escuela que había ido a alentarlos.

- tch… mira que son molestos… ahhh pero si no fuera difícil no sería divertido - dijo Ryoma con esa sonrisa suya tan cargada de arrogancia. Sólo un punto más y la victoria sería para Seigaku pero Ryoma ya se encontraba suficientemente agotado como para seguir por mucho más.

- ¡¡Ryoma!! ¡Ya termínalo, no debes seguir! - era la voz de Syusuke que veía el agotamiento en el pequeño cuerpo que normalmente tendría el doble de resistencia pero dadas las condiciones en que se encontraba había perdido parte de sus fuerzas.

Todo el club de tenis de Seigaku dirigió su confundida mirada hacia el Tensai del equipo quien se encontraba de pie dispuesto a saltar el muro que lo separaba de su novio y sacarlo de allí aunque fuera a la fuerza. Los ojos azules de Fuji se mostraban amenazadores, su rostro no reflejaba algo diferente, se había borrado esa sonrisa amable y ahora se había convertido en el Tensai enfadado que tanto miedo podía llegar a dar.

- lo siento pero esto será rápido - dijo Ryoma en un largo y pesado suspiro, su novio estaba perdiendo la paciencia, debía darse prisa o sabía que el castaño acabaría por meterse en medio del juego y cargarlo al hombro y sacarlo de allí - Suke no te preocupes, ya termino… es que esto… es tan divertido… - le dirigió una dulce sonrisa, sus grandes ojos reflejaban a la perfección sus palabras, Ryoma se estaba divirtiendo mucho… y lanzó la pelota al aire, fue un instante, cuando quisieron darse cuenta el pequeño había anotado un nuevo punto y otro y otro, hasta que finalmente el árbitro anunció la victoria para Seigaku.

Hiyoshi no pudo reaccionar a ninguna bola, la velocidad y fuerza de saque de Ryoma había incrementado increíblemente, justo como cuando se enfrentó a Yukimura.

- e-el Teni Muhou no Kiwami… - era lo único que se dejaba escuchar en susurros, increíblemente el partido había terminado en un instante, cuatro saques seguidos fue todo lo que Ryoma necesitó para terminar con el partido.

Momoshiro y Kikumaru rápidamente se abalanzaron hacia el pequeño con la intención de lanzarlo al aire así como lo habían hecho cuando ganó el último partido de los nacionales pero un grito los detuvo en seco.

- ¡¡alto ahí ustedes dos!! - era Fuji nuevamente, se acercaba Ryoma decidido y con paso firme, esa visión del Tensai daba algo de miedo, jamás lo habían vito tan enojado por lo que rápidamente se apartaban de su camino dejándolo pasar.

- ¡no me esforcé demasiado, mira, estoy fresco como lechuga! -se defendió anticipadamente el peli verde, aunque sabía que de nada serviría.

- cierra la boca Echizen Ryoma, te pegaría si no te amara tanto… - espetó el Tensai sin prestar importancia a las palabras del menor dejando a medio mundo asombrado ante semejante revelación, pues para ellos era toda una notica, los únicos que sabían de la relación que mantenían esos dos eran los miembros de Seigaku - vámonos - ordenó finalmente con un tono que helaba la sangre de muchos de los presentes.

- ¡ah no! Déjame festejar la victoria al menos - reprochó el pequeño, inmediatamente los casi asesinos ojos del castaño se posaron sobre él nuevamente.

- he dicho que camines… ya festejarás cuando el médico diga que están bien - insistió Fuji comenzando a jalarlo de un brazo, Ryoma se zafó del agarre inmediatamente.

- estás exagerando demasiado - reprochó el pequeño, definitivamente la situación no estaba gustándole ni un poquito, había demasiadas personas allí como para estar armando semejante alboroto.

- ¡no seas inmaduro Ryoma, sabes que no estoy exagerando! - le gritó a la cara el castaño, los ojos del pequeño cambiaron su expresión rebelde a una triste que el mayor no notó pues estaba lo suficientemente enfadado como para ni siquiera prestar atención a esas cosas - ¡camina! - lo jaló del brazo sin prestar atención a que tal vez estaba presionando demasiado y al pequeño le dolía.

- ¡¡¡ya suéltame Fuji Syusuke!!! - resonó con fuerza en la entrada de la enfermería - ¡¿quieres que vea al médico?! ¡Bien! Pero entro sólo, tú lárgate - Ryoma estaba dolido por la actitud del mayor, se sentía mal, se sentía humillado. Todo un mundo de gente había visto la escena que el castaño acababa de provocar, eso no le gustaba ni un poco.

Ryoma se perdió tras la puerta de la enfermería dejando a un Syusuke muy sorprendido, su pequeño le había gritado, había rechazado su compañía aún cuando sabía que le aterraba la idea de contarle a alguien sobre su embarazo estando solo y… estaba llorando.

Rato más tarde todo volvió a la normalidad, casi, algunos aún miraban extrañados a los “novios” que ahora ni siquiera cruzaban mirada.

El festejo del club en las instalaciones del instituto se sintió algo vacía, no era lo mismo aquello sin Ryoma y Syusuke, sobre todo después de presenciar semejante escena entre ellos.

Fuji apareció finalmente y no tardó en tener encima a un molesto Tezuka que lo cuestionaba por su actitud en la mañana.

- Tezuka, no te metas en esto - espetó el castaño y se marchó hacia donde Eiji comía algo mientras se colgaba a la espalda de Oishi.

Ryoma se encontraba acostado, se sentía mal, luego de el festejo se marchó a casa inmediatamente siendo acompañado por el “perro guardián” que no lo dejaba solo ni un instante, lo seguía así se fuera al mismísimo infierno.

- Suke es estúpido, bebé tu padre es un imbécil - lloraba susurrando esas palabras mientras acariciaba su vientre.

- Ryoma, primo… ¿cómo te sientes? - preguntó Nanako ingresando a la habitación, junto a ella estaba Rinko que miraba a su querido hijo con preocupación e ¿ilusión? Sí, eso era.

- ¡estoy bien! ¿Pueden dejar de preocuparse por tonterías? ¡El médico dijo que estoy bien! - gritó Ryoma fuera de sí, ya estaba harto de que todos se preocuparan por algo sin sentido.

- sabemos que peleaste con Syusuke… y lo de tu condición… Ryoma ¿es verdad lo que dijo? ¿Tú…? - Rinko estaba emocionada, si lo que Syusuke había dicho era real entonces su hijo iba a hacerla abuela, aunque fuera algo prematuro y extraño… estaba feliz.

- ¿s-se los dijo? - preguntó nervioso el pequeño, temía que lo que sus padres dijeran, hasta ahora no se había atrevido a decirles ni una palabra referente a su embarazo, Syusuke lo sabía y por eso les había dicho él mismo.

- tranquilo hijo, todo está bien - Rinko se acercó al pequeño y lo abrazó con toda la ternura que una madre puede entregar, su niño lloraba más que cuando entraron a la habitación y ella sabía que era por miedo.

- ¿el viejo lo sabe? - preguntó temeroso, ese hombre era impredecible y no sabía que tanto podía llegar a gustarle la noticia del embarazo.

- si, Syusuke nos lo dijo a todos… -respondió la castaña mujer - tu padre casi lo asesina con la vista… y luego se desmayó - continuó hablando con una leve risita.

- ¿se desmayó? Sabía que no se lo tomaría bien - dijo el peli verde, ahora estaba más asustado.

- cuando despertó… se acercó a Syusuke-kun y… le dio un zape pero luego lo abrazó… y le susurró algo - habló Nanako - y después Syusuke-kun dijo “lo haré, lo prometo” y se sonrieron -

- puedo imaginar lo que le habrá dicho… - la cara de Ryoma mostraba solo preocupación y miedo - mamá… ¿y Syusuke? - preguntó el pequeño.

- se fue, dijo que no quería presionarte… pero si quieres hablar con él llámalo - le sugirió ella.

- te prepararé algo para comer, ¿Qué quieres? - preguntó la peli azul, consentir al pequeño acababa de convertirse en prioridad en esa casa.

- da igual mientras sea japonés - respondió el pequeño tomando su nuevo teléfono para llamar a su novio.

Syusuke se encontraba bebiendo una gaseosa, escondido tras unos arbustos en el parque que solían frecuentar él y Ryoma. Había conseguido que Eiji dejara de perseguirlo para poder estar a solas por un momento pero ahora se encontraba doblemente preocupado, Ryoma estaba enfadado con él y encima había metido cosas “raras” en la cabeza del pelirrojo del equipo. Temía por las consecuencias del irresponsable comportamiento del peli verde.

Algo en el bolsillo de su pantalón vibraba, casi inmediatamente una bonita melodía comenzó a sonar y el Tensai se apresuró a responder la llamada pues sabía a la perfección de quién se trataba, sólo Ryoma tenía ese tono de llamante.

- Ryoma… - dijo el castaño hablando en susurros, estaba nervioso, no sabía que querría decirle el pequeño después de lo que lo hizo pasar esa mañana frente a tantas personas. No había sido su intención hacerlo pasar un mal rato ni sentir humillado, pero en ese momento se encontraba alterado, totalmente nervioso pues sabía que la condición de Ryoma no era la mejor y el muy terco no parecía querer abandonar el partido bajo ninguna circunstancia. Era irresponsable por parte del pequeño en su estado pero también había sido una gran tontería tratarlo de semejante manera.

- hola Suke, ¿puedes hablar? - preguntó Ryoma, tal vez el Tensai estaba ocupado o no estaba solo y no le interesaba que nadie más fuera testigo de lo que hablaran.

- si, estoy solo - respondió Fuji tratando de no mostrar los nervios que sentía. No era la cosa más normal del mundo que Ryoma le hablara con aquel tono tan serio.

- quiero… saber por qué… ¿por qué me trataste así esta mañana? - preguntó el pequeño, se había enojado mucho con el castaño pero en ningún momento se detuvo a pensar si tal vez había hecho algo mal.

- yo… estaba nervioso Ryoma, tú estabas actuando como un niñito testarudo e irresponsable… te excediste peque, y nuestro bebé es importante, no debiste hacerlo, pudiste perjudicarlo… pero yo tampoco tenía por qué haberte gritado y menos delante de toda esa gente… ni ser tan grosero contigo… lo siento tanto Ryoma, por favor perdóname - pidió suplicante el Tensai. Lágrimas caían libremente por sus mejillas, estaba realmente arrepentido de haber actuado como un idiota.

- tranquilo, todo está bien… tú perdóname a mí, no me fijé en que tal vez tú te preocupaste demasiado por mi esfuerzo, pero estoy bien y el bebé también - aseguró el pequeño disculpándose en la pasada.

- ¿puedo… quedarme contigo esta noche? - preguntó Fuji, quería estar al lado de su pequeño, necesitaba sus abrazos, su calor, sus besos, esa noche quería cuidar de Ryoma como lohabía hecho desde que supo que serían padres.

- por supuesto, te espero - respondió el peli verde, una sonrisa se acababa de dibujar en sus labios, no podía enfadarse con el Tensai por más de medio día, eso lo destrozaría a él mismo más que a Fuji.

- por cierto… - continuó hablando el castaño mientras se ponía de pie para partir hacia la casa de su amado - ¿cómo se te ocurre decirle a Eiji que Inui tiene la clave para que pueda quedar embarazado? Ahora está acosándolo para que lo ayude a permanecer junto a Tezuka… ¿de verdad no piensas antes de actuar? ¿O lo hiciste a propósito? - reclamó el Tensai.

- jejeje eso… pues esos dos se aman ¿no? Y pues… si Tezuka-buchou es el único heredero de todo lo que su familia posee es normal que se sienta obligado a aceptar las condiciones que le impongan… pero no es justo que eso afecte a Eiji-senpai… por eso… - explicó Ryoma, o trató al menos.

- eso es una tontería Ryoma, no deberías haberte metido en esto - reclamó el Tensai aunque claro, sin intención de iniciar otra discusión con el pequeño.

- tal vez… pero no quiero ser el único panzón del equipo - rió quedito el pequeño, definitivamente el Tensai no podría contra Ryoma esta vez, el pequeño se quedó con la última palabra dejando al otro totalmente resignado.

- entonces… según dijo Eiji… Inui ayer le dio como 4 jarras del jugo original, el que tiene los efectos secundarios… y esta noche Eiji hará hasta lo imposible por embarazarse. ¿Si le dijiste que tal vez no funcione en él? - preguntó el oji azul.

- claro, pero dijo que valía la pena intentarlo… ¿y él te dijo a ti que iba a convertirse en chica para poder estar junto al buchou? Eso fue lo que Tezuka no lo dejó hacer - dijo luego el pequeño, esto dejó helado al Tensai, Eiji no le había dicho absolutamente nada… ¿convertirse en chica? Absurdo, completamente absurdo… tal vez por eso mismo el pelirrojo no se lo había dicho, porque sabía que habría puesto el grito en el cielo inmediatamente - tu silencio me dice que no… entonces ¿no crees que es mejor que se embarace a que cambie de sexo? - preguntó divertido el pequeño. Sabía perfectamente que ninguna de esas opciones era la más cuerda pero… ya que, las cartas estaban ya sobre la mesa, no había como evitarlo ahora.

Eiji corría detrás de Kunimitsu a toda velocidad, el castaño se había adelantado y ya le había tomado varias cuadras de ventaja pero en cuanto la impecable visión del oji azul lo localizó sus pies comenzaron a moverse a toda velocidad hasta alcanzarlo.

- ¡¡Mitsu!! Espera… por favor, espera - pidió llegando junto a el y tomándolo con firmeza por el brazo.

- Eiji… esto definitivamente no es bueno, no deberías seguir buscándome, sólo nos dañaremos más - dijo el castaño, Eiji mostraba toda la tristeza que esas palabras le provocaban pero a la vez sus ojos se denotaban seguridad y decisión.

- una última vez, Mitsu… sólo quiero… quiero ser tuyo una vez más, la última - susurró Eiji al oído del más alto abrazándolo.

- Eiji… - Tezuka no sabía que hacer, por primera vez en su vida estaba totalmente inseguro.

- no vas a negarme cuando ya estoy así… ¿o sí? - preguntó el pelirrojo con deseo en la mirada, Tezuka sintió pronto la dureza en la zona baja del chico que hasta hacía unos días había sido su novio.

- vamos a casa, estaremos solos esta tarde… Eiji… será la última… después de esto… está decidido, me iré a Alemania… ya no podemos seguir viéndonos neko, es doloroso y no quiero… no quiero hacernos más daño - anunció el castaño tomando de la cintura al neko y con lágrimas amenazando con escapar de sus ojos lo besó. Avanzaron rápidamente hacia la casa del mayor, ni una mosca volaba allí, estaba todo en completo silencio, de verdad estaban solos.

Eiji sonreía a espaldas de Tezuka, en sus ojos destellos de esperanza se dejaban notar pero eran ocultados inmediatamente en cuanto el castaño volteaba a verlo.

<< No dejaré que te me vayas Mitsu, si tú no puedes luchar, si te ataron de pies y manos… yo lucharé por los dos… esta noche comienza todo >> pensaba Eiji mientras el castaño poco a poco lo despojaba de su ropa, entre apasionados besos, caricias, alguna que otra mordida y mil palabras de amor que saldrían de la boca del mayor por última vez, eso era lo que pensaba Kunimitsu al menos.

Notas finales:

bueno! ahi lo dejo por el momento. trataré de escribir otro y subirlo hoy mismo si me es posible, sino mañana o a más tardar el miércoles ^_^

comenten, comenten! díganme que les pareció, bien o mal, si quieren que le ponga algo especial al fic o lo que sea! acepto sugerencias de todo tipo, también tomatazos con amor si alguien quiere tirármelos xD

Matta ne! chu~ ♥


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