Fue una terrible noche para el más joven titular de Seigaku, no había podido dormir bien y esa noche Syusuke no estaba con él, la madre del castaño consideraba que estaba pasando demasiadas noches en casa ajena y no le había permitido hacerlo esa noche también.
Cuando amaneció las ojeras de Ryoma decían claramente que había tenido mala noche, se veía cansado y algo débil. El castaño llegó pronto, dispuesto a llevarse a su novio al médico. La madre de Ryoma los acompañaría.
Al llegar a la consulta el médico casi los echa de su consultorio pues le parecía que le estaban jugando una muy mala broma, pero como profesional que era sabía que había “anomalías” de la naturaleza que no podía pasar por alto, tal vez esta fuera una de esas. Le tomó una muestra de sangre y la envió al laboratorio en carácter de urgente, necesitaba esos resultados de inmediato. Le dio al menor bastante agua mientras lo revisaba. Sus signos vitales eran normales aunque se veía algo débil, los resultados de los análisis de sangre revelarían si tenía anemia o algo por el estilo.
El médico le realizó una ecografía y otros estudios al joven y se sorprendió al ver una serie de órganos recién formados, algunos aún estaban en pleno proceso, era totalmente antinatural. Pero más sorprendente aún era el que ya se veía totalmente desarrollado, era una especie de útero que se estaba haciendo un lugar entre sus demás órganos y en este se veía ya un punto que cláramente era un puñado de células, un embrión en desarrollo... el médico estaba estupefacto, no sabía como reaccionar en ese momento. Un chico sin aparentemente ningúna anomalía genética estaba desarrollando órganos reproductores femeninos y... ¡estaba embarazado!
Syusuke explicó la situación al médico, su relación, lo del jugo de Inui, incluso le dio una muestra del líquido que Ryoma había bebido y este lo mandó a analizar, así como otra serie de estudios para comprobar daños o efectos de beber semejante cosa. También le explicó que en el hospital había otro chico que había bebido lo mismo que el peliverde y en mayores cantidades.
Entre detalles y estudios a los chicos se les fue la mañana entera en el médico. Ryoma salió agotado, bebiendo una lata de su tan amado jugo de uva y suspiró – me voy a perder el último partido del año... tsk... - el médico, dada la extraña y desconocida situación del menor, le prohibió esfuerzos tales como subir escaleras, correr, andar en bicicleta... y ante todo, cualquier clase de actividad física agotadora. En pocas palabras, nada de tenis. Sentía que le arrancaban parte de su vida así, pero no podía poner en riesgo a la criatura que venía en camino. Ryoma, frustrado, se abrazó a su castaño y por unos instantes dejo que el mayor con su calidez lo reconfortara.
Tezuka se los encontró en el pasillo, había ido a visitar a su pelirrojo. Compartieron unos minutos de charla en los que el más joven aprovechó para curiosear sobre el estado de Kikumaru, el buchou simplemente respondió que aún estaban practicándole estudios pero que parecía estar mejor. Aún así, el chico de lentes se veía preocupado, ¡y como para no estarlo! Si tenía soo 15 años y había posibilidades de que fuera a tener un hijo... Fuji aún estaba molesto con él pero solo se mostraba como siempre, calmado y asertivo, amable... aunque algunas veces sus palabras eran bastante filosas.
Cuando fueron a ver a Eiji este dormía profundamente y soñaba con algo sobre chocolate y música, probablemente algo sobre su grupo musical favorito. Fuji sonrió mientras lo veía dormir a la vez que abrazaba por la cintura a Ryoma – se repondrá y todo estará bien, lo se – se convencía a sí mismo y a los demás, aunque hasta él dudaba de sus palabras.
Las horas corrían, Ryoma se veía bastante nervioso ahora mientras iban hacia la casa de los Fuji, los padres del castaño y sus hermanos estarían allí por petición del joven Tensai quien, visto con atención, ¡estaba casi en pánico! Aún si no lo mostraba mucho. Iban a contarle a su familia que serían padres, les parecía una locura pero allí estaban, llegando a la casa.
Entraron y Fuji sonrió al ver a sus hermanos juntos, Yuuta parecía abochornado por algo que su hermana mayor le había dicho. El castaño los saludó y buscó a sus padres, Ryoma también saludó a todos y solo siguió, muerto de miedo, a su novio.
Y allí estaban, los seis sentados en el salón, Fuji sujetando fuertemente la mano de Ryoma para que este se mantuviera calmado aunque ni él mismo lo estaba – Ryoma y yo estamos saliendo – soltó de pronto justo cuando su hermano, ya molesto por la extraña actitud del Tensai iba a preguntar. Todos parecieron quedar congelados ante tal declaración. Escuchó a su padre carraspear un poco con la garganta y lo miro, este parecía estar procesando la información. Syusuke pensó que si tanto les costaba procesar eso mucho más difícil les resultaría creer que iba a ser padre – se que es repentino y que... debí decirles antes pero me gusta Ryoma, me gusta desde que lo conocí y... somos novios. Espero no estar decepcionándolos pero si es así – no terminó de hablar pues vio a su padre negar y darle una media sonrisa que lo tranquilizó bastante aunque fuera solo algo pasajero, los verdaderos nervios estaban creciendo en su interior.
Fue su hermana la primera en hablar mientras veía a Ryoma querer esconderse detrás de Syusuke por la vergüenza, parecía querer ser invisible y eso la enternecía enormemente – bueno ¿que se le puede hacer? Syusuke será siempre Syusuke, sin importar si me dará sobrinos o no algún día – dijo ella con una amable sonrisa, dando a entender que para ella no cambiaba nada el que su hermano fuera gay, o como mínimo bisexual.
La charla continuó, ahora Ryoma participaba tanto como sus nervios se lo permitían, lo que no era mucho. Respondía alguna pregunta o apoyaba algo dicho por su novio pero no mucho más, preferiría estar siendo apaleado por su padre en una cancha de tenis que estar allí enfrentando esa difícil situación. Ryoma sintió un pequeño mareo y estrechó la mano de su novio, quien al verlo se preocupó pero el peliverde simplemente negó, diciéndole así que estaba bien – acabemos con esto ya, díselos – dijo bao y temblando un poco, eran demasiados nervios juntos.
El castaño entendió que estaba siendo aún más difícil para Ryoma y asintió, volviendo a ver a sus padres. Su madre se mostraba algo preocupada ahora y les preguntó qué sucedía. Syusuke solo suspiro, tomando coraje y los miró con el rostro tan serio como podía – bueno... ya hemos tenido relaciones y claro, como somos chicos y saludables no era tan necesario usar protección – miró a Ryoma, el pequeño tenía el rostro tan rojo que parecía que pronto iba a explotar – bien... nuestra unión tuvo sus frutos, algo que no debió pasar pero que ya no se puede evitar – continuó viendo a su hermano enrojecer también al hablar de sexo – es algo tan antinatural que se que no van a creerlo pero – le tendió a su padre un papel firmado por el médico y solo se quedó mirándolo mientras este leía, parecía confundido al principio pero conforme continuaba leyendo el hombre comenzó a palidecer y Syusuke no pudo más que suspirar mientras su padre, en estado de shock, los veía a la vez que le pasaba el papel a su esposa quien tuvo una reacción similar.
La voz de ambos resonó casi a coro cuando preguntaron a la vez – ¿¡embarazado!? – el pequeño se hundió entre los brazos de Syusuke y solo asintió aunque sin mirarlos. Los hermanos de Syusuke no entendían nada hasta que el chico de hermosos ojos azules comenzó a explicar todo lo mejor posible. Les costó hacer que les creyeran pero claro ¿quién se creería semejante cosa?
Ryoma acarició ligeramente su vientre mientras veía a su suegra que parecía a punto de estallar. Eran demasiadas noticias juntas y la última la había dejado totalmente en shock. Hizo acopio de toda su valentía y se decidió a hablar también, no podía dejarle todo a Syusuke– tengo 13 años, soy demasiado joven, lo se... y por eso el médico dijo que debo guardar mucho reposo. No crea que esto es fácil para nosotros, pero... no estamos solos, contamos con el apoyo de mi familia y... nos gustaría contar también con el de ustedes. ¿nos ayudarán en la crianza de nuestro bebé? Abortarlo es imposible e impensable para mi... por ser una pequeña criatura inocente y porque es fruto de nuestro amor – dijo, aunque muy abochornado.
El tiempo corría y Syusuke tuvo que explicar un par de veces al menos la forma en que había sucedido todo aquello. Sus padres tenían mucho de que hablar y Syusuke lo entendía. Decidieron ir a casa de Ryoma y pasar allí el resto del día, el menor parecía cansado y además los nervios habían ocasionado que tuviera malestares por lo que se fue a la cama y el castaño con él, para cuidarlo y ayudarlo a calmarse.
Pasó un buen rato antes de que el teléfono de Syusuke sonara. Revisó la pantalla y vio un mensaje de su hermana que al abrirlo tenía una adorable cara de bebé y otra de un pequeño animal muy chistoso con corazones en los ojos. Sonrió y se lo enseñó a Ryoma – creo que ella ya quiere a nuestro bebé – dijo bajo, acariciando su vientre y lo besó. Más tarde sus padres se hicieron presentes en casa de los Echizen, eso puso los pelos de punta al castaño pero sabía que sus familias necesitaban hablar. Tal vez de ahí saliera algo bueno, Rinko y Nanako se encargarían de hacer que aceptaran bien todo el asunto del embarazo.