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Experimento Letal por Tsubame Asakura

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Notas del capitulo:

Hola!!! iba a publicar el capítulo 20 cuando me di cuenta de que el 19 por algún motivo no se subió. que pena! seguro fue mi internet que es bien malo...

pero bueno, les subo el 19 y mañana el 20 y todo solucionado nwn nos leemos~ 

 

Pd: este cap es de momo y su peliazul ewe

Momoshiro había salido a prisas como siempre para encontrarse con su novio, se suponía que lo esperaba en un parque cerca de allí pero al salir se lo encontró recostado en el muro de la entrada. Le sorprendió un poco pero no era la primera vez que iba a buscarlo, ahora sabía eso.

Se acercó a él, algo nervioso – ¿qué haces aquí? creí que esperarías en el parque... nos verán – dijo y lo tomo del brazo, jalandolo un poco para apurarlo y hacer que lo siguiera.

 

Oshitari no quedó muy contento con esa reacción, mucho menos con la bienvenida. Por ese motivo tomó la mano del moreno y lo jaló hacia él, atrayéndolo así para dejarlo pegado a su cuerpo. Lo tomó por las caderas y lo miró fijamente – ¿que clase de recibimiento es ese, Takeshi? - tomó su rostro y lo besó intensamente.

 

Momoshiro, sorprendido por las acciones del contrario intentó apartarse, empujó al peliazul y lo miró entre molesto y avergonzado – no puedes hacer eso aquí, idiota... alguien nos verá – se dio la vuelta y comenzó a caminar en la dirección que se supone que tomaría, hacia el parque. Oshitari, más molesto aún lo siguió y ya del otro lado del muro lo alcanzó y empujó contra este, dejándolo acorralado así – no huyas Momoshiro Takeshi... y no te ocultes, no estoy dispuesto a tolerarlo - el Tensai no tenía problemas en que todos supieran sobre su relación y a esas alturas, cuando hasta sus familias lo sabían todo, no entendía la actitud del moreno de querer ocultárselo al resto del mundo.

 

Un nuevo beso acalló las palabras del de ojos violeta, esta vez el Tensai de Hyotei no permitió que lo apartara, lo mantenía acorralado, prisionero de su cuerpo y de sus labios. El moreno no tardó demasiado en dejar de luchar, sus besos tenían ese poder sobre él.

 

Escuchó la voz del novato aquel y con una sonrisa ladina miro a su novio, relamiéndose al separarse – me temo que ya reservé mi turno para hoy. Te lo presto mañana – le dijo al menor mientras se acomodaba un poco la ropa que Momoshiro había revuelto en su lucha por infructuosa por liberarse.

 

Ryoma se veía nervioso en un principio, pero pronto sonrió de lado, con satisfacción al saber que no se habían equivocado, su mejor amigo “andaba” con el peliazul de su equipo rival – lo sabía – susurró, viendo a Momoshiro – momo... me debes cinco hamburguesas ya. Ahora vete antes de que buchou los vea, hoy anda con un humor... - hablaba bajo, pero asegurándose de que el castaño no se acercara. No era buen momento para que su correcto y serio capitán descubriera a Momoshiro “besuqueándose” con un rival en la entrada del instituto.

 

Momoshiro, casi temblando de nervios y rojo como un tomate, asintió y se apuró a tomar la mano del peliazul, llevándoselo casi a rastras y sin decir ni una palabra justo a tiempo, pues poco después apareció Tezuka para alcanzar a Kikumaru y los demás y marcharse cada pareja por su lado.

 

Pasado el tiempo el peliazul decidió que había sido suficiente paseo por un día y llevó al moreno a su casa, donde estarían solos – todos en Hyotei saben que hay un miembro de Seigaku imposibilitado para jugar en el próximo partido... al parecer nos escucharon hablar sobre el embarazo – dijo mientras cerraba la puerta detrás del moreno. Lo tomó por las caderas, mirándolo con deseo – shh... silencio – dijo posando un dedo sobre sus labios cuando este iba a reprocharle. Sonrió divertido – te portaste muy mal hoy, tengo que educarte bien – lo besó apasionadamente mientras iba quitándose la corbata del uniforme – voy a castigarte por ser un cachorrito tan malo – le dio una suave nalgada y lo escuchó suspirar ya rendido ante sus actos. Sus besos le robaban cualquier atisbo de ganas de discutir.

 

Momentos más tarde un atado y amordazado ojivioleta se encontraba bocabajo sobre las piernas de su amante, mientras este con una mano preparaba su entrada y con la otra le daba nalgadas que ya habían dejado enrojecida la piel. No podía quejarse pues no podía hablar, aunque sí que protestaba moviéndose tanto como podía, pero por supuesto, era todo parte del juego pues en realidad disfrutaba de aquello. Oshitari lo dominaba por completo estando así, hacía de él lo que quisiera – tú te lo buscaste Takeshi, has sido un cachorro muy malo, sabes que te castigaré cada vez que te portes mal – Yuushi sonreía con superioridad mientras veía así al moreno, le encantaba verlo así – dime, ¿volverás a portarte mal? - esperó su respuesta deteniendo el movimiento de sus dedos en su interior, el moreno giró el rostro hacia él y con un brillo en la mirada asintió, era una respuesta retadora pero estaba claro que al moreno le gustaba ser desobediente sólo para que volviera a castigarlo – ya veo, entonces voy a tener que encadenarte – dijo y retiro los dedos de su interior, levantándolo y dejándolo recostado sobre la cama. Tomó un collar para perro y se lo puso, relamiéndose ante la imagen que tenía en frente. El collar de pero nunca le gustaba a Momoshiro y eso solo lo hacía más emocionante. Le puso una cadena y lo dejó así atado a la pata de la cama.

 

Takeshi estaba ahora desnudo, maniatado y para rematar, encadenado. El peliazul lo observaba de pie frente a la cama y sonreía con diversión al ver su mirada, quería que le quitara el collar. Oshitari solo sonrió más ampliamente y comenzó a quitarse la ropa. Empezaba la verdadera acción y esto pareció emocionar al moreno, aunque este pronto regresó a su posición de “enfadado” por el collar – ¿no te gusta? mmm pero te portaste mal, es tu castigo – dijo acercándose mientras dejaba caer el bóxer al piso, exponiendo su hombría despierta y ansiosa por jugar. Terminó de acortar las distancias y lo volteó, dejándolo apoyado en las rodillas y sobre el pecho mientras se ubicaba detrás de él. Se frotó entre sus glúteos, haciendo ligeras presiones en su entrada pero sin llegar a entrar hasta que lo vio echar hacia atrás las caderas buscando que entrara en él. Rió por lo bajo y entró de una estocada en él, arrancando un ahogado grito a la garganta del moreno – nhh... oh Takeshi... siempre tan estrecho – la sensación era exquisita y el peliazul no pudo contener sus deseos, comenzando a embestirlo de forma ruda, en estocadas cortas pero rápidas. Sentía como el interior de Momoshiro se adaptaba a él rápidamente, ya acostumbrado a recibirlo así.

 

El ojivioleta gemía ahogadamente por aquella tela que cubría su boca, los movimientos del mayor lo tenían totalmente perdido, dolía un poco pero mayor era la sensación de placer. Tanto así que no tardó en correrse, era demasiado bueno, pero su amante no se detuvo, claro que no, hizo que se corriera dos veces más antes de dignarse a hacerlo también. Solo entonces le quitó la mordaza y soltó sus manos, pero antes le puso un pequeño candado al collar y lo obligó a dormir así esa noche, desnudo y atado a la cama. Claro que cuando la calidez del cuerpo del mayor lo envolvió en un abrazo poco le importó todo lo demás, solo se acurrucó como el cachorro sumiso que podía llegar a ser entre los brazos de su amado toda la noche sintiendo las suaves caricias que le regalaba. Oshitari podía estar azotándolo y al segundo siguiente ser un tierno amo, eso le gustaba - ¿cómo es que TODO Hyotei sabe que hay un embarazado en mi equipo? Eso esta mal, muy mal... ahh y van a aplastarnos el viernes – sus palabras sacaron una risita al peliazul y en respuesta le mordió a la altura del pecho, recibiendo un castigo, por supuesto, Oshitari le pellizcó un glúteo.


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